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Por culpa del alcohol, me convierto en puta II....

Relato enviado por : Narrador el 09/07/2008. Lecturas: 16483

etiquetas relato Por culpa del alcohol, me convierto en puta II.... .
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Resumen
Ustedes dirán que con no beber me basta, lo he intentado pero luego descubrí que hasta los remedios que tienen algo de alcohol me afectan de igual forma, les contaré lo que me pasó en una ocasión.



Relato
Por ser temporada de vacaciones escolares, mis padres me pidieron que trajese a mi hermano menor a pasar una semana antes del inicio de clases, él llegó pero en compañía de dos primos nuestros de más o menos la misma edad que mi hermano menor. La primera noche yo tenía un catarro tan y tan fuerte que al día siguiente me comunique con mi jefe en el taller y le dije en las condiciones en que me encontraba y por las cuales no podía ir a trabajar, luego de eso mi hermano y primos salieron y yo me quedé acostada el resto del día, cuado llegaron de conocer la ciudad les di algo de dinero y mi tarjeta del club de videos para que rentasen unas cuantas películas, y yo me volví a dormir presa del fuerte catarro que me aquejaba. En cierto momento me di cuenta de que ya no tenía nada que tomar en contra del catarro, y le pedí a mi hermano que fuese a la farmacia y me comprase algo para tales efectos, el muy cortésmente salió a buscarme un remedio en compañía de nuestros primos, al llegar entró a mi habitación había comprado un jarabe que según decía la botella era para atacar los síntomas del catarro, sin detenerme a leerlo me di un trago de ese remedio mientras que ellos regresaban a la sala para continuar viendo una película.

Luego de ese trago me sentí ligeramente mejor y de inmediato me di tres tragos más, comencé a sentir mi cuerpo sudar yo en esos momentos me encontraba completamente cubierta además de una gruesa frisa, tenía puestas varias prendas de ropa la mayoría de algodón bien gruesas, como el calor era insoportable y ya me sentía de lo mejor me quité todo lo que tenía puesto hasta esos momentos, y estaba a punto de ir a la cocina tal como me encontraba pero me acordé de que mi hermano y mis primos se encontraban en mi apartamento, de no estar ellos lo hubiera hecho ya que tengo por costumbre de andar completamente desnuda en mi apartamento, en ocasiones se me olvida cerrar las ventanas, pero el edificio de enfrente es una egida para empleados públicos retirados, no dudo que más de un viejito de esos me haya visto desnuda pero creo que eso no les hace daño a ellos ni a mí tampoco.

Pero volviendo a mi asunto les diré que solo se me ocurrió ponerme una pequeña bata semi transparente que tenía en mi armario y hacía tiempo que no la usaba por considerarla innecesaria en mis circunstancias. Al llegar a la sala me sorprendía al ver a mi hermano y mis dos primos viendo una película porno, la escena que se observaba en la pantalla era de un hombre negro con una cosa como la de un caballo, y para rematar la chica que estaba con él era aparentemente una adolescente blanca, rubia de corta estatura comparándola con la estatura del negro claro y además delgadita, luego miré a mi hermano y mis primos y sin salir de mi asombro me di cuenta que tanto él como el mayor de mis primos tenían sus miembros fuera del pantalón, completamente erectos y se los acariciaban cada uno de manera individual, mientras que mi otro primo sólo se acariciaba por sobre la tela del pantalón.

En esos momentos me pasaron un montón de ideas sucias por mi mente, pero me contuve ya que ellos eran de mi propia familia, y hasta me reprendí por las cosas que llegué a pensar en fracciones de segundos, y de paso los tres estaban más buenos es verdad que mi hermano es menor que yo por unos cuatro años al igual que mis primos pero ya se han desarrollado lo suficiente como para hacer feliz a cualquier mujer exigente, como para darme valor me di otro trago del remedio y bien molesta me coloqué frente a la pantalla del televisor con mis manos a la cintura, y justo antes de que yo los increpase por lo que estaban haciendo en el medio de mi sala, mi hermano se me adelantó y mientras se levantaba del piso con su verga erecta me preguntó desde cuándo me afeitaba el coño, esa pregunta me sacó de carrera, yo que pensaba llamarles la atención a ellos tres, en ese momento me di cuenta de mi facha lo que me dejó un poco desorientada, me di otro trago y cuando le pensaba responder que eso no era asunto de él mientras cerraba la bata, él volvió a hacerme otra pregunta, ¿Desde cuando no me acostaba con un hombre?, a todas estas ya mis dos primos se había parado justo a mi lado, en mi mente comenzó a revolotear la fantasía de acostarme con mi hermano, pero decidí que para darle algo de sabor más erótico, hacerme la que no lo quería hacer. Así que de inmediato di un paso para atrás y cubriendo mi cuerpo con mis manos, le dije mira que soy tu hermana mayor no se te ocurra tocarme, mi hermano de inmediato alargó una de sus manos y pasando sus dedos por sobre mi seno, acercó su rostro al mío y hablándome al oído me dijo, a mi edad todavía no he tenido una verdadera mujer y ninguno de estos dos tampoco, sus palabras sonaban casi como una suplica, lo que terminó de desarmarme.

Cuando me di cuenta su boca ya estaba en contacto con la mía, sus gruesos brazos ya estaba rodeando mi cuerpo casi desnudo, yo como parte de mi plan traté de resistirme pero finalmente me dejé llevar por él hasta el sofá de la sala, en el que me tendió diciéndome, hermanita yo se que tu eres muy buena y nos vas a enseñar hacerlo bien, a medida que hablaba su pene se encontraba rozando mi depilado coño, y yo de inmediato abrí mis piernas todo lo que pude, al tiempo que yo decía suavemente no lo hagas por favor no creo que casi mi voz no se escuchaba, estaba toda húmeda y bien lubricada por dentro, por lo que su erecto pene penetró mi vulva con extrema facilidad, él no se había quitado la ropa lo que me excitaba más todavía, mis primos observaban muy atentos mientras que mi hermano me lo introducía y sacaba una y otra vez, yo estaba tan excitada que mis gemidos y gritos de placer los debían tener asustado a ellos, finalmente mi hermano se vino sacando su gruesa verga de mi coño me regó casi todo su semen sobre mi plano vientre.

Realmente me tuve que terminar de meter los dedos y con fuerza darme en la pepita para alcanzar un orgasmo, ya que como él era tan joven no tenía control alguno, sé que mi hermano en esos momentos no iba a pensar en mi satisfacción. Tras terminar con mi hermano el mayor de mis primos se me acercó y sin pensarlo mucho me enterró su verga dentro de mi coño sin miramiento alguno, y duró menos tiempo que mi hermano, al venirse dentro de mí de inmediato se levantó. Yo esperaba que el menor me lo introdujera de inmediato, pero el reparó en que el semen de su hermano y en del mío que se encontraba regado por casi todo mi depilado coño así como sobre mi abdomen, yo me levanté y lo tomé de la mano diciéndole acompáñame al sanitario para que me ayudes, él con sus ojos abiertos se dejó llegar por mí, me metí bajo la ducha y rápidamente me bañé, pero en cierto momento le tomé la mano de él se la llené de jabón y comencé a restregarme por dentro y por fuera de mi vulva, en cierto momento me comencé a introducir su manos completamente dentro de mi coño mientras que él me miraba con sorpresa, finalmente me sequé y nuevamente lo tomé por la mano y lo llevé a mi cama donde me penetró, a diferencia de sus dos antecesores mi primo menor me hizo llegar a disfrutar de un orgasmo antes que él alcanzase a venirse dentro de mí.

Una vez que ellos se dieron por satisfechos yo decidí que era sumamente necesario el que aprendiesen algo esa noche, salvo el menor de mis primos tanto mi hermano como el otro lo hicieron casi tan rápido como lo hacen los gallos, sin pensarlo mucho al salir del baño nuevamente me di otro trago del remedio y los llamé a los tres diciéndoles en pocas palabras que les pensaba dar una lección de cómo realmente tratar a una mujer, me senté en la cama y comencé por atraer su atención a mis pequeños senos en particular a mis pezones, le comenté lo sabroso que se siente que se lo chupen a una y como parte de la clase los puse a mamarme las tetas uno a uno, les mostré cómo mis pezones se hinchaban al menor roce de su lengua o de sus dedos, luego les fui indicando qué partes de mi cuerpo en particular me agradaba que me tocasen y cómo, lo cual cada uno de los tres tuvieron la oportunidad de ir haciéndome, tanto sus dedos como sus lenguas fueron explorando centímetro a centímetro cada parte de mi piel y vieron cómo mi cuerpo reaccionaba a dicho contacto. A preguntas de mi hermano sobre el tener sexo con una mujer por el culo, yo sin ningún tipo de inhibición de mi parte me dediqué a responderle poniéndome en cuatro patas les indiqué que por lo general es sumamente doloroso al principio si la persona no sabe preparar el camino y nuevamente los tres me acariciaron las nalgas y comenzaron a introducir sus dedos dentro de mi esfínter, pero sólo les permití llegar hasta ese punto, realmente no me agrada mucho que me den por el culo.

Continué luego llamando su atención sobre mi calva vulva, y sentándome sobre la cama abrí mis piernas lo más que yo pude y con mis dedos separé los labios superiores a fin de que vieran el interior de mi vulva la cual ya estaba bien húmeda nuevamente, les mostré mi clítoris y los dejé que me lo acariciaran hasta que alcancé otro orgasmo, desde luego que vieron cómo mi vagina recibía el miembro de ellos, y finalmente les indiqué que ellos por lo general se vienen más rápido que nosotras las mujeres, cómo debían tratar de alargar dicho acto a fin de que tanto ellos como nosotras lo disfrutásemos más. Comenzando por mi hermano comencé a mamarle su verga pero luego coloqué mi coño sobre su boca cuando yo pensaba que estaba a punto de venirse le apretaba un poco sus testículos con mi mano y esto retardaba el que se viniera de inmediato, eso también se lo hice a mis primos, y el que en una sola noche a una le mamen el chocho en tres ocasiones seguidas la deja a una completamente agotada.

A la mañana siguiente ya saben me estaba muriendo de la vergüenza, tenía un fuerte complejo de culpa me sentía mal conmigo misma por lo que había hecho con mi hermano y mis primos, lo peor de todo era que aunque lo había disfrutado bastante y recordaba con placer cada segundo que pasé entre los brazos de los tres me sentía como una perra puta insaciable, pero me armé de valor y tras dejar el desayuno preparado me vestí y me marché a mi trabajo, ninguno de ellos se llegó a despertar mientras que yo estuve en el apartamento antes de marcharme al trabajo les dejé una nota en la que les pedía que no hicieran desorden y donde estaba el desayuno preparado al igual que el almuerzo.

Estando en mi trabajo me distraje al punto que ni pensé en lo ocurrido hasta la hora de regresar a mi casa, en el camino llegué a la conclusión de que me haría la desentendida como si nada hubiera pasado y si alguno de ellos hacía algún comentario indebido, les diría que debido a la gran cantidad de alcohol en la medicación había dormido como nunca lo había hecho, les daría a entender que no me acordaba de nada que hubiera sucedido durante la noche anterior. Cuando llegué a mi apartamento lo encontré bien arreglado y limpio, los tres miraban juntos un programa de televisión, al yo llegar me dieron otra sorpresa tenían la cena ya lista, pero mientras cenábamos cordialmente me sencillamente me hicieron saber que o les servía de mujer el resto de sus vacaciones o le irían con el cuento a mis padres y eventualmente a mi novio, yo pensaba hacerme la tonta o mejor dicho la que no se acordaba de nada, hasta que no sé de dónde comenzaron a mostrarme fotos mías de la noche anterior, al parecer tenían una cámara de esas que revela al instante, realmente me acordé de haberla visto y hasta de posar para ella, pero no pensé que me tomasen fotos en esos momentos, desde el punto de vista de mi hermanos y de mis primos o les complacía o medio pueblo se enteraría.

Durante el resto de la semana sencillamente fui la esclava sexual de mi hermano y de mis primos en contra de mi voluntad, no hubo qué no me hicieran desde mandarme a que les hiciera una puñeta hasta comerme el culo, me obligaron a que se los mamase a andar desnuda todo el tiempo dentro del apartamento, cada vez que llegaba del trabajo, muerta de vergüenza me desnudaba frente a ellos tres los cuales me jugaban para ver quién sería el primero en meterme mano. No sé por qué oscura razón a la mayoría de los hombres con los que he estado lo que más les agrada hacer conmigo es tener sexo anal, y estos muchachos no eran la excepción ya al tercer día estaba por llamar al trabajo pero de pensar que me quedaría en casa se me quitaron las ganas de faltar para quedarme descansando. Al ellos marcharse sentí un gran alivio, pero mi hermano antes de irse en compañía de nuestro padre se me acercó y en tono amenazante me dijo ya sabes cada vez que te lo pida me lo das. Lo triste de todo eso era que la primera noche la pasé de maravilla con ellos tres pero las restantes cinco noches hasta que se marcharon para mi fue un infierno insufrible.

Como verán el beber para mí es un grave problema, cuando llegó mi novio graduado de médico tras de terminar sus estudios en el exterior, ya teníamos la casa para mudarnos, pero pensé que lo mejor era decirle la verdad o parte de ella antes de que pasase algo que estuviera fuera de mi control, por lo que la semana antes de la boda le comuniqué a mi novio y futuro esposo que el beber me hacía perder el sentido y la razón, él me dio a la vez una sorpresa al decirme que a él le pasaba lo mismo que a mí o por lo menos eso fue lo que entendí yo, él trató de comenzar a contarme alguno de los detalles que le habían sucedido a él en una ocasión en que se había emborrachado, pero yo le dije que no hacía falta, la verdad es que si él no me contaba de sus farras yo no le contaría de las múltiples ocasiones en que le fui infiel a consecuencia de estar borracha como una perra.

La recepción de la boda se dio sin una sola gota de alcohol, a pedido mío. Nuestra luna de miel ambos la disfrutamos bastante sin necesidad de tomar ni una sola gota de alcohol, ni tan siquiera llegué a probar unos bombones con sabor a licor que alguien nos había regalado, nuestro matrimonio era lo mejor que me había sucedido yo estaba embarazada de nuestro primer hijo razón de más para no tomar ni una gota de alcohol. En la clínica donde trabajaba mi esposo lo nombraron tras un tiempo socio, por lo que se dio una pequeña celebración en la cual brindaron con champán a pedido del socio principal razón por la cual mi esposo no pudo negarse, como yo estaba presente no vi nada malo en que se tomase una pequeña copa para brindar, y me equivoqué. Es verdad que durante el resto de la recepción se portó de lo mejor, claro que yo no me le separaba del lado temiendo que en cualquier momento saltase sobre alguna de las invitadas, pero no fue así al terminar la actividad nos dirigíamos a nuestra casa cuando se le ocurrió detenerse en un pequeño y oscuro bar restaurante a la orilla de la carretera, con la excusa de cenar algo para que yo no llegase a trabajar a la casa, de inmediato ordenó de comer y ante mi asombro también ordenó una cerveza, aunque yo le advertí que no lo hiciera no me prestó la menor atención y tras tragársela como un desesperado pidió otra y luego otra, para cuando llegó la comida ya se encontraba bastante picado, pero como éramos la única pareja en el restaurante no me preocupé mucho supuse que al llegar a la casa mantendríamos una agitada ración de sexo, lo que me agradaba bastante a pesar de mi avanzado estado de gestación.

Él comió poco, pero cuando estábamos por terminar aparecieron dos jóvenes como de unos veinte años más o menos, sin más ni más mi marido se levantó y les invitó unas cervezas ante mi asombro, luego continuó charlando con ellos muy amigablemente contando chistes de fuerte contenido sexual, del único que me acuerdo es el de dos adolescentes varones que se encuentran bañándose juntos en las duchas de un vestidor cuando se va la luz y queda todo totalmente a oscuras, uno de ellos de nombre Pepe le pide al otro que se llamaba Jaime que si le deja que le toque el ombligo con su dedo, al principio Jaime le dice que no pero tras la insistencia de Pepe, Jaime acepta que le toque el ombligo con su dedo, de momento Pepe le dice a Jaime que le tiene que confesar que ese no era su dedo y Jaime a su vez le confiesa a Pepe que ese tampoco era su ombligo.

Yo realmente no entendí de qué se reían los tres, mientras tanto la señora de unos cincuenta y tantos años que atendía la barra y servía las mesas tras cerrar las puertas del local se me acercó y sin que yo se lo pidiera se sentó a la mesa, me sorprendí al escuchar salir de su boca una voz varonil, era un travestido y hasta esos momento no me había dado cuenta de ello. Me preguntó tú andas con ella refiriéndose a mi marido, yo moví la cabeza de manera afirmativa sin decir palabra yo me encontraba como fuera de este mundo en esos momentos no entendía que estaba pasando, el travestido me comentó que ella refiriéndose nuevamente a mi esposo tenía muchos años que no pasaba por su negocio, cuando de momento veo que a mi marido se le caen las llaves del auto y de inmediato se dobla para recogerlas, no me había dado cuenta pero una vez que las recogió se le volvieron a caer y me fijé que nuevamente se doblaba pero observé que pegaba sus nalgas contra el cuerpo de uno de los chicos con los que tomaba cerveza, y luego nuevamente volvió a pasar lo mismo con el otro tipo.

En cosa de segundos uno de los jóvenes le soltó el pantalón a mi marido y él otro se lo bajó con todo y ropa interior quedando descubierto de la cintura para abajo, como si ya se hubieran puesto de acuerdo mi esposo se dobló tirando su torso hacía adelante el más grande de los dos jóvenes ya había sacado su miembro de dentro de su pantalón se escupió la mano y sin reparó alguno se la pasó por el culo a mi marido, el otro el más pequeño sencillamente se sacó también su miembro y tomó a mi esposo por la cabeza hasta que el pene del chico desapareció dentro de la boca de mi esposo, al tiempo que el otro chico lo penetraba por el culo. Para mi eso era algo que jamás me hubiera pasado por la mente, que él cuando bebía le daba por eso. Al verlo me dio asco, rabia de todo hasta me dieron ganas de matarlo en ese instante, pero a la vez me dio lástima yo sabía por lo que él estaba pasando en ese momento y cómo se sentiría luego.

Al terminar los chicos se marcharon de la misma forma en que llegaron, el travestido me ayudó a llevarlo al auto luego que pagué la cuenta, de camino a casa él se quedó dormido y al llegar lo dejé durmiendo dentro del auto. En la mañana al levantarme trató de actuar como si nada hubiera pasado, pero al ver que yo no le respondía entró en una crisis de llanto, y enjugándose sus lagrimas me confesó que esa era la razón por la que no bebía, me pidió mil perdones muy arrepentido de lo que había hecho me dijo que no me culparía si yo deseaba divorciarme de él pero que tratase de comprenderlo que eso era una fuerza mayor que su propia voluntad, fue cuando decidí decirle lo que me pasaba a mi cuando bebía con lujo de detalles pero antes le pedí que me contase todo lo que él había hecho y desde cuando, su historia creo que es tan sórdida como la mía y algún día si él así lo quiere se las hará saber. De la misma forma que yo entendí por el calvario que pasaba cuando bebía él entendió el mío, lo que más gracia le causó fue la vez que me acosté con el asqueroso gordo creyendo que era un adonis, y creo que la que más lo excitó fue la de la despedida de soltera.

Después de ese incidente y luego que di a luz, en ocasiones los dos nos emborrachamos solos en casa y hacemos casi de todo, ya cuando estamos picados lo ayudo a vestir de chica y con un juguete nos consolamos las dos, pero este claro que eso lo hacemos en la más estricta intimidad. De esto ya han pasado un par de años pero hace cosa de unas dos semanas nos encontrábamos en una finca que recién compramos, luego de que estuvimos trabajando todo el día, él se acostó sumamente cansado y los niños se quedaron bajo el cuido de una ama de llaves que contratamos para tales efectos.

Yo comencé a deambular a pie por la finca a fin de distraerme antes de darme un baño para cenar y luego acostarme, ya había oscurecido bastante fue cuando me topé con un pequeño cobertizo en el que estaba atado un pequeño pony que habíamos adquirido al comprar la propiedad, me pareció un animal gracioso, en una alacena vi un frasco lleno de frutas en conserva y me provocó meterme una a la boca para probarla, en efecto estaban conservadas en ron o aguardiente como le llaman por esa región a las bebidas de preparación casera, en principio la escupí pero al saborearla con detenimiento la pequeña cantidad de la fruta que en mi boca quedó, pensé que no me haría daño el comerme una, y luego fue otra y así hasta que perdí la cuenta.

Comencé a sentir ese sabroso calor en mi coño y yo misma me comencé acariciarlo pensé en salir corriendo en pos de mi marido, cuado tras escuchar el relincho del pequeño caballo me detuve en seco, en eso momentos estaba usando un simple vestido estampado que más bien es una bata casera que uso para limpiar con cuatro o cinco pequeños broches al frente, creo que fue mi olor lo que hizo que el pequeño corcel relinchase, sin pensarlo mucho me abrí la bata y me la quité completamente me bajé las pantaletas y ya me encontraba sin sostén, con una gran cantidad de esas frutas en conserva dentro de mi boca comencé a pasar mis dedos por dentro y sobre mi vulva, cuando ya mis dedos estuvieron bastante húmedos se los pasé por la nariz al animal que volvió a responder con un fuerte relincho de excitación, su hocico comenzó a olerme noté que se ponía como nervioso fue cuando me tiré al suelo sobre las pajas y con mis manos comencé acariciar la verga del pequeño caballo, yo me encontraba como loca y deseaba tenerla dentro de mí jamás había pensado en hacerlo con un animal, miento en una ocasión pero sobria, escuche de una tía que lo había hecho con un perro y de tan sólo imaginármelo me dio escalofrío.

A pesar de lo grande que la veía ante mis ojos se la chupé por unos instantes y luego decidí introducirla dentro de mi coño, el pequeño gigante como que sabía claramente cuáles eran mis intenciones y prácticamente puedo decir que colaboró con migo, conseguí un pequeño banco y lo usé para colocarme lo más cómodamente bajo mi nuevo amante de cuatro patas, lentamente me la fui metiendo y él ni se movía hasta que lo sentí que me llenaba todo mi coño, él entre relinchos y otros ruidos comenzó a mover su larga verga dentro de mí, en parte me lastimó algo pero ha sido uno de los orgasmos más bárbaros que he disfrutado, mi sorpresa fue cuando se vino la gran cantidad de semen que salía de su miembro se desbordaba de mi vulva y yo prácticamente terminé bañada en su leche. Una vez que terminé me quedé bajo el caballito por un rato hasta que tuve fuerzas para levantarme y antes de seguir a la casa me comí el resto de las frutas que había dentro del jarro, tomé la bata y pensé pasar por una poza que había visto antes de llegar al cobertizo para darme un baño desnuda a la luz de la luna.

Me encontraba a pocos metros de la poza cuando al paso me salió ladrando un gran perro de color negro era enorme y me asustó, me encontraba bastante mareada que perdí el equilibrio y fui a dar al suelo pero decidí quedarme quieta con la idea de que ese fiero animal se cansase de ladrarme y eventualmente se marchase, por un corto momento continuó ladrando pero de momento comenzó a olfatear mi cuerpo, yo estaba paralizada del miedo su lengua húmeda y rugosa comenzó a lamerme por donde me estaba chorreando el semen del caballo, y su fría nariz me olfateaba más y más, en esos yo me encontraba tirada en el suelo de rodillas y con mis brazos pegados a la tierra, al sentir su lengua por sobre mi vulva lentamente comencé abrir mis piernas esa lengua me penetraba y lamía dándome un tremendo placer a tal grado que rápidamente perdí el miedo a ser mordida, tras pasar su lengua por sobre todos mis muslos y vulva el can comenzó a tratar de montarme y finalmente lo logró, claro que en parte le guié su caliente verga dentro de mi coño, pero como me sentía algo lastimada lo saqué y lo puse en la entrada de mi culo, con un solo movimiento me introdujo su cosa entre mis nalgas yo di un grito mezcla de placer y dolor tremendo una vez dentro de mí el animal comenzó a moverse y de momento sentí como si fuera a reventarme por dentro, en esos momentos no estaba al tanto de lo mucho que crecen las vergas de los perros al mismo tiempo mientras me encontraba tirada sobre la tierra me comencé a pasar mi mano dentro de mi vulva la que me introduje con gran facilidad, mientras el chucho me estaba dando por el culo, entre el jaleo del perro y mi mano alcance otro excitante orgasmo, pero cuando pensé que ya todo había terminado me di cuenta que había quedado abotonada a ese animal su miembro se había hinchado de tal manera que era prácticamente imposible el sacarlo sin que me lastimase, creo que pasó como una hora yo estaba casi dormida cuando él finalmente me soltó y tras olisquearme y lamerme el culo se marchó moviendo su cola.

Hoy en día soy loca con pasar los fines de semana con o sin mi marido en la finca.


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Se te va la mano con los cubatas, sientes cómo la mirada se te nubla, piensas con lentitud y una sonrisa se instala en tu cara para no marcharse. Estás borracha, y es en ese momento cuando haces cosas que no harías sobria, verdaderas locuras dignas de ser recordadas y relatadas. ¿Te suena?
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Si te ha gustado Por culpa del alcohol, me convierto en puta II.... vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Por culpa del alcohol, me convierto en puta II..... Narrador te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
timo20 (23 de February de 2009 a las 19:02) dice: QUE PORQUERIA DE RELATO /QUE PASARIA SI TE VIERA UN FAMILIA SI ESTAS HACIENDO CON EL PERRO

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:27) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

gatitaobediente (11 de February de 2009 a las 00:40) dice: demasiadas situaciones para un solo relato


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