Travesura al repartidor de pizza

Era un aburrido domingo por la noche viendo películas en casa, mi esposa me dijo que tenía antojo de una pizza, en tono de broma le dije que no fuera floja que mejor cocinara algo, ella respondió que le daba flojera que mejor la consintiera pidiendo su pizza favorita, para cachondear un poco le dije que si le compraría su pizza siempre y cuando reciba al repartidor desnuda, ella respondió con una sonrisa traviesa que le parecía justo pero que sería con la toalla puesta como si estuviera saliendo del baño, yo acepte el trato inmediatamente, no lo dude ni un minuto más, tome mi celular y llame de inmediato a la pizzería, pasaron casi 30 minutos cuando escuchamos el ruido de la moto, ella desde la ventana le pidió que pasara hasta la entrada de la casa, rápidamente se desnudó, tomo una tolla y la puso sobre sus grandes senos pero dejando sus hermosas nalgas completamente visibles, yo me escondí en la cocina para mirar desde ahí el espectáculo, al abrir la puerta el repartidor ya estaba parado sosteniendo la pizza, no se imaginan la cara de que puso el pobre chico, casi no podía ni hablar, la cara le quedo roja, mi esposa lo saludo mientras agarraba la toalla para que no se le cayera, con la otra mano tomo la pizza, se dio la vuelta lentamente para dejarla sobre la mesa, obviamente el chico la vio completamente desnuda por atrás, yo desde la cocina miraba con morbo como el chico no le quitaba la vista de encima, mi esposa le pago y le dijo que se quedara con el cambio como propina, el repartidor que aún tenía la cara roja se dio la vuelta para irse, salí de la cocina con una sonrisa de oreja a oreja y una erección en los pantalones, ella se moría de la risa de lo que acababa de pasar, nos sentamos a comer la pizza pero ya se imaginaran cual fue el postre.