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El deseo de una nina

Relato enviado por : John Suanzo el 14/12/2004. Lecturas: 24045

etiquetas relato El deseo de una nina .
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Resumen
El descubrimiento del sexo en una niña de 9 años con el hijo de una amiga de su mama.


Relato
Folla con su vecino. jovencita folla con su vecino
(Mi nombre es John Suanzo y este es el primer relato que escribo. Espero recibir sus criticas en la dirección abajo indicadas)

Juan es mi nombre y esta es una pequeña historia que me ocurrió hace poco mas de 6 años con la que hoy es mi novia. Tengo 25 años y vivo en las afueras de Madrid Capital. Soy universitario y mi aspecto físico no se diferencia mucho a cualquier persona que se cuide un poco.

Comencemos con mi historia. Era verano, digamos a mediados de un muy caluroso agosto. Por esas fechas mi madre y una amiga solían quedar en mi casa ya que teníamos aire acondicionado. Esta amiga tiene una hija que por entonces tenia 10 años, llamada Lurdes. Al principio no la preste atención, simplemente la vi como una niña mas, aunque podía sobresalir por unos ojazos de un color azul cielo preciosos.

Un día, como el que no quiere la cosa, llama a mi puerta.

Hola, ¿estas ocupado?- dijo ella con una sonrisilla irresistible.

No, no, pasa - la dije yo.

Me preguntaba si podías ayudarme - me dijo enseñándome un cuaderno de cuadros abierto.

En esto que mi madre entre detras de ella y me dice que si podía perder un poco de tiempo, y ayudar a Lurditas en un trabajo de clase. Yo acepte, realmente estaba perdiendo el tiempo no tenía muchas ganas de estudiar.

Mi habitación no es muy grande y la zona de trabajo solo tiene una silla, a si que no tubo mas remedio que ponerse encima de mis piernas. Ella llevaba puesto un pantaloncito corto y una camiseta de hombreras, escondiendo unos pezoncitos todavía incipientes. Al principio estaba muy incomoda y se movía sobre mis piernas. Yo solía llevar, ya que en mi habitación no había aire acondicionado, un bañador corto recuerdo de mi pasado militar, y sin calzoncillos por lo que ese movimiento me producía una gran erección. No sé si se dio cuenta del paquete que tenia debajo de su culito joven pero me hacia sentirme incomodo y por alguna razón deseaba que no parará.

Una vez terminado el trabajo me dio las gracias y me dio un besito. Entonces no sé por qué, me fije en su figura de niña, quizá por el calentón. Cerré la puerta con llave y saqué mi polla que estaba reventona. Me hice una buena paja con la imagen de ese culito virgen.

Durante los siguientes días, Lurditas se encariño conmigo, y empezó a venir a mi habitación a pedirme cosas, unas veces quería buscar información de su cantante favorito, otras con un trabajo de clase, y entre día y día empezamos a jugar a las peleas en mi cama, la verdad es que lo hacíamos sin ninguna maldad, por lo menos yo. Lo que me pasó el primer día lo había olvidado. Pero no se como en uno de esos juegos, sin intención por mi parte, la cogí por su coñito, haciendo superman. Hubo un silencio cuando la solté, y la pedí perdón, pero ella solo me sonrió.

A partir de ese día se transformó. Solo quería estar encima de mis piernas, y cuando jugábamos ella intentaba tocarme la polla. Yo, al principio no le daba importancia, pero a medida que pasó el tiempo la llamé la atención.

Lurditas, no debes hacer eso que eres muy pequeña – la decía yo.

Ups. Lo siento se me fue la manita- me decía con una sonrisilla en la boca.

El colmo fue el día que me quiso quitar mi bañador, no se como se le ocurrió.

¿Qué haces Lurditas?, Déjame en paz anda – le decía yo con cara de asombro.

Anda déjame vértela, solo una vez – dijo Lurditas.

No, no eres muy pequeña no seas guarra Lurdes – la recriminaba con aire cabreado.

En ese instante ya tenia una erección de caballo, y la polla se me asomaba por el bañador. Mi madre llamó a la puerta y pegué un salto a la silla que tenia al lado. Ella no sospechó nada pero el calentón que tenia ya no me lo podía quitar una paja..... así que tracé mi plan.





Lurditas me comentó que tenía que hacer un trabajo muy largo sobre las ranas, con fotos y todo eso. Con ese dato se me ocurrió una idea. Yo sabia que si nos pillaban a mí me metían en la cárcel y a ella le causaría un trauma que le duraría toda la vida, por lo que tenia que parecer un accidente.

El día de ese trabajo se subió, como todos los días, a mi habitación, sobre mis piernas, la verdad es que empecé a masajear sus muslitos. Ese tacto era tan delicioso que me era imposible frenar la erección, pero tenia que seguir con el plan. A esas alturas seguramente ella ya estaba caliente, ya que me pedía que no parará, pero yo la tenia que dejar con la miel en los labios. Sabía que mi madre y su amiga se bajarían a la calle pronto, ya que lo hacían cuando el sol se ponía, así que la dije que se bajará con ellas y que cuando terminará de imprimir el trabajo, en media hora mas o menos, subiera a recogerlo. Ella aceptó.

Mi madre, su amiga y Lurdes, se bajaron a la calle. Tenía la casa para mi solo, a si que empece a prepararme. Me desnude completamente y me hice una paja, mas que por otra cosa para aguantar un poco mas en lo que estaba por venir. Encendí el calentador para la ducha, y empecé a imprimir el trabajo. Me metí en la ducha, me mojé el pelo y el cuerpo un poco y cogí una toalla. Poco después llamaron al portero. Era Lurdes que subía. Se me puso dura la polla como nunca la había tenido, tanto era así que hasta me dolía. Llamaron al timbre y fui a abrir. Ella al verme se quedó un poco traspuesta, pero pasó. Yo iba delante de ella y la dije que pasará a mi habitación a recoger el trabajo que estaba encima de la mesa. Cuando nos íbamos acercando a mi cuarto me quité la toalla y la dejé en el suelo. Creo que se paró viéndome el trasero porque no la oí entrar en mi cuarto. Abrí la puerta del baño y la dije que iba a terminar de ducharme. Dejé la puerta abierta y no corrí las cortinas. Supongo que ella estaba observando como me duchaba,. Yo intentaba hacer las cosas con mucho cuidado y muy despacio, sobándome la polla cada dos por tres recorriendo cada parte de mi cuerpo con suma delicadeza. Entonces entró en el cuarto de baño.

¡Qué haces Lurditas sal ahora mismo de aquí, no ves que estoy desnudo!

Ya... si.... ahora me voy.....-

Veía como me miraba la polla y eso me ponía a cien. Seguí con mi plan. Como si de un accidente se tratará la mojé sin querer. Así que salí de la ducha y la pedí disculpas. Yo la comenté que así no podía estar, así que la dije que se quitará la ropa para que se la secará. Ella accedió. Me di cuenta que sus braguitas estaban húmedas y su olor me puso a mil. Yo ya la masajeaba todo su cuerpecito y ella ni tonta ni perezosa me tocaba el culo y por supuesto la polla. La dije que ya podíamos terminar de ducharnos juntos. Ella me dijo que si con una sonrisa picarona que me dio hasta miedo.

Yo la masajeaba con la esponja todo su cuerpecito y ella hacia lo mismo conmigo hasta donde ella llegaba, y por supuesto su obsesión, mi polla. Sentía como sus dos manitas me hacían una colosal paja sin saberlo. Yo gemía de gusto, y como recompensa la dije que la iba a hacer una limpieza profunda si conseguía hacer salir la leche de mi polla. Ella acepto. La aconsejé que usara su lengua para limpiarla bien y como si no fuera la primera vez me chupo la polla como un caramelo de fresa. Por supuesto consiguió su leche, la cual no le gusto nada pero tubo que tragarla pues no la avisé con tiempo.

Por supuesto yo hice mi parte. La subí en mis hombros con su coño delante de mi boca. Primero la di varios lengüetazos a lo largo de su hermosa rajita. Después chupe y absorbí todos sus jugos, cuyo sabor fueron mayores que cualquier otra bebida, introduje mi lengua todo lo que pude y ella con sus brazos me hacía el movimiento de vaivén. Con mis manos no solo sujetaba su angelital cuerpecito, sino que tambíen tocaba el culito, incluso introducía un dedo dentro de su ano. Los gemidos de ambos eran descomunales, hasta que sonó el portero.

Rápidamente nos vestimos. De la emoción, y del regalo que me había hecho, la bese en su boca introduciendo mi lengua, a la cual ella respondió como una mujer.

Desde aquel día nuestra relación cambió radicalmente y la fúi enseñando los placeres del sexo.... pero eso es otra historia...



LES RECUERDO SEÑORES LECTORES QUE ESTA HISTORIA ES PURA FICCIÓN Y QUE CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA.

CON_2009@HOTMAIL.COM ESPERO SUS CRITICAS.
 

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Si te ha gustado El deseo de una nina vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar El deseo de una nina. John Suanzo te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
Manpara (6 de April de 2013 a las 02:01) dice: Me gusto tu relato y te confieso me excito mucho

Vindex (2 de February de 2017 a las 01:45) dice: Estuvo genial, pero la cagó la innecesaria aclaración final. Lo peor que puede hacer un autor es arruinar la fantasía del relato, que venía tan bien.

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:21) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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