Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

De ex esposa a esclava (primera parte)

lovermanr Relato enviado por : lovermanr el 21/03/2021. Lecturas: 3755

etiquetas relato De ex esposa a esclava (primera parte)   Dominacion .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
La escena de ver a Liz a cuatro patas con su collar de perro, una cadena y una argolla que la anclaba a un poste casi al ras del suelo era casi increíble, pero más increíble aún era ver como un negro con una verga descomunal la montaba, y digo montaba literalmente sobre ella haciendo una tremenda presión en su cadera, piernas y rodillas a la vez que le destrozaba el ano en cada envestida mientras al tiempo otro negro de rodillas detrás de ella con un miembro tan grande como el anterior si no es que más bombeaba en su coño dejándola completamente llena con esa doble penetración, y para rematar yo sentado en una almohada en el suelo frente a Liz viendo dicha escena mientras tenía mi miembro en su boca haciéndola tragar casi hasta ahogarse


Relato
La escena de ver a Liz a cuatro patas con su collar de perro, una cadena y una argolla que la anclaba a un poste casi al ras del suelo era casi increíble, pero más increíble aún era ver como un negro con una verga descomunal la montaba, y digo montaba literalmente sobre ella haciendo una tremenda presión en su cadera, piernas y rodillas a la vez que le destrozaba el ano en cada envestida mientras al tiempo otro negro de rodillas detrás de ella con un miembro tan grande como el anterior si no es que más bombeaba en su coño dejándola completamente llena con esa doble penetración, y para rematar yo sentado en una almohada en el suelo frente a Liz viendo dicha escena mientras tenía mi miembro en su boca haciéndola tragar casi hasta ahogarse, Liz, mi perrita, mi esclava, mientras ella chupaba como si su vida dependiera de ello, era una escena en verdad muy excitante, tanto que hizo que los tres machos que la penetrábamos por todos sus agujeros nos corriéramos casi a la par dejándola a ella inundada de semen, literalmente chorreando semen por cada uno de sus agujeros, resbalando por su espalda, sus piernas, su cara, su pelo con toda su boca, culo y coño llenos a mas no poder.
Como preámbulo corto de lo anterior, de cómo llegamos a la situación actual relataré que Liz y yo estuvimos casados hace poco más de 12 años, y divorciados hace 6, cuando nos conocimos ella era una adolecente hermosa, con un cuerpo muy bien torneado y una cara angelical, sus ojos claros, ligeramente rasgados, nariz pequeña y unos labios muy carnosos y bien definidos, su pecho sobresalía bastante de su reducida cintura y su trasero muy redondito y bien torneado así como sus piernas y pantorrillas, tez clara y un cabello castaño claro que le llagaba hasta la cadera, un rostro y cuerpo casi perfectos a sus 17 añitos de edad. Yo 8 años mayor moreno con un cuerpo entre atlético y fornido con buen trabajo, un negocio que iba prosperando, casa, auto, y con mucho morbo, también hasta entonces algo de experiencia sexual específicamente en temas de dominación con ex novias anteriores, pero eso sí, muy protector, casi al instante hicimos buena mancuerna, ya que ella siendo proveniente de una familia disfuncional estaba atravesando por muchos problemas familiares y económicos, ahí es donde entre yo como su salvador y esclavizador al mismo tiempo (sigue siendo el preámbulo) ya que ella en realidad no tenía ni familia y muy pocas amistades que se preocuparan por ella, de las cuales de a poco ella misma se fue alejando.
Durante el tiempo que duramos casados practicamos algo de bdsm suave y dominación, a manera de juego de rol como inicio, el yo ser algo dominante y ella sumisa, hasta llegar a meternos mucho en el papel de amo y esclava, siempre fuimos de menos a más, desde que la amarraba cada que teníamos relaciones, la azotaba con o sin penetración, un poco de exhibicionismo al penetrarla en el balcón de un hotel, en una auto estacionado a la orilla de una carretera, en un parque y una palapa comedor, todas las ocasiones fueron a la luz de la luna y estando ella atada y siendo azotada mientras la penetraba con fuerza. Practicamos también con muchos juguetes sexuales, algunos que ya tenía y otros que con el tiempo fui comprando para usar en ella, uno de mis favoritos era la correa de perra, sacarla a pasear o pasearla por todo lo largo y ancho de la casa a 4 patas, siempre desnuda y en ocasiones con un pug anal insertado con terminación de cola de perra o el pug simple. Me encantaba tenerla atada de todas las formas posibles a veces la penetraba junto con algún pug o vibrador, ocupando ambos agujeros, o con pug y vibrador por su ano y vagina mientras hacía que me la chupara hasta correrme.
Todo aquello fue muy normal en el tiempo en que duramos casados, y a los puntos que llegamos más fuera de lo común o hasta más extremos podríamos llamarle fue el pissing, primero orinándole los pies al bañarnos en la regadera hasta orinar en su boca y hacer que se tragara toda la orina y lamer el suelo donde hubiera dejado caer algunas gotas y el fisting vaginal, de ir introduciéndole un dedo o dos para masturbarla hasta hacer que se corriera como una cerda hasta meter poco a poco otro dedo, un cuarto dedo para masturbarla con casi toda la mano hasta meter la mano y el puño completo para hacer que se corriera a chorros, pero esto lo hicimos solo un par de veces ya que ella me decía que terminaba muy adolorida, en ese punto fue en parte lo más extremo que llegamos a hacer pero por una fisura en la relación interpersonal se convertía también en el punto de quiebre de nuestra relación, al menos de nuestro matrimonio, sin poder experimentar, hasta ese entonces todo lo que nos faltaba por probar, por hacer, y lo lejos que estábamos de nuestros límites, de sus límites…
De nuestra relación marital surgió un pequeño con el que ambos compartíamos tiempo, por lo que seguíamos viéndonos y escapando ocasionalmente de nuestras rutinas para seguir teniendo sexo, ya que además de nuestro hijo era lo único que teníamos en común, seguíamos avivando las llamas en cada encuentro a pesar de tener ya cada quien una pareja distinta, sin embargo al pasar los meses y avanzar cada vez más el tiempo todo se fue complicando poco a poco, ella siempre fue muy celosa, y quiso ser posesiva, parte de lo ocasiono nuestro divorcio, luego también se puso celosa de mi pareja actual y por seguir sus instintos, y consejos de personas que ahora la rodeaban me puso una demanda de índole familiar que hizo que mi vida cambiara de rumbo completamente, y empecé a tener problemas económicos (por los descuentos de pensión aunado a deudas previas), en mi relación actual, con mis familiares cercanos además de que no podía ver a mi hijo por una orden de restricción, pero bueno, como todo lo que sube tiene que bajar, del mismo modo todo lo que baja, si se aprovecha el impulso también sirve para subir, de este modo, y luego de tocar fondo comencé a escalar nuevamente, pero ahora tenía un objetivo claro, ahora yo le haría pagar, y así fue como comenzó todo..
Estaba seguro de que su actual pareja no la satisfacía plenamente ya que de ser así no habríamos tenido los encuentros que llegamos a tener estando ya en su nueva relación además de que Liz era prácticamente insaciable (ese punto lo descubriría después) y tenía a mi favor una gran ventaja, conocía sus gustos, su morbo, sus debilidades y algunos de sus secretos. Y así, de manera electrónica, por medio de una red social empiezo a construir una personalidad virtual de alguien con muchos conocidos y gustos en común, especialmente en temas sexuales y de sumisión/dominación, así, comenzamos a entrar en tema nuevamente.
Como conocido y curioso comencé a preguntarle sobre ella, y hablarle un poco sobre mí, me contó algo sobre su vida reciente y sobre los amores y rupturas de su pasado, mostrándose un poco desconfiada ante la situación, cuidadosa de no revelarle secretos al “amigo de un amigo” de poco a poco entramos en temas más íntimos sin mayor presión, hablándole yo de mi parte dominante, un poco sobre mis sumisas y que de momento no tenía ninguna y estaba en búsqueda de una nueva, revelándome ella cierta debilidad que tenía en esos temas, su gusto por las nalgadas, por estar atada, por la combinación de placer y dolor algunas de las cosas que llegó a hacer con una de sus ex parejas (yo) y de la fantasía que no ha podido cumplir de tener un trio con dos hombres, a lo que le comenté que de llegar a conocernos e interactuar lo suficiente, si se portaba bien yo podía llegar a hacerle realidad esa fantasía, cosa que la hizo intrigarse cada vez más, preguntándome mas sobre mis sumisas, lo que hacía y los posibles requisitos.
Ella jugaba, probaba mis palabras, las media, analizaba y hasta cierto punto las juzgaba, yo mismo entre en ese juego, y no me iba a dejar vencer, le seguí primero el juego, le dije cuáles eran los requisitos y cual debía ser la predisposición de una sumisa, no le dije que sería ella, y cuando lo preguntó le dije que no sabía si estaría lista aún, le dije que antes debía probármelo, ella me hablo de su pareja y de sus hijos, le dije que entendía que estas experiencias y esta vida tal vez no serían para ella, que no se preocupara, pero yo también debía de encargarme de otros asuntos..
Dos semanas fueron suficientes, dos semanas sin conectarme para tener la bandeja de entrada llena de mensajes de Liz, -Hola, ¿Cómo estás? -Hola, ¿Sigues ahí? -Discúlpame, en verdad me gustaría, pero no puedo. -No te molestes. -Respóndeme. -¿Ya no vas a hablarme? -Si quiero, pero no sé. -Ok, ya no hablaremos si no quieres. -Hola, ¿estás ahí?
-Que tal, respondí las dos semanas pasadas, he estado algo ocupado, por eso no me había conectado, ¿Pasa algo? Pregunte desinteresado.
-No, respondió ella, pero se me hizo muy raro que no respondieras.
-Como te dije, estuve algo ocupado, le respondí, además tú me has dejado muy claro que no es tu momento, que no estas lista para esto y que aún no sabes lo que quieres, creo que no estamos buscando las mismas cosas, podríamos seguirnos escribiendo por aquí ocasionalmente, no te preocupes, tú sigues en tu rutina con tu esposo, tus hijos, pasa tiempos y yo sigo en mis asuntos.
-No espera, escribió ella, no te vayas así otra vez, lo he pensado y si quiero probar, saber si estoy lista, no me dejes así otra vez, hay muchas cosas que no he hecho y que no me he atrevido a hacer y no quiero que esta sea otra de esas.
-¿Estás segura? Pregunté.
-Sí, respondió ella.
-Pruébamelo.
-¿Como? Respondió nuevamente.
-Te haré una video llamada, en ella te diré que hacer y tú me irás obedeciendo, le dije.
-Pero están aquí mis hijos, y mi esposo está por llegar, contestó nerviosa.
-Adiós entonces, esa es prueba suficiente. Sentenciaba.
-No, espera, respondía ella, has la video llamada, yo iré al baño a contestar.
Realice la video llamada entonces y al tercer timbre respondió.
-Tardaste mucho, le dije.
-Perdón, fue en lo que llegaba al baño, respondió, no quiero que mis hijos vean o escuchen de lo que pueda estar hablando o de lo que pueda ser visto por aquí. Por cierto por que se ve solo la pantalla negra, creí que te vería por aquí, aun no te conozco, no sé cómo eres en persona en realidad.
-Suficiente, le dije en un tono imperativo, ya hablaste demasiado, a partir de ahora yo hablo y tú me obedeces, aun no es tiempo de que me veas, y ese tiempo lo será hasta que yo lo decida, mientras tanto solo verás la pantalla así del mismo modo que ahora, cuando te diga que voy a marcar no quiero que tardes en responder, y cundo te diga que me marques, quiero que lo hagas al momento, ¿quedo claro?
-Sí, respondía ella después de un momento de duda
-¿Si qué? Le preguntaba autoritario nuevamente.
-Si entiendo, respondía ella.
-Sí señor, es la manera correcta de decirlo, de ahora en adelante solo te dirigirás a mí como señor, y si llega el momento y veo que eres apta te dirigirás a mí como amo, pero todo a su momento, ¿está entendido?, le decía nuevamente con una voz firme.
-Sí señor, respondía sumisa, con cierta resignación, como niña regañada.
-Muy bien, ahora quiero verte completa, ¡desnúdate!, le ordenaba. Ella lo hacía lentamente tratando de dar un toque sexy al acto, y aunque me gustaba demasiado la vista, como movía sus caderas y sus pechos al hacerlo la detuve tajantemente diciéndolo que lo hiciera rápido, que ya tendría tiempo de hacer un stip-tease cuando estuviera frente a un tubo, que cuando doy una orden espero que se cumpla rápido, y así lo hizo acelerando el ritmo para quedar completamente desnuda al instante.
Luego le ordené pasara la cámara del teléfono por todo su cuerpo, que ahora si lo hiciera lentamente, que yo lo analizaría cuidadosamente para ver de qué manera podría sacarle el mayor provecho, y ella lo hizo sí sin objetar, la pasó por su hermosa cara en primera instancia, la fue bajando por su cuello, sus aunque ya un poco caídos, aun redonditos y muy torneados pechos, sus costillas, su vientre, su depilado pubis, sus piernas, espinillas y sus pies, - Ahora por dé tras, le dije de pronto al ver que intentaba subirla nuevamente, y de este modo me fue mostrando sus pantorrillas, sus piernas, su rico y redondito trasero, su espalda, y su larga melena castaña.
-Muy bien, le dije, eso será todo por hoy, de momento aunque con algunas fallas has cumplido, mañana te conectas a la misma hora, tendrás nuevas pruebas a superar.
Dicho lo anterior me desconecté y descargue la video llamada para analizarla a fondo y ver de qué manera continuaría el día siguiente, por lo pronto era claro el dominio que había permitido que ejerciera sobre de ella, ahora le sacaría todo el jugo que me fuera posible, limites no habría.
Al día siguiente no me conecté, dejándola expectante y recibiendo algunos mensajes preguntando qué pasaba, un día después le escribí, le dije que como bien sabía no tenía por qué darle explicaciones, pero para que se relajara un poco y viera lo bondadoso que soy por esta vez lo haría, te escribiré los lunes, te diré que quiero para el día siguiente en la video llamada, y lo hare nuevamente el jueves para la video llamada del viernes, solo yo decidiré si hay o no excepciones a esto y de qué tipo, por lo pronto te espero mañana, con tu falda o vestido más sexy que tengas y con todos tus consoladores y juguetitos que tengas, mañana te diré que hacer.
En la siguiente videollamada estaba todo preparado, ella con una minifalda tipo escolar que cubría poco menos de la mitad de sus hermosas piernas y una blusa tipo top que dejaba ver su bien torneada cintura y bastante de su reluciente escote, detrás de ella se veían sus juguetitos, los mismos que alguna vez se había llevado de la que fuera nuestra casa: tres pugs anales de distintos tamaños, un consolador (dildo) de que bien podríamos considerar como uno “grande”, una rastrillo con púas una bola bucal, una fusta y un collar con correa. Se veía bastante nerviosa y expectante, había encargado a sus hijos con una amiga suya y sabía que su pareja llegaría hasta en un par de horas más, a este lado de la pantalla, ella solo podía observar la pantalla negra.
Muy bien perrita, veo que has cumplido en tiempo y forma mis indicaciones, ahora ve por una venda, quiero que cubras tus ojos y vayas haciendo lo que te indique, solo seguirás mi voz de ahora en adelante. Espero no más de dos minutos y ya estaba ella tan bella y deslumbrante frente al ordenador poniéndose la venda en los ojos y esperando mis órdenes.
Todo listo señor.
Muy bien perrita, Ahora vas a imaginarme con la cara que desees, la que más te guste o apetezca, esa es la cara que tendrás en tu mente de ahora en adelante hasta que te ganes el derecho de poderme conocer en persona, también puedes poner el cuerpo que desees, quero que pienses en ello con todas tus fuerzas, imagíname frente a ti observándote de pies a cabeza, analizándote, ¿cómo puedes permanecer sentada estando frente a mí? ¡qué gran falta de respeto es esa! ¡párate inmediatamente! ¡pídeme perdón!
Perdón señor, dijo al instante, se veía mucho más nerviosa que al principio.
Con un perdón no basta, esto amerita tomar acción y cartas en el asunto, con la afrenta que acabas de cometer te has hecho acreedora a tu primer castigo, ahora desnúdate inmediatamente, y te darás 10 azotes con la palma de tu mano en las tetas de vaca que tienes, serán cinco en cada una, quiero escuchar como suenas pedazo de carne maleducada.
Al instante lo hizo, con el nerviosismo que traía y el deseo de complacer se quitó la blusita que llevaba puesta, el sujetador, la faldita y las bragas, mostrando su hermoso cuerpo completo sin mayor pudor y sin titubear en hacerlo, luego se tomó la teta izquierda con su mano del mismo lado, y con la derecha se propino una fuerte palmada pero no tanto para hacerla sonar, entonces sin esperar una nueva indicación de mi parte se propino otra con mucha mayor intensidad y mucho más sonora, se le veía únicamente apretar los dientes por el dolor que se causaba, así mismo una tercera, se le veía su mueca de dolor y desesperación, apretaba y doblaba las pernas, y aun así sin dudar llegó una cuarta y una quinta, luego tomándose solo un respiro tomó su teta derecha y con la mano izquierda repitió la operación, los dos primeros azotes se vieron y escucharon muy pobres, sin embargo se veía que se esforzaba por dárselos cada vez más fuertes y sonoros, y así llego el quinto el cual retumbo con mucho estruendo en mi teléfono acompañado de un quejido de dolor por parte de Liz y un una mueca en su rostro que dejaba ver el dolor que se había causado anteriormente.
Por ahora eso es suficiente para compensar tu afrenta y falta de respeto, y has reaccionado bien al castigo merecido, ahora te has ganado un poco de compasión, puedes aliviarte un poco el dolor sobándote y acariciándote cada uno de tus pechos.
Sí señor.
De este modo comenzó a frotar sus pechos, a acariciarlos suavemente produciendo un calor natural por la fricción, y otro calor muy diferente que le producía la sensación de estar siendo humillada y sometida a las órdenes de alguien que ni siquiera conocía, exhibiéndose de esa manera mientras se acariciaba y se ponía más y más caliente cada vez, haciendo que esa calentura se le subiera por completo a la cabeza y se la bajara hasta en medio de sus piernas, ya que empezaba a menearse y apretar sus piernas mientras se acariciaba como queriendo aguantar algo o queriendo pedirlo, y como yo soy una apersona estricta pero condescendiente, luego de aproximadamente 10 minutos de ese sensual baile involuntario, de esa desesperación y candor que mostraba se lo concedí.
¿Qué carajos estás haciendo, pareciera que ocultaras algo entre las piernas, o que guardaras algo que no quisieras que escape de ahí, es así acaso sucia perrita?
No señor
¿Qué es lo que guardas entre las piernas perra?
Nada señor
Muéstrame entonces, abre las piernas, ábrete el sucio coño de perra con una mano y con la otra acerca lo más que puedas la cámara para poder comprobar si es cierto lo que dices y que en efecto no estas ocultando nada entre tus piernas.
Y así lo hizo, abrió las piernas como si fuera a mear para que su coño se abriera, posterior a eso puso su mano en su vagina y con sus dedos pulgar y meñique se abría los labios vaginales, al mismo tiempo y de forma involuntaria el resto de sus dedos le rosaba el clítoris y se introducían poco a poco en su vagina, en esa pose aparentemente incomoda que tenía a tientas con la otra mano buscaba el móvil para acercar la cámara a su vagina, lo cual me permitió ver que evidentemente estaba vacía pero a la vez me permitió ver lo empapada que se encontraba, dándose placer en ese momento de forma casi inerte e involuntaria con sus dedos y ante tan “vergonzosa” situación.
Serás cerda perrita, estas muy mojada, puedo ver que te gusta tener los dedos ahí dentro ¿verdad perrita sucia?
Creo que sí señor, dijo entre gemidos ahogados.
¿Así que solo crees? Pues vamos a darle certeza a tus palabras, veo que esos tres dedos se van resbalando cada vez más hacia adentro de tu sucio coño, pues no te contengas, quiero verlos hasta dentro, lo más dentro que puedas, y no te contengas en tomar vuelo hacia atrás para hacer que entren más cada vez, pero quiero ver esos tres dedos muy dentro de ti perrita y ni se te ocurra alejar demasiado la cámara, quiero ver cada uno de los movimientos de tu vagina de perra al hacerlo.
Ni siquiera me respondió, no hizo falta, sus acciones hablaron por ella, ella no podía hablar, estaba ya apretando demasiado los dientas para tratar de ahogar gemidos excesivos, pero su mano en cambio presento bastante actividad, sus dedos entraban y salían con demasiada facilidad de su vagina, se estaba masturbando a un ritmo bestial, los dientes aun apretados, sus ojos vendados, aún en la posición de querer mear y con su otra mano en el celular que tenía aun casi pegado a su coño, se podía apreciar por la cámara no solo la humedad abundante en su coño, si no también gotas de líquido vaginal resbalando por sus piernas, luego también saltando por todos lados empapando la cámara de su celular entre otras cosas, no sé qué estaría pasando por su mente en esos momentos pero lo que era evidente es que estaba comenzando a correrse como una verdadera perra, cosa que no estaba dispuesto a permitirle, al menos no en ese momento.
¡Alto ahí perrita!, ¿Qué carajos crees que estás haciendo ahora? ¿Quién te ha dado el permiso de correrte como una guarra cualquiera? ¿Crees que te mandas sola? ¿tan rápido olvidaste mis condiciones? ¿o acaso ya quieres terminar con todo esto? ¡sucia zorra barata!
Nnnnooo, sseeñor. Dijo titubeante, aparentemente sin saber que responder, con la excitación a todo lo que daba y confundida por el contraste de emociones. – Ppeerdón señor, perdóneme por favor, haré lo que me diga.
Claro que harás lo que yo diga sucia perra, y en adelante así será, ahora lo primero que quiero que hagas es que acerques la cámara a tus ojos y que la limpies con tu venda que tienes puesta, es preferible que estés sucia tú, tal como eres cerda a que este sucio el dispositivo por el que te estas mostrando ante mí.
Lo siguiente sácate de una vez esa mano de tu sucio coño y límpiala con la lengua para que tú misma compruebes lo sucia que eres y hasta donde llega tu nivel de cerda al ensuciar todo de esa manera.
Lo siguiente que harás ya con la cámara acomodada en su lugar será prepararte para tu castigo, pues ya con tu desastre un tanto en orden será el tiempo para afrontar las consecuencias de tus actos, así que lo siguiente que harás será entrelazar tus manos en tu espalda y dar dos pasos hacia atrás, luego de esto te pondrás de rodillas y solo con tu boca buscaras el consolador que trajiste, estoy seguro que sabrás encontrar la manera de reconocerlo jaja, luego ya que lo tengas bien identificado lo tomaras como un perro, en tu caso como una perra toma su hueso y hasta entonces podrás levantarte, luego avanzar los dos pasos que habías retrocedido antes para que vuelvas a estar en el enfoque de la cámara, tomaras el consolador con tus manos y te lo introducirás en tu sucia vagina, no creo que esto te sea difícil ya que estas empapada como una cerda, te recomiendo lo metas lo más adentro que puedas, ya que a diferencia de hace unos momentos que te meneabas cruzando las piernas como si tuvieras algo dentro, ahora si lo tendrás, y si lo dejas salir sin escuchar una orden mía de hacerlo las consecuencias serán mucho peores, después de ello te proporcionarás nuevamente el castigo que ya conoces, 10 azotes en casa teta, azotes que tengo que oír con fuerza de este lado de la línea para contarlos como válidos, de lo contrario todo habrá sido en vano y reconsideraremos el castigo, dicho esto perrita, sin que pierdas más tiempo y sobre todo sin que me hagas perder el mío, comienza ya.
Liz al instante se sobre saltó por mi tono de voz, pero acató la orden de inmediato, aun con una mano casi completa dentro de su coño, con su otra mano se llevó el móvil a la venda que tenía colocada en sus ojos para limpiar el lente, cosa que no logró por completo pero no iba yo a interrumpir ese momento, luego trato de colocarlo lo mejor que pudo en la posición en que estaba inicialmente para poder ver el espectáculo que seguía a continuación, se sacó su sucia mano del coño y la llevó a su boca, primero la lamió poco a poco, pero al sentir como la tenia de empapada la chupó todo lo que pudo, se la metió casi completa a la boca, y lamió, o mejor dicho devoró lo que le quedaba en el resto de la mano, la muñeca y parte de su brazo, se llevó luego las manos a la espalda y dio dos pequeños pasos hacia atrás, colocó después su rodilla derecha en el suelo y posteriormente la izquierda, estaba arrodillada, con la boca entreabierta y la lengua ligeramente de fuera, supongo que por la mezcla del cansancio, excitación, nerviosismo y el orgasmo ahogado y negado que acababa de tener, así en esa suculenta posición inclino su cuerpo completamente al frente y lo primero que sintió fue su propia humedad que de cuyas gotas antes habían caído al suelo y mojaron aún más la venda en sus ojos, su mejilla derecha y que pudo probar con sus labios y lengua por la posición en que se encontraba, del mismo modo fue arrastrando su mejilla poco a poco hacia la izquierda, con la boca muy abierta y la lengua completamente de fuera como queriendo encontrar algo en su camino y así fue hasta que se topó con los pugs en primer plano, y los reconoció por que tuvo que medirlos primero a lengüetadas para poderlos reconocer, el primero fue el más pequeño, el cual lo recorrió completamente lengüetazo a lengüetazo como si estuviera devorando una paleta de hielo a la que quisiera derretir con su calor, levanto después un poco su cara dirigiéndose más a la izquierda, brincándose el pug medio y bajando su cara directamente en el más grande, del cual recorrió su diámetro para identificarlo y saber así que no era aun lo que estaba buscando, por lo que arrastró nuevamente su cara hacia la izquierda para que no hubiera margen de error y poder dar rápidamente con su objetivo, y así fue, tenía su cara, su boca, su lengua en el consolador, el cual también primero para asegurarse que el objeto encontrado era el correcto lo recorrió con la lengua primero por todo lo largo del consolador, luego lo chupaba por lo ancho como queriéndolo agarrar con los labios pero se le escapaba al quererlo levantar, por lo que tuvo que abrir aún mucho más su pequeña boquita para así poderlo asegurar bien con los dientes y de este modo seguir con la siguiente indicación, se levantó, dio dos pequeños pasos al frente, tomó el consolador con una mano mientras con la otra se abría un poco sus labios vaginales para facilitar la entrada y de un solo golpe lo metió casi hasta el fondo, los fluidos vaginales que aun chorreaban a cuentagotas de entre sus piernas y de su coño ayudaron bastante, luego un par de meter y sacar más logro que entrara un poco más para poder asegurarlo entre sus piernas y ahora si cumplir con su castigo.
Hecho lo anterior y sabiendo bien lo que tenía que hacer a continuación tomo su teta izquierda con su mano izquierda, y con la derecha se propinó de inmediato un fuerte golpe, fruto de la desesperación y excitación que aún tenía para ese momento, recuerdo que en su momento entre más excitada estuviera más fuere me pedía darle y más duro quería ser azotada siempre, parece que algunas cosas no cambian con el tiempo, el golpe fue muy sonoro, parte por la fuerza e intensidad de este, y parte porque aún tenía su mano embarrada de sus jugos, apretó los dientes y aun así se le escapó un gemido mezcla de quejido y jadeo, las piernas se le encorvaron un poco, se meneo sutilmente, pero lo más rápido que pudo volvió a incorporarse para darse otro azote, quizá un poco más fuerte que el anterior, misma mueca, mismo rictus de dolor, mismo meneo y jadeo, y llego un tercer azote, un cuarto, un quinto y al sexto no pudo más ahogar sus gemidos y soltó un fuerte grito si de dolor, era innegable, pero también el jadeo producido por la excitación que a la vez iba creciendo cada vez más, esta vez tardó unos segundos más en reincorporarse, luego vino un azote no tan fuerte como el anterior, que imagino le permitió reposar un poco para un siguiente, tan fuerte como el sexto, solo que sin grito, únicamente jadeos muy fuertes y agitados, su apretar de piernas y su meneo, un noveno en las mismas condiciones que el anterior y un último aún más fuerte, más estruendoso, y mucho más sonoro en todos los sentidos, la hizo gritar con un quejido mucho más fuertes que todos los anteriores, sus gemidos muy fuertes y agitados, parecía que también estuviera ya sudando, se veía todo su cuerpo muy brillosos por la cámara, encorvó sus piernas y se inclinó hacia el frente, bajo su venda se veían dos gotas liquidas resbalar, supongo que eran lágrimas, de su boca salía un hilo de saliva, sudor de todo su cuerpo, fluidos vaginales de entre sus piernas, pero además y como producto de todo lo anterior el consolador había salido un poco de su vagina, como si quisiera escapar de ese cálido y húmedo lugar, Liz mientras tanto trataba de apretar sus piernas tanto como fuera posible para no dejarlo escapar de ahí, pues sabía que algo malo pasaría si esto sucedía.
Pe-permiso para acomodarme el consolador que se me está saliendo señor, siento que no podré contenerlo más.
Cállate perrita, no tienes permiso ni para hablar ni para acomodarte nada, y más vale que no lo dejes salir de ahí, no tienes ni idea de lo que te pasará si lo dejas caer, ahora ya no me hagas perder más mi tiempo y continúa, tengo cosas más importantes que hacer.
Al instante acató la orden, tomo su teta derecha con su mano derecha y con la izquierda se dio un azote con toda la poca o mucha fuerza que le quedaba, he de reconocer que, aunque no tuviera ya tantas fuerzas, y menos en la mano izquierda el golpe se oyó estruendoso, y se le oía gritar, y gemir, jadear, excitada, nerviosa, asustada, candada y adolorida, era una mezcla exquisita verla en ese estado, no podía aflojar sus piernas por más que le cansaran y le dolieran, pues sabía cuál sería el resultado, aun así las flexionó un poco, y de algún modo logro que el consolador se metiera un poco más, así en cada palmada que se daba discretamente lo iba tratando de meter más y más con sus piernas y flexiones, no supe si lo hacía o no con esa intención pero noté que se estaba masturbando y dando mucho placer a cada que flexionaba sus rodillas y hacia ese meneo para seguirse masturbando, al tiempo cada golpe más fuerte que el anterior iba también incrementando su excitación, así llegó el quinto, el sexto azote, entre gritos y gemidos, flexionaba sus rodillas, meneaba su cadera y hacia que el consolador las siguiera masturbando.
Mas fuerte perra, no son caricias, le dije.
Se dio el séptimo azote con más fuerza, exhausta, adolorida y cachondisima dobla las rodillas casi al punto de llevar sus nalgas hasta sus tobillos, logrando que el consolador entrara nuevamente casi por completo, así como estaba trato de menearse, de bombearse un poco “discretamente” aunque la verdad es que a ese punto Liz ya no se pertenecía ni en cuerpo ni en mente, así mismo se levantó pero seguía con el meneo, se dio otro gran azote con el que repitió la operación, el suelo se notaba ya mojado, Liz estaba completamente empapada, chorreando, se dio un azote mas, con mas fuerza que ninguno, gritó, chillo, gimió, esta vez sin mayor descaro se puso en cuclillas con las piernas aun cerradas, se dio tres o cuatro sentones y en ese momento quiso ahogar un fuerte grito, quiso evitar un fuerte orgasmo, quiso seguirse sosteniendo la teta derecha y quiso seguirla azotando con su mano izquierda, quiso apretar aún más las piernas, quiso también llevar sus manos a su coño y quiso no dejar que se le saliera el consolador, exhausta, empapada si de sudor en todo su cuerpo, pero chorreante de sus coño y por sus piernas por el orgasmo que había tenido, en cuclillas con las piernas ligeramente abiertas y las manos apoyadas en el suelo y su respiración entrecortada solo oyó el decir:
Has fallado cerda, me has decepcionado, ahora tendrás que prepararte para tu castigo, te veré por ese mismo medio la próxima semana, misma hora y mismas condiciones…
Continuara..

Otros relatos eroticos Dominacion

Me acabo de casar hace apenas 6 meses y el señor de la tienda de la esquina ya me coje.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de September de 2009 a las 17:55:48 - Relato porno leído 282690 veces
Resumen: De cómo dejé que mi profesor me follara a cambio de aprobar un examen y me gustó.
Relato erótico enviado por gustavo8000 el 11 de January de 2012 a las 00:26:17 - Relato porno leído 129737 veces

mi primer cogida en el metro

Categoria: Dominacion
Historia de cómo guillermina es desvirgada en el metro ...
Relato erótico enviado por GUILLERMINA el 03 de August de 2005 a las 18:15:15 - Relato porno leído 124378 veces
El ingreso a la esclavitud tiene su precio y ellas están dispuestas a pagarlo sin importar que tan caro pueda salirles.

Relato erótico enviado por Anonymous el 24 de March de 2009 a las 16:53:18 - Relato porno leído 91244 veces
Todo empezó en una charla....hasta que Carla me convirtió en Un Marido Dominado, Sumiso y Cornudo
Relato erótico enviado por domo54 el 16 de January de 2009 a las 18:15:48 - Relato porno leído 86314 veces
Si te ha gustado De ex esposa a esclava (primera parte) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar De ex esposa a esclava (primera parte). lovermanr te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:20) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato De ex esposa a esclava (primera parte).
Vota el relato el relato "De ex esposa a esclava (primera parte)" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado