Vinieron mi sobrina y su amiga III

Mi vida después de la llegada de mi sobrina Lorraine y su amiguita Lucena, que pese a ser muy chicas eran una pervertidas sexuales, mi sobrina, era la mas puta ella cada vez que podía encontrase a solas con migo y que no hubiera moros en la costa se ponía en bolas, y sabía que me encantaba el sexo oral sacaba mi falo y lo succionaba, de una forma que se transformaba, en un garrote, y a punto se subía, y cabalgaba hasta que se venía en orgasmos, para luego, si no había, acabado, la tomaba nuevamente en su calida boca par darme una mamada, que me sacaba hasta el alma, en mis acabadas, que llenaban, su boquita, ella saboreaba, estaba tan asombrado con su forma de comportarse, sexualmente a su edad, ella fue contundente en su repuesta, colmó mi asombro que todo se lo enseño, su papa, que desde que tuvo su desarrollo, la desvirgo, y la convirtió su esclava sexual, que como estaban casi todo el día solos le ponía películas pornos, y le hacía aprender todo, lo que una mujer tiene que saber, que Lucena, un día los sorprendió, viendo las pornos, que se calentó, mucho, y que el papa, comenzó a masajear sus zonas erógenas, la penetro y la hizo participar en un trío, que se repitió hasta que se separo de su madre, mi cuñada, confeso que extrañaban tener sexo, con un hombre mayor, que recién el otro día cuando tuvieron sexo con migo, revivieron esos bellos momentos, yo lo que escuchaba, no lo podía creer, pero como a las cinco noches fuimos a pescar con las chicas, y allí corrobore que lo que contó Lorraine era cierto, por que no hicimos mas que acomodar todo y preparar las cañas, las dos vinieron al ataque, previo se desnudaron, y el ataque impensado, para mi me sacaron la verga del short. Me recline en un mantón, me chuparon el pene que no hacía falta nada para ponerlo, tieso una boca a la vez chuparon, Lorraine, se puso para cucharita, y Lucena, cruzo sus pernas, sobre mi cara, apoyo su vagina en mi boca para que le chupara, hice lo que pude, las embestidas de Lorraine, eran a fondo, mi lengua jugo hasta donde pudo, las dos tuvieron orgasmo, se vinieron a mi m costo, por lo extraño, de la situación y la confesión de ambas, como me costaba, terminar, ellas se pusieron en perrito, , las penetre un poquito en cada vagina, hasta que pude largar tanto semen que quedo chorreando en sus cantos, me tuve que tirar porque casi me infartan, por la intensidad, llegue a pedirles por favor que se apiaden de mi
Ante su socarrona risa porque era algo no pensado, y casi fantasioso
Pero tan real, que seguro que perdurara en mi memoria como algo inigualable, y único.-