Se la chupo a un borracho y ni cuenta de dio

Hola!!! Joder tíos pensé que la pagina estaba inactiva y me ha dado una alegría ver que está activa.

Pues resulta que hace más o menos unos dos años yo estaba trabajando con un compañero que me comenzó a llamar mucho la atención. Era un padre joven, de sus 25 años, alto, bien parecido, el típico estilo de whitexican, fiestero al que nunca le faltaban las copas y los amigos los fines de semana. Un cuerpo que quizás en su adolescencia fue fornido pero con las desveladas y las fiestas se fue poniendo lo que llamamos “chubby”.

Orlando siempre era motivo de masturbacion para mi, me imaginaba su gran verga en mi orto y en mi culo, pero nunca se daba la oportunidad de algún roce o alguna insinuación ya que el muchacho aunque era súper amigable, estaba casado y era más que obvio que era heterosexual.

Una noche de tantas, Logré salir con el y el no andaba plata, por lo que me ponía en ventaja en tenerlo a mi disposición de donde ir a festejar. Recuerdo comenzamos en un bar con unos compañeros de trabajo, luego en una discoteca y amanecimos bebiendo en otro bar. En el día siguiente, seguíamos de rumba, joder tendríamos 22-25 años, aguantábamos como nunca. Pero ya en la noche siguiente, la ventaja fue que ambos nos quedamos en una casa de unas amistades de el y desvelados, drogados y bolos, ambos nos fuimos a dormir a un cuarto alejado del resto.

Ambos estábamos extremadamente borrachos y sobre todo más el. Nos acostamos en la cama, una cama uni personal por lo
Que estábamos bastante apretados. En un pequeño lapso de tiempo me di cuenta que Orlando estaba totalmente dormido, con su ropa puesta. Traía una camiseta blanca, estilo manga larga, un jeans con su faja café de cuero, calcetines negros largos y sus zapatillas de cuero café.

Comencé lentamente a tocarle la verga por encima del pantalón, debo decir que no se sentía muy grande. Iba despacio respetando su sueño para que no despertase y todo se me viniera a la chingada y ganarme un golpazo.

Cuando fui entrando en confianza, metí mi mano por debajo de su jeans y comencé a tocar su verga suavemente. Ahí fue donde me armé de valor y dije es ahora o nunca, y si se despierta pues no le quedará de otra que disfrutar.

Me fui directo a colocarlo en posición cómoda con la boca arriba, yo me desnude por completo tocando y masajeando mi ano mientras disfrutaba ver al hombre que más me excitaba acostado, borracho y sumiso ante mis más oscuras pasiones.

Comencé a besar sus labios gruesos, tenía un sabor a cerveza, alcohol, cigarro y hasta cocaina. Era un olor un poco grotesco pero a la vez excitante. Fui abriendo poco a poco su camisa, para lamer de manera frenética sus pezones. Unos pezones cafés con cero vello, mientras yo seguía masajeando con mis dedos mis ano.

Fui besando y lamiendo cada parte de su pecho, bajando a su ombligo, y abriendo su pantalón hasta que con mucho cuidado y sobre todo paciencia se lo pude quitar sin despertarlo. Por favor! Estaba noqueado. Dos días sin dormir con drogas y alcohol.

Lo deje en unos calzoncillos blancos mientras observaba sus piernas largas y velludas (no tanto) y logre quitarle las zapatillas y los calcetines.

Me comencé a prender aún más cuando me baje de la cama y a la altura de sus pies, una vez desnudos, comencé a lamerlos apasionadamente. Estaban salados, con un olor peculiar que me excitaba cada vez más. Sus pies tan bien cuidados, sus uñas bien cortadas. Sus pies quizás calzaban 42. Largos y bien aseados con un olor y sabor salado de sudor. Me asfixiaba y me golpeaba la cara con sus pies, mientras estaba apunto de correrme. Quería comerme esas patas y tenerlas para siempre.

Fui subiendo hasta llegar a sus calzoncillos y detenidamente comencé a bajarlos hasta que vi lo que me iba a comer: una verga semi dura, gorda, larga y velluda, con los testiculos grandes y peludos. Comencé a chupar y mamar con mucho amor mientras tocaba sus pezones y observaba su rostro. Estaba inconsciente pero su cuerpo como que quería reaccionar a mi mamada.

Mientras seguía succionado ese garrote viril, yo intentaba hacer bastante fricción para que se pusiera erecto. Estaba semi erecto lo suficiente para ver su tamaño y disfrutar de un buen trozo de carne.
Me quería montar en el pero no iba a entrar. Tendría que despertarlo para que me penetrara y no sabía si lo iba a hacer, por lo que no quería tomar riesgos y mejor decidí seguir mamando toda la noche.

Di la vuelta y puse mi culo en su cara para sentir el roce de sus labios en mi ano mientras yo mamaba su verga y sus huevos. Debo destacar que no era el sabor ni el olor de un pene limpio, era un sabor a sudor y orín, nada grotesco más bien excitante. Lógico, no nos habíamos bañado. Su cabeza era tan rosada y bien hecha que echaba un poco de líquido pre cum. Era el mejor sabor del mundo, mientras sentía el roce de sus labios su nariz y sus bigotes en mi culo.

Hasta que por fin logre mi objetivo. Correrlo. De pronto cuando estaba chupando, sentí un chorro de semen en mi garganta. Un sabor dulce amargo, que me trague con mucho gusto.

Hasta que yo termine y felizmente me dormí. El se despertó desnudo, se puso la ropa y no dijo nada.