Semana de vacaciones 2

Al día siguiente de nuestra fiesta particular en el desayuno nos preguntó mi papá a qué hora llegamos. "A la hora que nos dijiste", le contesté, como mi mamá le había dicho lo mismo no hubo problema. Subimos a mi cuarto Bere y yo y los demás se quedaron desayunando. Me metería a bañar así que me estaba quitando la ropa cuando Bere me dijo.

-No manches, a ver voltéate. Se te ven las pompas rojas incluso se nota que te pegaron con un cinturón.

Estaba pensando que hacer cuando tocaron la puerta, me puse una toalla y Bere abrió. Era mi papá.

-Tu mamá no irá a la playa con nosotros, solo nos iremos nosotros tres, tu hermano y su amigo. ¿Hoy querrán ir al dichoso antro?
-Sí, nos das permiso, ¿Verdad?.

-Depende como se porten. Me tomé la libertad de comprarte un bikini, se te va a ver muy bien y hoy que no irá tu madre es perfecto para que lo estrenes, nos vamos en un ratito ya no se tarden mucho.

Dejó una bolsa en la mesita y se fue.

Bere sacó el bra del bikini y me gustó mucho, era verde como si fuera piel de cocodrilo pero cuando sacó la parte de abajo vinieron los problemas porque era de tanga. Se daría cuenta, intentamos disimular un poquito mis pompitas con polvo para la cara, resultó en gran medida pero había una parte donde se notaba.

-¿Ahora qué hacemos?
-Y si te pones pareo.
-Pero y si nos quiere toquetear como ayer para dejarnos ir al antro.
-Que nos toqueteé desde ahorita y te llevas otro bikini para que no se note.

Le hablamos a su cuarto y le pedimos que viniera, mi mamá se había quedado dormida en su cuarto así que estaríamos los tres. Me puse el bikini que había traído y cuando llegó Bere habló.

-¿Nos pone bronceador?, no queremos esperar hasta la playa. Yo sabía que se enojaría mucho mi papá cuando me viera "Le han pegado a mi princesita". Algo así diría además le enojaría saber que su "princesita" ya no era virgen y las cosas que me dejaba hacer. "Nos tenemos que portar muy zorras" le había dicho a Bere "me deberás una...y muy grande" me contestó.

Bere se acostó boca abajo y mi papá literalmente se subió en ella, le desabrochó el bra como lo había hecho el día anterior y Bere se lo quitó y lo aventó lejos de la cama, sin duda mi papá le pudo ver una teta entera, le empezó a masajear la espalda y Bere hacía soniditos "así" le decía "que rico lo hace". En ese momento aproveché y le dije "papi hay un problema con el bikini que me regalaste, me queda chico", enseñándole la parte de abajo que en verdad me quedaba chico.

-Y de atrás, ¿Cómo se te ve?
-No se me ve bien
-Sóbeme mas abajo, le dijo Bere casi al mismo tiempo que yo le hablé para distraerlo.

Mi papá bajó sus manos y le sobaba la parte baja de la espalda.

-Enséñame como se te ve.

Mas abajo, en mis nalgas, dijo Bere.

Me dí una vuelta rápida, pero no le pareció suficiente, sabíamos que estábamos en el punto donde se daría cuenta.

-Acuéstate aquí junto a Bere mi niña.

Volteé a ver a Bere y su mirada lo dijo todo, no había más que hacer, fui y me acosté.

-¿Qué te pasó?
-Es que ayer perdí y de castigo me pegaron.
-Jugando, sí claro, bueno de ante mano saben que no tienen permiso de nada y que las estaré vigilando. Se levantó de la cama, ni siquiera quería seguir tocando a Bere.
-Tranquilo, dijo Bere, ella también se levantó, no se si no recordaba que no traía bra o lo había hecho a propósito, mi papá no le quitaba los ojos de los pechos. Mire porque mejor no le soba, todavía le duele. Tomo una de sus manos y me la paso por mi colita descubierta, mi papá no retiro la mano.

En verdad me sobaba y en verdad me dolía como cuano traes un moretón y te duele. "Como que así no se puede bien. "Híncate Marci" me ordenó Bere yo solo subí mis piernas, deje mis brazos estirados sobre la cama, estaba empinada y en tanga frente a mi papá que ya me sobaba las dos pompas con las dos manos. Me jaló hacía la orilla de la cama como me había jalado y me había cogido uno de los chavos el día anterior y continuo sobándome.

Cuando se acomodó frente a mí pensé que me penetraría a pesar de los dos traer ropa y eso me asustó mucho. Bere se puso atrás de mi papá, él podía sentir los pechos de ella en su espalda, pasó sus manos por su cintura y le sobó el paquete con una evidente erección desde hace rato. Mi padre de dejó hacer y dejo de tocar mis nalguitas para tocar mi conchita cubierta solo por el bikini, también sabía hacerlo muy bien yo tenía sentimientos encontrados, mi cuerpo reaccionaba a las caricias pero yo me sentía mal por sentir placer con mi papá.

Cuando hizo a un lado mi bikini para tocar mi vulva directamente me quité, era raro hacer eso, me volteé y le ayudé a Bere tocando el miembro de mi padre, no era muy grande pero aún así tenía buen tamaño Bere tenía las dos manos sobre él así que tímidamente puse otra pero en realidad dejaba que Bere guiara todos los movimientos.

-Ven mi niña, me dijo mi padre, agarrándome de la mano y jalándome hacía él.

Dio un paso hacía atrás y me sentó en la orilla de la cama.

-Abre tu boquita y saca la lengua.

Una vez que lo hice, pasó todo su capullo por mi lengua, por debajo y por arriba, me lo ponía en la cara como si me acariciara con su miembro, la frente, los ojos, la nariz. Me lo metió a la boca como si me follara, lo metía y lo sacaba, yo estaba muy caliente nadie me había "sobado" la cara así. apreté un poco mis labios para encerrar esa paletita con ellos.

-Mira que cosas hace la princesita. Y tu amiga ¿También sabe hacer esto?.

Bere se acercó de inmediato se hincó en medio de mi papá y de mí y se lo comió completito, movía su cabeza adelante y atrás.

Mi papá me tomó nuevamente de la mano y me jaló para que me parara de la cama. Me puso sus manos en los hombros y empujo para me hincara junto a mi amiga.

-Ayúdale a tu amiga.

No me quedó de otra así que abrí mi boca y me lo metí hasta dentro, me cabía completo, Bere me tomó del cabello y guío mis movimientos, mi papá debía estar en la gloria, tenía a dos adolescentes comiéndoselo y una de ellas era su hija. Después de sentir mi lengua un rato, se hizo para atrás.

Agarró a Bere y la levantó, la giró quedando ella de espalda, la acomodó en la cama como perrito y le bajo la tanga, sabía lo que haría pero Bere no estaba muy húmeda así que la giró de nuevo y la acostó en la cama, comenzó tocándola como había hecho conmigo, Bere me volteaba a ver pero no sabía si era para reclamarme o porque lo estaba disfrutando, mi papá pasó su lengua por toda la vulva de ella desde arriba rosando su clítoris hasta abajo casi hasta llegar a su ano. Bere soltó un suspiro, mi papá continuó chupándola y Bere se movía al compás de la lengua de mi papá, la cara de Bere era de verdadero placer, yo estaba ahí parada viéndolos.

Bere se giró solita y se puso al borde de la cama, mi papá la penetró de un solo tirón, Bere gritó, mi papá se movía muy rápido y Bere seguía gimiendo.

-Marci, haz algo para callarla la van a escuchar.

Me subí a la cama y Bere me jaló para que la besara, nos besábamos mientras mi papá se la seguía cogiendo, sabíamos desde el principio que no teníamos mucho tiempo, mi papá no aflojaba en el ritmo de sus embestidas, seguro Bere ya había terminado varias veces.

-Mija, ven aquí.

Me hinque donde había estado hace unos minutos, hasta ese momento note que no habían usado protección.

-Cómeme

Después de lo que había hecho Bere no me podía echar para atrás así que comencé a comérmelo, pasando mi lengua por toda su cabecita, él me ayudaba con su mano pajeándose y yo solo me encargaba de su glande, así estuvimos hasta que me quito la boca de su miembro.

-Cierra la boca.

La cerré y descargó su semen en mi cara. Durante toda mi vida nunca había dejado que nadie me hiciera eso y en las últimas 24 horas 3 hombres ya lo habían hecho y uno de ellos es mi padre. Me limpié, pensé que todo había terminado.

-Si quieren ir al rato al antro, Marci te llevas ese bikini a la playa de castigo por dejarte pegar.

Me lo llevé en la playa hubo personas que lo notaron, me había maquillado de nuevo con el polvo con ayuda de Bere pero aún así se notaba, los que sí lo habían notado era mi hermano y su amigo, todo el día los habíamos aguantado cerca de nosotras viéndome el trasero, todo tuvo su recompensa, en la noche fuimos al antro y...