Pillado con las bragas en la mano 2º

Juntos descubrimos los placeres del sexo. Eugenia a pesar de llevar 21 años casada no habia gozado de un orgasmo hasta que me estreno a mi un adolescente que hasta entonces se hacia una media de 4 paja diarias.

Aunque estuviese irritado su coño y mi polla en carne viva, no podian estar separados el uno de la otra. Aprovechabamos al maximo el tiempo que no habia nadie mas en su casa, hubo dia en el que llegamos a follar 6 veces, aunque lo normal era que lo hiciesemos 3 o 4 veces, ella sabia lo que me atraia su hija y solia ponerse ropa de la joven. Cualquier lugar de la casa era bueno, aunque lo que mas soliamos usar era la cama de la chica.

Alli estabamos enfrascados con mi pija a punto de estallar entre las tetas de la madre, cuando escuchemos el coche de Montse (la hija) aparcando en la calle, volvia a casa antes de lo previsto. Eugenia a penas tuvo tiempo de vestirse y salir de el dormitorio, podiamos excusar mi presencia en la casa, pero no podiamos justificar la escandalosa ereccion entre mis piernas y me escondi debajo de la cama de la muchacha.

Montse entro en su dormitorio, preparo uno de sus bikinis (justo el que llevaba puesto su madre unas horas antes mientras me la follaba sobre la lavadora), y mirandose en el espejo del armario que por suerte para mi reflejaba todo el cuerpo pero solo de las rodillas hacia arriba. Primero se quito la falda, luego desabrocho los botones de la camisa y despacio se la quito, quedo en ropa interior mirandose en el espejo, se llevo las manos a las tetitas y las apreto, una mano entro debajo del sujetador y se acaricio el pezon, como si se tratara de una camiseta se quito el sosten por la cabeza lo tiro lejos y se pellizcaba los pezones mientras se mordia los labios, bajo una mano por su vientre liso y la metio entre las braguitas y su coño, lo frotaba mientras su cara delataba el gusto que sentia, dejo caer las braguitas y por un instante pude gozar de verla desnuda. Si la madre estaba buena, ella era una diosa, culito redondito y firme, tetitas tiesas que se aivinavan duras, con unos pezoncitos sonrosados que la excitacion los hacia apuntar al techo y un coñete cubierto de pelo negro formando un triangulo (aunque no depilado, si arreglado para que no saliesen pelos fuera del bikini). Ando un par de paso de espaldas a la cama y se tumbo sobre ella dejando los pies en el suelo, en el espejo vi sus muslos abiertos y la apetitosa raja de su chocho, tambien vi como se tocaba las tetitas y se frotaba la pepita mientras gemia. Al alcanzar el punto algido vi como doblaba los dedos de los pies mientras se movia la cama al agitarse ella.

Se puso el bikini, al calzarse la parte de abajo se agacho y contemple su culito en pompa y entre sus muslos los labios vaginales cubiertos de un vello que brillaba al estar mojados con sus jugos.

En cuanto salio del dormitorio la madre entro para hacerme salir de casa, pero mi tranca estaba todavia mas tiesa que cuando ella me dejo, en lugar de salir a la calle la empuje al dormitorio de matrimonio, alli habia un espejo de tocador, no tan grande como el de el armario de Montse pero en aquel momento me daba lo mismo, puse a la madre frente al espejo, yo detras de ella le toque como habia hecho su hija momentos antes, le quite el playero, no llevaba nada debajo, las compare y si la hija estaba mucho mas buena pero teniendo en cuenta que esta era 22 años mayor tenia un cuerpo tambien espectacular.

Le pedi que se tumbara en la cama y se tocase ella, Eugenia nunca se habia masturbado pero aprendio rapido, se dejo llevar y se pajeo mientras yo la miraba hasta que un liquido blanco aparecio en su roja almeja, al momento me arrodille entre sus piernas y lami el nectar, al lamer la raja salio mas liquido, asi que segui lamiendo mientras la madre hundia mi cabeza en su coño. Exhausta me aparto de su entrepierna, a mi me dolia la polla de erecta que estaba, sin ninguna delicadeza la clave de golpe, ella se mordia el nudillo para no gritar, yo la sacaba toda para volverla a perforar de golpe. Tan chorrosa estaba que alguna embestida resbalaba por la raja y no llegaba a entrar, en una de estas me corri sobre su enorme bosque de pelo negro cubriendolo con mi blanca leche.

Una vez vestidos ella salio para verdonde estaba su hija, no la vio por lo que dedujo que deberia de estar en su dormitorio.

Pasamos el resto del mes follando como posesos, por las tardes yo seguia espiando a Montse tomando el sol, una tarde su madre le regalo un bikini que le hizo probar alli mismo en el patio, asi pude volverla a ver desnuda. Al dia siguiente mi complice tuvo su recompensa a base de folladas.

Termino el mes, continuabamos viendonos aunque cada vez con menos frecuencia, yo empezaba a salir con chicas de mi edad y ella cada año se marchitaba un poco mas aunque segun me contaba, cada vez se hacia pajas mas salvajes.

Su hija se caso con un chico al que le habian ofrecido un buen puesto de trabajo en una gran ciudad. A pesar de que ya hacia un par de años que no follabamos, Eugenia me invito a la boda, yo estaba haciendo la mili lejos y no me dieron permiso, en cuanto pude ir a casa fui a disculparme con ella, me dijo que......., bueno ya os contare lo que me dijo y nuestro ultimo polvo en otro relato.