Un Romance con Mi Clienta I

Un Romance con Mi Clienta I
Hola Amigos
Soy de Santa Cruz Bolivia, me presentare como Eduardo, soy abogado tengo 40 años, soy casado, así que por razones obvias cambie los nombres, lo demás es real, bueno resulta que hace mucho que mi relación matrimonial no anda bien pero eso es otro asunto el hecho es que en el mes de febrero, como soy abogado llegaron dos muchachas de mi oficina para que las atienda, con un proceso legal, una de ellas me llamo la atención de entrada, a quien llamare Carla, morena mas bien de piel canela, delgada de unos 1,67 de estatura pechos no muy grandes pero muy bien formados, de una belleza algo exótica de rostro, bueno con el tiempo note que había cierta química, así que al cabo de dos meses, una tarde estando a solas en mi despacho, me levante de mi asiento y me fui acercando hacia donde ella se encontraba sentada, ya antes le había hecho algunas insinuaciones chateando por el Internet, algo que a ella no le molesto al contrario note como que le gustaba y respondía con cierta picardía, bueno volviendo a esta tarde me le acerqué y fui rodeándola con mis brazos me agache hacia donde estaba sentada y la bese, ella respondió a mi beso abrazándome aun mas fuerte, lo que comenzó aquella tarde casi como un juego no pensé que se convertiría en una tórrida relación de pasión, ella tuvo que ausentarse un mes pero a su vuelta una tarde de junio nos citamos en un lugar cercano a donde ella vive, ni bien se subió a mi vehiculo, después de prender (besarnos y demás) como decimos por estos lados, nos fuimos directo a un motel, al llegar a la habitación, ambos teníamos tantas ganas uno del otro, que comenzamos a desvestirnos casi arrancándonos la ropa, al fin pude contemplar su hermoso cuerpo, comencé a besarla, al tiempo que la tendía encima la cama, la bese por su cuello, bese sus pezones que para ese instante ya se habían puesto duros por la excitación, llegue hasta su conchita como decimos aquí en Bolivia, la tenia rasurada, cosa que me facilito al momento de hacerle el sexo oral, note que comenzaba a gemir, lo que hizo que me coloque en la posición del misionero, ella me pidió como era sabido que primero me coloque un condón, para continuar, la penetre en esa posición, para luego cambiar ella arriba mío, y luego nuevamente en la posición del misionero, ella gemía suave pero su respiración se agitaba, yo comencé a notar que iba acabar y acelere los movimientos, ambos acabamos con una pasión que hace mucho tiempo no sentía, me quite el condón, aunque casi me olvido del mismo, jejeje, y nos quedamos abrazados un rato mas.
Aquella tarde fue el inicio de una relación que no pensé que durara, luego les estaré contando otros encuentros.
Eduardo de Santa Cruz Bolivia