El diario secreto de Bety 19

El diario secreto de Bety 19

Hola diario, nuevamente la chica más preciosa del universo hablándote, o sea yo tecleando aquí.

Ayer te contaba que me quedé a dormir en la habitación grande con mi papito, estábamos solos en la casa y me daba pena dejarlo solito.
El que se quedó a dormir solito es Bieber, dejé encendida la luz de mi cuarto para que no se aburriese pero dudo si se le pone duro el pito al verme, ya no me gusta tanto Justin.

Mi papito estaba muy amable y cariñoso, me trajo un vaso de gaseosa a la cama y bromeaba que eso me haría dormir para hacerme cositas estando sedada, le pedí por favor que no me durmiese deseando sentir todo y que me enseñase las cosas que hacen los adultos.
Me decía suavecito que no fuese tan curiosa y al crecer ya entendería de esas cosas, yo solamente entendía que mi papito me la quería meter a toda costa y yo me dejaría hacer mansita.

Ahora no teníamos prisa por hacer cosas a escondidas, me estaba por desnudar pero pidió que solamente me quitase la bombachita conservando el pequeño camisón, parece que le excitaba verme a medias. Ya no era zambullirse enseguida entre mis piernas, ahora hacía todo despacito y lindo, supuse que así hacían las parejas de casados y le dije que deberíamos casarnos ahora que no estaba mamita en casa.
Creo que no escuchó mientras me tomaba la cara con las dos manos y pasaba los dedos dentro de mi cabello, era muy dulce y me empezó a besar igual de despacito metiéndome su lengua dentro de la boca, brrrrrr que lindo eso !!

Me daba besitos por todo el cuerpo y se quedó mucho tiempo chupándome los pezoncitos, creo que eso era para hacerme crecer las tetitas, pensé que ahora me daría besos en el conejito pero pasó a mis pies sin chuparme la conchita. Debo confesar que era lindo mientras me besaba los pies y subiendo a las piernas al final se decidió pasándome la lengua por el tajito pero lentamente, no parece que me quisiera llevar al orgasmo, solamente hacerme sentir lindo.
Estaba por subir la cabeza pero lo agarré de los pelos para que siguiese chupándome la conchita, entendió y metía la lengua adentro como si fuese un pitito, también me chupaba el agujerito de hacer caca pero no me permitía acabar.

Me tuvo un rato sufriendo así y al final me chupó la conchita como se debe para hacerme ver las estrellitas, esta vez había mas estrellas, cometas y fuegos artificiales de todos los colores. Quedé rendida y despatarrada en la cama pero mi papito me seguía dando besitos en la panza y por todos lados, yo no tenía ganas de jugar y le agarré el pitote duro para masajearlo un poquito. El tarado me pidió que no se lo sacudiese tan fuerte para no acabar todavía debiendo abrir la mano para soltarle el bicho.

Después me agarró de los tobillos y me subió las piernas, creo que así me veía bien la cola y todos los agujeritos pero yo no podía ver bien, puso una almohada debajo elevando más mi potito y creo que ahora me veía mejor (por la sonrisa que tenía).
Apoyó la punta del pito en mi conejito y yo me aguantaba esperando el dolor que se vendría, pero no, me metía el pitote por la conchita muy lentamente sacando cada vez todo el pedazo que me había enterrado, supongo que en cada estocada me la metía más adentro pero no dolía nada.
Tal vez eso sea hacer el amor, cuando te la meten con amor y suavidad.

Miraba mi cara para ver si hacía muecas de dolor pero se sentía lindo, así me estuvo bombeando un rato largo y creo que ya me había ensartado muchos metros de pito, por suerte cuando estaba doliendo un poquito largó el moco adentro de mi puchita, sentir entrar su leche calentita me quitaba el ardor de la puchita y se notaba lindo.
Al final nos quedamos abrazados, papito estaba a mi espalda y me acariciaba constantemente sin dejarme dormir, le pedí que me diese de esa medicina para dormir así me la podría meter durante toda la noche y largó una sonora carcajada.

Yo soñaba que era el pito de Justin apoyándome la cola pero recordé que no conozco el pito de Bieber, debería ser el de mi papito que no lograba dormirse. Me decía al oído que mi colita se estaba poniendo preciosa y daban ganas de metérmela por allí, yo ya sabía que tenía un potito hermoso pero me hice la tonta, además para acertarme en el agujerito de hacer caca debería bajarme mucho y a mi gustaba estar así abrazada.
Por lo menos me acariciaba la cola con la mano y sacando una crema de la mesita de noche dijo que con eso no me haría doler nada, luego se enchastró el dedo con crema para metérmelo en el ano.

Tenía razón, el dedo resbalaba bien y se sentía genial, se puso crema en el pitote apoyándome la puntita en el agujerito marrón, estaba por preguntarle si me la enterraría pero ya tenía todo el glande adentro, era maravillosa esa crema.
Se quedaba quietito como durmiendo pero yo sentía su coso duro dentro de mi culito, me desafió que me durmiese así pero yo quería sentir su pito entrándome, igual me quedé quietita haciéndome la dormida para jugar como mi papito.

No sé para qué seguía hablándome si quería jugar a los dormidos, iba relatando cuánta picha me había metido hasta ahora y que era delicioso observarme el culito cuando se tragaba esa barra de carne, al rato ya la sentía bastante adentro, la tenía grandota mi papito y no era fácil disimular. Decía que no quería acabar pidiendo nos durmamos así, que jueguito estúpido pero si le gustaba...
Me estaba durmiendo de verdad y todavía sentía el coso duro dentro de mi intestino, se estaba poniendo más blandito pero todavía la tenía muy adentro. No se cuánto tiempo dormí pero me desperté con ganas de hacer pis, al moverme se despertó el Fotógrafo y nuevamente se le puso dura, casi se había escapado de mi cola por lo blandita que estaba.
Pidió que le permitiese acabar dentro de mi culito y luego me dejaría hacerle pis en la boca, eso ya sonaba asqueroso pero el duro palote otra vez se estaba moviendo y me agarraba por la cintura para encularme más hondo todavía, creí que no pararía hasta ver asomar su pito por mi boca.
Al final soltó el chorro de bebitos muy hondo, me estaba aplicando un amoroso enema filial y casi acabo también de lo lindo que se sentía.

Cuando me levanté para ir a hacer pis ordenó sentarme sobre su cara, casi no me aguantaba tantas ganas de orinar pero le hice caso, me chupaba la conchita suavecito y muy lindo; tanto que al ver las estrellitas largué un chorrito de pis en su boca. Pidió que hiciese todo el pis necesario mientras no me soltaba metiéndome un dedo por el potito.
Decía que tenía el ano dilatado y debería lamerlo mucho para dejarlo bien, se me escaparon muchos chorritos de pis en su cara mientras mi padre me chupaba el culito.

Al final nos fuimos a duchar y me senté en el inodoro para hacer un poco más de pis y largarme peditos con la leche inyectada por mi papito adorado. Me lavó bien y miraba con esos ojos de lobo feroz, no sé qué le pasaba hoy a mi papito, parece que deseaba seguir metiéndomela por todos lados.
Me llevó a la cama desnudita sin permitirme poner el camisón, nos dormimos abrazados fuerte hasta que sonó el reloj despertador. Mientras desayunábamos le dí muchos besitos agradeciéndole que me había hecho el amor tan lindo.

En el cole me agarró Priscilla pidiendo ir al fondo para darme besos en el conejito pero le dije que hoy no tenía ganas de eso, que mejor le pidiese al maestro de matemáticas y se lo prestaba un rato. Recordé que el abuelito no tenía conejito para besarle pero algún jueguito podrían hacer, dijo que ella no era una chica fácil y supuse hablaría de las cuentas: todas le parecen difíciles, es una tontita como me decían antes a mí.

En el recreo me llamó el maestro de mates llevándome al cuartito de las escobas, pensé que quería metérmela pero no: solamente hablar. Sabía que era muy amiga de Priscilla y me pidió que le preguntase pq el año pasado se dejaba tocar la cola pero este año ya nó. Le dije que esperase en el cuartito y fui a buscar a mi amiga, la pobre estaba muy contenta cuando la llevaba al cuartito pensando que buscaba besitos allí abajo pero cuando vio al Abuelito se puso colorada y nerviosa.
Se estaba por escapar pero la agarré fuerte besándola y apretándole el potito, sentí las manazas del maestro que también quería tocarle la cola y le dejé el campo libre, Priscilla abría los ojos grandotes mientras la besaba y sentía esos tremendos dedos recorrerle el trasero.

Pude convencerla que el abuelito la quería mucho, casi tanto como a mí que ya me la había metido un par de veces. Decía horrorizada que en el colegio todos se enterarían de esas cosas pero ahora el abuelito le agarró la cara y le estampó un beso para silenciarla.
Yo quería que el Abuelito me regalase alfajores y debía convencerla a mi amiga para que no se retobase, me ofrecí a chuparle la conchita mientras el maestro nos miraba y se dejó convencer.
Se sentó en la banqueta mientras le corría la bombachita a un costado para lamerle la puchita, eso le gustaba y tenía los ojos cerrados sin ver que el maestro se estaba sacudiendo el pito, recién se dió cuenta cuando le pasó el glande baboso por los labios.

Mi amiga estaba muy cerca de ver las estrellitas y abrió la boca para que le entrase un poco de esa barra carnosa, le advertí al profesor que ella no sabía tragar y haríamos un enchastre en el piso, al final se la tuve que terminar de chupar para que largase los mocos en mi garganta. Mi amiga miraba azorada y temblando, todavía no había visto las estrellitas y quedaba mal dejarla así a la pobre, le ordené al Abuelito que se agachase para terminar la tarea aprovechando la pose para meterle un dedo en el culo: el maestro no se podría quejar :)

Con todo esto nadie me había atendido correctamente y tenía mojadito allí abajo, no me quedó remedio que llevármelo a Josella al fondo, total desde allí no se escuchaba el timbre del recreo y lo podría tener un rato largo para mí solita.

(continuará)