Relato enviado por:
mimafer el 15/7/2011.
Lecturas:13057 Etiquetas: Maduras
Relato completo
No esperaba lo que sucedioMi esposa y yo fuimos a visitar a mi suegra. Con la complicidad de la hija, me follaba a la madre desde hacia un tiempo, hasta que le comi el coño, la pobre mujer nunca habia tenido un orgasmo, desde entonces follabamos rgularmente con mi mujer miraba y se pajeaba metiendose en el chocho lo primero que le venia a mano.
Cuando llegamos estaba en la terraza acompañada de Lidon, una vecina viuda desde hacia mucho muy simpatica a la que nunca habia visto como follable. Sentados los cuatro en la mesa, Lidon quedo frente a mi, sus tetas sueltas se adivinaban caidas y pequeñas debajo de la camisa blanca, mi esposa se percato de hacia donde se dirigia mi mirada y con la excusa del calor se quito su camiseta quedando con las tetas al aire, mi suegra la imito y se despojo del vestido que llevaba y su cuerpo solo quedo cubierto por un tanga. Entre las dos convencieron a la vecina para que las imitara y dejo a la vista unas tetitas pequeñas y caidas aunque todavia carnosas con unos pezones de aureolas marrones.
Sentado con tres mujeres en top-less mi polla no tardo en ponerse tiesa, a mi suegra no le importo la presencia de su amiga y de inmediato la agarro con una mano mientras la otra acariciaba su coño por encima del tanga. Me puse de pie con el nabo apuntando al cielo hice que mi suegra se tumbara sobre la mesa, hundi mi cabeza y apartando la minuscula tela hundi la cabeza entre sus muslos mientras le magreaba las tetas, consegui que se corriera en mi boca. Cuando levante la cabeza mi mujer estaba arrodillada junto a Lidon comiendole las tetas y pajeandole el chocho, deje recuperarse a a mi suegra y me uni a ellas, la vecina tenia las bragas chorreando garcias a las caricias de mi mujer, hicimos que se pusiera de pie y la desnudamos, a pesar de la edad conserva un cuerpo apetitoso, al ser bajita parece tan joven como mi mujer. La levante al aire y la clave de golpe, grito de dolor y placer la puse sobre la mesa ya libre y mientras yo la follaba mi esposa y su madre la tumbaron y cada una se enzarzo con una teta, la vecina enloquecio de gusto, tras correrme sobre su piel, madre e hija la remataron limpiando con las lenguas la leche que habia derramado sobre el coño haciendo que Lidon volviera a correrse una vez mas.
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