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EL DIARIO DE MI NOVIA

Relato enviado por : amamallory el 09/07/2009. Lecturas: 32148

etiquetas relato EL DIARIO DE MI NOVIA .
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Resumen
ESTO ES UN RESUMEN DE LO MEJOR QUE LEI Y VIVI EN LA RED DE RELATOS ,,,LO TOMO COMO MI EXPERIENCIA DE MI NOVIAZGO ,,,,MI NOVIO , MI MARIDO Y SUS PRECIOSOS CUERNOS QUE LLEVA CADA VES CON MAS ALTURA


Relato
El Diario.
Voy a contar mi historia tal como la viví, sabiendo que muchos de ustedes tal vez nunca logren comprenderme. Tengo 29 años y me llamo MARIO, y hace 2 años que estoy felizmente de novio con una chica llamada Maria jose . Ella es una hermosa mujer de 24 años, alta (1.70 mts.), pelo largo negro y ojos marrones increíbles. Las curvas de su cuerpo provocan en la mayoría de los hombres una seria turbación y por lo tanto ella es reacia a andar luciéndolas en plena calle, dado que ya con su hermosa cara angelical es destinataria de numerosos piropos provenientes del sexo opuesto. Ella siempre fue muy religiosa, desde su niñez, y fue educada en distintos colegios que hicieron de ella una practicante laica ejemplar: no había domingo en que faltara a misa, que no se confiese o no comulgue. Sus padres siempre estuvieron muy orgullosos de su hija, dado que nunca les trajo ningún tipo de problemas, y fue siempre la envidia de los otros padres que siempre desearon tener una hija ejemplar como mi novia lo es: el único novio que tuvo en su vida siempre fui yo, y no existió nunca hombre que ose poner en tela de juicio su honestidad. Su familia me quiere y respeta tanto como ella lo hace y no hubo ningún inconveniente de parte de su padre en entregarme la mano de su hija cuando fui a solicitarla: en un mes estaremos felizmente casados. No veo la hora que llegue ese día, no sólo espiritualmente (dado que mi amor por ella es infinito), sino también carnalmente, debido a que ella una y otra vez se ha negado a tener relaciones conmigo antes del matrimonio, lo que provocaba que yo inevitablemente me masturbase con demasiada frecuencia. Fue por eso que me sorprendió demasiado lo que me pasó, y pasaré a contarles.
Mi novia siempre demostró cierta indiferencia respecto al sexo. Yo siempre sospeché que era pura represión, producto de sus acentuadas y firmes convicciones religiosas, pero que seguramente en el marco de nuestro próximo matrimonio iban a ser dejados a un lado e ibamos a empezar a disfrutar del sexo entre marido y mujer. Muy poco hemos hablado del tema en nuestra relación, pero sí lo suficiente para que ella me manifestase su deseo de llegar virgen al altar, y al hacerlo “vestir de blanco por fuera y ser igualmente inmaculada por dentro”, tales fueron sus palabras.
Ella siempre dedicaba aproximadamente media hora del día en escribir en su diario íntimo, haciendo de ello todo un ritual: bien sabía yo que todos los días a las 19.30 hs. Ella se encerraba en su habitación a escribir lo que le había sucedido durante el día. Siempre para mí el contenido de ese diario fue un misterio: nunca me enteraba lo que ella escribía, pero eso no me parecía mal, todo lo contrario, siempre fui partidario de que cada persona merece un cierto ámbito de privacidad totalmente impermeable al conocimiento ajeno.
Un día mi novia me llamó a casa para informarme que un pariente de ella había muerto, y debían viajar por unos días para asistir al entierro. Me solicitó, debido a la profunda confianza que toda su familia tenía en mi persona, que vaya todos los días en que ellos estuviesen ausentes a alimentar a su perro, un cocker que tenían desde hace años y que era para ellos algo así como un integrante más de la familia. Sin dudar un instante, acepté el encargo de mi novia. En menos de cinco minutos escuché el timbre: era mi novia acompañada por sus padres que venían a traerme la llave de su hogar porque debían partir lo antes posible.
Al momento de la despedida, noté en mi novia un leve enojo, por lo que pregunté que le pasaba: - Es que salí tan apurada que olvidé mi diario íntimo, así que por los días que esté afuera no podré escribir.- dijo compungida.
Ese mismo día al caer la tarde me dirigí a su casa, le dí de comer al perro y al retirarme, un sentimiento de tristeza por su ausencia me invadió: tratando de mitigar mi dolor, me dirigí a su habitación y me acosté sobre su cama, boca abajo y oliendo su almohada e imaginando que ella no estaba tan lejos, me dormí un rato sobre su cama. Al despertar, volvió a invadirme el mismo pesar: era la primera vez que no nos veríamos por tantos días, por lo que decidí llevarme en préstamo alguna pertenencia suya a mi casa, para no sentirla tan lejana. Lo primero que ví sobre su escritorio fue su diario íntimo, y sin dudar un instante, y creyendo que hacía una obra de bien, lo tomé entre mis manos y me retiré: - En mis manos estará bien cuidado, nadie violará tu intimidad, mi amor – me dije para mis adentros.
Al llegar a mi casa, guardé el diario en mi habitación y aunque se me cruzó por la cabeza la idea de conocer su contenido, enseguida me negué a cometer semejante traición.
Los días fueron pasando y eran interminables sin ella a mi lado, habían pasado sólo tres días que parecían siglos, ella recién regresaría en dos semanas: el fallecido era de Río de Janeiro, y era un viaje de dos días en auto desde Buenos Aires, por lo que además de los cuatro días que isumía el viaje, aprovecharían para pasar unos días allí con la familia del difunto. La tentación de leer su diario iban en aumento, ya me era muy díficil de soportar. El quinto día no pude más, y creyendo que releyendo su vida la sentiría cerca de mí, esa noche comencé con la lectura de su diario, sin sospechar ni remotamente que mi vida y mi visión del mundo cambiarían para siempre. Ese diario era desde hacía tres años, y al comenzar a leerlo me llené de satisfacción: en casi todas las páginas decía lo bien que se sentía a mi lado, todo lo que me amaba y que lo único que quería en su vida era casarse y ser feliz a mi lado, en una de aquellas páginas, que había sido escrita hace un año atrás, pude leer:
04/11/01 “Hoy ví una foto de un hombre desnudo por internet, fue verdaderamente desagradable, tenía el pene colgando entre las piernas y me causó muchísima impresión. Espero que mis amigas dejen de enviarme esas cosas por mail porque no me gustan, quiero mantenerme alejada de todas esas inmundicias. El único pene que veré en mi vida es el de mi amor, mario, una vez que nos casemos”
Eso también me llenó de alegría, la fidelidad de mi novia era algo seguro, aunque me sentí medio molesto por los celos al saber que mi novia había visto un pene que no era el mío, aunque sea tan sólo por una foto.
La lectura continuó, y en la página correspondiente a tres días posteriores, leí:
07/11/01 “hoy la puerca de Marita volvió a mandar fotos de hombres desnudos, creo que lo hace a propósito porque sabe cuál es mi opinión respecto a ese tema, quiere molestarme por mis convicciones, pero nunca hará cambiar mi manera de pensar, por más que los hombres que mande sean tan atractivos como los de hoy”
Esto ya me molestó un poco más, qué es eso de que hay “otros” hombres atractivos? . La lectura continuaba....
10/11/01 “hoy Laura envió la foto de un negro gigante con un lomo inmenso, y lo que colgaba entre sus piernas era....hermoso!!!!!!!!”
Ya estaba comenzando a indignarme: el pene de un hombre negro era hermoso???. Estaba seguro que por más tachado que estuviera eso era lo que había escrito.Me pareció que esto ya estaba tomando otro camino....
11/11/01 “Me metí en Google a buscar lo que quería encontrar, palabras claves: big black cock, interracial sex, blacks on blondes. www.dogfart.com., www.blacksonblondes.com. . Ví unos negros divinos con unas pijas gigantes cogiendose a unas nenas muy parecidas a mi, ¡qué buenos que están los negros! Nunca me había fijado en ellos, que vergas que tienen ¡!!!!
Hoy me toqué por primera vez, tocarse no creo que sea pecado, pero la verdad sea o no pecado es lo mínimo que podía hacer, esas imágenes me dejaron loca, ¡y encima soy virgen! Tengo muchísimas ganas de dejar de serlo ¡!!!! Creo que tuve un orgasmo imaginando a esos tipos encima mío, por Dios!!!!
Esto provocó en mí una gran indignación, arrojé el diario contra una pared sin poder creer que esas cosas habían sido escritas por mi novia, de su mismo puño y letra, me había enterado que ya había pasado para otro lado: se masturbaba pensando en otros tipos y a mí no me dejaba tocarle un pelo, pero esto no era nada comparado con lo que me enteraría en los días que seguían.
Esa noche abandoné la lectura y traté de dormir, pero era inevitable que se me cruzase por la mente la imagen de mi novia penetrada por un negro y gozando como la más puta entre todas las putas, y me dí cuenta que mi miembro se había erectado. Sin pensarlo siquiera, como un reflejo, comencé a masturbarme con esa imagen, acabé y me dormí plácidamente.
Al otro día, no podía dejar de pensar en ese tema, memoricé las direcciones de internet y comencé a explorar, tratando de entender que era lo que tanto le atraía a mi novia. Nunca fui fanático del material pornográfico, a mis 29 años sólo había visto unas pocas fotos y no más de tres películas “clásicas”, o sea, un solo hombre con una sola mujer, y por lo tanto lo que ví en esas páginas me causó una gran impresión: más de un negro cogiendo por la vagina y por la cola a una hermosa rubia, chupadas de pija, acabadas monstruosas. Todas chicas espectaculares con negros gigantes de pijas inmensas, que al lado de la mía serían el doble de largo y de ancho. Comencé a preocuparme seriamente: después de haber visto sólo esas vergas, mi novia al ver la mía se llevaría una gran decepción, y aunque mi tamaño es normal, ella pensaría que es diminuta.
Esa noche retomé la lectura:
12/11/01 “Hoy me masturbé dos veces seguidas, no puedo dejar de pensar en esos negros: qué buenos que están!!! Cómo me gustaría que me cojan entre dos o tres de ellos, sería fabuloso que mi primera vez sea con un tipo así!!!! También me metí un dedo en la cola, al principio me dolió un poquito pero me terminó gustando, tengo que practicar por las dudas si algún día recibo algo largo y negro como eso también en mi cola. En total acabé cinco veces, una mejor que la otra. Conseguí nuevo material en los grupos de Yahoo.”
Lentamente me iba acostumbrando a la situación, la verdad que apenas agarraba el diario ya comenzaba a erectarme por las cosas que mi novia escribía, y debía masturbarme. No dejó de molestarme el saber que mi novia aunque sea por un momento pensó en que la desvirgaría otro.
La lectura seguía siendo de la misma tonalidad, mi novia escribía acerca de las nuevas páginas porno que había descubierto, alabando a los negros que en ellas aparecían y a sus grandes pijas, de las ganas de ser bien cogida y culeada por ellos que tenía. Confesó en sus páginas que ya se metía tres o cuatro dedos en la concha y le habían entrado tres en la cola: había adquirido una gran experiencia masturbándose, y era una rutina habitual de ella ser una “gran pajera” (así lo había autoconfesado en su diario), masturbándose más de dos veces por día, todos los días. Me enteré que ya había blanqueado su situación con sus amigas (antes vituperadas y hoy alabadas por el intercambio de fotos y videos de negros sementales) y sostenía que Marita era una “guacha, que consigue los mejores videos”. En otras páginas hablaba de su alejamiento de la Iglesia, y de cómo había experimentado ella misma un cambio radical en lo que respecta a sus convicciones morales y religiosas: el sexo ya no era una inmundicia, sino algo hermoso para ella y no veía la hora de poder dar el gran salto y liberarse totalmente siendo “bien cogida por una divina pija inmensa”. Sin embargo ella seguía asistiendo a misa todos los domingos, o por lo menos eso era lo que a mí me decía que hacía todos los domingos a la mañana.
Todo este cambio en mi amada novia también provocó en mí situaciones tenebrosas: pasé de la indignación y la bronca a la excitación total al saber que mi novia era presa de los más bajos y perversos impulsos, que estaba sedienta de sexo y del bueno, de más está decir que cada sesión de lectura de su diario era motivo de una masturbación por mi parte, y no pensaba en otra cosa que en mi novia siendo cogida como las más puta de todas las putas por uno o más negros de pijas grandes, tal como ella lo deseaba, aunque luego de masturbarme siempre quedaba un dejo de culpa en mi culpa. Avanzando con la lectura, me enteraría de otras cosas de las que ya sería muy díficil escapar o hacerse el distraído:
23/12/01 “La guacha de Marita se hizo coger por un negrazo que conoció por la calle: me dijo que fue espectacular, que nunca antes había gozado tanto: le llenó la concha, la cola y la boca de leche como nadie se lo había hecho jamás, ¡Qué hija de puta, cómo la envidio! Me dijo que el cornudo del novio parece que algo sospechó esa tarde porque insistemente llamaba a su celular, pero ella le dijo al ciervo que se había quedado sin batería. Estuvo cogiendo por tres horas seguidas y el tipo la hizo acabar 7 veces, mientras que él acabó 4 sin problemas, dice que con el novio con suerte puede llegar a dos, y el cornudo acaba sólo una vez y la pija le queda muerta. No está arrepentida para nada y piensa seguir haciendo cornudo a su amado novio. Me dijo que iba a arreglar con el negro a ver si tiene algún amigo para que salgamos los cuatro, no sé que hacer: amo totalmente a Juan Manuel, pero si llega a ser como el cornudo del novio de Marita, prefiero debutar con un buen negro que me atienda bien y hacerme la virgen delante de él para no herirlo. La otra vez lo espié a Juan Manuel cuando se bañaba, y la verdad que el tamaño de su pija es nada que ver con la que tienen los negros que veo por internet, que va a ser!!! Me parece que Mario, el amor de mi vida, va a ser un gran cornudo!!!!!!”
No podía creerlo: mi novia pensaba seriamente en hacerme cornudo, en negarme el acceso inicial a su virginidad y entregarsela a otro macho sólo por el tamaño del miembro, luego de un rato comencé a recobrar la serenidad e, inexplicablemente, comencé a masturbarme imaginando a mi hermosa novia siendo penetrada por primera vez por un semental negro: esta vez no sentí nada pero nada de culpa, me iba preparando para lo que supuse que vendría inexorablemente: mis primeros cuernos. En las páginas posteriores, una nueva historia comenzaba exactamente detallada, con diálogos y todo, se ve que el suceso fue importantísimo para mi noviecita:
25/12/01 “Hoy Marita me pasó a buscar por casa diciendome que tenía una sorpresa: yo ni me imaginé de lo que se trataba. Me dijo que me vista bien y que me ponga bien linda porque era un día muy especial:
- -Sí, es Navidad – Le dije yo
- De acá en más, te vas a acordar por siempre del regalito que te trajo Papá Noel este año – me dijo picaramente mi amiga.
Comencé a sospechar de qué se trataba, y haciéndome la distraída y sin preguntar nada para no preocuparme por posibles culpas, fui a bañarme y a pintarme. Marita estaba esperándome en mi habitación con un paquetito entre sus manos:
- Tomá, Marcela, esto es para vos, Feliz Navidad, amiga mía!!!!
Abrí el paquetito y había una tanguita diminuta, casi era un hilo dental con un corpiño haciendo juego, todo de color negro.
- Ay, Marita, muchas gracias!!!! Nunca tuve un conjuntito de estos, nunca me animé a usar algo así, es bien de perra, jajajajaja!!!! – le dije
- Si, Majo, es bien de perra y quiero que te lo pongas hoy porque vamos a ir a dar una vuelta las dos, tengo otra sorpresa para vos.
- ¿Este conjunto es el regalo de Papá Noel? – le pregunté nerviosamente.
- No, tontita, este regalo es mío, el de Papá Noel lo vas a recibir en un ratito – me dijo mi amiga mientras me miraba obnubilada colocándome la tanguita y el corpiño que me quedaban a la perfección, resaltándo todos mis atributos.
Salimos de casa y me olvidé totalmente de mi amor Juan Manuel. Subimos al auto de Marita que comenzó a manejar por la ciudad, hasta llegar a lo que parecía ser un taller mecánico.
- Vení, Marcela, bajemos acá que tenés que buscar el regalito de Papá Noel
Enseguida le hice caso: me sentía bastante extraña: estaba vestida con una pollerita, una remera blanca que resaltaba mis tetas, unos tacos aguja (que Juan Manuel no sabe que tengo) y abajo esa tanguita diminuta bien metida en la cola). Marita tocó timbre y enseguida comprendí todo. Se abrió la puerta y apareció un negro gigantesco, debería medir 1.95 m como mínimo, que enseguida nos invitó a pasar. Una vez que cerró la puerta , tomó a Marita por la cintura y le estampó un beso de lengua que no terminaba nunca. Yo quedé paralizada, mirando como el negro y Marita se besaban con una calentura sin fin, se notaba que yo no era la única que no se acordaba de su novio, Alejandro, el cornudo novio de Marita, seguramente no era ni un recuerdo en la cabeza de mi amiga.
- Leroy – dijo Marita, conteniendo un poco su ostensible excitación - te presento a Marcela, la amiga de la que te hablé! –
- Hola Bombón, que hermosa sos!!! – dijo el negrazo clavándome la mirada
- Gracias, Leroy, vos también sos muy atractivo – dije bastante nerviosa.
- - Te noto un poquito nerviosa, nena- dijo el semental –vamos a romper el hielo y entrar en confianza – y me agarró con esos brazos fuertes que me hicieron sentir una débil muñeca y acercando sus labios a los míos, me dio un beso intenso, metiendo toda su lengua en mi boca.
No lo podía creer, un negrazo de película me estaba besando, y eso recién empezaba. Seguramente no iba a salir de allí de la misma forma que entré.
Yo quedé colgada de ese semental, Marita nos miraba con los ojos abiertos como dos faroles, no sé si de celos o de excitación, pero en un momento ese macho me hizo volver a la realidad.
- Esperá, nena, no seas impaciente, que vos viniste para estar con mi amigo, mientras yo la paso bien con tu amiguita, Freddo, vení para acá que llegó tu nenita – grito hacia el fondo del taller.
Y ahí apareció Freddo, otro negro gigante pero un poco más musculoso, vestido sólo con un jean ajustado y su torso desnudo que parecía esculpido por Miguel Angel, las piernas me temblaban y noté una humedad descomunal en mi entrepierna.
- Hola, querida, ya me estuvieron hablando de vos, pero sos muchísimo más linda de lo que imaginaba – dijo observándome de arriba abajo con un más que evidente interés
- Gra...gra...gracias – atiné a responder
Ahí nomás el macho me agarró y me dio otro hermoso beso. Yo ni me acordé de mi amado Juanma, ya era el segundo machote que besaba en menos de tres minutos, ya podía decirse que mi novio era un cornudo y no me importaba en lo más mínimo.
Leroy tomó a Marita de la cintura, y ella se notaba totalmente entregada hacia ese animal, y le dijo:
- Vení, putita, vamos para atrás así dejamos a Freddo y Marcelita solos, me parece que se tienen que conocer muy bien – y mirándome agregó: _ ¿O no , Marce? –
Yo estaba muy nerviosa, ya decidida a recibir todo lo que ese negrazo quiera darme y sólo atiné a responder:
- Sí...sí – mientras miraba el bulto que se le marcaba a Freddo a través del jean
Los dos se fueron para el fondo y desaparecieron. La seguridad que mostraba Marita entre los brazos de Leroy y el hecho de meterle los cuernos a su novio como algo natural, me dieron cierta seguridad, aunque seguía muy nerviosa dado que mi debut sexual era inminente.
Freddo tomo mis manos y me dijo: - Así que sos virgen, bomboncito?
- Sí, sí...- dije con cierta vergüenza, agregando – Tengo 24 años y todavía soy virgen, nunca en mi vida hice nada, ni siquiera me han tocado las tetas.
- Uyyyy, nena, pero no es que hace mucho tiempo que estás de novia? ¿Tu novio nunca te tocó? – preguntó ese negrazo mirándome fijamente a los ojos con una mirada lasciva, que me hacía mojar la tanguita a montones.
- No, no... lo que pasa que yo era muy religiosa, y el siempre me respetó mucho, no sé cómo decirle que ahora quiero dejar de ser virgen lo antes posible, tengo miedo que se enoje conmigo y me deje –
- Bueno, bebota, por eso no te hagas problemas, no creo que tu novio tenga ya posibilidad de desvirgarte, no te parece? –dijo Freddo
Ahí no pude contener la calentura, y con unas ganas terribles de ser tratada como una verdadera puta por ese semental, me eché en sus brazos mientras le ofrecía mi boca entreabierta respondiéndole:
- Ninguna posibilidad de desvirgarme va a tener mi novio después de esta tarde
La lengua de Freddo volvió a unirse con la mía, en dos segundos mis tetas estaban siendo masajeadas, mis pezones estaban paradísimos y el negro los pellizcaba con unas ganas increíbles. Sus besos eran increíbles, su lengua larguísima llegaba a mi garganta , Juan Manuel nunca me había besado así.. Sus manos fueron recorriendo mi cuerpo, y al alcanzar mi tanguita, el macho lanzó un suspiro al comprobar lo pequeña que era:
- Uyy, nenita, que hermosa tanguita!!!! Te viniste bien preparadita para que te cojan, no es cierto???? Estas muy mojadita, putita!!!!!
- Sí, sí, sí ....- dije con dificultad. Nunca un macho me había tocado y lo estaba disfrutando a pleno.
Luego de besarme y notar mi calentura, mi macho comenzó a disfrutar de la situación de verme tan entregada, y me preguntó:
- ¿Así que no tenés nada de experiencia, putita? –
- no, nada de nada – contesté. Me gustaba que me llame “putita”, era como una forma de liberarme de todos mis años de represión, además , frente a semejante macho no me quedaba otra que obedecer, no vaya a ser cosa que se enoje conmigo y me quede calentita.
- Pero nunca chupaste una pija siquiera?
- Nunca agarré una siquiera, aunque hace un tiempo que me muero de ganas de comerme una, te confieso que lo único que sé es la teoría, por internet estuve viendo un montonazo de cosas tratando de aprender para cuando llegue el día, y así fue como cambié de parecer: pensaba debutar con el amor de mi vida, mi novio Juan Manuel una vez casada por iglesia y todo, pero la tentación fue muy grande, sobre todo a partir de ver las fotos de sexo interracial.
- ¿Te calientan los negros como yo?- me dijo él con su mejor sonrisa
- Síííí!!!!, la verdad que me encantan los negros, y todos sus atributos.....
- Te gusta la pija negra, la pija grandota, negra y llena de leche, puta???? – preguntó Freddo
- Siíí, me encanta la verga grandota y negra, creo que más que nada en el mundo!!!!- dije sin ningún tipo de vergüenza.
- Muy bien zorra, hiciste muy buena elección, ahora vení y bajame el cierre que te vas a encontrar con algo...-dijo mi macho y llevó mi mano a su bragueta.
Sin ningún tipo de reparo bajé ese cierre sintiendo que abajo había algo muy grande y muy duro...Me quedé con la boca abierta, esa pija era gigante!!!! No podía abarcarla ni siquiera con las dos manos, la contemplaba extasiada hasta que la voz de ese machazo me ordenó:
- Metetela en la boca, trolita de mierda!!!!
Y me la metí toda en la boca, bah, no me entraba toda ni ahí, pero hice mis mejores esfuerzos: era mi primera vez y me encantaba: un miembro gigante que crecía en mi boca, lo sentía como latía y lo caliente que estaba. Hice suspirar a mi macho, lo que me dio más confianza para seguir. Se la chupé hasta versela toda mojada por mi saliva. Freddo me dijo que abra de piernas que me iba a chupar la concha, asi que separé las piernas y el con su lengua hizo maravillas: tuve dos orgasmos muy lindos, no sé si es porque era la primera vez que me chupaban la conchita, pero me dejó medio tarada sentada sobre ese sillón, lo hizo muy, pero muy bien. Luego, me levantó con sus brazotes, me puso boca abajo con un almohadón a la altura de la panza, que me dejaba con la cola bien expuesta, me separó las nalgas con las manos , acercó su nariz y me dijo:
- muy bien, nena, veo que te lavaste muy bien la colita para estrenarla!!!!
No me dejó siquiera contestarle: se lengua en mi culo me dejó sin palabras, era algo que nunca había imaginado que se solía hacer y me encantaba, instintivamente llevé mis dedos a la concha y empecé a pajearme, el morochazo me felicitó diciendo que yo soy “una putita que aprendo muy rápido”, cosa que me alegró mucho. Con la lengua de ese macho recorriendo y entrando en mi colita tuve un hermoso orgasmo mientras jadeaba como una perrita en celo.
Por fin llegó el gran momento, Freddo me dio vuelta, me besó muy profundamente y me dijo:
- Preparate que ahora te va a entrar toda, toda. Te voy a romper bien la conchita!!! Al principio te va a doler un poquito, pero enseguida vas a ver como te va a gustar, zorrita. No te asustes : seguro te va a salir algo de sangre, pero es lo normal, es que como te estreno la concha, tengo que romperte el himen, putita, sabés?
- Si, si – contesté nerviosa, y agregué: - Ya me dijo Marita que la primera vez siempre duele un poco, pero por favor ponemela ahora que no doy más de la calentura, papito!!!!
El negro agarró esa pijota y empezó a hacer fuerza, yo abría las piernas lo más que podía, y por fin , comenzé a sentir el dolor: esa verga estaba entrando, era mortal, me dolió mucho al principio pero no me eché atrás ni un segundo, y le pedía al macho más y más: sabía que el dolor era momentáneo, y que en un rato iba a estar gozando de verdad. Las lágrimas asomaron por mis ojos, y mi macho no se inmutó, sólo me decía:
- Ya sé que duele, putita, aguantá un poco y seguí abriendo las piernitas que ya vas a empezar a gozar!!!!
Ese macho lo hizo muy bien, luego de unos segundos empecé a sentir un placer increíble: qué bueno que está tener una pija adentro, y si es grandota y negra, mucho mejor!!!.
El macho cabalgó arriba mío por más de 45 minutos sin parar, tuve tres orgasmos, no podía creerlo, qué hombre, por Dios!!!! En un momento me dijo que iba a acabar, y en ese momento me acordé que no se habúa puesto forro, ni yo tampoco habia tomado nada contra el embarazo, pero sin embargo no pude resistir la tentación de probar por vez primera la leche caliente en mi concha, así que lo único que le dije fue:
- Sí, papito, llename de leche caliente toda la concha, por favor.
Y así lo hizo, sentí algo hirviendo bien en lo profundo de la concha que me causó otro orgasmo: fue fabuloso!!!!
Hicimos un descanso, yo todo el tiempo con la verga del negrazo en mi mano, era un juguete nuevo que me había dejado mucho más que contenta, no tenía la más mínima intención de soltarlo.
- ¿Y, te gustó, hembrita? – me dijo Freddo mirandome a los ojos
- Me encantó, mi amor- y nos dimos un besote de aquellos.
En un momento comencé a preocuparme por el SIDA, el embarazo. El notó algo raro y me pregunté que me pasaba: le conté y me tranquilizó diciendo que el con las otras siempre se cuidaba en lo que respecta al SIDA, pero que esta vez sabiendo que yo era virgen, decidió no hacerlo para que disfrutemos más los dos. Me comentó que igualmente se hacía el análisis cada mes y siempre le había dado no reactivo. Luego, me preguntó si yo había tenido transfusiones, etc., etc. y el también pudo quedarse tranquilo. Con respecto al embarazo, le dije que seguramente yo no estaba en período fértil, así que poquísimas posibilidades había de haber quedado preñada por ese semental. Me levanté para ir al baño a higienizarme, y, oh sorpresa, noté que por mis piernas bajaba gran cantidad de leche, mezclada con algunas gotitas de sangre. El me acompañó al baño y me ayudó a lavarme bien la zona, diciendome un montón de palabras que me hacían calentar como “lavemos esta conchita rotita”, “vamos a limpiarle bien la conchita a mi putita”, etc. Cuando terminó de hacerlo me dejó impecable toda la zona y muy excitada. No había que observar mucho que a él le pasaba lo mismo, dado que su mástil estaba apuntando al cielo.
En el mismo baño me propuso hacer el debut por la retaguardia, algo que yo ni había pensado, no le costó mucho convencerme:
- Es lo mismo que por la concha, por ahí te duele un poquito más, pero que ya que estamos, hagamosla doble, sí???? – me dijo sonriéndome.
- Sí, sí, sí.....- contesté segura de mí misma: el macho me había hecho gozar tanto por la concha que no ví razón alguna para dudar que haría lo mismo ensartándome esa pijota en el culo.
- Pero antes, voy a tener que preparar muy bien la zona, zorrita.
- ¿Cómo la preparás?- Pregunté sorprendida
- Ya vas a ver, primero te voy a dejar el orto bien impecable
Me metió en la bañera y sacó un aparato medio raro. Me explicó que era un aparato para hacer enemas, que se llenaba de agua y me limpiaba toda por adentro. Yo estaba sorprendida, y hasta sentí un poco de impresión por todo eso, pero ese macho me podía y además sé que haga lo que haga me iba a hacer gozar. Me puso en cuatro patas dentro de la bañera, lamió perfectamente mi orto y metiendome un dedo que me hizo suspirar, lo reemplazó por la manguerita que empezó a llenar de agua mis intestinos. Yo sentía que me iba de vientre, y el me dijo:
- Largá todo puta, dale puta de mierda , largá todo así te puedo romper el orto ¡!!!!!! – su voz denotaba una profunda excitación.
Me dio un poco de vergüenza, pero hice un poquito de fuerza y el agua alojada en mis intestinos salió toda. Mi macho estaba muy excitado, su pija gigante parecía lustrada de lo hinchada que estaba, y en mi concha sentía yo una humedad impresionante.
- Ahora vamos a volver a bañar a la zorrita – dijo mi macho
Volvió a abrir la ducha, me lavó todo el cuerpo de vuelta diciendo un montón de suciedades que no hacían otra cosa más que calentarme (“muy bien, la putita se baña para que un negro le rompa bien el orto”, por ejemplo) y envolviéndome en una toalla volvío a llevarme al sillón.
- Ponete boca abajo, puta, y levantá bien ese ojete – me gritó.
Yo obedecí sin chistar. Su lengua se colocó en mi culo y empezó a moverse increíblemente. Yo me sentía en el séptimo cielo. Estiré mi mano hasta su pijota y empecé a pajearlo: estaba durísima e hirviendo. No veía la hora de tenerla en el orto. Terminó el negro con su trabajo de lengua y dedos dejando mi ojete “listo para el ensarte”, tal como él dijo, y me ordenó que chupe bien su verga, cosa que hice a la perfección. El momento fatal se acercaba: levanté mi ojete hacia su pija, y el encuentro se produjo. Al principio ví las estrellas, otra vez las lágrimas eran incontenibles, a lo que el macho sólo me decía:
- Aflojá el orto, putita, dale!!!! Vas a ver cómo te va a gustar cuando la tengas toda adentro!!!!!!
Eso hice, y gran razón tuvo mi macho: al momento, estaba gozando como una loca desesperada, pidiendole que me rompiera el orto con esa hermosa verga, rogándole que no pare de abrirme el ojete. Sus dedos comenzaron a masajearme el clítoris, y acabé no sé cuántas veces. Sentía su pija como una roca bien adentro de mis entrañas, era algo verdaderamente mágico.
- Voy a acabr, puta de mierda, voy a acabar!!!!
- Sí, llename el orto, por favor!!!!- dije recaliente
- No, puta, no, te voy a acabar en la boca, zorra de mierda!!!!
Sacó esa poronga de mi orto y me la metió en la boca: recibí una cantidad de semen atroz, y todo lo que no pude tragarme bañó mi cara.
- Muy bien, puta, te felicito!!!! Muy bien....- Decía mi macho lanzando su semen, que tiene un sabor exquisito.
Enseguida notó que una gran cantidad de leche estaba esparcida sobre mi cara , llegando a chorrear desde el mentón hacia el suelo.
- Putita: agarrá toda esa leche que no vas a tragar y metetela en el orto, ahora – ordenó.
Con mis dedos junté toda esa acabada, y al llevar los dedos a mi culo, tratando que él claramente pueda observar el panorama, me sorprendí de lo abierto que me lo había dejado: entraron dos o tres de mis dedos con facilidad y dejaron el semen de mi macho en mi colita.
Se calentó mucho con mi espectáculo, tomó mi cara y la acercó a su miembro, no dudé un instanté y me lo metí en la boca, tenía un gusto a leche espectacular. Comencé a masturbarme con esa verga en mi boca y acabé otra vez. A los dos o tres minutos de chupar ese duro palo de la misma forma en que lo había visto en las películas porno, una nueva catarata de semen inundó mi boca, cara y tetas, dejandome los pezones bien paraditos y “plastificados” de leche.
Quedé tirada sobre el pecho de mi macho, que me trataba como una verdadera zorra diciendome un montón de barbaridades que no me molestaban en lo más mínimo: yo era su juguete sexual, y me encantaba.
En ese momento recién me acordé de Mario, sentí un poquito de culpa, pero enseguida se disipó debido al profundo placer que el semental me había proporcionado. Mi macho me prometío cogerme siempre que yo quisiese, y yo me sentí más que halagada por su ofreciemiento. Nos bañamos juntos y al rato apareció Maria desde el fondo con una sonrisa de satisfacción en la cara, tomada de la mano con Leroy.
Con mi amiga no hicieron falta palabras: una sonrisa cómplice decía todo: ambas terminabamos de ser excelentemente atendidas por dos negrazos y de hacer cornudos a nuestros respectivos novios, aunque si bien yo me llevaba las mayores palmas aquel día por haber sido mi debut vaginal, bucal y anal. La masturbación va a ser a partir de ahora sólo un auxiliar de mi vida sexual, y no lo principal.
Leroy me miraba con evidente interés, y le preguntó a Freddo en voz alta, sin ningún tipo de disimulo:
- ¿qué tal la nena?
- Perfecta, bien zorrita... y eso que era la primera vez....
- Espero que no te la quedes para vos solo, Freddo
- A eso se lo tenés que preguntar a ella....- dijo mi macho
Leroy se acercó lentamente a mí, y poniendo sus labios muy cercanos a los míos, me dijo:
- Voy a tener el honor de poder cogerte, nenita????
Esa situación de promiscuidad e intercambio me excitó demasiado, Leroy era también un flor de macho: la única respuesta que pude darle fue un hermoso besote con todas mis ganas. No sé cuánto habrá durado ese beso, pero al volver al mundo real, miré a Marita y en su cara noté que no se había enojado para nada: se acercó a mí y con toda la naturalidad del mundo, hundió su lengua en mi boca, lo que me causó una gran turbación .
- Me parece que esto se va a poner más que interesante- dijo Freddo sonriendo pícaramente.
Luego nos sentamos los cuatro y tomamos un café. Cuando con Marita decidimos irnos, los dos machos pidieron un último jueguito, y nosotras nos decidimos a complacerlos, pero esta vez, Marita comenzó a chupar la verga de Freddo, y yo hice lo propio con Leroy: su pija también era fabulosa, al ratito de chuparsela, me pidió de ponermela en la concha, y ya totalmente entregada al sexo, acepté. Mi concha volvió a llenarse de leche, esta vez de Leroy, que me dio un orgasmo fabuloso. Una vez que Leroy acabó, mi amiga Marita volvió a darme un beso increíblemente largo. Dijeron los chicos que me iban a preparar algo especial para la próxima, entre los dos: de sólo imaginar lo que puede llegar a ser soy capaz de acabar sin tocarme siquiera”
No podía creer de lo que me había enterado: mi novia ya no era virgen por ninguna vía, estaba más que satisfecha con esos amantes que por lo que contaba en su diario, yo no les llegaba ni a los talones: uno la había desvirgado completita, el otro era el segundo tipo en su vida que la penetraba por la concha y la boca, con su amiga se había besado: yo era el rey de los cornudos, el más boludo, el gil, pero inexplicablemente, al terminar el relato mi pija estaba más parada que nunca, y al sacarla para masturbarme, me dí cuenta que el semen me asomaba y ni siquiera me había tocado. Era evidente que estaba más que excitado sabiendo que mi novia unos meses atrás se había transformado en un puta esclava de otros machos. Me masturbé frenéticamente: las imágenes mentalizadas sobre la situación daban vueltas en mi cabeza todo el día y me masturbaba tres o cuatro veces por día. No daba más. Abandone la lectura del diario por unos días, dado que hasta en el trabajo iba al baño a hacerme una paja pensando que mi novia en ese momento podía estar con sus machos, siendo bien servida. Luego volví a retomar el diario.
26/12/04 “No veo la hora que los chicos me den la sorpresa que me prometieron. Hoy me masturbé cuando me levanté pensando en eso. A la tarde pasó Marita por casa, comenzamos a besarnos en la pieza, al principio era todo como una broma, pero ella me empezó a chupar la concha y me hizo acabar dos veces, yo a ella una sola con mis deditos”.
Con la lectura del diario me convencía que mi novia estaba cada día más puta y degenerada, no me animaba aún a enfrentarla cuando volviese y confesarle que había leído su diario y sabía toda la verdad. Las descripciones comenzaron a ser más detalladas, ya no eran una novedad las cogidas de mi novia con otros tipos.
27/12/04 “Hoy cogí con Freddo durante 4hs., le dije a Mario que tenía un encuentro en la parroquia, si el cornudo se enterase!!!! Acabé 6 veces y Freddo 4.”

31/12/04 “Hoy se dió, fue fabuloso: me llamó Leroy y fui al taller a las 14hs. No pararon de cogerme entre Freddo y Leroy hasta las 20hs, me hicieron de todo: Leroy por primera vez en mi culo, chupé dos pijas a la vez, me romieron la concha y el culo, me bañaron en leche, y me hicieron la FABULOSA doble penetración!!!!! Tuve 9 orgasmos en toda la tarde, jamás había gozado así. Mario perdoname, te quiero igual, pero el sexo es sexo y el amor es otra cosa”
Estas últimas palabras de la puta de mi novia me hicieron pensar que quizá ella tiene razón. Me dio una idea de cómo encarar el tema a su regreso.

01/12/04 “Año nuevo, verga nueva: hoy conocí un amigo de los chicos, negro también: a los diez minutos de conocernos me estaba rompiendo la concha. Por el culo también me dio. Leroy y Freddo lo alentaban, se pajearon con el espectáculo y me acabaron en la boca: tres sabores distintos en un mismo día, jajajajajaja”

Los días fueron pasando, y se acercaba el retorno de mi novia desde Rio de Janeiro: me percaté que en Brasil hay muchos mulatos, por lo que dí como un hecho que mis cuernos ya eran internacionales: era cantado que mi novia, conociendo sus antecedentes y sus dotes para atraer las miradas masculinas, se habría encamado ya con más de un negro basileiro: se me cruzaba la imagen de mi novia caminando por Río con una tanguita pequeñisima y una remera sin corpiño y rodeada de negros gigantescos que comenzaban diciendole piropos, ella les sonreía y luego se la cogían ferozmente por todos los agujeros: este era el argumento de mis últimas pajas.
Y el día llegó: fui a esperarla a su casa. Al llegar me besó apasionadamente, recordándome que me amaba y la acompañé a su habitación a deshacer su valija. Yo estaba muy nervioso, pero creía que ella no se daba cuenta. Deshaciendo el equipaje, me sorprendí al ver su ropa interior: era diminuta.
-¿Esto usás?- pregunté tímidamente.
- Sí, mi amor, ¿Qué tiene?- contestó ella naturalmente.
- Nada, es que....- dije en voz baja, mordiendome lo que quería decirle y no me animaba.
- Mirá las mallas que me compré allá – me mostró sonriente
No podía creerlo: eran más pequeñas que las yo había imaginado en mis pajas. Quedé boquiabierto, y me comentó:
- Son las que se usan en las playas de Río, además como papi y mami no iban conmigo a la playa, porque estaban acompañando en el duelo a la familia de mi pariente, yo iba sola al mar y podía usarlas tranquila, te imaginarás la cara que pondría papá si me ve usando esta tanguita tan diminuta???? Decí que allá casi todas las chicas las usan, pero igual, te puedo asegurar que había más de uno que me decía cada grosería – dijo la muy zorra haciéndose la pacata, lo que despertó en mí un dejo de ira.
- Ah, sí? Qué te decían? – pregunté furioso
- De todo, que me iban a atender muy bien, que me iban a romper no sé que cosa, que me harían sentir bien mujer – sostuvo riéndose.
- Ah, qué gracioso!!!!- dije yo hiriviendo de celos
- Bueno, mi amor, no te enojes, me sentía muy halagada cuando esos tipos me decían eso. Había encima un grupo de negros, serían como 8, que estaban todos los días en la misma playa a la que yo iba, porque vivían muy cerca de ahí, que eran como un club de admiradores: no se cansaban nunca de decirme guarangadas en portugués todos los días, durante todo el día.
Yo no podía más: mi novia era otra persona: las cosas que me contaba le causaban gracia, cuando unos meses atrás se hubiese escandalizado con todo eso, totalmente descontrolado le dije:
- ¿Y porqué mierda no te ibas a otra playa si te molestaba lo que te decían esos infelices del orto?
- ¿Quién te dijo que me molestaba? – me contestó sonriendo con mirada de lascivia total. Yo no podía creer en lo más mínimo lo que estaba sucediendo: parecía como que en cualquier momento se iba a destapar la olla.
- ¿Te gustaba? – pregunté tímidamente, con miedo de enterarme de su propia boca lo que ya sabía.
- Sí, me gustaba muuuuucho.- contestó. Mis ojos se abrieron con una expresión de asombro total: la verdad de se venía en cualquier momento. Enseguida agregó:
- -Mi amor, te hago una pregunta, ¿Dónde está mi diario, que yo había dejado sobre mi escritorio? Lo agarraste, adónde lo pusiste?-
Sentí que se me venía el mundo abajo, como el más tonto, me había olvidado su diario en mi casa: ¿Cómo se lo explicaba? Encima del rey de los cornudos, soy el rey de los boludos – pensé.
Decidí decir la verdad, a medias:
- está en mi casa mi amor, pero te juro que no lo leí-
- Ummm, ¿y porqué? ¿Seguro que no lo leíste? – y una sonrisa cruel se dibujó en su rostro.
- Eh, no, no .....-dije muy nervioso
- Ah, qué lástima que no aprovechaste para leerlo, porque me hice la que me lo olvidaba para que lo leas y te enteres de todo lo que yo no me iba a animar a decirte – expresó muy suelta de cuerpo.
Se ve que mi cara se desdibujó, porque ella enseguida agregó:
- estoy segura que lo leíste, que te enteraste que ya de virgen no tengo ni un pelo, que me cogen otros tipos, que me encanta la pija y el sexo, que soy bien putita, una pecadora, una sacrílega, capaz de coger con cualquiera en tres minutos si el tipo me calienta aunque sea un poquito, no????? – Su cara expresaba una seguridad y firmeza en todo lo que terminaba de decir, que me dejó muy sorprendido.
- Si, mi amor, lo leí todo, todo. Me enteré de todo, de tus amantes, de tus juegos con Marita, de que te dieron entre dos, de que te llenaron de leche, de que.... – mi respiración había cambiado: me había excitado en sobremanera, y la puta reventada de mi novia se había dado cuenta.
- De que sos un cornudo!!!!! Eso sos: Un Cornudo!!!!!! Y yo una puta corneadora, que debuté con un desconocido sólo por el hecho de que era negro, tenía una buena pija y me lo había recomendado una amiga, que ahora pasó a ser una amiguita que me chupa muy bien la concha, entendés, cornudo? – completó la frase lo más campante.
- Sí, sí, mi amor, de todo eso.- Tratando de remediar la situación y no perderla, enseguida agregué:
- También me enteré de que me amás y que separás el sexo del amor, que cogés con otros pero a mi me amas, no es cierto mi amor? – Le dije con lágrimas en los ojos.
Ella se sensibilizó, me abrazó y muy dulcemente me dijo:
- Claro que te amo, mi amor, sos lo mejor que me pasó en la vida, pero me gusta mucho coger con otros tipos, con negros, y lo voy a seguir haciendo. Quiero casarme y tener hijos con vos, sos el amor de mi vida, mi único amor, lo otro es un juego: los demás son sólo compañeros sexuales para mí desde que descubrí que soy una hembra en celo, pero son sólo eso: afectivamente, cero, como objetos sexuales, sin olvidarme por supuesto que son personas con sentimientos, por eso no te preocupes que yo cojo con ellos, pero si alguno de ellos se enamora o algo así de mí, enseguida dejaré de acostarme con él para no dañarlo, mi corazón es sólo tuyo pero mi cuerpo, de todo el que se me antoje, sin ningún tipo de compromisos: no te quiero menos por acostarme con sementales de grandes pijas, a vos te amo mucho más allá de tu cuerpo, a ellos sólo los quiero para eso y nada más. Me gusta sentirme una zorra, una putita de ellos: pero soy yo las que los usa a ellos para obtener placer, aunque desde afuera parezca que ellos son los grandes machos, mi verdadero dueño sos vos, que sos el dueño de mi corazón, aunque me canse de hacerte cornudo con otros tipos, entendés? Además, estoy más qué segura que enterarte de todo eso te excitó mucho, y te habrás hecho la paja pensando en que yo era culeada por otros tipos, o no, cornudo?-

Entre las lágrimas que me había causado escuchar esas bellas palabras, le confesé que sí, que me había excitado muchísimo, que nunca había pensado gozar siendo cornudo, pero que era verdad. Ella llevó su mano a mi entrepierna, y palpó mi bulto:
- Ya veo, cornudo, ya veo – dijo relamiéndose.
Se levantó y cerró la puerta de su habitación. Sus padres llegarían en unas horas porque debieron ir urgente al centro a realizar unos trámites, así que estábamos los dos solos.
- Ahora, quiero que me cojas, mi amor!!!! – Y se abalanzó entre mis brazos.
Esa cogida fue espectacular: fue la primera de mi vida con mi novia, y fue muy excitante: me la chupó, yo le comí toda la concha y la cola, mientras ella me enseñaba como le hacían sus distintos amantes: “así me chupa el culo Leroy, muy bien”, o “parecés Freddo metiendo los dedos en la concha de esa manera, muy bien cornudo de mierda, seguí”. Al momento de chuparme la pija ella estiraba sus manos para indicarme cuántos centímetros me faltaban para llegar a los tamaños de las pijas a las que se había acostumbrado, la más grande me confesó que era la de Leroy, y me dijo que se arrepentía de no haber debutado con él en lugar de haberlo hecho con Freddo, dado que Leroy además es un poco más salvaje y la cantidad de leche que larga cuando acaba es mucho mayor. Le hice la concha y la cola, aunque me confesó que por mi tamaño mucho no sentía, pude hacerla acabar dos veces, cuando el promedio de ella con un solo amante es de 5 orgasmos y de 8 si está con dos a la vez. Acabé en su boca y me dijo que mi cantida es para ella como un “aperitivo”, pero que le viene bien.
Ella ya blanqueó totalmente su situación conmigo, verdaderamente me ama tanto como yo a ella. Ahora me avisa siempre a que hora va estar en qué lugar y con cuál o cuáles de sus amantes. Me cuenta todo, yo me masturbo y acabo en su boca, le doy el “aperitivo”. Esporádicamente juguetea con Marita, a veces en mi presencia, y hasta una me dejo coger a su amiguita, mientras Majo miraba y se pajeaba con un gran consolador de color negro. El mes próximo nos casaremos y en nuestra noche de bodas vendrán algunos amantes a cogerla en mi presencia: es muy importante para mí porque por ahora debo conformarme con lo que ella me cuenta, dado que todavía no he podido presenciar nada más que sus escenas de lesbianismo, pero esa noche la veré seguramente en un “gang bang” (que es su preferido) con varios hombres negros: no veo la hora que llegue ese momento, porque mi calentura es atroz

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Comentarios enviados para este relato
indefinido (3 de June de 2015 a las 00:30) dice: Hermoso relato me calento mucho que la hembra se estrene con otros , amaria a una novia asi

morboso sadico (23 de July de 2009 a las 03:10) dice: Muy buen relato , digna puta quien lo protagoniza

katebrown (18 de October de 2022 a las 21:11) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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