Relato enviado por:
ritalino el 9/2/2009.
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Relato completo
Me encuentro casualmente con una pareja en un cine porno y actuamos nuestra propia película.Me gusta ir a desahogarme a un cine porno que queda en mi barrio, normalmente está casi desierto, y sólo en una o dos veces había visto alguna pareja que se había aventurado a entrar. Esta vez fue diferente. Estaba sentado en mi rincón usual, donde puedo pajearme sin preocupaciones, la película estaba muy buena y yo había empezado a acariciarme cuando escuché un gemido de mujer que no provenía de la pantalla. Curioso, volteé a ver discretamente: sentados a poca distancia en la filla de arriba estaban un hombre y una mujer de unos treinta años. La luz de la pantalla me permitía ver bien lo que sucedía, ella llevaba una falda, se había quitado los panties y su compañero le acariciaba su concha peluda. El tipo le había abierto la blusa y sacado una teta para mamarle el pezón. Cuando se dieron cuenta que los veía, la mujer se sacó la otra teta y se subió más la falda, para que pudiera verla mejor, inclinó la cabeza sobre el regazo de su amante, le sacó la verga -la tenía grande y cabezona- y se la metió en la boca. El tipo me hizo señas de que me acercara, rápidamente lo hice, de manera que la chica -una morena espectacular- quedó entre los dos. Ella seguía mamándole, su culo desnudo estaba junto a mí, con mis manos le separé las ricas nalgas, y comencé a acariciarle el sexo húmedo desde atrás, primero por fuera, luego metí dos dedos, la hembra gemía fuerte, sin dejar de chuparle la verga al otro se acomodó de tal manera que podía alcanzar a chuparle un seno, me deleité con el sabor y la dureza de su gran pezón. Ella se sacó la verga de la boca, se giró hacia mí y se reclinó para mamar mi sexo, movimiento que el tipo aprovechó para abrirle las piernas y hacer que se sentara sobre su pene. Yo le chupaba las dos tetas alternativamente, acariciaba los dos sexos, ella me devoraba. Finalmente no pude resistir, y le terminé en la boca, ella se volvió hacia su pareja ofreciéndole su boca llena de mi semen, el hombre le dió un gran beso, y por las convulsiones de los dos supe que también estaban terminando. Los tres nos relajamos, sin decir nada, la chica me agarró de la mano y deslizó un papelito, luego se arreglaron y se fueron. Cuando terminó la función miré el papel, estaba su nombre y número telefónico, con la frase "cuando quieras". Voy a querer muy pronto.