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Socorro mi esposo necesita ayuda.

Relato enviado por : narrador el 08/10/2013. Lecturas: 7027

etiquetas relato Socorro mi esposo necesita ayuda.   Confesiones .
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Resumen
Conocen el cuento de SSPM, es al que un tipo va al médico para un examen de próstata, y luego del examen el Doctor le entrega un papelito que dice algo pero lo único que él puede entender, son las principales letras. SSPM, el tío se queda sin comprender, cual es el significado, y después de mucho romperse la cabeza pensando, llega a la conclusión de que lo que eso significa es Sano, Sano, Puro Machote. Pero el tío se da cuenta de que su miembro no responde, y vuelve al médico a preguntarle qué sucede, sacando el papel le recrimina diciéndole. O es que acaso eso no significa sano, sano, puro machote. El médico toma el papel y tras darle un vistazo, riendo le dice, no lo que quise decir es. Solo Sirve Para Mear.


Relato
Bueno algo parecido le ha sucedido a mi esposo, sin el papelito por supuesto. Es que de un tiempo a esta fecha, su miembro, ha ido dejando de funcionar como es debido. Por lo que a regaña dientes lo pude convencer de ir donde un urólogo. Tras todos los exámenes habidos y por haber, el doctor le dijo que fisiológicamente no pasaba nada malo con él, por lo que nos refirió a una psicóloga, quien tras entrevistarnos, nos refirió a una terapista sexual.

La terapista nos entrevistó, y yo le dije dije en serio y en broma socorro mi esposo necesita ayuda, la terapista hasta nos administró varias pruebas que según ella, era de su propia creación, hasta que finalmente nos citó, para comenzar un proceso de terapia, al principio en nuestra habitación, con masajes, y películas eróticas, que fueron dando resultados, pero con el tiempo, dejaron de cumplir su efecto. Posteriormente las películas fueron pornográficas, y las actividades físicas entre nosotros dos dieron paso a juego de roles, en los que cuando yo no hacía el papel de puta, en nuestra propia habitación, mi esposo hacía el papel de violador. Y por un buen tiempo, el usar esos juegos de hacernos pasar por otras personas, también dio un excelente resultado.

Pero con el tiempo, nuevamente mi marido dejó nuevamente de funcionar apropiadamente. Por lo que la terapista, nos ofreció otras alternativas. Que contemplaba el que nos quedásemos en sus oficinas, para ella observar nuestro desempeño, y cual si fuera una entrenadora personal, decirnos que hacer. Al principio la idea no le agradó mucho a mi esposo, pero yo insistí tanto hasta que lo convencí. Por lo que en una habitación apropiada nos quedamos mi esposo y yo, mientras que la terapista nos observaba desde otra habitación, por medio de cámaras de video, y con un pequeño altavoz para darnos las instrucciones necesarias.


Así que nos tuvimos que desvestir completamente, para poder seguir viendo las películas porno, y realizar los juegos de roles. Fue en uno de esos juegos, que ella me ordenó sacar de una de las gavetas, un consolador, que lo ajustase a mi cuerpo con unas correas, y continuase jugando con mi esposo. Quien el principio eso pareció molestarle, pero poco a poco, lo fue aceptando, y hasta tocando. Y a medida que siguiendo las recomendaciones de la terapista yo me coloqué tras él, y comencé a pasar esa cosa por entre las nalgas de mi esposo, sin llegar hacer más nada. De inmediato el resultado fue excelente, tal cosa le produjo una tremenda erección. La cual yo disfruté ampliamente tras quitarme aquella cosa. Y al igual que en ocasiones anteriores, eso en casa funcionó bien por un buen tiempo.

Al regresar donde la terapista, nuevamente nos llevó a la habitación, y aunque tanto yo como mi esposo suponíamos cual sería el siguiente paso, no dijimos nada. Nuestro mayor deseo era continuar manteniendo relaciones entre nosotros. Por lo que cuando la terapista, tras observarnos detenidamente como jugábamos, y como yo pasaba aquella tremenda cosa por entre las nalgas de mi marido, nos insinuó ligeramente que hubiera penetración. Yo creo que ambos sabíamos que eso iba a suceder, por lo que cuando tanto él como yo aceptamos continuar, aun sin llegar a penetrarlo, con la sola idea de que eso iba a suceder, mi esposo volvió a tener otra tremenda erección, la que también disfruté al máximo. Posteriormente la terapista nos manifestó que eventualmente eso podía repetirse un sin número de ocasiones, pero que eventualmente, sucedería lo mismo, por lo que también de manera eventual, yo en algún momento debía penetrarlo a él por el culo, pero de manera real.

Y en efecto sucedió, tras apenas medio penetrarlo un poquito, mi esposo volvió a tener otra tremenda erección. Y así con el pasar del tiempo fui enterrándole más y más el consolador por el culo a mi marido para que su verga se pusiera bien dura y parada. Durante mucho tiempo continuamos con esa terapia, y funcionaba a las mil maravillas, además yo le había agarrado el gusto a ser la que se lo enterrase a él por lo menos de vez en cuando.

Pasaron los años, y las distintas terapias que nos enseño, la terapista fueron funcionando, pero cuando mi marido cumplió los cincuenta y cinco, volvió a tener una tremenda recaída, no importaba lo que hiciéramos su miembro no se levantaba, y eso que en todo momento estuvo tomando las pastillitas azules.

Por lo que cuando regresamos donde la terapista sexual, tras volver a ser entrevistados, ella nos advirtió que el siguiente paso pudiera ser algo bochornoso para nosotros, pero a pesar de su advertencia, decidimos continuar. Y en lugar de llevarnos a la habitación tomó asiento frente a nosotros dos y nos dijo claro y raspado, posiblemente su marido pudiera llegar a excitarse lo suficiente como para llegar a tener sexo entre ustedes, si observa como una tercera persona llega a tener sexo con usted.

Tanto mi esposo como yo nos quedamos de una sola pieza, no dijimos más nada, la terapista dio por terminada la sesión, pero algo bien raro sucedió saliendo de su consultorio. Y apenas llegamos a nuestro auto, en ese mismo lugar, o mejor dicho en el asiento trasero de nuestro auto, mi esposo prácticamente me violó. No bien habíamos llegado al estacionamiento, cuando él me tomó por el brazo, y en lugar de abrir la puerta delantera, abrió la puerta trasera, empujándome dentro. Sentándose a mi lado, comenzó a besarme de manera desesperada, y prácticamente arrancándome toda la ropa, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo, me dejó completamente desnuda.

Yo a pesar de tratar de oponerme, a que tuviéramos sexo en ese lugar, separó mis piernas, y en un abrir y cerrar de ojos, me ha penetrado sabrosamente. Esa noche en el estacionamiento, aparte de que tuvimos un sexo salvaje y brutal, me obligó a que le mamase su verga para luego cuando una vez que la volvió a tener bien parada me dio por el culo sin reserva alguna. Así que aparte de todas las técnicas que ya conocíamos, comenzamos a fantasear con que yo me acostaba con otras personas, en ocasiones hasta con mujeres. Y nuevamente durante un buen tiempo, ambos disfrutábamos de un sexo extremadamente satisfactorio. Pero como todo lo bueno eventualmente se acaba, volvió a suceder que él volvió a perder sus erecciones. Mientras que yo me iba sintiendo más, y más frustrada por dicha situación.

No hizo falta que fuéramos nuevamente a la terapista, ambos finalmente llegamos al acuerdo de ir explorando la posibilidad de que yo llegase a mantener relaciones o por lo menos el inicio con una tercera persona. Así que de mutuo acuerdo, preparamos una pequeña trampa, para un conocido nuestro, al que ambos sabíamos me tenía muchas ganas, pero que nunca se había atrevido hacer nada, quizás por respeto o por miedo, a mi esposo. Así que mi esposo lo invitó a casa, supuestamente para que lo ayudase a arreglar el fregadero. Ese día yo andaba prácticamente en paños menores, apenas cubierta por una transparente bata de cama, supuestamente haciendo la limpieza.

Justo cuando iban a comenzar a trabajar, mi esposo le pidió a su amigo que se colocase bajo el fregadero, mientras que yo constantemente iba pasando de un lado a otro, mostrándoles descuidadamente gran parte de mis nalgas y tetas. Yo por mi parte no podía dejar de sentir la mirada de nuestro visitante, clavadas en mi cuerpo, de momento mi esposo me pidió que me quedase frente el fregadero, para que le avisara cuando dejaba de correr el agua, que él iba a cerrar la llave y luego iba a ir a la ferretería, a comprar las piezas que hacían falta, olvidándose supuestamente de su amigo.

Como yo estaba supuestamente lavando ropa, no me importó, pero en todo momento sentía los ojos de su amigo prácticamente clavados sobre mi coño. Además ocasionalmente yo introducía mis dedos dentro de mis pantis, y de manera descuidada me acariciaba mi depilado coño, frente a los ojos de él. Así que de momento sentí algo más que su mirada contra mi coño, su caliente aliento me estremeció todo mi cuerpo, y aunque sabía que mi esposo demoraría aproximadamente unos cuantos minutos, porque la idea era calentar a su amigo, sin que las cosas llegasen más allá de eso. Cuando dejó de correr el agua, del fregadero, y a los pocos segundos vi que mi esposo se dirigía en su auto al centro comercial. No se pero instintivamente supe que de querer, podía serle infiel a mi esposo, con su amigo en ese mismo instante. Mi coño se encontraba todo húmedo tanto por fuera como por dentro. Por lo que nada más me bastó separar un poco más mis piernas para que su amigo viera con mayor claridad mi ansioso coño. y en efecto, apenas separé mis piernas, y mi mano continuó acariciando mi coño, sentí su rostro entre mis piernas, sin decir una sola palabra, yo misma me bajé las pantis, dejándole el camino libre al amigo de mi esposo, quien diligentemente se arrastró para salir debajo del fregadero, y quedándose tirado en el piso de la cocina, extrajo como pudo su verga, para yo sentarme sobre ella de inmediato, sintiendo como me iba penetrando divinamente. Aunque fue un sexo rápido, no por eso dejó de ser sumamente excitante, al grado que después de unos cuantos salvajes movimientos de caderas, disfruté de un tremendo orgasmo, quizás por la posibilidad de que mi esposo me atrapase siéndole infiel con su mejor amigo.

No bien disfruté de ese loco orgasmo, me levanté y de inmediato agarré la verga de su amigo y como si fuera lo más normal del mundo me dediqué a mamársela hasta hacerlo venirse dentro de mi boca. Apenas hube terminado de mamar, sentí que regresaba el auto de mi esposo, por lo que me tragué todo el semen de su amigo, definitivamente no había llegado al centro comercial. Así que como pude me volví a poner mis pantis, y su amigo escondió dentro del su pantalón su cosa, quedándose bajo el fregadero como si nada hubiera sucedido. Mientras que yo me hice la que estaba recogiendo la ropa de la lavadora.

Mi esposo y su amigo terminaron de cambiar la cañería del fregadero, su amigo se marchó, y mi esposo me preguntó qué había sucedido. Así que mientras me daba una ducha supuestamente por estar muerta de calor, le dije que su amigo acercó su rostro a mi coño, al grado que hasta sentí su respiración al mismo tiempo que acariciaba mi coño, y estuvo a punto de tocarlo, pero que no lo hizo porque en ese instante le dije que ya habías regresado.
Al parecer no hizo falta que le dijera más nada, ya que con el recuerdo de lo que supuestamente paso, nos bastó para durante varios meses continuar un sabroso sexo mi esposo y yo. Y como se lo podrán imaginar, con el tiempo volvió a suceder lo mismo, así que volvimos a llamar a su amigo, para que lo ayudase nuevamente a destapar la cañería. Pero en esa ocasión me aseguré de que mi esposo si llegase al centro comercial. Por lo que su amigo y yo nos dimos gusto y gana teniendo sexo, hasta que él regresó, y me encontró lavando mi coño en el bidet. Por lo que no tuve que decirle de inmediato, todo lo que ya había sucedido entre su amigo y yo.

Su amigo se marchó, pensando que mi esposo ignoraba por completo, que él y yo habíamos tenido sexo en la cocina. Desde luego que al contarle todo lo sucedido a mi esposo, él reaccionó de la manera esperada, se excitó de tal manera, que esa tarde hasta me volvió a dar por el culo, aparte de ponerme a mamar su tiesa verga en varias ocasiones. Pero eso sucedió hace ya un buen tiempo, ya mi esposo está volviendo a recaer, por lo que en lugar de un amigo le voy a pedir que sean dos los que lo vengan ayudarlo con el cuento de la cañería.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 19:40) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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