No es que sea alcohólica, es que si apenas me doy un trago de lo que sea, incluso una sola cerveza, ya no puedo dejar de seguir bebiendo. Pero lo peor de todo, es que me da por tener sexo, de la manera o forma que sea.
Al principio sencillamente yo pensaba que me quedaba dormida, ya que al despertarme al siguiente día, no me acordaba de nada de las cosas que hacía. Aunque mi familia ya desde muy jovencita, me prohibió terminantemente beber alcohol.
Pero cuando llegué a la universidad, y al desertarme completamente desnuda, en mi cama con un compañero de clases. De primer intención, le dije que él me había violado. Fue cuando él, y mi compañera de habitación me aclararon que eso no era cierto, que fuy yo la que lo presionó para que tuviéramos sexo.
Despúes de eso como que comencé a beber más, y más, sin llegar a peder el sentido. Pero me di cuenta de que cuando bebía me entraban una ganas tremenda de tener sexo, a como diera lugar.
Así que no dejé de beber, mientras estuve en la universidad, y la fama que coseché fue de borracha putona. Aunque luego traté de controlarme, por más que lo intento siempre me sucede lo mismo, comienzo probando una cerveza, y luego no hay Dios que me haga parar.
Pero si tan solo fuera eso, no tendría tantos problemas. Ya que a medida que sigo bebiendo, me voy deshiniviendo, al punto que comienzo a buscar de manera descarada, a ver quien quiere tener sexo conmigo.
En una ocasión, en que mi hermano me llevó a una fiesta, al poco rato ya me le estaba insinuando a él. Y cuando comenzó a decirme. Mira Lourdes que somos hermanos, lo que yo le respondí fue. Ok. ahora resulta que eres gay.
Seguramente eso lo enojó al grado que de inmediato, y frente a varios de los invitados, me penetró por el culo salvajemente. Como si haciendo eso, tratase de castigarme.
Pero lo cierto es que lo disfruté enormemente. Aunque al siguiente día, cuando lo volví a ver, me moría de la vergüenza.
En otra ocasión entré a un bar, y tras darme unos cuantos tragos, salí al medio de la calle. En donde tras quitarme las bragas frente a un Guardia, y levantarme la falda mostrándole el chocho.
Él me arrestó por faltas a la moral, y quien sabe por que más. La cosa es que llamó a una patrulla, y por mi insistencia en lugar de ir al cuartel. Su compañero detuvo la patrulla en un callejón, donde los dos por un buen rato me estuvieron dando verga de la buena. Así que mientras uno deliciosamente me enterraba su verga por el coño, al otro se la estaba mamando.
No conforme con eso, me llevaron al cuartel, y esa noche, no hubo Guardia, ni detenido que no se acostase conmigo.
En ocasiones puedo pasar meses sin llegar a probar ni una gota de alcohol, y es cuando pienso equivocadamente, que ya no me volverá a suceder lo mismo.
Por lo que si me llegan a invitar a una fiesta, acepto ese primer trago, y eso basta, para que el resto de la noche me la pase follando con quien sabe quien.
Buscando resolver mi problema busqué un grupo de apoyo, y cuando les conté lo que me ocurre. Pueden creer que al salir de la reunión lo primero que hicieron fue invitarme una cerveza.
Lo peor de todo es que yo acepté, y al poco rato ya me encontraba disfrutando plenamente, de todas y cada una de las vergas que enterraron dentro de mi coño, de mi culo, y de las que me pusieron a mamar.
Pero algo bueno ha salido de todo eso, fui a donde mi ginecóloga, y tras hacerme varios exámenes, me dijo que el Ph de mi vulva era tan ácido, que eso impedía que saliera embarazada. Por lo que puedo seguir bebiendo, y follando.
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