Sexo con un campesino: Junior.

Soy gay, versátil, 21 años de edad, blanco, latino, rasgos finos, un chavo simpático con sus dejes afeminados.

Ya les había contado que en una comunidad lejana al DF, solía pasar mucho tiempo producto de unas tierras administradas por la familia. Aunque no estaba en mi convicción ir, me deleitaba con algunos campesinos que sin camisa y sus cuerpos tonificados sembraban cosechas. Pero esta vez la excepción fue con Junior, un chico como por sus 15 años, el cual con el tiempo fui notando que aunque no tenía rasgos afeminados, mostraba poco interés en la siembra y en la mano de obra pesada, por lo que lo hacía como frágil y delicado; sobre todo al notar que él siempre que tenía la oportunidad me echaba la vista, una vista como de curiosidad. Yo era un nuevo aledaño en la zona, de la ciudad, con vestimenta y accesorios los cuales seguramente le llamaba la atención. Pero fue hasta cierto tiempo que noté que el joven tenía otro tipo de curiosidad en mí.

No era un joven simpático, era apenas un chico flaco, moreno, campesino, que por lo general caminaba con los pies sucios, y emitía cierta inocencia; lo cual a mí me fascinaba y me daba unas grandes corridas imaginádomelo cojer. Sin embargo, era el hijo del mandadero, lo cual sería muy arriesgado ofrecerle dinero para hacer travesuras.

Una noche, como era de costumbre, solía comprar varias heladas en algún mercado cercano y las llevaba para tomarlas con los aledaños. Heladas y platicas sociales, de ahí no pasábamos. Pero una noche nos pasamos de tragos y no podía manejar hasta la casa donde yo dormía. Por lo que los dueños del lugar, los papás de Junior, me ofrecieron posada en el cuarto de él. Lo mejor venía, me fui dando cuenta que era una sola cama. Junior, claro está, no bebía, pero siempre estaba sentado con nosotros mientras los mayores bebíamos.

Llegó la hora de dormir, las luces se apagaron y cada quien se dirigió a su recámara, humilde, y yo con Junior. Yo con mis cuantas heladas dentro, ya andaba caliente, quería cojérmelo.

Junior se quitó la camisa para dormir sólo en boxser. Al ver que el lo hizo, yo también decidí hacerlo. Aunque ni una sola palabra cruzamos, el era muy tímido y cualquier comentario que le hiciese, asentaba con su cabeza.

Se puso oscuro, quizás era medianoche y el calor estaba insoportable.  Logré ver su cuerpo, un cuerpo casi no desarrollado, casi por decir desnutrido. Eso me causaba morbo. Una de mis fantasías era tener a un joven sumiso a mis deseos sexuales.

Fueron pasando los minutos y mi mente no dejaba de dar vueltas. Tenía al muchacho que podría ser mío esa noche a lado mío. Pensaba en las maneras en seducirlo, desde ofrecerle dinero, hasta aventármele y violarlo. Hasta que comencé suavemente a tocar una de sus piernas, haciéndome el dormido. Junior, no se movía, sabía que estaba despierto, podía escuchar su respiración cada vez más acelerada.

Yo seguía subiendo mi mano más arriba, sobre su pierna delgada, mientras el inerte. Hasta que logré llegar debajo de su boxser, intentando acariciar su ano. Al notar que no mostraba ninguna reacción, saqué mi mano para ensalivar uno de mis dedos, y frotar su delicioso ano que se sentía socadito, al sentir que el iba abriendo suavemente sus piernas, accediendo a mi caricia, saqué mi verga tiesa dura, y le susurré al oído:

- Te gusta?

- Sí, me respondió. Sigue.

- Entonces tócame tú también.. Al tomar de una de sus manos y llevarla a mi verga tiesa, de unos 15cm. Frotó mi verga, de manera torpe, quizás no sabía lo que hacía pero yo sí. Fui poco a poco insertando uno de mis dedos, mientras el me masturbaba. Busqué como besarle el cuello, ya que no había ni siquiera luz de luna que nos alumbrara. Al besarle el cuello, todo se prendió, me comenzó a masturbar más duro y más rápido, por lo que aproveché en quitarme el boxser y quitárselo a él también.

Lograba sentir su verga, era muy pequeña, como de unos 11cm, y no estaba tan dura. 

- Quiero que me la chupes.. Le dije nuevamente al oído.

Fácilmente, se acomodó y buscando mi verga, la encontró con su boca. Tenía la mejor sensación del mundo. Casi nunca había hecho de activo, y últimamente andaba muchas ganas de hacerlo. Sentía como suavemente Junior me succionaba la cabeza, de manera torpe siempre, a veces me golpeaba con sus dientes o me mordía, pero lo estaba haciendo muy bien. Se lograba tragar todo mi tronco tieso, mientras yo lo obligaba a tragar más y más al empujarle la cabeza contra él.

Pasó quizás unos 10min mamándome la verga. A continuación, le quise mamar el culito, para algunos podrá ser placentero pero para otros no, ya se imaginarán un niño de campo, no tan aseado, por lo que desistí de la idea, y sólo me enfoqué en penetrarlo.

- Quieres que te la meta? Le pregunté.

- Sí, contestó.

- Está bien, pero no vayas a hacer ruido, le dije.

Lo ubiqué en la cama nuevamente, patitas al hombro y comencé a introducir mi verga en su culo. Estaba socado, pero vaya escuincle, no se quejó! Por lo que no era un culito virgen el cual me estaba cogiendo.

Le fui desbaratando el culo suavemente como por 20min, sintiendo como mi verga entraba, se pelaba y se volvía a cerrar cada vez que entraba y salía de él. Chupaba sus piernas, su pies de niño, su abdomen, mientras él se comía mi verga con mi culo. Estaba siendo muy delicioso todo, ooh por Diooos! Casi me vengo ahorita. Un culo demasiado divino. 

Al venirme, me vine dentro de él, le di un beso en el cuello, nos vestimos y le pregunté que si ya había hecho eso anteriormente, para mi sorpresa fue:

- Sí, Diego me obliga a hacerlo cuando tiene ganas.

Fue una adrenalina que sentí en ese momento, Diego era el joven que me había fascinado desde que llegué al lugar, ya tenía oportunidad con él!!! Y bueno.. a la mañana siguiente, no se tocó absolutamente el tema.

Ese fue Junior, ahora vamos con lo mejor.. Diego. En el próximo relato. No se pierdan a Diego que allá si que me inspiraré. Esto fue apenas para calentar :)

Les mando besos y mamadas.