Tocamientos nocturnos (la violacion de mi sobrina)

La lujuria es un demonio y cuando estamos bajo su dominio hacemos cosas que nos pueden costar muy caro. No se de donde me empezó a nacer el deseo por mi sobrina, lejos de ser una exuberante mujer (16 años) su cuerpo apenas comenzaba a cambiar, se encontraba en ese momento en que la niña se convierte en mujer. Seria tal vez que la constante cercanía, el aroma de su piel que dominaba todo a su alrededor, o esa ingenua forma de ser que no intuía el peligro que se cernía a su alrededor, serian tantas las cosas que hicieron a mi mente divagar y enfermarse de deseo, que me atreví a drogarla para llevar a cabo la las vil de las fechorías.
Me deje llevar, deje de pensar, deje de sentir, deje de amar. Les voy a contar esta historia para de alguna forma liberar un poco mi alma de tanta angustia, aunque mi mente y mi cuerpo sigan prisioneros, victimas de una desatinada lujuria que no supieron controlar.

Esa noche el diablo jugo su papel muy bien, me puso como quien dice en charola de plata todo lo que necesitaba. El plan se venia formando desde tiempo atrás y ya había dado muchos pasos para conseguirlo, solo faltaba que pudiera estar a solas con ella y ahí es donde el diablo metió su maléfica mano, a raíz de una desafortunada situación familiar tuve que cuidar esa noche a mis sobrinos y a mis hijos, ella por ser la única mujer y por el hecho de estar el pleno desarrollo se iba a quedar en un cuarto aparte, ya hacia tiempo que mi mente se hallaba en un estado febril y no era capaz de ver que estaba por cometer el peor error de mi vida.
Durante la cena comencé con mi plan y puse en su bebida la droga que había conseguido días atrás. La droga en mi sobrina surtió efecto muy pronto y se quedo dormida en la sala mientras todos veíamos una película, cuando se termino la película los demás niños se fueron a dormir y yo cargue con mi sobrina hasta el cuarto donde pasaría la noche. Estaba como un leño totalmente inconsciente, lentamente deje su cuerpo frágil sobre la cama mientras el demonio lujurioso entraba en mi y se posesionaba de todo mi ser, sin ningún tipo de prisa comencé a quitarle su ropa desabotone uno a uno los botones de su blusa mientras sentía como su pecho tibio subía y bajaba tranquilamente, completamente ajeno a la maldad que lo rodeaba, cuando termine abrí su blusa y pude ver como sus pezones muy pronunciados característico de los senos en pleno desarrollo se notaban bajo su corpiño pase mis dedos lentamente por encima y palpe a detalle su dureza, baje mis labios y tome entre ellos ese pedazo de fruta prohibida mi respiración agitada contrastaba con la tranquilidad de mi sobrina que dormía apacible, mi dedo medio fue recorriendo su estomago, y adentrándose en su ropa interior hizo contacto con su vagina, aun no tenia vellos, solo una diminuta capa de pelusilla cubría la parte superior de sus labios vaginales, la emoción hacia que me palpitara fuertemente el corazón y sentía la boca seca. Me quite la camisa y le quite a ella su corpiño, me puse encima de ella para dejar que sus pechos rozaran los míos, besaba quedamente sus ojos cerrados, sus mejillas y sus labios aprisionándolos entre los míos.
La seguí desnudando, baje hasta las rodillas su pantalón deportivo y acercando mi cara a su pelvis aspire fuertemente ese delicado aroma de niña-mujer, separe un poco sus piernas y con mi nariz recorrí la hendidura de su sexo aun con su pataletita puesta. Deje que mis labios recorrieran sus piernas desde las rodillas hasta el nacimiento de su vagina. Subí un poco mas para que mi boca se deleitara con el calor y la suavidad de sus apenas florecientes pechos mi excitación era mucha, tome una de sus manos y la puse sobre mi miembro, aprisione su mano con la mía alrededor de mi pene e hice que me masturbara, me agache nuevamente para besar sus pezones y con el dedo índice penetraba lentamente en su rajita. Fue demasiado para mi, tanta emoción hizo que terminara y llene de mi esperma su mano y la mía.
No puedo describirles el gozo que sentí, todo mi cuerpo se convulsiono en ese momento, el morbo de lo indebido hizo que aumentara al mil todo aquello que sentía. Eufórico y triunfante miraba fijamente a mi pequeña amante, sabia que ella jamás se enteraría del enorme placer que me acababa de proporcionar. Debí haber terminado ahí pero no lo hice, seguí profanando ese virginal cuerpo le quite toda al ropa y arrodillado busque su vagina, la ausencia de vellos la hacían un manjar muy apetecible, mi boca literalmente se comía esa parte de su cuerpo y en mi mente locamente aparecían imágenes de mi sobrina pidiéndome mas.
Después de mucho rato de estar así me levante y puso mi pene por en medio de sus piernas, no quería penetrarla porque sabia que eso no lo podría ocultar, así que deslizaba mi pene entre sus piernas rozando apenas su labios vaginales, cambie de posición la di la vuelta y puso mi miembro entre sus nalgas, nuevamente se deslizaba mi pene ahora entre sus nalgas me recostaba totalmente sobre ella y apretaba su cuerpo inerte.
En algún momento el demonio me convenció de que podía penetrarla por el ano y que nadie se daría cuenta. Fui al baño y traje vaselina le puse una gran cantidad y comencé a introducir mi dedo índice, la penetración fue fácil y estuve haciéndolo mucho rato intentando dilatar su esfínter, luego con dificultad metí también mi dedo medio, era mas difícil meterle dos dedos pero poco a poco su ano fue cediendo, cuando ya mis dos dedos entraban sin dificultad decidí cambiarlos por mi pene, con ella boca a bajo me puse encima y puse mi miembro en la entrada de su culito, lentamente fui metiéndoselo hasta la base, mi pelvis y sus nalgas estaban pegadas y me sentí triunfante, arremetí con calma el cuerpo de mi sobrina dejaba que mi verga saliera casi completa y luego la metía hasta lo mas profundo, finalmente me llego el orgasmo y le enterré la verga lo mas que pude llenándole el culo de toda mi esperma.
Después de ir al baño le puse la ropa de nuevo a mi sobrina, limpie todo aquello que me pudiera delatar y todavía en mi cama me masturbe una vez mas recordando lo que había hecho.
A los tres días me detuvo la policía en mi trabajo, mi sobrina había sufrido un desgarre y cuando la reviso un medico confirmo la violación. de eso hacen ya seis meses y sigo preso, esperando que me dicten una condena, aunque la mayor condena ya la tengo porque todos se volvieron contra mi, mi esposa, mis hijos que aunque pequeños saben que soy una mala persona, mis hermanos, mis padres, mis amigos. Estoy completamente solo y aunque recupere la libertad jamás recuperare mi vida. Seré para todos y para siempre una calaña de lo peor.

Quiero agradecer a Mario N. que me confió esa parte de su vida y que aunque esta arrepentido sabe que lo que esta pasando lo merece. Nunca dejen que sus emociones dominen su vida.