Cogida en la noche

Salimos los sábados con una pareja de amigos y disfrutamos de su compañía.
La cena , las risas y el cachondeo son habituales.
Pero aquel sábado nuestra amiga estaba enferma y le dió permiso al marido para estar con nosotros.
Lo que empezó lamentando que ella no estuviera , acabó en un desliz por parte de mi mujer.
Todo nace de la antigua relación que tuvieron ambos.
La conversación derivó a los recuerdos y al desacuerdo .
Pero aquello dejó rescoldo.
Y las risas propiciaron de nuevo los arrimones.
Como el rescoldo era cierto , terminamos en una disco.
Las copas y la seducción ejercida por ella llevaron a ambos a entrelazar primero sus manos y luego sus labios.
Mi ánimo no permitió aquello y opté por salir.
Esperé a la salida y contemplé lo que nunca esperaba.
Caminaron hacia el coche de forma increíble y una vez dentro , el acoso y derribo fue total.
Mirando desde una zona que ellos no apreciaban , observé la forma de recorrer sus cuerpos con ambas manos y lenguas y el cuerpo libre de ciertas prendas.
Mi esposa manoseada por nuestro amigo y yo observando.
Me fui a casa, me quedé dormido y al despertar ella estaba allí.
No sabía qué decir y esperé.
Nada hablamos de lo ocurrido la noche anterior y noté que ella deseaba ir a la calle de nuevo.
Me dijo que iba a la farmacia a por unas cremas.
No la creí y la seguí.
Estaba en la cita con su antiguo amor.
Los dejé y llamé a su esposa.
No se alarmó demasiado, lo conocía bien y sabía de sus andanzas.
No supe qué hacer y la semana pasó sin comentarios.
Pero el sábado en la cena las risas volvieron y su esposa y yo nos miramos perplejos.
Los tortolitos aparentaban no saber que nosotros dos estábamos enterados y hablaron de su pasado.
Como no pude más me abalancé sobre su esposa y la besé.
Cayeron del guindo y se enfadaron mucho.
Tomé la palabra y conté lo ocurrido.
Después de aquello vino el silencio y los cuatro no supimos hablar.
Hasta el día de hoy puedo decir que ambas parejas estamos separados .