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Una consulta muy excitante 4 (Terapia sexual a domicilio 2)

Recaredo Rey Relato enviado por : Recaredo Rey el 28/09/2011. Lecturas: 5955

etiquetas relato Una consulta muy excitante 4 (Terapia sexual a domicilio 2)   General .
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Resumen
Sigo con el tratamiento para aplacar el desenfreno sexual de Raquel y su cachonda madre, al que se unen algunas amigas demasiado calientes


Relato

Durante ocho días seguidos estuve yendo a casa de Pili y Raquel para tratarles un problema de desenfreno sexual. Me confundieron con un médico y yo no pude resistir seguirles el juego y ofrecerme para "curarlas". El resultado no fue todo lo satisfactorio que era de esperar. Tanto madre como hija no paraban de correrse a la más mínima, su deseo sexual no tenía fin... Y el mío tampoco. Las penetraba por delante, por detrás, por la boca... Era un desenfreno continuo. Si dieran premio por esto a mí me darían el de semental del año.

Cuando llegué el noveno día me encontré con una sorpresa. La madre estaba con dos amigas a las que había contado lo de la terapia y querían asistir a la sesión. La hija también se había traído a unas compañeras de clase.

- Ellas son Ingrid y Judith, que tienen el mismo problema -me explicó Pili-. Si no tienes inconveniente quieren comprobar en qué consiste el tratamiento para ver si también puedes hacer algo por ellas.

- Por supuesto, chicas. Poneos cómodas y preguntad cualquier duda que tengáis.

Me quedé en el dormitorio con las tres. Pili y yo nos desnudamos y nos pusimos a acariciarnos; yo le frotaba el clítoris y ella a mí el pene. Cuando me lo puso grandote lo agarró con su mano y se puso a chuparlo. Las amigas se acercaban para verlo mejor. Cuando estábamos bien calientes la puse a cuatro patas y le metí la verga en su coño. De lo excitado que estaba no me acordaba de que tenía espectadoras. Pili no paraba de gritar y correrse. En eso una de ellas, Ingrid, me tocó el culo y me preguntó:

- Doctor, ¿es cierto que cuando se está follando y te meten un dedo por el culo se retrasa el orgasmo?

- Sí, es cierto, se siente tanto placer que tienes un orgasmo interno continuo y no te corres.

- ¿Podemos probar con vosotros? -preguntó de nuevo.

- Bueno, vale.

Ingrid me metió un dedo por el culo mientras Judith se lo metía a Pili. Lo del orgasmo interno me lo inventé sobre la marcha, pero lo cierto es que sentía tanto gusto que entré en un estado de euforia y placer extremo. Metía y sacaba su dedo mientras con la otra mano me acariciaba los glúteos, desplazándose a veces hacia la zona genital, cogiéndome los testículos y acariciándome la polla cuando salía del coño de Pili en el meteysaca del coito. Poco a poco las amigas se fueron animando... ¡y calentando! Se quitaron la ropa hasta quedarse completamente desnudas. Estaban buenísimas y no paraban de restregarse conmigo. Una de las veces que fui a cambiar de postura con Pili, Ingrid me cogió la verga y se la metió en su chumino. Con la excitación de follar un coño nuevo y tan apetitoso, y con tantos orgasmos como tuvo la tía, no pude evitar eyacular dentro de su chochito. Las otras dos acudieron rápidas a chuparme a mí la polla y a Ingrid el chumino para probar un poco de semen calentito.

- ¡Yo quiero follar también! -pedía con desesperación Judith.

- No te preocupes, que a tí también te voy a regar por dentro. Sólo tienes que ponérmela grande.

Judith me agarró la verga y se puso a chuparla con frenesí, mientras las otras dos me acariciaban por todas partes. Era muy excitante que tres tías tan ricas me estuviesen haciendo de todo. No tardé nada en penetrar el coñito de Judith. La muy putilla no paraba de correrse, tenía el chocho completamente mojado y se retorcía de gusto. Mientras tanto, Pili me metía un dedo por el culo e Ingrid se lo metía a Judith. Me metían mano por todos lados. Yo notaba todos los coñitos húmedos, las tetas las movían con mucha sensualidad, y además estábamos empapados de sudor. Cuando no aguantaba más me corrí como un cerdo y le inundé el coño de esperma. Las otras dos nos chuparon tan bien que nos dejaron limpitos el pene y el coño.

- ¡Qué sabrosa está tu leche, hijo! -se relamía Ingrid.

- Nosotras queremos también sesiones en nuestra casa -pedía Judith.

- Vale -les dije mientras se ponían las braguitas-. Cuando termine el tratamiento con Pili y Raquel os doy cita a vosotras para ir a vuestras casas. ¿Vivís solas?

- Yo sí -contestó Ingrid-. Pero suelen venir muchos amigos que me ayudan a aplacar mi furor sexual.

- Yo vivo con mi marido -explicó Judith-, pero a él no le importa que folle con otros hombres, comprende que no puede satisfacerme como debiera.

Me despedí de las tres y me fui al cuarto de Raquel. Estaba con dos amigas. Al verme entrar desnudo se sorprendieron.

- ¡Joder, tía, qué suerte tienes! -exclamó una de ellas.

- ¡Ojalá pudiera meter esa tranca en mi coño! -dijo excitada la otra.

Las niñas estaban buenísimas, así que les propuse:

- ¿Que os parece si os desnudais las tres y probáis mi verga?

Mientras se iban quitando la ropa y dejando desnudos sus ricos cuerpos, se presentaron.

- Yo me llamo Sasha y estoy más caliente que el palo de un churrero.

- Yo Cristi y me gustaría tener un montón de orgasmos...

Se quitaron todo menos un tanguita minúsculo que dejaban sus culitos respingones al aire y que apenas les tapaba la rajita, dejando a la vista parte del vello púbico. Sus tetas eran encantadoras, sus caderas extremadamente sensuales, sus piernas largas y delgadas, sus cuerpos esculturales. Sólo por contemplarlas se me puso el rabo completamente tieso.

-¡Uauuu! ¡Es enorme! -exclamó excitada Sasha mientras se quitaba el tanguita-. Métemela a mí la primera, por favor.

No tuvo que pedirlo más. Tenía un cuerpo de lo más tentador. Fue muy fácil la penetración de lo mojadita que estaba. A pesar de ser todavía una adolescente, se movía y follaba como una chica de treinta. Gritaba de gusto con cada movimiento del coito. Tenía el coño apretadito y jugoso. Las demás también querían follar, sobre todo Cristi, que no había probado todavía mi estaca.

Se la saqué a Sasha y se la metí a Cristi que estaba un poco nerviosa. Me costó un poco pero finalmente le metí el palo hasta el fondo. Con mucha delicadeza frotaba sus paredes vaginales con la cabeza de mi polla mientras le acariciaba el clítoris, que asomaba impúdicamente fuera de su coñito.

- Es que es la tercera vez que me la meten... Soy un poco novata.

- Pues no será porque no estás buena, hija. Tienes un cuerpazo de escándalo.

- Es que soy un poco tímida, pero contigo se me ha pasado, quiero que me folles bien follada, que no la saques de mi chocho hasta que me lo llenes de leche.

Cumpliendo con sus deseos la forniqué durante diez minutos. Después de correrse ella varias veces, yo eyaculé salvajemente y llené su coñito de rico esperma. Le saqué la estaca aún tiesa a Cristi y se la metí a Sasha para cabalgarla y correrme de nuevo. Tanto Sasha como Cristi quedaron extenuadas sobre la cama, chupándose mutuamente los chuminos para saborear la leche que había quedado en ellos.

- Yo también quiero mi tratamiento diario -me pidió desesperada Raquel.

- Claro que sí, hay leche para todas.

Le clavé la verga y estuvimos follando un buen rato. Raquel seguía siendo la más excitante y cachonda de las tres. El polvo fue antológico. El lechero acabó el reparto, se vistió y se fue. El día había sido muy excitante, inolvidable. Tenía que reponerme para el día siguiente...

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Comentarios enviados para este relato
pelado45 (28 de September de 2012 a las 01:43) dice: Flor de hijo de puta ese Doctorcito No dejó agujero sin clavar Que ganas me dan de ocupar su lugar y encontrar parte de su clientela Abrazo enorme

verla (28 de September de 2011 a las 04:13) dice: jajajajaj vaya que doctorcito este, excelente relato

katebrown (18 de October de 2022 a las 21:50) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:16) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:14) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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