visita de trabajo

Ese día llegaste al trabajo con tu falda azul y tu blusa estilo china, nos pusimos a trabajar, yo llevaba controles a mis compañeros, tu capturabas y todo parecía un día normal, pero en eso llegue y te comunique que tenia que quedarme hasta las 7 a archivar algunas cosas que se necesitaban en la oficina.

Me dijiste que me acompañarías ya que ese día no tenias nada que hacer, así me arias compañía, ya eran las 4 de la tarde y la oficina estaba casi desierta, todos buscaban la salida para poder salir a sus casas, después de comer continuamos con el trabajo.

A las 4:30 el cuidador pasó y nos aviso que nos dejaría las llaves por que tenía que salir y ya no regresaría, media hora después la supervisora tubo una llamada donde le pedían ir de inmediato a su casa dejándonos solos en la oficina.

Terminamos el trabajo antes de lo esperado, así que nos sentamos a ver algo en la computadora, yo te hice saber que te veías sexy y hermosa y la curiosidad de saber de que color era tu prenda mas intima.

Te ruborizaste y me llamaste sucio pero después de unos minutos me dijiste que mirara bajo el escritorio, yo obedecí y pude ver que tenias tus piernas abiertas y pude ver que tenias puesta esa tanga de color verde agua que te había comprado.

No soporte mucho y me pase de tu lado y sin darte tiempo a que te pararas te bese apasionadamente, nuestras lenguas se juntaron sin comenzaron a danzar entre ellas, pronto te levantaste e hicimos la silla a un lado, tu tomaste asiento en el escritorio y me pediste que te volviera a besar.

Lo volví hacer aun con más pasión que anteriormente, mis manos fueron a tu cintura y después a tu trasero, lo tome y lo comencé a acariciar mientras que nos juntábamos cada vez más.

Tomaste una de mis manos y la guiaste a tu pecho el cual tome con fuerza y comencé a acariciar de forma circular, deje de besarte en la boca para comenzar a besarte el cuello.

Tus manos comenzaron a acariciar mi cabello y tus gemidos comenzaron a escapar y a inundar el ambiente de la oficina vacía, mi mano que estaba abajo se dirigió al frente y comencé a acariciar tu intimidad la cual ya estaba húmeda pero con diferencia de otras veces estabas totalmente depilada, cuando sentiste mi mano y te hice saber que se sentía bien te apenaste mucho.

Subí tu blusa para liberar tus rosados senos y fui directo a tus pezones, los comencé a lamer, a chupar y a mordisquear, tus gemidos nuevamente se hicieron escuchar, y los trataste de ahogar lamiendo mi oreja sabiendo que eso me fascina.

No me quede ahí y recordé que te gustaba mas el sexo oral cuando estabas sentada así que metí mis manos por tu falda y desate tu tanga quitándotela por completo, me agache y lleve mi lengua entre tus labios vaginales.

Mire hacia arriba y vi tu rostro que expresaba lujuria, eso me éxito mas, busque tu clítoris y comencé a jugar con el, me llamaste por mi nombre en varias ocasiones, yo metí un par de dedos en tu interior con un movimiento de vaivén muy delicado.

En ese momento te desconocí, te levantaste y me sentaste en la silla, pero antes bajaste mis pantalones liberando mi pene el cual ya estaba muy erecto y sin decir nada lo llevaste a tu boca.

Nunca había sentido tanta excitación, no se si era por el momento, el lugar, la manera que lo chupabas y lamías pero mi excitación era mucha, te avise que estaba a punto de venirme y te detuviste.

Te levantaste y fuiste a mi gaveta y sacaste mi mochila y de la misma un preservativo, pero solo lo dejaste sobre la impresora, me tomaste de la mano y me levantaste te volviste a sentar y me pediste que te besara.

Nos volvimos a besar pero una de tus manos comenzó a masturbarme, mi mano al sentir eso hizo lo mismo, fue a tu intimidad y comencé a masturbarte, los dos lanzábamos leves gemidos, pero ahí decidí voltearte y me comencé a masturbar con tu trasero mientras me aferraba a tu cadera fuertemente.

Tu liquito ya era abundante y me suplicaste que te penetrara, así que abrí el preservativo y tras luchar con el unos minutos pude colocármelo, introduje poco a poco mi falo hasta llegar a lo mas profundo de ti.

Te tome fuertemente de las caderas y comencé a realizar un vaivén algo fuerte, tus gemidos escaparon yo te tome los senos agachándome un poco para poder alcanzarlos.

Al poco tiempo regrese a la posición original pero saque mi pene para tu sorpresa y te di la vuelta y nuevamente de penetre, tu me abrazaste con tus brazos y piernas mientras continuaba con el vaivén.

Tu rostro lleno de placer me hizo esforzarme mas para provocarte un orgasmo que nunca olvidaras, y al parecer logre mi cometido ya que sentí contracciones en tu intimidad que me hicieron perder el control y venirme dentro de ti.

Me retire el preservativo mientras aun jadeábamos, los dos fuimos a los baños y nos refrescamos y salimos de la oficina. Te acompañe al camión y nuevamente al despedirnos me dijiste que era un sucio ya que nuevamente no te había regresado tu tanga.

Aunque me dijiste que la conservara, me dijiste que la próxima no lo permitirías ya que al paso que íbamos te dejaría sin prendas.