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Albergue 2

Relato enviado por : learcu el 31/03/2016. Lecturas: 2403

etiquetas relato Albergue 2   Dominacion .
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Resumen
. Se echó encima de mí y yo lo recibí llena de amor y pasión, creí que nunca lo haría, pero ahí estaba yo, dispuesta a todo con tal de satisfacer mis deseos de sexo. Era increíble pero era cierto.


Relato

Contaba Trinidad a su vecina y amiga Catalina una mujer bien constituida con grandes senos y buen trasero sus devaneos y sus apoteósicos coitos con un muchacho de su vecindad de 16 años en esos tiempos hoy 17 años, este chico era un experto en sacudirla contra la cama y hacerla gritar, gemir desesperada por sus maravillosas penetraciones que la satisfacían y la mantenían deseándolo siempre excitada. Catalina de 36 años solo sonreía de los desatinos de su amiga. Pensaba en su marido y sus dos hijos de 16 años el mayor y de 12 la niña. Eso la calmaba y pensaba que no cometería estas tonterías. Menos sabiendo que este chico tenía casi la edad de su hijo.

Leo es un nieto colaborador con sus abuelos y sus negocios, carga las verduras, cajones de fruta, al abuelo le ayuda a cortar leña y destrozar los trozos gruesos de carbón. Esos ejercicios han modelado un precioso cuerpo, admiro y me excita ese cuerpo, es un muchacho joven, pero con mas experiencia que muchos hombres. Contaba Trinidad.

Un día me encuentro a su lado sin querer, al tropezarme y casi caer al suelo siendo afirmada por Leo, veo que su mirada está fija en mis senos quienes se mostraban en todo su ostentación, bonitos senos me dice al tiempo que me los manosea… Al hacerlo me acurruca entre sus brazos, y me besa mi cuello, luego me lame mis orejas, y me dice… eres hermosa y tú… vigoroso contesto…,.Estaba entre sus brazos como soñé muchas veces, no me opuse cuando me besó y menos cuando me abraza sintiendo su aroma de macho potente y eso me excita… estoy entregada entre sus brazos. Comenzó a respirar agitadamente como un animal jadeante. Mi vagina estaba completamente viscosa, húmeda, caliente y olorosa. Su musculoso cuerpo me abrazaba…, como lo abrazaba y besaba…
Este chico era muy vivaz y se aprovechar de la situación, subió mis faldas con su mano a la parte superior de mis muslos, casi llegando a la parte de mi prenda íntima, pasaba su mano por todo mi muslo y luego subía y bajaba. Era excitante sentir esa mano, me volvía loca. En una de esas subió su otra mano a mis pechos y los comenzó a acariciar muy suave por encima del vestido. Después de un rato yo ya no hacía ningún esfuerzo por rechazarlo y comencé a sentirme más a gusto. Siempre con el miedo que implica estar haciendo algo prohibido, sentía que estaba disfrutando al máximo de lo que estaba pasando, recordé a mi esposo, pero luego de un rato ya ni me acordaba, estaba teniendo buenos momentos al lado de Leo y el miedo me hacía sentir la angustia de estar traicionando a mi esposo, debería haberlo rechazado, pero no lo hice y me estaba gustando lo que me hacía. Él comenzó a subirme el vestido, no sé cómo llegamos a tanto, lo que en ese momento importaba era que me sentía tan excitada que era capaz de todo, incluso de tener sexo ahí, pero la idea de ser vista me asustaba tremendamente.
De pronto sentí una de sus manos posarse a escasos centímetros de mi entrepierna y acariciar como nuca nadie me había acariciado antes, la excitación se convirtió en pasión y quería que él siga tocándome, llegó al borde de mi calzón, la parte que cubre mi vagina y yo ya estaba humedeciéndome de tanto placer, me tocó con los dedos por encima del calzón y comenzó a sobarme, en ese momento quería explotar de tanto placer, me estaba masturbando, le sentía riquísimo tener sus dedos encima de mi intimidad, yo estaba sudando y él me estaba manoseando a sus antojo.
Sentí su cuerpo apretar el mío y no supe poner un alto, los recuerdos de mi vida antes de casada me volvían a la mente y me dejé llevara por el momento, cuando me di cuenta nos estábamos besando y el ya tenía sus manos en mi cuerpo, acariciándolo y haciéndome sentir cada cosa.
Saco su pene y saco mis calzones…Ay amor… le digo al sentir ese glande entre mis muslos, clávamela hasta el fondo antes de que despierte mi marido, le dije poniendo una cara de mañosa que nunca en mi vida me imaginé poner. Sentí ese glande en mi vagina. Se echó encima de mí y yo lo recibí llena de amor y pasión, creí que nunca lo haría, pero ahí estaba yo, dispuesta a todo con tal de satisfacer mis deseos de sexo. Era increíble pero era cierto.
Nos besamos y me separó las piernas que en un acto inconsciente yo mantenía aún cerradas, en mi última muestra de fidelidad a mi marido, que era una extraña manera de seguir siendo fiel. Entonces fue que sentí como acomodaba la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, con solo hacer contacto hacía que me moje más de lo que ya estaba. Sentí su cabeza empujando entre mis labios vaginales para abrirse paso, a lo que yo reaccionaba abriendo más las piernas para mayor comodidad, mi cuerpo estaba sudando y la cama comenzaba a moverse, finalmente logró meterme la cabeza y ahí fue cuando empezó mi tortura y placer extremo.
Comenzó a meter y sacar la mitad de su miembro con una lentitud que me enloquecía, sentí como se estremecía mi cuerpo cuando mi concha recibía un nuevo inquilino que no era el mismo de siempre, no era el pene de mi marido, y se me humedecía la vagina cada vez más. Sentí la necesidad de abrazarlo y lo hice, llevando mis manos a su espalda y apegándome más a el, sentí el contacto de nuestras pieles completamente desnudas y calientes, con el sudor que se sentía al contacto. El placer que me estaba dando era difícil de explicar con solo palabras, me dolía muchísimo pero a la vez quería más y me gustaba más que cuando me lo hacía mi esposo. Empecé a gritar y a gemir del dolor y placer, mis gemidos se escuchaban por todo el cuarto y estoy segura que por toda la casa, y es que con ese tamaño de pene cualquiera se pone así, comencé a arañarle la espalda y a besarlo con todo y lengua, nos besamos con la lengua y nos acomodamos apretándonos más. Todo el olor a sudor y a sexo se sentía en todo el cuarto y yo seguía recibiendo más y más. Sentía su respiración en todo mi cuello y mi cara, era excitante y me estaba apareando de una forma increíble, cada vez más fuerte.
Miraba hacia abajo por un momento y vi como entraba y salía su pene en mi vagina, salía y de nuevo entraba… Nuestros cuerpos empezaron a temblar y mecerse rítmicamente, la cama crujía. Empecé a gritar y a gemir del dolor y placer, mis gemidos se escuchaban por todo el cuarto, y es que con ese miembro extendiendo la vagina, cualquiera se pone así, comencé a arañarle la espalda y a besarlo con todo y lengua, nos besamos con la lengua y yo seguía recibiendo más y más penetraciones. Sentía su respiración en todo mi cuello y mi cara, era excitante y me estaba apareando con este muchacho que deseaba. Seguía gimiendo y después de unos minutos sentí cómo mi cuerpo comenzaba a experimentar un temblor que se apoderaba de mí y de él, sin más preámbulo nos mojamos juntos. Había sido de este macho un muchacho, pero que muchacho…, como me satisfacía si le arañaba su espalda extasiada y excitada. Me entrego a mi muchacho con pasión dentro de mi, no se quien se satisface mas si él o yo.
Trinidad miraba en esos momentos a Catalina quien excitada y desesperada metía sus manos entre sus piernas y sus dedos se perdían en su vagina se estaba masturbando desesperadamente, los calzones a media piernas casi en los tobillos… suena el timbre va Trinidad y abre era Leo…
Lo empuja hacia su dormitorio donde estaba Catalina masturbándose y Leo ve el espectáculo y se hace cargo de la hembra…Sus manos manosean a Catalina en su trasero y una mano en sus grandes senos Catalina solo gemía sin oponerse y gemía desesperada…, Leo la tira sobre la cama y Catalina siente la presión del macho sobre su cuerpo, trata de abrir sus piernas y el calzón se lo impide, dobla sus rodillas y recibe al adolescente macho entre ellas y sentía como este acomodaba en su vagina a su miembro… el glande comienza a partirla en dos al ingresar en su vientre, sus caderas se menean en un delicioso baile acogiendo a ese pene, que pertenece a un chico un año mayor que su hijo, pero con mas experiencia como que su marido no era capaz de igualar al apareo que la estaba sometiendo este semental…, dirige su mirada hacia su vagina y observa como este entra y sale desesperadamente de su canal vaginal, estaba siendo hembra excitada y complacida por este chico, Catalina solo sabía gemir, gritar y se aferraba al cuello de su violador abrazándolo y solicitándole más…, más fuerte…
Finalizada su entrega deshecha y desarticulada cae en la cama, mientras mi nuevo amo me besaba y apretaba extasiado mis pechos y ella entregaba sus orgasmos arañándole sus nalgas que apretaba contra su vientre si la estaban apareando como nunca antes lo habían hecho y feliz entre gritos entrega sus fluidos sintiendo a su vez que este joven amante vaciaba en ella sus espermas proveniente de sus testículos, esa tibia leche la enloquece y su mente en un momento de racionamiento le avisa que quedará preñada por estar en sus días fértiles…, asustada mira al chico y ve esa cara angelical y gozadora que él tiene al sentirla suya y solo le queda abrazarlo y besarlo, al verle esa carita ansiosa y angelical… entre arrumacos pasan los minutos y siente que este muchacho recuperó sus energías y nuevamente comienza su meta y saca de su pene en su matiz, Ella no es capaz de apartarlo y su calvario extremo llega cuando siente que nuevamente este chico casi de la edad de su hijo vacía sus leches con potencia en su matriz inundando sus entrañas… si se dice Catalina ahora si estoy segura que me embarazó y lo abraza extasiada y deseosa de placeres y gozo.
Cae en la cama la hembra casi destrozada y se relaja mientras este semental da las últimas penetraciones en su vagina hasta caer a su lado satisfecho.
Ella abraza a este semental si la había preñado y en su vientre comenzaba un feto fecundado por este muchacho a latir y este niño llamaría papá a su marido, pero no fue su marido quien lo engendró en su vientre. Fue engendrado en su vientre por este muchacho casi de la edad de su hijo eso siempre lo recordaría, fecundada por un adolescente a sus 36 años de edad.
Catalina va al baño a su aseo personal y mira a Trinidad y le sonríe si le dice también será mi amante… es exquisito.




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Si te ha gustado Albergue 2 vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Albergue 2. learcu te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:15) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:43) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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