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El intercambio

Relato enviado por : Anonymous el 22/08/2008. Lecturas: 14049

etiquetas relato El intercambio .
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Resumen
por Mutador de fuertesyrobustos.com Sinopsis: Román es un empleado en una oficina, uno de sus compañeros de trabajo se aprovecha de él haciéndolo hacer el trabajo duro y encamándose con la jefa. Román decide ejercitarse para ser grande y musculoso y gustarle a su jefa, pero las cosas no salen como él quiere y por un extraño hechizo, su enemigo es, en cambio, el que crece enorme y musculoso gracias a sus esfuerzos...


Relato
por Mutador de fuertesyrobustos.com Eran las 6 de la tarde. Román estaba trabajando en su escritorio, preparándose para abandonar la oficina, cuando Patricio llegó.
-Hola Roman! La jefa me dio estos papeles para que llenes, los necesita para mañana temprano!
-Mierda! -pensó Román, Patricio siempre le hacía lo mismo, sabía que ese trabajo en realidad se lo habían asignado a él.
-Patricio, este es tú trabajo, no voy a hacer tus tareas!
-Ah, ya veo, y quién las va a hacer? Yo no... tengo una cita
-Qué? La jefa va a saber de ésto!
-Por supuesto que lo hará, porque tengo una cita con ella.
La cara de Román se volvió roja de rabia, -que hijo de puta- pensó...
-Ok, bueno, entonces adiós Román! Y Brenda me dijo que mejor que esté listo en horario el trabajo, la empresa lo necesita
Román quizo ir a la oficina de Brenda pero ella ya estaba saliendo, llevaba un vestido de noche e iba tomada del brazo de Patricio.
Brenda era una mujer muy bonita, no sólo una jefa muy inteligente, también era delgada, alta, con hermoso pelo oscuro, casi cualquier hombre que la conocía quería tener sexo con ella, era difícil para Román admitirlo pero estaba un poco enamorado de ella, le parecía muy caliente, pero siempre pensó que ella era demasiado para él, quizás demasiado para cualquier empleado, hasta ahora, no podía creer que Patricio la había seducido.
-Qué tiene ese tipo que yo no tenga? -pensó Román, tenían la misma altura de 1,80 m, ambos tenían pelo oscuro corto,
-Bueno quizás se arregla el pelo un poco mejor que yo... y también viste mucho mejor, ... pero yo tengo mejor cuerpo ... las camisas me quedan mucho mejor que a él. -Pensó Román.
Pero eso no era todo, la principal diferencia entre Román y Patricio era la actitud, Patricio era mucho más agresivo y hacía todo para obtener lo que quería, era más extrovertido y encantador, seguramente lo ayudaba su sonrisa brillante y sus ojos azules, la sombra de la barba que siempre dejaba lo hacían un seductor, de hecho era un hombre bastante apuesto.
Pero Román también era bonito con sus ojos avellana, tenía buen cuerpo aún sin hacer ejercicio y sabía que muchas veces la gente se daba vuelta en la calle para mirarlo.
A Román le tocaba quedarse toda la noche despierto para terminar con el trabajo, el trabajo de Patricio, para ser más preciso, y se quedó dormido mientras trabajaba. En sus sueños pensó en Patricio, deseando que se vuelva feo, desagradable, raquítico y pequeño y que su voz sea tan finita que le diera vergüenza hablar. Y pensó en sí mismo volviéndose más atractivo, con músculos enormes y seduciendo a Brenda.
-Patricio, deseo que seas el hombre menos atractivo del mundo, deseo que apestes - Ramón murmuró en sus sueños. A la mañana siguiente se despertó, tirado sobre el escritorio, se sirvió algo de café y terminó con el papeleo.
De repente Patricio y Brenda aparecieron juntos, ambos lucían frescos y Patricio estaba silbando, Brenda entró a su oficina.
-Espero que tengas el trabajo listo, Román, Brenda lo necesita mucho - dijo Patricio mientras sonreía ampliamente.
Román estaba ofuscado, pensaba tirarle los papeles en la cara a Patricio, per se contuvo porque no quería que lo despidan, Dios sabía cuánto le había costado obtener ese trabajo. Le dió los papeles a Patricio, fue a la oficina de Brenda y le dijo algo como:
-Cariño, terminé el trabajo!
-Genial mi amor! - escuchó Román que Brenda le respondió.
Román estaba tan furioso que golpéo el escritorio con sus manos
-Qué maldito, un real hijo de puta, no te parece? -Dijo alguien detrás de Román, éste se dió vuelta y vió a Martín, su ex-compañero de trabajo, habían estado juntos en la misma sección de la compañía, así que conocía a Brenda y a Patricio, pero a él lo habían ascendido a jefe en otra sección. Casualmente pasaba por allí.
-Martín, bueno verte! -dijo Román, no estaba muy convencido, Martín había sido amistoso con él antes pero no confiaba mucho en él.
-Lo mismo digo Román, dicho sea de paso, creo que estos dos realmente te están timando, no va bien, no señor, si esto sigue así vas a tener que hacer todo el trabajo duro y Patricio va a obtener todos los beneficios. Tendrías que intentar seducirla tú también, no sé bien cómo pero creo que esa es la solución. ¿Alguna vez fuiste un gimnasio?
-Mmm, bueno, si hacía algo de ejercicio cuando estaba en la secundaria, pero un poco, pero nunca me preocupé de hacer crecer mi cuerpo...
-Bueno, deberías intentarlo, creo que te verías bien con músculos, te hará anotar unos cuantos puntos con esa jefesita tuya!
-No es una mala idea - respondió Román.
-Bien, nos vemos después - Martín lo saludó
-Hasta luego
Martín de hecho se moría por ver al apuesto Román con un cuerpo musculoso, nadie en la compañía sabía que era gay y menos que gustaba mucho de Román.
Las palabras "te verías bien con músculos" se repetían en la cabeza de Román,
-Bien - pesnó - Voy a detener esto, si seduce a la jefa, le voy a dar algo de competencia! A la tarde cuando cuando salió del trabajo, Román pasó por un gimnasio que se llamaba "Cuerpo Soñado", como le gustó el nombre entró, les preguntó si tenían buenos equipos, y les dijo que quería tener un buen cuerpo, en pocos minutos ya tenía un plan de entrenamiento.
Cada noche al salir del trabajo (cada vez que Patricio no le daba una tarea "extra") Román iba al gimnasio, se entrenaba como nunca lo había hecho, luego volvía a su casa, donde vivía solo, y tomaba toda clase de suplementos y comida de fisico culturista, los cuales le había recomendado el instructor del gimnasio, asegurándole que con esos suplementos y la contextura que él ya traía naturalmente en poco tiempo tendría el cuerpo soñado.
Pasó un mes con la misma rutina de duro entrenamiento y buen comer, pero algo andaba mal. Román se pesó, no había aumentado un gramo. Pensó que quizás el peso que había ganado en músculo lo había también perdido en grasa. Se miró con cuidado en el espejo para ver si algo había cambiado, NADA, se veía exactamente como antes. Bueno quizás, si tomaba mediciones más precisa, tomó un centímetro y flexionó sus bíceps, midió, el mismo tamaño que antes. Estaba desconcertado... maldita sea! En el gimnasio el instructor le había dicho que estaba preocupado porque su fuerza física no había aumentado en un mes
-Incluso las personas menos favorecidas genéticamente, lo cual no es tu caso, ganan mucha fuerza en el primer mes de entrenamiento, tú en cambio sigues con los mismos pesos que cuando llegaste.
El instructor comenzaba a desconfiar de que Román hiciera la dieta y los ejercicios tal como se los había recomendado. De todas formas él lo había visto entrenando así que no entendía que es lo que sucedía.
Esa mañana fue la peor de todas, Román estaba muy deprimido, cansado por el entrenamiento y sin ningún resultado. Pero es no era lo que le sucedía a Patricio, entró al lugar muy feliz, se veía muy fresco.
-Cielos! Nunca me sentí más lleno de energía en toda mi vida!
Román podía jurar que a Patricio la ropa le quedaba diferente, quizás un poco más apretadas.
Patricio se le acercó -Mierda! Te ves horrible esta mañana Román, qué estuviste haciendo toda la noche?
-Bueno, no me siento bien
-Tendrías que hacer un poco de ejercicio, eso ayuda... - le aconsejó Patricio
Cuando Patricio entró en la oficina de Brenda, Román podía escucharlos
-Wow mi amor! Qué bien que te ves esta mañana, parece que estuviste ejercitándote eh? Mira esos músculos! -Patricio cerró la puerta y Román no pudo escuchar más.
Román decidió no darse por vencido, esta vez redobló sus esfuerzos, entrenaba el doble de fuerte, intentando aumentar su masa muscular, tomaba el doble de batidos de proteínas, comía el doble.
Estaba en su casa a la noche, dos meses de duro entrenamiento habían pasado y estaba agotado. Se sacó toda la ropa frente al espejo. Era un tiempo de decisiones, al estar desnudo gritó
-MALDICION! No cambié en nada!
-Mierda, mierda mierda! - se pesó pero su peso no había cambiado tampoco
-Esto no es justo, maldita sea! - saltó en la cama y casi comenzó a llorar, se quedó dormido.
A la mañana siguiente fue al trabajo como siempre, hacía días que no veía a Patricio, aparentemente Brenda le había dado unos días de descanso, cosa que hacía siempre que él se lo pidiera, a pesar de que luego a fin de mes cobrara su salario completo. Y por supuesto, lo que significaba que a Román le tocaba trabajar el doble.
Esta vez cuando Patricio entró a la oficina estaba visiblemente alegre, tan lleno de vigor que parecía brillar de vitalidad. Román se sorprendió cuando lo miró detenidamente -Mierda! Qué le pasó! - pensó para sí. Patricio lucía increíble, tenía puesta una camisa talle L de seda celeste, que le quedaba muy apretada, parecía que iba a reventar. Podía ver los abultados pectorales, sus anchos hombros, el cuello grueso y los deltoides tensando la tela. También podía darse cuenta al verlo caminar de que sus piernas estaban más gruesas, también la forma de andar le había cambiado, sus brazos colgaban a los lados como si tuviera laterales grandes.
Román estaba conmocionado, se ve que Patricio estaba haciendo ejercicio y a diferencia de él, sí que estaba obteniendo resultados, y esto lo llenaba de rabia.
Patricio se acercó al escritorio de Román
-Hey! Qué haces tanto tiempo amigo! -le dijo a Román y le palmeó el hombro con fuerza.
-Mierda, qué fuerza que tiene - pensó Román mientras se masajeaba el hombro adolorido por la fuerte plamada de Patricio.
-Me dijeron que estabas haciendo ejercicio, parece que tienes que ponerle un poco más de empeño, no veo que hayas cambiado demasiado - le dijo Patricio.
-Veo que no es tu caso - Román dijo
-Jaja! Viste? - y Patricio dobló uno de sus brazos, flexionándolo, el bulto de sus bíceps era realmente enorme, de 50 cm, y se veía claramente a través de la ropa. Román extendió su mano y lo tocó, era duro y pesado, sin dudas músculo sólido y verdadero.
-Y ni siquiera tuve que ir al gimnasio, no puedo creerlo! -Patricio sonrió y se fue a la oficina de Brenda. La jefa gritó al verlo,
-Oh querido luces increíble! - Román podía ver a Patricio envolviéndola con sus enormes brazos, ella le acarició sus pectorales y le dijo
-Estás tan sexy! - Patricio luego cerró la puerta tras de sí.
Román no podía hablar
-Cómo puede ser que pase esto, tengo tan mala suerte! -estaba tan triste, cuando llegó Martín.
-Norma, qué sucede?
-Hola Martín, bueno...
-Parece que no seguiste mi consejo, no? Veo que Patricio en cambio, está hecho un toro...
-Bueno, eso no es cierto, ese maldito dice que ni siquiera tuvo que ir al gimnasio para obtener ese cuerpo que tiene, yo por el contrario, me la paso entrenando como loco, por nada!
-Oh veo, si a veces pasa,es la genética ya sabes, no sabes cuándo vas a pegar el estirón, o a veces, no sabes cuándo el cuerpo se niega a crecer
-Estas seguro? Podría ser ese mi problema?
-Si, por supuesto, de todas formas... hay una manera de vencer a la genética?
-Cómo?
-Despiértate hombre! Es el siglo 21, la era de los químicos.
-Esteroides?!
-Si, conozco un tipo que los distribuye, espera que te paso su dirección - Martín anotó la dirección en un papel y se la dió a Román. Román estaba en su casa sentado a la mesa con un paquete de esteroides en frente de él
-Maldición - iba a tomar esas pastillas, estaba preocupado, qué tal si tenían horribles efectos secundarios, había escuchado de algunos tipos que les daba acné... no quería que eso le suceda.
-Mierda! Esto es por tí Brenda! Si no el cretino ese me vencerá - y tomó una dosis bien grande.
Hizo lo mismo noche tras noche, luego de cada toma, entrenaba tan fuerte como podía, pero no veía cambios, además, en el trabajo, Patricio se había tomado otra de esas "vacaciones". Como los días pasaban y no veía resultados Ramón comenzó a aumentar las dosis de esteroides, incluso comenzó a tomar otras drogas y a combinarlas. Luego de tres meses se miró en el espejo... todavía no había cambio en su peso; pero comenzó a notar algunas diferencias, al verse en el espejo podía ver que sus tetillas estaban agrandándose!
-Mierda! Tengo los efectos secundarios y a dónde están los beneficios?! - escuchó su propia voz al gritar, no sonaba igual que siempre, su voz era más aguda, más fina, como si fuera un muchachito, un pre-adolescente
-Mierda! -dijo escuchándose y confirmando lo que pensaba, también estaba comenzando a perder algo del pelo en su cuerpo, y al acercarse al espejo se dió cuenta de que le estaba saliendo algo de acné.
A la mañana siguiente fue al trabajo como siempre, y vio a Martín, lo que le llamó la atención.
-Hey Martín, esas drogas que me recomendaste, son una mentira! - le dijo Román, con su nueva voz sonaba como un niño enojado.
-Jaja, qué le pasó a tu voz? - Martín no podía evitar reirse un poco cuando escuchó a Román.
-Son todos esos anabólicos que me hiciste tomar, no sirven para nada! - digo Román.
De repente, Martín dirigió su mirada a la entrada de la oficina detrás de Román, abrió sus ojos como sorprendido.
-Mierda! Parece que alguien los estuvo tomando también, y en este caso dieron resultado! - dijo Martín maravillado.
Ramón se dió vuelta para ver al tipo que se acercaba. Era Patricio? Definitivamente era él, pero ese no era su cuerpo. Llevaba una remera esta vez, que debería ser talla XL, pero parecía un S por lo apretada que estaba. Su figura era impresionante, sus hombros estaban más anchos que la última vez, su espalda parecía como de 90 cm de ancho, y tenía el cuello más grande y masculino que jamás había visto lo cual lo hacía lucir increíblemente viril y apuesto. Su corte de pelo era fenomenal, su piel lucía brillante, la sombra de barba le quedaba increíble, lucía como un semental. De hecho lo era. Tenía los hombros tan grandes, Román no podía dejar de mirar sus enormes dorsales y los pectorales extra inflados que sobresalían como 15 cm, y sus abdominales notoriamente marcados. También los brazos los tenía enormes de al menos 70 cm de circunferencia y los antebrazos de por lo menos 45 cm, no querrías recibir un apretón fuerte de esas manos enormes.
Su cintura estaba bien proporcionada, menor a 90 cm y llevaba puesto un par de jeans que a la mayoría de la gente le quedarían sueltos pero a él le quedaban ajustados, ya que tenía muslos de 85 cm y pantorrilas de 67 cm. Un enorme bulto podía verse que seguramente contenía un pene de 17 cm y enormes testículos.
Cuando Patricio vió a Martín y Román se les acercó. Era shockeante ver la manera en la que caminaba, como un fisico culturista profesional, bueno, de hecho era tan grande como uno de esos o más, así como lo veían debería pesar unos 150 kg.
Cuando Patricio se les acercó ambos hombres pudieron ver que su cara lucía más atractiva, estaba un poquito más rellenito de cara, lo que lo hacía lucir más apuesto.
-Hola chiso, que estaban haciendo?! - dijo Patricio. Román y Martín se quedaron boquiabiertos cuando escucharon la voz de Patricio. Sonaba como él pero una octava más abajo, tenía una voz más grueso, profunda y masculina. Parecía como si hubiese estado usando grandes cantidades de hormona masculina pero sin efectos secundarios, lo cual explicaba también el aumento en el tamaño de sus genitales.
-Wow, luces increíble! - dijo Martín
Patricio dió una vuelta para que pudieran mirarlo bien, Román y Martín se quedaron sin aliento...
-Es maravilloso lo que los anabólicos y el entrenamiento pueden hacer... - agregó Martín.
-Anabólicos?! - Patricio se enojó, se acercó a Martín y expandió su pecho, su cuerpo enorme era realmente atemorizante, agarró a Martín por el cuello de la camisa
-Sugieres que uso drogas pequeñín?
-Bueno... - Martín trató de responder con voz temblorosa - No lo sugeriría, quizás es mucho entrenamiento y muy buena genética... - trató de calmar a Patricio y afortunadamente para él, funcionó.
-Bueno, la verdad es que ni siquiera tuve que hacer ejercicio, todos estos músculos me aparecieron, no se por qué, supongo que son cosas que pasan - dijo mientras flexionaba y les mostraba su cuerpo.
-No creo que sean "cosas que pasan" - dijo Román en tono triste y enojado.
-Jajaja amigo! Qué le paso a tu voz? Suenas como mi madre! - Patricio se rió sin misericordia. - A mi también me cambió la voz, parece una segunda pubertad - agregó Patricio y luego comenzó a cantar "La dona è movile", con su voz de bajo.
-Tienes que tener cuidado con las cosas que tomas, yo no me meto ninguna porquería, de hecho estos bebés son un regalo de la naturaleza - dijo Patricio mientras flexionaba sus brazos y piernas, luego palmeó a Román en el hombro con su pesada mano. Esta vez fue tan fuerte que lo empujó como 3 metros y cayó sobre Martín, que hizo lo mejor que pudo para atajarlo. El hombro le dolía de verdad y había perdido el equilibrio. Martín trató de ayudarlo a incorporarse.
-Oh lo siento! déjame ayudarte - dijo Patricio y se agachó hacia donde estaba Román, lo tomó con una mano del collar de la camisa y lo levantó hasta que los pies de Ramón ya no tocaban el suelo. Sólo con una mano y sin aparente esfuerzo Patricio lo sostenía 30 centímetros encima del suelo.
-Eh, parece que no aumentaste mucho de peso con el entrenamiento que dices que estás haciendo, todavía estás muy livianito! - Patricio dijo esto y levantó y bajó a Román repetidas veces como si hiciera ejercicio con él.
Cuando Brenda llegó, Patricio dejó a Román caer al suelo sin mucha delicadeza, Martín tuvo que atajarlo de nuevo.
Patricio saludó a Brenda y extendió sus enormes brazos para abrazarla, ella literalmente saltó sobre él, el la levantó con facilidad, la abrazó y la besó. Brenda parecía tan pequeña al estar con el ahora gigantesco Patricio.
-Ah, quería decirte cariño, tenía problemas con ese archivador - le dijo Brenda en un tono de desamparo algo fingido. -Se me atoró este cajón y necesito que un tipo grande y fuerte me ayude a abrirlo, hay papeles importantes adentro.
-Mmm, un hombre grande y fuerte, dónde podrás encontrar uno? - bromeó Patricio
-Creo que yo califico, no?! - dijo e hizo una pose de fisicoculturista flexionando sus brazos, cielos! si que estaba en buena forma.
-Mira esto - dijo y tomó el cajón con una mano, mientras sostenía con la otra el resto del archivador, luego tiró, sin esforzarse, y arrancó el cajón que se desprendió completamente, y quedó sosteniéndolo en su mano.
-Ah veo que no estaba atorado, estaba cerrado! - dijo Brenda
-Jajaja, que fuerte soy, no me costo nada arrancarlo! - dijo Patricio lleno de alegría.
La tomó con una mano y la levantó, llevándola a su oficina y llevando el archivador en su otra mano, y cerró la puerta tras de sí con la punta de su pié.
-No puedo creer esto - Román le dijo a Martín.
-Bueno, realmente es extraño - Martín estuvo de acuerdo - que un tipo crezca así sin tomar anabólicos segun dice, y sin hacer ejercicio... imposible!!! pero se ve tan apuesto, mierda! Deben estar teniendo sexo salvaje en la oficina ahora mismo, no creo que nadie se pueda contener con un hombre así! -dijo Martín.
-Y qué hay sore mí? Me he estado matando en el gimnasio y arriesgué mi salud con todas esas drogas! - dijo Román.
-Mmm, es sospechoso - dijo Martín - tú dijiste que él había comenzado a crecer cuando tu comenzaste a ir al gimnasio, y cuando empezaste a tomar anabólicos él creció mucho más... y tú padeces todos los efectos secundarios pero sin beneficios y el parece que estuvo tomando esteroides pero sin efectos secundarios... no creo que sea posible... pero... que si uds están conectados de modo que por todo esfuerzo que tú hagas él obtiene los beneficios y tú te quedas con todo el trabajo duro y los efectos secundarios negativos? -teorizó Martín.
-Estaba por sugerir lo mismo, además, eso es lo que me pasa constantemente en el trabajo también -respondió Román
-Bueno, a mi me suena a brujería - dijo Martín
-Crees en esas cosas?
-Bueno, está pasando o no? algo raro está sucediéndote!
-Y... hay una manera de revertirlo?
-No lo se, no soy una bruja o algo así! pero conozco a alguien que podría saber, la señora Pratrovia. Martín y Román esperaban en lo que parecía la oficina de una astróloga, había todo tipo de telas coloridas colgando del techo y un ambiente algo oscuro, iluminado sólo con velas, otras personas esperaban junto a ellos y lucían muy raros, un tipo tenía un parche en el ojo como un pirata y una vieja estaba sentada junto a ellos, parecía que hasta sus huesos tenían arrugas, su cara era blanca como una hoja pero sus manos estaban negras.
Una muchachita salió detrás de las cortinas del lugar donde la señora Pratrovia recibía a la gente.
-Señor Draftbone, puede entrar, la señora Pratrovia lo está esperando.
Martín y Román entraron al lugar detrás de las cortinas, había una vieja gorda sentada frente a una mesa redonde la cual por supuesto tenía una bola de cristal en el centro.
-Bien hombres, siéntense, cómo puedo ayudarlos?- preguntó con su acento de europa del este.
-Bien, de hecho mi amigo es el del problema - dijo Martín
-Bueno bueno, no hablen más, ya veo - interrumpió la mujer
-Acércate muchacho - dijo, y puso sus manos en la cabeza de Román y cerró sus ojos, luego de unos momentos exclamó
-Oh dios mio! Estás maldito! Sufres el mal del intercambio!
-Qué es eso?- preguntó Román
-Estás vinculado de forma extraña con otro hombre, déjame ver... mmm, es bastante grande no? Oh dios mio, esos si que son músculos grandes, es enorme mmm, parece lo que yo llamo un "intercambio de esfuerzos".
-Un qué? - preguntó de nuevo Román.
-Todo lo que hagas, todo lo que obtengas con tu trabajo duro, lo pierdes y él lo recibe como regalo. Si tu hacer ejercicio, él aumenta sus músculos; si ganas mucho dinero lo pierdes y él "casualmente", encuentra mucho dinero en la calle, si construyes o compras una casa con el sudor de tu frente, de repente la pierdes por deudas o por un tornado, y él obtiene una casa.
-Y cómo pudo haver pasado?!
-Bueno, en general ocurre cuando odias mucho a alguien y le deseas lo peor.
Martín miró a Román de forma acusadora.
-Bueno, de hecho lo odio, cómo pueden culparme? - explicó Román.
-Lo entiendo - dijo Pratrovia - parece que hiciste mucho ejercicio en el gimnasio porque este tipo es una mole
-Y qué si dejo de ejercitarme? - preguntó Román.
-Podrías, -respondió- pero no perderá ni sus músculos ni su fuerza, de hecho no perderá nada que haya ganado hasta que rompas el hechizo, ahí si todos los resultados de tu esfuerzo volverán a tí, y él perderá todo.
-Maldición! Y cómo hago para romper el hechizo?
-Bueno, no es fácil, tendremos que hacer un ritual para el cual necesito algunos ingredientes especiales.
-Como...
-Primero que nada necesito un mechón de su cabello
-Qué?!
-No dije que sería fácil... también necesito algo de su ropa interior, sin que pase más de una hora de haberla usado, una gota de su sangre, una gota de su sudor y una gota de su semen.
-Y cómo se supone que conseguiré todo eso? - Román estaba furioso
-Bueno, no funcionará de otra forma, y el hechizo será de por vida... ah, y otra cosa, necesito una foto de él - concluyó
-Una foto? eso no es tán difícil? -trató Martín de calmarlo.
-Si, de hecho no la necesito para el hechizo pero luce tan apuesto que sería una pena que no le tomes una fotografía antes de que pierda todos esos músculos - dijo Pratrovia.
Román estaba triste.
-Oh, anímate! Ya verás que conseguirás todas esas cosas, esto segura! - dijo - Ah y dicho sea de paso, son $50....
Román pagó y se fueron del lugar. Al día siguiente en la oficina Martín y Román estaban conversando.
-Y qué si es una charlatana? -preguntó Román.
-Se dió cuenta de tu problema en seguida, cómo lo iba a adivinar? -respondió Martín.
-Quizás tú le dijiste cuando hiciste la cita
-De ninguna manera, sólo le dije que tenías algunos problemas, eso es todo, además, cómo le pude haber explicado lo sexy y guapo que se ha puesto Patricio!?
-Mmm, dejame preguntarte algo, no eres gay, o sí?
-Recién te das cuenta! por supuesto que lo soy!
-Ah ok, bueno tan sólo quería saberlo. Entonces cómo conseguiremos esos ingredientes?
-No lo se, yo le tomaré la foto... -respondió Martín
-No te burles de mí, es una cosa seria, realmente la estoy pasando mal...
-Ok, ok, casi todos los ingredientes están relacionados con sus genitales o no? - preguntó Martín.
-Bueno sí, supongo que puedes sacar sangre de ellos también -respondió Román
-Bueno, no tendría problema en acostarme con él
-Pero él no es gay
-Bueno, puedo intentarlo, quizás acepte, debe tener un montón de semen en esas bolas enormes, no creo que le preocupe darme una gotita, o sí? - rió Martín
Patricio salió de la oficina de Brenda, casi podías oír el sonido del piso crujiendo ante su enorme peso al caminar.
-Mi novia aquí dice que dejen de charlar y se pongan a trabajar! - dijo Patricio con su voz gruesa y madona. Siguieron con sus tareas inmediatamente, no querían que el grandote se enojara.
Era viernes, después del trabajo, Román siguió a Patricio con discreción. Descubrió que en sus ratos libres Patricio iba a un restaurante y comía como un cerdo.
-Cielos, este tipo está comiendo muchísimo! -se dijo Román para sí
Luego de pagar con la tarjeta de crédito de Brenda fue a la casa de su jefa para darle una buena cojida, todos los vecinos podían escucharla gemir. Luego volvía a su casa a dormir después del "arduo día de trabajo" que había tenido.
Luego de haberlo espiado, Román se volvío a su casa, se sentía raro, pesado, se metió en el baño y se pesó,
-Mierda!! Me está haciendo engordar con la comida que comió! - Pesaba al menos 2 kg más y en el espejo lucía más gordo, ahora comenzaba a entender, el perfecto de Patricio podía comer todo lo que él quisiera, y Román era el que aumentaba de peso! Al día siguiente era sábado así que nadie trabajaba en la oficina, fue a la casa de Patricio para seguir espiándolo, era la mañana temprano cuando Brenda apareció en su casa, él la recibió en la puerta de entrada, medio desnudo, ella entró, y media hora después abos salieron de la casa y se subieron al auto lujoso de Brenda. Juzgando por su vestimenta iban a la playa, -Genial - pensó Román - ahora va a disfrutar "MI CUERPO" en la playa con ella...
Román los siguió en su auto. Pararon en el medio de la playa, no había mucha gente, un par de niños jugando y algunas personas tomando sol.
Brenda estacionó el auto y descendió, se sacó la camisa que vestía, Román se emocionó al verla, realmente le gustaba. Luego el enorme Patricio descendió también, llevaba una remera y pantaloncitos cortos, inmediatamente se sacó la remera revelando su torso abultado que hubiera hecho al increíble hulk parecer un alfeñique. Román los miraba desde una distancia segura. El cuerpo de Patricio lucía increíble en pantaloncitos que estaban tan apretados que parecían pintados sobre la piel. Hizo una pose de superman, poniendo sus manos en sus caderas y riendo, Brenda lo miraba y acariciaba su torso, él se dio vuelta como preguntándole si lucía bien, ella señalo sus pantalones, él los miro, a ella parecían no gustarles; se metió en el auto y salió con un par de slips del tamaño para Patricio. El asintió y entró en el auto, se desvistió completamente y se puso los slips. Al salir del auto, ella tenía razón, lucía más sexy en slip, además tenía el cuerpo perfecto para llevarlos. Ambos comenzaron a caminar hacia la playa pero él la tomó en brazos, y la llevó, dejándola cariñosamente sobre la arena. Un par de chicas pasaron y gritaron al ver a Patricio, le preguntaron si podían tocarlo y él hizo un par de poses de fisico culturista mientras ellas lo tocaban.
-Disfruta mi cuerpo, hijo de puta! - Pensó Román.
Entonces esperó hasta que Brenda y Patricio estuvieran sobre la arena, broncéandose, y salió de su auto y se apresuró hacia el vehículo de Brenda, tenía que obtener esos pantaloncitos, y si tenía suerte tendrían algo de vello púbico pegado, o incluso algo de semen. Se acercó y el auto estaba cerrado -Maldita sea! - pero era una situación de vida o muerte así que agarró una piedra y rompió el vidrio, una alarma comenzó a sonar, muy fuerte. Tató de alcanzar los pantaloncitos en el interior del vehículo pero no pudo, demasiado tarde, Brenda y Patricio se estaban acercando y Patricio le gritaba "al tipo del auto", Román comenzó a correr, si tenía suerte no lo reconocerían.
Patricio tomó con su mano una enorme roca que estaba sobre la arena, de fácil 30 kg de peso y se la arrojó como a 50 metros de distancia, Román logró llegar a su auto y cerrar la puerta, la pesada roca golpeó la puerta de su auto dejándolo abollado, y salió lo más rápido que pudo. A la mañana siguiente Román trabajaba como de costumbre en su oficina, cuando escuchó algo golpear el suelo. Era Martín, Patricio estaba caminando y gritando
-Por quién me tomas, no soy marica! - y luego entró a la oficina de Brenda.
Martín estaba tirado en el suelo, luego de haber golpeado contra una de las paredes a la que Patricio lo había arrojado luego de levantarlo como si fuera una pluma.
Román se acercó a ayudarlo
-Bueno, parece que falló el Plan B - dijo Martín
-Maldición Martín, está costando mucho conseguir esos ingredientes, esto no va a funcionar!
-Dímelo a mí!
-Pero tengo una mejor idea! Voy a hacer que ese maldito explote de tan grande que se va a volver, estará tan bestialmente lleno de músculos que todos lo despreciarán, incluso Brenda, le daré músculos que su 1,8 de altura no podrán contener, lo haré hinchar tanto que sus tendones se romperán, ya verás!
-Y cómo vas a hacer eso?
-He sido dentro de todo moderado con la toma de los esteroides, quizás tu amigo el distribuidor me pueda dar una subscripción mensual.
Ese mismo día consiguió todo, hormona de crecimiento, insulina, todo tipo de hormonas, no tenía dinero así que tuvo que pedir un préstamo para pagarlo, no le importaban los intereses ni nada de eso, sólo quería acabar con ese cretino de Patricio.
En la casa tenía un libro sobre anabólicos que leyó con cuidado, ya que no quería morirse el primer día por sobredosis. Ese día luego del trabajo tomó una enorme dosis de todo lo que tenía, fue al gimnasio y se entrenó muy duramente
-Jaja, ya verás ahora - se respondió a sí mismo
Una semana después ya podía ver los resultados en Patricio, sus músculos se habían engrosado al menos 5 centímetros en todo su cuerpo, lo escuchó quejarse porque ya no le entraban las remeras XL, sino que tenía que usar XXL y también pantalones más grandes. Comenzaba a lucir como un monstruo, bueno, no todavía, de hecho los nuevos músculos le quedaban bien y lo hacían lucir más apuesto, pero era una cuestión de tiempo.
Las noticias llegaron de que Patricio y Brenda se iban a ir un mes de vacaciones, al rancho de Brenda.
-Genial, - arruinaré sus vacaciones- no será capaz si quiera de entrar en un avión.
Martín estaba preocupado - Estás seguro Román que esto funcionará? No te olvides que él sólo obtiene los beneficios.
-Claro que sí, usaré las reglas de este hechizo a mi favor!!
Ese mes Román hizo todo lo que había planeado, tomó dosis astronómicas de anabólicos todos los días y se deslomó en el gimnasio, el instructor pensó que estaba loco y no podía entender cómo su cuerpo no cambiaba con tanto ejercicio, a Román esta vez no le importaba.
-Jaja- pensó Román de nuevo - será un monstruo, ya verán!
Al finalizar el mes, Román no podía esperar a ver los resultados
-Si mis cálculos son correctos, tendría que pesar 250 kg ahora - le dijo a Martín
-250 kg con 1,8 m es realmente monstruoso ! Aunque igual me calentaría verlo!! dijo Martín
-Bueno, no creo que sea placentero ni estético...-añadió Román
-Aquí viene - dijo Martín
Bueno, ahora si que podían sentir el suelo temblar con cada paso que daba, era como un terremoto, cuando Román vio a Patrició se enrojeció, era increíble lo que había logrado pero no como él quería. Patricio lucía más grande, abultado... y más guapo que nunca! Y lo peor era que no se había vuelto un monstruo para nada, había aumentado unos 100 kg más de puro músculo pero su altura y su densidad muscular habían aumentado exactamente para que conservara e incluso aumentara su atractivo. Vestía una remera gris apretada tamaño XXXL o confeccionada especialmente así como unos jeans azules haciendo juego.
Se acercó a Román y a Martín
-Cómo andan chiquitines! - su voz parecía aún más gruesa
-Ey, parece que tuviste otro estirón de esos - dijo Martín
-Jajaja, vieron?! - dijo Patricio y dió una vuelta, hizo un par de poses flexionando sus músculos enormes, ambos hombres estaban asombrados.
-Cuando ví que estaba creciendo mucho me dió un poco de miedo, mi peso estaba aumentando demasiado para la estatura que tenía, pero en seguida todo se arregló y mi estatura aumentó unos 15 cm, y estos 150 kg de musculatura extra que llevo parecieron acomodarse perfectamente. Ahora soy una mole de 300kg de peso y 1,95 m. Y lo mejor de todo: no se dan una idea de lo fuerte que me he vuelto! Mejor no me hagan enfadar! En el rancho de Brenda un toro quizo atarcarme, yo lo detuve, lo tomé por el cuello y como si nada lo hice pedazos. El pobre animal no vivió para contarlo. Fueron las mejores vacaciones de mi vida, lo pasamos muy bien mirando y sintiendo mis músculos crecer todo el tiempo! -añadió el gigantesco Patricio.
Román comenzó a sentirse mal, y parecía a punto de desmayarse. Patricio rápidamente lo tomó con una de sus enormes manos y lo sostuvo antes de que cayera el suelo, luego lo levantó y lo hizo sentar sobre la silla del escritorio. Martín lo ayudaba apantallándolo con una carpeta.
-Parece que no pudo aguantar el shock de ver mis enormes músculos, me pasa todo el tiempo, tengo ese efecto en la gente - dijo Patricio orgulloso de sí, y se fue a la oficina de Brenda mientras Martín contemplaba como su inmensa figura llenaba todo el umbral de la puerta.
Román revivió
-Maldición, tenemos que hacer algo! Tenemos que conseguir esos ingredientes aunque nos cueste la vida...! - la voz de Román era finita como la de un niño ahora, Martín se contuvo para no reírse.
-Bueno, intentaste revisar en su basura? Quizás haya tirado ropa sucia, supongo que tiene ropa interior que ya no le queda, y además quizás haya tirado algún condón lleno de mucho semen de esas enormes pelotas. Aunque no se qué tamaño de condón usará, su pene debe ser de 25 cm sin erección! No viste el bulto que tenía?
-25 cm!? Eso también le creció?? Maldita sea!! - Román estaba furioso.
-Sí, parada debe tener como 30 centímetros de largo y ser gruesa como mi antebrazo - Martín estaba éxtasis imaginando el pene de Patricio.
-Hagamos esto, mañana, cuando se vaya al trabajo, vas y le revisas la basura, que te parece?
-Es arriesgado pero suena bien -respondió Martín. A la mañana siguiente, Martin y Román fueron a la casa de Patricio, estacionaron el coche en un lugar donde pensaban que nadie los vería. El auto de Román todavía estaba abollado. Esperaron unos momentos y Patricio salió de la casa, su enorme figura cubierta por una camisa blanca con rayas azules.
-Me pregunto dónde manda a hacer sus camisas, nadie vende camisas de ese tamaño - preguntó Román
-Si la camisa es enorme y sin embargo le queda bien apretada, me parece que el sastre no tenía suficiente tela! - murmuró Martín, ambos tenían mucho cuidado de no ser escuchados.
-Hace rato que no lo vemos en traje de oficina - Señaló Román.
De hecho los pantalones de franela gris oscura que llevaba estaban muy a la moda y también le quedaban bien apretados. Salió de su casa, llevaba una bolsa de basura.
-Bien! Basura fresca! - murmuró román.
Patricio cerró la puerta, bajó unas escaleritas de la casa y tiró la bolsa en el cesto de residuos, y se fué caminando.
-No está usando el auto -advirtió Román.
-Me parece que ya no cabe, no te parece? - murmuró Martín en respuesta.
-Entonces qué hace? Camina?!
-Bueno, no es tan lejos y con ese cuerpo creo que está suficientemente en forma como para hacerlo. -respondió Martín. Esperaron por unos momentos hasta que Patricio se alejó, abrieron la basura y sacaron la bolsa, la miraron y la examinaron.
-No sirve, no sirve, no sirve - Román sacaba las cosas como desesperado, y tiraba lo que no necesitaba.
-Cálmate un poco, mira esto! Eureka! - Martín había encontrado un condón lleno de semen, por suerte estaba atado en el extremo así que no salía nada de semen.
-Puaj, mira qué cantidad, eyacula como un toro! - dijo Martín, la bola de semen era tan grande que no podía envolverla completamente con su mano.
-Genial, guárdalo, vamos a necesitarlo! - ordenó Román.
-Oh mi dios, mira esto! - dijo Martín con alegría, había encontrado un par de slips rotos.
-Se que es fresco, todavía tiene el calor de su cuerpo - concluyó Martín
-Genial! - Román estaba feliz por fin luego de tanto tiempo - y esos no son sus pelitos púbicos?!
-Si, supongo, si que tiene pelo grueso allí abajo eh!
Ambos muchachos estaban muy excitados, pero todavía necesitan sudor y sangre de Patricio, y no tenían mucho tiempo, una hora antes de que la ropa interior ya no sirviera.
Dejaron la basura tirada en el suelo y se apresuraron hacia el auto de Román. Entraron y Román le dió marcha al motor, puso el pie en el acelerador pero algo andaba mal, el auto no se movía, siguió pisando el acelerador aún más pero aún seguía sin moverse. De repente notaron que la parte trasera del auto comenzó a levantarse.
-Maldición! Qué está pasando?! - gritó Román
Miraron la parte tracera, y allí estaba Patricio, que estaba levantando la parte trasera del auto con una de sus manos poderosas, evitando que se mueva, y mirándolos con furia.
Román paró el motor y Patricio soltó el auto, caminó hacia el frente del auto y lo tomó con sus manos, apretó con fuerza juntando sus manos y comprimió el frente como si fuera un acordeón, destruyendo el motor y doblando todo el metal, luego lo dejó caer al suelo.
Se acercó al asiento del conductor y sujetó la puerta de Román, con facilidad la arrancó. Tomó a Román con su mano derecha y lo alzó en el aire, luego tomó a Martín de la misma manera con su otra mano y lo levantó también, sosteniéndolo al lado de Román, se quedó ahí parado sosteniendo a ambos hombres.
-Creo que me deben una explicación! Qué estaban haciendo revolviendo entre mis desperdicios?! - dijo Patricio con un tono masculino de autoridad.
-Nosotros ... mm - Román trató de hablar pero lo superaba el miedo.
-Mm, trabajamos para un programa de reciclado?! - trató Martín
-Deja de decir tonterías, esto va enserio! - le gritó Román
-Bueno, por lo menos dije algo, no estoy ahí suspendido sin decir nada...
Patricio sacudió a los muchachos
-Ok, dejen de discutir entre ustedes! - Estaban petrificados y Patricio continuó hablando -Se qué es lo que estaban buscando, no tienen que decírmelo! -
Martín y Román se miraron desconcertados.
-Sé que les gusto, desde que les mostré mi cuerpo musculoso podía ver la lujuria en sus ojos, los dos quieren que me coja sus pequeños culitos.
-Mmm si! exacto! - respondió Martín
-Hey! espera un segundo! - respondió Román
-ROMAN ... - dijo Martín con una mirada de preocupación.
-.... eh si, OK, queremos que nos des bien duro!! - dijo Román sin opción.
-Ja ja ja! Ya sabía que uds eran un par de maricas promiscuas! - afirmó Patricio
-Bueno, quizás sea marica pero nunca fui promiscuo. -dijo Martín
Patricio se rió
-Bueno, creo que les voy a conceder su deseo pequeños idiotas, me los tiraré como nunca se los han cojido en su vida! Saben que esta anaconda que tengo necesita aliviarse, y además a Brenda no le molestará si llego al trabajo un poco más tarde, también le daré una buena cogida y me perdonará todo como siempre! -explicó Patricio
El gigantón puso a cada uno de los muchachos en uno de sus hombros y los llevó hasta la sala, sentándolos en un gran sofá.
-Siéntense aquí, les voy a traer algo de tomar, no quiero que me la chupen con la boca seca - y Patricio fue a la cocina.
-Qué vamos a hacer ahora?! - preguntó Román desesperado
-No voy a hacer nada Román - respondió Martín en un tono calmo
-Vas a dejar que este tipo te viole?!
-Quién dice que es una violación? Esperé toda mi vida para que un tipo así tuviera sexo conmigo, es más un sueño hecho realidad que una violación, y sugeriría que tú hagas lo mismo, de todas maneras, no hay manera de que escapes sin que él pueda detenerte. - Patricio volvió a la sala de estar cargando el enorme refrigerador de la cocina.
-Bueno, no sabía qué quería tomar así que traje el aparato entero para que elijan - Patricio rió y dejó el refrigerador en el suelo.
-No eres tan mala persona después de todo - dijo Martín
-Bueno, me gusta tratar bien a mis admiradores, pero no se acostumbren, también soy malo! - afirmó Patricio - Vamos, tomen lo que quieran.
Martín y Román tomaron lo que quisieron del refrigerador. Patricio sólo se sentó en el sillón frente a ellos y los miró.
Ambos hombres tomaron sorbieron cerveza de sus botellitas.
-Así que, quién será el primero, o quieren hacerlo en grupo? - preguntó Patricio
Patricio comenzó a quitarse la ropa, comenzando por su camisa
-No no , por favor déjatela puesta! - dijo Román. Ambos Martín y Patricio lo miraron extrañados.
-Nos gusta como te queda, tan apretada, nos pareces más masculino con ella - Román explicó.
-Pero si me la dejo, sudaré mucho! - dijo Patricio
-Oh, es que queremos chupar todo tu sudor, mmm - dijo Martín entendiendo las intenciones de Román.
-Ah bueno, por mi está bien - dijo Patricio
Fue Martín el que primero saltó encima de Patricio, comenzó a acariciar su enorme pecho y sus anchos hombros, y agarrar con fuerza su cuello, que era su parte favorita. Pasó sus manos por debajo del cuello de la camisa, y la pasó por la separación entre los pectorales de Patricio, hasta su estómago que parecía esculpido en mármol.
Lo besó alrededor del cuello y en la cara. Patricio lo agarró con sus brazos enormes, casi haciéndolo reventar mientras le dió un beso.
-Mmmm, déjame admirar esos músculos - dijo Martín. Patricio flexionó su brazo derecho y Martín acarició y chupó sus biceps a través de la tela.
A Patricio esto lo excitaba porque estaba comenzando a sudar y su pene se estaba parando, abultando los pantalones de franela.
Patricio miró a Román, -Oye Muchacho, ven a ayudarnos con ésto! - y señaló su pene.
Román no tuvo más opción que acercarse, desabrochó y abrió los pantalones de Patricio y trató de bajarlos pero estaban tan apretados a la altura de las piernas que se tuvo que conformar con sólo dejar su pene descubierto, libre de la atadura de los pantalones y el slip. Una vez liberado, el pito de Patricio estaba erecto de forma completa.
Mientras tanto, Martín acariciaba todo el torso del enorme hombro, era lo que más le gustaba.
-Entonces, qué estás esperando - le preguntó Patricio a Román
Román comenzó a masajear el pene enorme de Patricio
-Chúpalo - ordenó Patricio
Y así lo hizo, comenzó a trabajar con su lengua la enorme polla, Patricio usó una de sus manos para forzar la boca de Román hacia la cabeza de su pene, mientras gemía, era más un rugido profundo y estruendoso que un gemido, lo tomó a Martín presionándolo muy fuertemente con su brazo derecho mientras lo apretaba a Román con el izquierda, esto excitaba a Martín aún más. Ya había sudado una gran cantidad.
Román no tenía opción más que tragar todo ese pene y darle a este super-hombre todo el placer que merecía, comenzó a chupar y no paró. Esto duró un largo rato, quizás unos treinta minutos y Patricio estaba muy sudado, todavía quería cogerlos por el culo. Entonces acabó, cantidades industriales de semen comenzaron a salir de la punta de su pene. Román quería quitar su cabeza, pero la fuerta mano de Patricio no se lo permitía. Entonces comenzó a tocer y Patricio lo dejó ir. Una vez que ya había liberado todo el semen, Patricio se separó de los hombres y se quitó su camisa toda cubierta de sudor y sus pantalones.
-Por qué no te quitas tu slip también? - sugirió Román
-Buena idea, - dijo Patricio y se los quitó.
Estando desnudo, con su cuerpo completo en todo su esplendor, Martín comenzó a masajearlo con más fuerza,
-No muchachito, no quiero más masajes... - dijo Patricio y se quitó a Martín de encima con su enorme brazo. Mientras estaba distraído, Román tomó rápidamente una de las botellas del refrigerador, tiró el contenido y estrujó la camisa de Patricio encima, llenándola con sudor.
Cuando volvió a Patricio, estaba sobre Martín, penetrándolo
-Mmm, tienes un bonito ano - Patricio era una máquina de coger, aparentemente había practicado mucho con Brenda, y además su pene era tan duro que no había culo que no pudiera penetrar.
Terminó con Martín rápidamente,
-Ahora es tu turno, pequeño Román! - dijo
A Román no le gustaba mucho la idea, pero tenía que hacerlo así que se acercó, Patricio tan sólo se sentó en el sillón y lo agarró -Te gusta esta posición? - le dijo
Román no respondió... -No me importa de todos modos... - dijo Patricio sabiendo que Román no tenía mucha opción.
Puso el culo de Román sobre su pene y sentados en el sofá comenzó a subirlo y bajarlo, cogiéndolo, casi usándolo como un dispositivo para masturbarse, no era muy placentero para Román, que lo penetren por primera vez con un pene tan grande, pero aunque era doloroso al principio comenzó a sentir un poco de placer mientras lo hacía más y más.
En un par de minutos Patricio volvió a ayecular, parecía que su semen nunca se terminaba, por lo menos ese era un ingrediente que les iba a resultar fácil obtener.
Cuando terminaron, Patricio los dejó tomar un descanso, respirar un poco.
Román vió que Patricio estaba distraído y susurró a Martín:
-Tenemos casi todo, sólo nos falta la sangre
-Todo de qué?! Ah, cierto ... -Martín no estaba precisamente pensando en los ingredientes, estaba teniendo casi la mejor experiencia de su vida.
-Debemos convencerlo de que me deje cogerlo por el ano, no es gay, puedo hacerle sangrar el culo de seguro! - sugirió Martín
-Estás seguro? - a Román le daba miedo la idea.
-Si
-Bueno, hagámoslo! Martín se acercó al grandulón con miedo,
-Mmm, estuvimos hablando y tenemos algo que pedirte
-USTEDES pedirme A MI? Ja ja, mírenlos, los pequeñitos tienen algo que pedirle al grande y poderoso Patricio?! - cuando dijo esto hizo una pose impresionante flexionando sus bíceps.
-Bueno, es sólo un pedido, si quieres
-Qué?!
-Por favor, déjame cogerte por detrás
-En qué estás pensando?! No soy gay!
-Bueno, recién tuviste sexo con dos hombres - dijo Román
-Si pero, es diferente, yo los cogí a ustedes
-No te da curiosidad? Quizás mi pequeño pene no pueda penetrar tu enorme, duro y fuerte trasero y esos glúteos gigantes, no te gustaría sentir eso? - Martín trataba de seducirlo.
-Je je, bueno, me gusta sentirme grande y poderoso... eso es tan placentero... esa cosita es muy chiquita para mi culo, qué podrías hacerme? Jaja, por supuesto dejaré que me cojas si es que puedes! - Patricio respondió confiado.
-No te preocupes Román, esta chiquita se ha enfrentado a tipos mucho más duros que éste - le susurró Martín.
-Qué tengo que hacer? - preguntó Patricio
-Tan sólo acuéstate boca abajo yo me encargaré del resto - dijo Martín.
-No podrás penetrarme, mi culo es muy duro.
-No sabes de lo que es capaz un hombre excitado - aseguró Martín
Martín saltó sobre el enorme gigante con su pene desnudo, está bien duro y enrojecido, no era muy grande, promedio pero decente. Al principio trató de ponerlo en su culo, era muy duro, no le dejaba entrar.
-Ey hombre, tienes que relajarte un poco, de otra forma no sentirás nada
El culo de Patricio se relajó lo sufience como para que Martín lo pudiera penetrar un poco.
-Qué si flexiono así? - dijo Patricio y flexionó sus glúteos
-Oh dios!! Me la estás aplastando!! - a Martín esto le daba más placer que dolor.
-Quieres más?! - Patricio flexionó y relajó, flexionó y relajó, flexionó y relajó, alternativamente. Román miraba el bautismo anal de Patricio.
-Ahh... que bien... - Martín estaba en éxtasis - Bien entonces, prepárate
Aunque le costó, Martín hizo todo su esfuerzo y finalmente penetró el culo de Patricio, era un pequeño ano y le hizo algo de daño, comenzó a cogerlo, moviendo su pelvis hacia adelante y atrás, cada vez más rápido.
-Ay Dios, nunca había sentido algo así - Gimió Patricio con placer.
-Te gusta, eh? - Dijo Martín. Estaba cogiéndolo bien duro y algo de sangre comenzó a salir del culo de Patricio, Román estaba feliz.
Martín puso una mano sobre la cabeza de Patricio y lo sujetaba contra el sofá, para que no pudiera ver lo que Román comenzaba a hacer
-Es más placentero si no miras - Patricio estaba tan extasiado que no le importó.
Cuando no lo veía, Román tomó una botella y la puso bajo el sofá donde comenzaba a chorrear un poco de sangre, que cayó en la botella, era suficiente.
Finalmente Martín acabó y Patricio quedó tirado en el sofá, parecía a gusto porque se sintió algo mareado y se durmió.
-Genial! - Pensó Román. Tomó la botella con sangre, sudor, y tomó algo de semen que estaba tirado sobre el sofá
-Quizás sea mejor si es más fresco - pensó.
Tomó el slip que Patricio estaba usando hacía minutos y con unas tijeritas le cortó un mechón de vello púbico.
Ambos hombres se vistieron y corrieron del lugar. Llegaron de Pratrovia y le trajeron todos los ingredientes.
-Muy bien señores... no les voy a preguntar cómo obtuvieron todo esto, pero parece más de lo que pedí, una botella de sudor?! Bueno, no se preocupen - dijo la señora Pratrovia.
Tomó un caldero pequeño, calentado por una velita debajo, tenía un líquido azulado adentro. Puso allí la gota de sudor, una gota de sangre, una gota de semen y finalmente los vellos púbicos.
-Y qué ocurre con la ropa interior?! - preguntó Román con furia al ver que no la ponía.
-Ah, es para mi colección - con esto Pratrovia sintió el olor del slip con placer y se lo dió a su asistente, que lo puso en un estante junto con otra ropa interior de distintos estilos (y varios estilos de hombre).
-Mmm, me han traído un buen ejemplar - dijo señalando el slip - todavía tiene un olor fuerte.
Ambos hombres estaban desconcertados
-OK, ya termina con el hechizo, puede ser?! - Roman trató de apurarla.
-Bien - dijo y puso sus manos sobre el caldero que comenzó a brillar más y más, tanto que el brillo se convirtió en un potente destello de luz que baño la habitación completa y de repente se apagó.
-Eso es todo? - preguntó Román
-Así es, el hechizo del mal de intercambio se ha roto! -respondió Pratrovia.
-No siento nada - dijo Román
-Las cosas volverán a la normalidad en un par de días... qué están esperando? Tengo otra gente en la fila, el suyo no es el único hechizo horrible que tengo que terminar! - dijo Pratrovia.
-Ok bueno, adiós - dijeron y se fueron. Al día siguiente Román no se sentía para nada especial... era el Román de siempre, se tocó el pecho -Mmm, quizás las tetillas ya no están tan grandes, además ya no estoy tomando los anabólicos asi que puede ser por eso también - pensó. Patricio entró, estaba tan grande y fuerte como siempre o quizás aún mejor, lo vió a Román y lo saludó como siempre
-Qué pasa alfeñique! - y entró a la oficina de Brenda. En unos minutos Román pudo escuchar a Patricio y a Brenda "divirtiéndose" otra vez, no parecía importarles mucho la compañía, Patricio estaba enorme como siempre y ella acariciaba sus enormes músculos.
Entonces llegó Martín
-Me parece que esa vieja nos estafó - Román le dijo a Martín
-Estás seguro?
De repente, escucharon un grito provenir de la oficina de Brenda, era ella.
-Oh cariño! No es tan terrible, si sigo ejercitándome un poco más, lo puedo arreglar - escuchó a Patricio decir. Después de ésto salió de la oficina, parecía como si hubiese perdido 50 kg de músculos de un momento a otro, su camisa y sus pantalones estaban holgados y también parecía más bajo de estatura.
-Mierda! Qué me está pasando? - Patricio le preguntó a Román y Martín, y mientras hablaba no se daba cuenta de que se estaba achicando más y más.
-Bien Patricio, fácil viene, fácil se va... - se animó a decir Román. Al día siguiente Patrició apareció, Román y Martín esperaban verlo. Cuando llegó lucía terrible, muy triste y deprimido y ya no tenía más músculos, estaba igual que antes que comenzara todo, o peor. Brenda no quería recibirlo, en vez de eso, le ordenó a que termine su papeleo para la tarde, tenía una pila enorme de trabajo sobre el escritorio!
A través del intercomunicador trabaja de hablar con Brenda
-Pero querida!! Cómo puedes hacerme esto! - le dijo
-Ya no soy tu querida, eres un flacucho con un pito chiquito! -le dijo con crueldad.
Entonces Román le dijo a Martín
-Sabes una cosa? Creo que ya no me gusta Brenda, a veces es una perra!
-Hey! Tu voz es normal de nuevo!
-Jaja se siente bien no es así?! - Román se rió por primera vez en mucho tiempo.
-Lo único que me da pena es que Patricio haya vuelto a ser flaco, me gustaba verlo así grande...
-No te olvides que Pratrovia dijo que los resultados de mis esfuerzos volverían a mí - aclaró Román
-Si pero, no funcionó... - dijo Martín resignado
-Si yo fuera tú, no estaría tan seguro - y Román sonrió con confianza, miró su pecho y un botón de su camisa salió disparado...

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katebrown (18 de October de 2022 a las 20:20) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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