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Tacto de panochitas en la casa del terror

Relato enviado por: Anonymous el 23/3/2017. Lecturas: 22661
Etiquetas:   relatos cortos
Relato completo
Me tocó trabajar en la fería, ya que taneía varios meses sin trabajo acepté, trabajar el la casa del terror me da placer-

Hola soy Rolando tengo 23 años, y tuve varios meses sin trabajo, por lo cual me dirijíí a la feria a ver que encontraba y casi todo estaba ocupado,. ya para salir del área. ví un letrero en la casa del terror, me presenté y el chavo me explicó brevemente después de tomar mi solciitud, me dijo : ´ no es un trabajo díficil , sólo tienes que ponerte un disfrás y asustar.

Al inicio me dió risa, pero acepté por lo mismo deseperado, ese mismo día en la noche comencé a trabajar, llegué como a las seís y me arregló una señora, con algo de maquillaje verde después de ponerme un disfrás bien gacho, poco a poco fueron entrando, gente y gente, para ¨austarlas ¨ tenía que corretearles poquito, y así lo hice, ya dentro se me ocurrió, pellizarles un poquito las nalgas a las mujeres que veía buenas, ( casi pura muchacha jóven ) ..mi morbo fue creciendo cuando escuchaba ciertamente que gritaban, pero no era precisamente de ¨miedo ¨ si no que a algunas les tocaba bien sabroso las nalgas.

Así pasaron los días, y un domingo que había mucha gente y yo andaba bien cachondo, comencé a tocar más allá de la nalga, había ocasiones en que palpaba toda la ragita y se las sobaba en la corretiza, el siguiente ¨ mostro ¨ hacía que se les olvidará a o pasarán por alto el manoseo, así desde antes, podía ver los culitos que veían entrando. Seguí tocando panochitas y me exitaba mucho sus gritos, había algunas que corrían despacio y tenía tiempo de ir sobándoles el bizcocho más tiempo, la verga la traía super dura, dentro del traje de plástico, luego ví que venían tres morras, y me preparé para tocar la siguiente papaya, las ví cuando pasaron y comencé la corretiza, metí la mano por debajo de la que miré más buena y nalgona y ¡ aaah cielos que voy sientiendo tremendo chile doblado por debajo de la mallas, y de pilón se lo toqué bien sabroso, porqué iba a dos manos, pensando que era mujer y era joto.