Fin de semana en San Vicente.

Walter, un amigo mío me invitó a festejar su cumpleaños, pasando un fin de semana 22 y 23 de marzo en su quinta en la localidad de San Vicente, el siempre me hablaba ponderando esa localidad, entusiasmándome a conocerla, yo acepté pero me encontré sin el auto pues lo tengo en el taller en reparaciones.
Walter me explico cómo llegar viajando en tren, luego él me iría a buscar a la estación y por la vuelta que no me preocupe pues él me traería el domingo a la noche o el lunes a la mañana temprano.
Sábado 22 de marzo, 6,30 horas de la mañana: entro en la estación Constitución, me dirijo a las boleterías, saco boleto, camino hacia los andenes, subo al tren correspondiente instalándome en el segundo vagón detrás de la locomotora diesel coloque el bolsón con mis ropas en el portaequipaje sobre mi cabeza y me senté esperando la partida del convoy, me senté a la izquierda, en el segundo asiento doble, mirando hacia adelante y enfrentando al primer asiento (todos ocupados)
La formación partió a la hora exacta con el pasaje casi completo, me sorprendió la cantidad de gente que viaja a esa hora.
El tren llegó a la estación Temperley, la pareja que estaba sentada frente a mí se apeó y en su lugar se sentaron dos chicas, una de unos 18 años y la otra más chica de unos 14 años, las dos muy pintadas para mi gusto, parecían que volvían de bailar pero se veían como recién bañadas y muy per-fumaditas.
Las dos chicas hablaban entre sí muy animadamente, ahí me enteré que la mayor se llamaba Eva y la menor Rita, ésta vestía una pollerita corta de Jean y una remera color amarillo clarito con un chalequito de Jean haciendo juego con la falda Eva lucía una musculosa blanca y una pollera larga color negro, noté que Eva pese a ser delgada poseía, unas buenas tetas, Rita por el chaleco no se podía apreciar pero sospechaba que también tenía lo suyo.
El tren llego a Glew y prácticamente se vació pues me enteré después, que de allí salen y pasan muchas líneas de colectivos para las diferentes localidades cercanas.
Arrancó el tren de Glew, yo me incorporé unos segundos para estirar las piernas y observar que en el vagón quedaban solo unos 7 pasajeros, me volví a sentar comprobando que estábamos Rita, Eva y Yo solos muy separados de los demás, en eso veo que Rita me observaba fijando su vista en mi entrepierna, yo disimuladamente me mire para ver que miraba, sin encontrarme nada raro al volver a mirarla a ella vi que me miraba con picardía intercambiando la dirección de ésta entre mis ojos y mi bulto, dándome a entender que buscaba guerra, en eso se incorporó quitándose el chaleco dejando ver que poseía un par de tetas enormes para su físico y no llevaba corpiño y sus pezones se marcaban deliciosos contra la remera, con semejante espectáculo mi pija reacciono con una brutal erección.
Rita volvió a sentarse y a codearse con Eva señalando con la vista hacia mi abultado paquete y sonriéndose.
El tren estaba saliendo de la estación Guernica con destino final Alejandro Korn.
Rita colocó sus pies sobre el asiento dejando su vulva a la vista en eso descubrí sorprendido que no tenía puesta la bragas, dejando ver su deliciosa vulva sin un pelo, yo me quedé helado, no supe hacer otra cosa que mirar esa conchita que se me hacia increíble, encima no sé cómo pero Rita movía los labios vaginales causándome mucha gracia.
Comenzamos a platicar los tres, Rita sin ningún pudor dirigió sus manos a mi pija acariciándola y apretándola por sobre la tela del pantalón y bajándome el cierre a cremallera dejé que me sacara la pija del pantalón, Eva se puso de pie vigilando disimulada que no hubiera sorpresas.
Con las chicas quedamos en tener sexo ahí en el vagón me explicaron que una vez que el tren se vacía en la estación A. Korn lo sacan a una vía muerta y queda detenido hasta que la locomotora cambia de extremo para volver a Constitución después de una hora de espera, durante esa hora podemos coger tranquilos sin problemas.
Una vez detenidos en la vía muerta Rita se desnudó completamente, abalanzándose sobre mí como para devorarme la pija, la que chupó ansiosa, introduciéndosela hasta la garganta, esto le producía arcadas pero ella insistía, mientras me la mamaba yo le acariciaba los pezones, estos eran grandecitos y me dieron ganas de chupárselos, Rita se percató de ello y soltando la pija se incorporó y me dijo, yo tengo un bebe que estoy amamantando y me sobra mucha leche, si tu quieres puedes mamar toda la que quieras y no hizo falta insistir me prendí a sus tetas como un desesperado, Rita me contuvo un poco diciéndome:
Que me mamen las tetas me excita mucho por favor méteme la pija, lléname la concha de carne.
Ummmm, tú tienes una pija grande como a mí me gusta y sigue mamando, yo me desnudé todo rápidamente y acostándola en el asiento y levantando y separando sus piernas la penetré profundamente, frotando mi pubis contra el de ella sin sacarla y mamándole las tetas logré que llegara rápidamente a un orgasmo brutal, luego sin sacarla, pasé mis manos por su cintura en su espalda y la alcé, yo me recosté en el asiento con ella encima sentada sobre mi pija a horcajadas, estaba tan excitada que comenzó a cabalgarme apoyando los pies sobre el asiento no podía penetrarla más, yo por mi parte seguía bebiendo su tibia leche trago, tras trago, de una y otra teta, hasta que Rita dando gritos apagados tuvo un orgasmo tan brutal que casi pierde el conocimiento y yo al notar su delirio no pude evitar eyacular en su vagina junto con ella.
Rita quedó rendida, Eva le ayudó a Rita a vestirse la poca ropa que usaba, con cara de resignada ya que ella estuvo vigilando y envidiando a su prima, Rita volvió a tomar mi pija, y a lamérmela y chupármela, hasta que estuvo bien al palo, luego llamo a Eva diciéndole toma mi amor, es todo tuyo y dirigiéndose a mí, en voz baja me dijo: “A Eva, le gusta por el culo” Eva la escuchó y repuso:
¡Sí! Me gusta ¡Pero esta pija me lo va a destrozar! A lo que Rita respondió:
No temas ¡Yo te ayudo! Y diciendo esto le pidió a Eva que se pusiera en cuatro de rodillas sobre el asiento, levantó la pollera mostrando que ella tampoco usaba bragas y que tenía un culo espectacular, Rita le escupió el culo y la concha riendo casi a carcajadas luego le paso la lengua bien profundo por la raja y el ano que lentamente fue dilatándose permitiendo que la lengua de Rita entrara y dejara una abertura de unos tres centímetros de diámetro luego Rita pasó a lamerme la pija y ensalivarla toda y una vez que comprobó que mi pija estaba a punto, la llevo con la mano a que mi glande se apoyara contra el esfínter de Eva y tomándola de los pelos la hizo atracar como a una yegua contra mi pija, ésta se perdió entera de un solo empujón en el estrecho culo, Eva pegó un grito de dolor, lloró un poco pero después de unos momentos entró a gozar la pija, yo la sentía tan lindo adentro de su culo que se lo llené de semen tibio justo en el momento en que el tren comenzó a moverse, me vestí rápidamente les regalé unos billetes a las chicas que quedaron muy agradecidas y me pase al otro vagón, donde después de que subieron todos me bajé disimuladamente.
Ya en la calle saque el teléfono celular y llamé a mi amigo para que viniera por mí.