Kati y yo nos conocimos en un chat. Las dos estábamos pasando un momento complicado y quedamos. Nuestra primera coida de coño, como dos conejitas jugando a los médicos, fue increíble.
Relato
Aún recuerdo a la perfección la primera vez que vi a Kati. Habíamos quedado en un bar del centro y no podía contener los nervios de conocer por fin a la chica con la que llevaba chateando más de 2 meses. Las dos estábamos solas en aquel momento, yo acababa de dejar a mi chico después de una relación de dos años en la que me había alejado de todo mi círculo de amigos, y ella hacía poco que había llegado a España y aún no había conocido a nadie interesante. Huelga decir que jamás me había interesado por una muer, de hecho no he vuelto a hacerlo, así que esta fue mi primera y última vez.
Llegué media hora tarde al bar porque me pasé mucho tiempo pensando qué ponerme. Una no tiene todos los días una "cita a ciegas", aunque sea con otra chica, de hecho era la primera vez que quedaba con alguien a quien no conociese.. quería causarle buena impresión, así que me pasé un buen rato delante del espejo, escogiendo algo especial. Llevaba una falda de tubo negra y unas botas de media caña con un tacón vertiginoso. Estaba realmente impresionante aquel día, aunque reconozco que tengo un cuerpo casi escultural, estoy acostumbrada a que los hombres se queden parados al verme, a provocar miradas de reojo en la oficina, y a provocar deseo en cualquiera que pase 10 minutos conmigo.. soy rubia, tengo los ojos azules, mido 1,70 y soy más bien delgada, pero tengo unas curvas muy pronunciadas. Por aquel entonces además, hacía poco que había dejado el equipo de natación, de modo que aún podía presumir de un culazo escandaloso.
Además combiné la falda con una camiseta de tirantes con un escote en V de infarto. Siempre he tenido el pecho muy bien proporcionado y alto, pero a esa edad aún tenía esas tetas duras y turgentes fruto de muchos años de entrenamiento, y los hombros torneados como esculpidos en mármol. Me encantan los cuerpos de mujer con algo de musculatura, sobre todo esos hombros redondos que hacen una pequeña curva en el biceps y dan ganas de morderlos como si fueran manzanas.
Como dos tontas, habíamos convenido que para reconocernos, ambas llevaríamos un periódico en la mano, de modo que nada más entrar me dirigí hacia la chica que estaba sentada al fondo del bar sin dudarlo. Cuando llegué a la mesa casi me da un infarto ... a mí no me gustan las mujeres, pero reconozco que era la mujer más bella que había conocido nunca. No sé si puedo describirla .. era como la mezcla perfecta entre la cara de un angel y el endiablado cuerpo de la mujer que pudiera tentar al diablo.
Kati es de Colombia, pero no de esas niñas enanas rechonchas que lo tienen todo gordo, culo gordo, tetas gordas, barriga gorda y piel tostada.. No, Kati es como una actriz de telenovela venezolana. La piel finísima y blanca como la leche, envuelve 1,78 cm de un cuerpo de diosa, unas piernas infinitas, una cintura pequeñísima y los pechos más perfectos que he visto nunca. Usa una talla 100 de sujetador, tiene las tetas tan grandes y tan bien puestas que parecen operadas. Kati huele a vainilla, a canela, a todas esas cosas que te quitan el sentido. Cuando hundía la nariz detrás de su oreja y aspiraba su olor es como si todos os afrodisíacos del mundo viniesen a concentrarse en el mismísimo centro de mi coño.
En ese momento solo vi a una mujer guapísima, que me miraba con su cara de ángel-demonio, unos ojos negros asombrosamente brillantes y unos labios que más que labios, eran morritos.. esos morritos de niña pequeña cuando frunce el ceño, Kati los llevaba de serie.
Estuvimos toda la tarde en el bar, charlando y bebiendo se nos hizo de noche y no nos dimos cuenta de la hora. Creo que fue un flechazo, estábamos las dos agilipoyadas contándonos nuestros 20 años de vida. Acabaron echándonos del bar y las dos medio borrachas, nos fuimos a bailar a una discoteca de maricones. A las dos nos encantaban ese tipo de sitios, porque puedes hacer lo que te dé la gana, divertirte y bailar como una fulana sin que venga ningún capullo a entrarte para ligar y estropearte la fiesta.
Ya en la discoteca sabíamos que nos gustábamos. De modo que no me sorprendí cuando empezamos a bailar y Kati me hacía tonterías, se acercaba, me mordía el cuello, me daba un beso fugaz en los labios .. había muchos chicos mirándonos y eso nos despertaba una especie de morbo lascivo, así que seguimos tonteando, hasta que en un bajón de intensidad de la música, nos empezamos a enrollar.
Kati tenía una boca deliciosa, nunca había besado a una mujer y no tiene nada que ver con un hombre. Esa piel de seda, la lengua mucho más pequeña que la de un hombre, es una delicia lamerle los labios con mi lengua, no sentir la piel rasposa por la barba. Podía pasarme horas recorriendo sus labios con mi lengua, hundiendo mi lengua en su boca, recorriendo sus dientes pequeños .. y ese aroma a vainilla y canela que me envolvía cada vez que lamía el lóbulo de su oreja, que gemía con la respiración entrecortada en su oído y sentía sus gemidos, y me daba cuenta de que empezaba a ponerme cachonda y me empapaba..
De pronto las dos perdimos cualquier atisbo de pudor y empezamos a enrollarnos desenfrenadamente, apoyadas en una columna a un lado de la pista. Kati cogio mi mano y se la llevó a las tetas. Entendí por qué a los hombres les vuelven locos las tetas de una mujer. La sensación cuando agarré su pecho blando y duro a la vez, sentir a través de su camiseta, cómo su pezón se endurecía al contacto con mi mano, ella se arqueaba hacia atrás y apoyaba sólo la cabeza en la columna y me ofrecía sus tetas con la mirada .. yo no sabía ni qué hacer, y supuse que tenía que hacerle lo mismo que me gusta que me hagan a mi .. así que empecé a besarle el cuello y bajé hasta sus pechos, y de forma disimulada, hundí la cabeza en su grandísimo escote y le agarré una de sus tetas para poder llegar con mi lengua hasta su pezón. Era una sensación increíble chupar su pezón duro y recorrer la suave piel alrededor del pezón.
Nos dimos cuenta de que nos estábamos pasando un poco, y el corrillo de tíos ahora era ya demasiado evidente, aunque la mitad fuesen maricones, no habían pagado por disfrutar del espectáculo gratuito ... así que nos fuimos.
Le invité a mi casa y no dudó un minuto, además estaba tan borracha que su padre la hubiese matado si aparece en su casa en ese estado .. de modo que le envió un mensaje para tranquilizarle y se vino conmigo.
Yo vivía con mis padres y mi hermana, y compartía habitación con mi hermana. Se habían ido los tres a pasar el fin de semana al pueblo. Fue ella la que me dijo que durmiésemos juntas, en la habitación de mis padres, que quería dormir abrazada a mi.
Nos metimos en la cama en ropa interior. Creo que aún seguíamos sin dar crédito a lo que no estaba pasando, pero ninguna quería reconocerlo. Tumbadas en la cama empezamos a acariciarnos .. estábamos calladas, no sabíamos qué decirnos, empezamos a besarnos y ella llevó la mano a mi coñito y lo encontró empapado. Me preguntó si me había pasado eso alguna vez, se refería a acostarme con una chica, y le dije que no, ella reconoció que también para ella era la primera.
Ninguna sabía cómo hacerlo y nos dejamos llevar.. Kati empezó a acariciar mi coñito muy suavemente con dos de sus dedos por encima de mi tanguita, yo estaba empapada y jadeando, no podía creer lo cachonda que me estaba poniendo con una chica, pero abrí las piernas de par en par para permitir que frotase mi coñito con toda su mano. Ella me quitó el tanga y deslizó sus dedos arriba y abajo frotando mis labios y yo mientras le arranqué el sujetador y magreaba y le chupaba sus enormes tetazas y jugaba con mi lengua en sus pezones increíblemente duros e hinchados.
Kati iba cada vez más deprisa y cuando vió que estaba al límite, se inclinó hacia abajo para poder jugar con sus dos manos en mi coñito. Hundió los dedos con una mano mientras con la otra seguía frotando con fricción mi clítoris, yo sentía tal placer que no podía ya ni respirar, sentí cómo se hinchaban mis tetas y se endurecían mis pezones, algo que me pasa siempre que voy a correrme, y entonces estallé en un profundo gemido ...
Exahusta, la miré con los ojos brillantes y una sonrisa de satisfacción y le pregunté .. ¿ya me toca???
Ella se rió y se dejó hacer .. y en ese momento me dí cuenta de que no había nada en el mundo que me apeteciese más que proporcionarle placer. De modo que agaché mi cabeza entre sus piernas y decidí que era el lugar perfecto para pasarme ahí la próxima media hora.
Comencé muy despacio, lamiendo con delicadeza sus ingles, la curva de la ingle a sus labios mayores. Kati iba depilada, pero tenía un vello negro y cortito de varios días, como todo el resto de su vicioso cuerpo, también era extremadamente suave.
Jugueteé un rato con mi lengua en sus labios, dejando que ella fuese calentándose y deseándolo, y cuando vi que estaba a punto abrí con delicadeza su conchita rosada y empecé a acariciar con la punta de mi lengua su almejita. Sentía la punta de mi lengua ardiendo, su clítoris estaba caliente y todo su coñito cubierto por una babilla transparente que chupé con avidez. Notaba que cuando le lamía todo el coño con la lengua entera se revolvía de placer, de modo que fui alternando las caricias con la punta de mi lengua despacio en su clitoris, con lametazos en todo su coño presionando fuertemente con toda mi lengua.
Ella me pidió "por Dios méteme algo ahí dentro que no puedo más" .. y seguí torturándola pero muy despacio, empecé a hundir un dedo dentro de su coño suavemente. Luego le metí otro dedo y jugueteé dentro de su coño con los dos, mientras seguía lamiendo su vagina con mi lengua.
Aumenté el ritmo de mi lengua en su clítoris y ella empezó a jadear de forma acompasada cada vez más rápido .. notaba que estaba muy cachonda porque estaba totalmente empapada y respondía con sus caderas a la cadencia de mi mano hundiéndose en su coño. Me pidió ir más deprisa .. aceleré los lametones a su vagina, se la estaba devorando entera, tenía toda la cara empapada de su coño y estaba frenética, mientras hundía todos mis dedos en su coño una y otra vez. Más deprisa, más deprisa, más adentro, más fuerte .... y entonces gritó .. diooooos me coooorroooooo !!! y arqueó la espalda tan fuerte que pareció que se iba a partir .
Acabamos extasiadas, los ojos como platos mirando al techo y con una sonrisa de gilipoyas que no se nos boraraba de la cara. Te quiero, me dijo, y la entendí y supe que esa sensación con ella no la sentiría nunca más con nadie.