Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Aleta: Amor, degradación, prostitución y salvación IV

Relato enviado por : Cisco el 25/11/2013. Lecturas: 3408

etiquetas relato Aleta: Amor, degradación, prostitución y salvación IV   Gay .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Aleta conoce más en la intimidad a la familia de Goyo


Relato
Antes que nada debo aclarar que este relato es verídico y me lo contó su protagonista para que lo publicara. Sucedió en Buenos Aires entre 1962 y 1968. Lo contaré en primera persona tal cual lo escuché yo.

Mariano se masturbaba y observaba cómo su sobrino Goyo, tres años menor que él me daba por el culo mientras ambos gemíamos de placer. Era la primera vez que teníamos sexo siendo observados por otra persona y nos resultó algo incómodo al principio pero después nos empezó a excitar esa situación y era como que nos esforzábamos para ponerlo cachondo. Una vez que Goyo acabó dentro de mi, Mariano se acercó con sus ojos brillantes, como de fiebre y me tomó del pelo suavemente para que le chupara la verga. Era la primera vez que veía una tan grande y venosa. Su cabeza apenas me entraba en la boca pero él me decía: chupá, chupála toda putito! A mi me dolía la mandíbula de tanto abrir la boca, pero quería chuparla como Mariano me pedía. Mientras tanto él comenzó a hurgarme el culo con sus dedos, me daba palmaditas en las nalgas que me hacían saltar de placer y lo miraba a Goyo como diciendo "aprendé". Después de un buen rato me hizo acostar boca arriba en la cama, levantó mis piernas con sus manos firmes y se aprontó para cogerme. Goyo y yo nos miramos asombrados y excitados ya que no sabíamos que así también me podía penetrar, y nos sonreímos. Entró con cuidado pero sabiendo que estaba dilatado por la cogida de Goyo y preguntó: ¿te duele? Yo respondí que un poquito, entonces fue más lento hasta que mi culito se acostumbró y el pudo deleitarse con un ritmo que crecía cada vez más. Lo frenaba y lo retomaba varias veces hasta que me la sacó y apuntó para acabar en mi pecho. Goyo, que se había calentado otra vez y se pajeaba viendo a su tío darme de bomba, se acercó y me acabó en la cara al mismo tiempo que Mariano lo hacía sobre mi pecho.
Mariano nos explicó que estando en la estancia era muy difícil coger ya que el pueblo no estaba muy cerca y que además no se veía bien que los hijos de una buena familia fueran al prostíbulo. A pesar de que los Hippies ya proclamaban el amor libre, en aquellos años y en Argentina no era tan fácil. Obviamente los otros dos hermanos mayores, Juanse y Goyo II, estaban en la misma situación de abstinencia. Y supongo que habrá sido Mariano que les dijo, porque después de un par de días alternada y discretamente comencé a ser requerido por los tres hermanos (cada uno por separado) para satisfacer sus necesidades sexuales, tarea que cumplí con mucho gusto. A Goyo no le hizo mucha gracia al principio pero luego entendió que si él mismo me había prostituido con los chicos del colegio, bien me podría compartir con sus tíos.
Las vacaciones transcurrían sin mayores cambios hasta que la señora que cuidaba a don Goyo, se tuvo que despedir por algún problema familiar. Y para que los muchachos pudieran hacer su trabajo en la estancia, yo me ofrecí para cuidarlo mientras conseguían otra persona.
Como dije, don Goyo era un señor de 55 años, había sufrido una hemiplejia y se encontraba paralizado de la mitad derecha de su cuerpo y casi no hablaba, salvo algunas pocas palabras con dificultad. Ya no era el hombre que yo había conocido con gesto amable, elegante y activo. Sus ojos habían perdido el brillo y tenía un gesto uranio, lo que era comprensible dada su condición actual. Ellos me dieron algunas instrucciones de lo que debía comer, los medicamentos y no mucho más.
Así que comencé a visitarlo a sus habitaciones para darle sus alimentos y remedios, pero me daba lástima dejarlo allí solo en aquel sitio bastante oscuro para mi gusto. Comencé corriendo las cortinas para que entrara más el sol y abrir las ventanas para que entrara el aire y él pareció aprobarlo. Luego probé con sacarlo a dar un paseo. Le leía libros y me parecía verlo más animado. Me parecía que con su mirada lo agradecía.
Una tardecita como tantas, cuando le quité la ropa para lavarlo, noté que tenía una erección y me puse a pensar en los cuentos de Goyo sobre su abuelo. Parece que al enviudar por segunda vez, no pasó mucho tiempo para que el señor se consiguiera alguna amante que otra ya que era sexualmente muy activo. Y claro, al estar en silla de ruedas y no valerse por sí mismo, no podría ni siquiera masturbarse. Eso me dio entre pena y ternura y pensé que yo le podría quitar la calentura. Pero me daba mucha vergüenza comenzar a tocarlo y que se enojara. Entonces le pasé la esponja enjabonada normalmente y al pasarla por la zona de su pene, lo rozaba levemente y él comenzó a dar como suspiros... me animé un poco más y empecé a tocarle el pene sin dejar de mirarlo a los ojos. Él me miraba con una mezcla de asombro y súplica pero decía que no, continué tocándolo un poco más y cerró los ojos como gozándolo. Yo me acerqué a su oído y le dije que si quería que siguiera iba a ser nuestro secreto, que se quedara tranquilo porque no se lo iba a contar a nadie. él volvió a cerrar los ojos y me dijo: hacélo. Yo le di un beso en la mejilla y me arrodillé para mamar su verga que creció más aún y pensé que Goyo tenía a quien salir. luego de chupársela un buen rato, me desnudé por completo y tomé sus manos y las pasé por mi cola, metí uno de sus dedos en mi agujero hasta que finalmente me senté sobre él y comencé a moverme de arriba hacia abajo para que me cogiera y así estuve hasta que se vino. Luego lo limpié y lo dejé acostado. Eso lo repetíamos sólo cuando él tenía una erección, esa era la señal que me avisaba que necesitaba sexo.
Al cabo de dos semanas, llegó otra señora para cuidarlo, pero yo me aseguraba estar a la hora de su baño por si me necesitaba. Don Goyo fue el primer hombre (y el único en muchos años) que yo elegí para darle placer sin que me lo pidiera o exigiera.
Yo cumplí, nunca le conté esto a nadie, ni siquiera a Goyo.
A finales de febrero, con todo nuestro dolor, las vacaciones finalizaron y Goyo y yo regresamos al colegio para iniciar otro año que me traería otras muchas sorpresas más, y no todas agradables.

Otros relatos eroticos Gay

mi padre borracho

Categoria: Gay
Abuse de mi padre borracho … ese día estábamos solos y no pude resistir ver ese cuerpo desnudo que solo pedía ser poseído .
Relato erótico enviado por super8 el 30 de June de 2010 a las 23:10:32 - Relato porno leído 296735 veces

me desvirgo mi primo

Categoria: Gay
Me desvirgó mi primo y amigo del alma
Relato erótico enviado por jorgegu el 01 de February de 2009 a las 19:00:00 - Relato porno leído 250345 veces
CON LA EXCUSA DE RODAR UNA PELICULA PORNO, ME ABRIERON EL ANO EN CANAL, AUNQUE ....... .
Relato erótico enviado por Anonymous el 04 de June de 2008 a las 00:00:00 - Relato porno leído 165679 veces

una desvirgada gay

Categoria: Gay
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 137223 veces

violaciones iii

Categoria: Gay
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 111797 veces
Si te ha gustado Aleta: Amor, degradación, prostitución y salvación IV vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Aleta: Amor, degradación, prostitución y salvación IV. Cisco te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:53) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:28) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Aleta: Amor, degradación, prostitución y salvación IV.
Vota el relato el relato "Aleta: Amor, degradación, prostitución y salvación IV" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado