Primera y sorpresa

Había llegado la revolución , las manos se alborotaron y buscaban cacho .
Ella reía y el otro aprovechaba , el espejo retrovisor me contaba todo .
Veía las bragas de mi mujer y una mano cerca de ellas.
Paré el coche y le dije a su mujer . Oye , estos no paran .
Pues haz tú lo mismo .
Y la la palpé y se dejó . La mía no estaba quieta .
Pregunté donde ibamos y me dijeron a " mi casa " .
Subimos trenzadas las parejas y al llegar nos esperaban los dos sofás enfrentados.
Nos acomodamos y empezó el juego .
Ora a aquí , ora allá las manos juguetonas dieron paso a las bocas chorreantes .
Miraba a mi mujer que estaba embelesada y muy abierta .
Yo me entretenía sin tanta pasión .
Sacaron combinados con alcohol y derivó en orgía .
El amigo se despojó la parte de arriba y mi mujer le chupaba los pezones .
Probé a hacerlo con la suya y me dejó .
A partir de ahí todo fue coser y cantar . En el sofá , en la alfombra , contra la pared y sin remilgos.
Exhaustos acabamos y nos despedimos no sin advertir que había que repetir .
Y así llevamos cuatro años por lo menos .
Cuando lo hacemos rememoramos las hazañas y ella se pone a cien pensando en el amigo .