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Esto me ocurrio el invierno pasado

Relato enviado por : lucas el 26/01/2005. Lecturas: 4700

etiquetas relato Esto me ocurrio el invierno pasado .
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Resumen
Estoy en mi casa escuchando la lluvia y escucho un ruido. Dos jovencitas están mojándose en la calle...


Relato
Esto me ocurrió el invierno pasado
Esto me ocurrió el invierno pasado, en la casa de mis padres de un pueblo de la Comunidad Valenciana. Me llamo Pascual y tengo 36 años, tengo novia y piso pero aun sigo en casa de mis padres. Soy un chico normal, ni feo ni guapo pero sí agradable, muy cortado con las mujeres (de hecho siempre me han conquistado ellas a mi) y sexualmente normal, aunque como casi todo el mundo con fantasías.

La casa de mis padres está en la periferia del pueblo, una zona virgen con campos pero a menos de 100 metros del pueblo, una casa bien equipada, calentita y cómoda, de dos alturas y terraza. En la segunda planta está mi despacho, con su estufita de leña y el sillón, y desde donde empezó todo y os escribo.

Un martes por la tarde estaba sólo en casa, mi hermana y mi madre trabajaban y volverían hasta bien entrada la noche. Estaba en mi despacho escuchando como llovía y pensando en el fin de semana cuando me pareció oír un ruido en la calle. Me extraño que hubiera alguien con la que estaba cayendo. Me asomé a la ventana y vi. a dos chiquitas de unos 14 ó 15 años bajo la marquesina de la casa del vecino, completamente caladas y heladas de frío.

Bajé corriendo las escaleras y me dirigí a la puerta, abrí y llame para que pasaran dentro. Ellas cruzaron la calle y entraron en casa. Pobrecitas, iban perdidas, caladas hasta los huesos. Las hice entrar en el baño, les di toallas, y les presté unos shorts y camisetas de mi hermana y les dije que me dieran la ropa para poder secarla al lado de la estufa a la vez que hervía leche para que se tomaran algo calentito.

A todo esto, no les había preguntado quienes eran, aunque su cara me sonaba de la plaza cercana a zona. Las vi tan mal que lo primero era que entraran en calor, ya habría tiempo para presentaciones. Me disponía a sacar los vasos de leche cuando salieron del baño. Estaban monísimas con la ropa de mi hermana, les quedaba muy bien (mi hermana tiene 27 pero no es muy alta, aunque muy coqueta y bien hecha).

Por favor, ¿me dais la ropa mojada?, pregunte.

¿Para qué?, preguntó la que parecía mayor de las dos.

Para ponerla al lado de la estufa y que vaya secando, le contesté.



Me molestó bastante el tonó de desconfianza que había usado para la pregunta pero me aguante.

He calentado leche, ¿cómo os gusta?, pregunté. Tengo Cola-Cao, Nescafe, chocolate…..

Cola-Cao, dijo la mayor en un tono mas calmado. Parecía que se acababa de dar cuenta que les había echado un buen cable. "Gracias", murmuró.

De nada, Voy a sacaros la leche, sentaros en la mesa y tomaros esto caliente mientras yo tiendo la ropa.

Subí a mi despacho y puse en tendedero de estos de todo a cien que esta para emergencias. Me puse a tender la ropa y todo iba bien hasta que cogí una de sus braguitas. Un escalofrío me recorrió de arriba abajo, estaba mojada, me excite sobremanera. La olí, era un olor de niña recién entrada al sexo pero con crios de 14 años que no saben nada apenas. Busqué la otra, la olí y me imagine el coñito de la dueña.

Mi verga estaba a tope y no podía bajar así. Me la saque y empezé a meneármela entre las dos bragas. Estaba tan excitado que me corrí prácticamente enseguida, evitando lógicamente mancharlas.

Bajé mas calmado. Habían terminado y estaban sentadas en el sofá viendo la tele. Nada mas verme se levantaron, nos miramos. Ellas parecían bastante cortadas, me imagino que entre el tipo de gente con las que las había visto lo que yo acababa de hacer no era normal.

Me llamo Pascual, dije, ¿y vosotras?.

Yo soy Natali y ella Esther, dijo la pequeña.

Muchas gracias, estábamos heladas. Nos ha pillado la lluvia en el campo y no teníamos nada para resguardarnos, dijo Esther.

Es lo menos que podía hacer, les dije.

Nos sentamos en el sofá y empezamos a hablar, me contaron quienes eran, donde estudiaban y algo del grupo de gente con el que iban y yo les estuve contando un poco mi vida mientras las observaba de forma disimulada. Natali, la pequeña me dijo que tenía 14 años. Estaba en pleno desarrollo de la niñez a la adolescencia. Tenía un cuerpecito casi formado, con las tetitas de punta y duras por las apariencias. Esther estaba ya desarrollada, muy bien desarrollada, tenia una cara de putita que no había quien se la quitara. Como me encantaría follarme a las dos, pensé.

Seguía lloviendo de forma intensa y no parecía que amainase.

¿ Os molesta si me fumo un peta?, les pregunté.

Se volvieron a quedar tiesas. Lo normal en que en su casa cada uno haga lo que le de la gana. No estaban acostumbradas a tanta cortesía.

Para nada, contesto Esther. Nosotras también fumamos.

Lié uno grande de marihuana para que pudiéramos fumar los tres. La verdad es que la hierba estaba muy buena y en apenas dos caladas empezamos a sentirnos relajados.

Está muy buena, dijo Natali. Lo que pasa es que te deja la garganta seca.

Tienes razón, contesté. Que descortesía por mi parte, ¿Qué queréis beber?, pregunte.

¿Qué tienes?, dijo Esther.

Desde Coca-Cola y Fanta hasta tequila, hay variedad, dije.

¿Tienes mistela?, pregunto Natali.

Para quien no lo sepa, la mistela es un vino dulce elaborado con uva moscatel muy típico de la zona norte de Alicante. Yo me había aficionado a ella en algunas salidas de fin de semana y siempre tengo una buena provisión. Es una bebida que pega muy bien después de las comidas y a media tarde ya que no es muy fuerte.

Por supuesto, y de la mejor, conteste.

Me dirigí al mueble-bar y saque una botella de las mejores que tenia. Abrí la parte de arriba del mueble y saqué tres copitas. Me dirigí a la mesita de centro que había delante de ellas y serví las copas mientras hacia un repaso visual de sus piernas hasta el short, por ver si se adivinaba algo. Comenzamos a beber, una, dos, tres copas, y yo cada vez más caliente. No sabía que hacer. Estaban medio colocadas por la mezcla pero eran menores y la gente con la que se juntaban bastante jodida. Estaba pensando en ello cuando Esther me saco del aturdimiento.

¿Qué hay puesto?, dijo mientras cogía el mando del DVD y apretaba el PLAY.

Era ya tarde para lamentaciones (o no) pero automáticamente se puso en marcha la peli porno de la noche anterior y que se me había olvidado quitar. Aparecieron de súbito dos jovencitas comiendo la tranca a un negro mientras el le hacia un 69 a una de ellas. Yo no sabía que decir y mucho menos que hacer.

Valla polla, dijo Natali como si no hubiese visto algo así ni siquiera en fotos. ¿Es un montaje?, no.

Esther, apagala, dije sin pensar.

¿Por qué?, contestó. Si somos mayores para fumar y beber también podemos ver esto, ¿ o te vas a escandalizar ahora?, además la peli es tuya.

Nos quedamos mirándonos los tres y sin saber como ni porque, me giré hacia Natali y empezé a acariciar un de sus pechos. Ella no decía nada lo cual me excitaba más. Note una mano que se dirigía a mi paquete y comenzaba a tocarlo por encima del chándal. Le quite la camiseta a Natali y comencé a besar sus pezoncitos y a tocar sus pequeñas tetas y a llenarlas con mi saliva. Después fui bajando la mano hasta llegar al short, y comencé a acariciarla por encima. Se corrió antes de que le acariciara directamente a la carne, y como se corrió.

Mientras, Esther me había bajado los pantalones y chupaba mi polla como si le fuera la vida en ello. Le dije a Natali que se desnudara y la puse de pie encima del sofá con su coño a la altura de mi boca. Se lo chupe lentamente, consiguiendo que se corriera por segunda vez. Le pregunté si era virgen y me dijo que no.

Siéntate sobre mi polla, le dije.

Esther apartó su boca y Natali se sentó encima de mi verga, clavándosela hasta el fondo. Esther se desnudo y me ofreció su almejita que comí gustoso. Cuando termine con Natali, se la clave a Esther que estaba súper mojada. Cuando vi que me venía les abrí la boca y me corrí en ellas.
 

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:15) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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