Fin de semana en Tarragona

Hola de nuevo. Esta vez el relato es completamente real. Fue en el puente del doce de Octubre.

Como era un puente largo y nuestro hijo pequeño no estaría por que se iba con su tio y su prima al Pirineo, decidimos que nosotros nos iríamos a visitar a un amigo que desde hace unos años trabaja para una empresa de la petroquímica de Tarragona y vive en Reus. Nos reservamos un hotel en Tarragona porque a mi mujer le hacia gracia de visitar los museos de esta ciudad ya que con muestro amigo habíamos quedado para el sábado, día que libraba de las guardias que le tocaban esa semana y nosotros estaríamos en Tarragona el viernes por la mañana.

Después de instalarnos en el hotel, nos fuimos a dar una vuelta por el puerto de esta ciudad y hacer tiempo para luego ir a comer. Estábamos paseando por el puerto deportivo cuando oímos una voz de mujer que nos llama; eran Miguel y su mujer Maria que estaban al otro lado de la valla, les preguntamos que se les había perdido por Tarragona, pues los hacíamos en Italia en casa de Carlos. Nos contaron que una prima de Maria había tenido un bebe y que cambiaron el viaja a Italia para otro fin de semana. Nosotros les contamos el porque de nuestra visita a Tarragona y les invitamos a comer con nosotros si no tenían algo mejor que hacer, contestaron que si y nos dispusimos a buscar un restaurante para comer.

Mientras estábamos comiendo mi mujer me susurro al oído que al encontrarnos con Miguel y Maria que se le habían ido los planes que tenia para después de comer, Maria que es una lince rápidamente le dijo que tener secretos entre amigos es muy feo y mi mujer ni corta ni perezosa le dijo que lo que ocurría es que después de comer ella había pensado de volver al hotel y echar un polvo para ir calentando el ambiente para el sábado, porque a eso era a lo veníamos, hacer un trio con Jordi, ya que hacia mucho tiempo que no lo veíamos y además había sido medio novio suyo.
Miguel y Maria se miraron y dijeron que por ellos no había ningún problema que luego se irían a casa de los primos, pero mi mujer les corto diciendo que de eso nada, que se venían con nosotros y que nos hacíamos la siesta los cuatro que asi la cosa se podría caldear antes y mejor. Maria no puso ningún reparo y Miguel dijo que por el ya estaba bien pues ahora hacia tiempo que no follábamos los cuatro juntos y que le apetecía.

Después de comer nos fuimos paseando hasta el hotel. Al llegar pedimos una botella de cava y nos fuimos a la habitación donde después de tomar el cava nos pusimos a lo que habíamos ido, follar y follar hasta que Miguel y yo ya no podíamos aguantar mas y después de echarlo a suertes nos corrimos los dos en el coño de su mujer. Quedamos que al día siguiente nos encontraríamos después de comer junto con Jordi y que iríamos a tomar algo a un bar que ellos conocían y luego podíamos ir a cenar los cuatro juntos.

El sábado por la mañana, a eso de las diez nos llamaron de recepción para decirnos que había llegado nuestro amigo, como aun no estábamos arreglados pues mi mujer aun estaba en la ducha les pedí le dijeran que hiciera el favor de subir a la habitación. Llamaron a la puerta y en el momento que Jordi entraba en la habitación, mi mujer salia de la ducha completamente desnuda, Jordi se acerco a ella y poniéndole una mano en una teta le dio un morreo y los buenos días.

- ¿Aun estáis así? Vamos a llegar tarde a la visita guiada por el museo, nos dijo él-; yo conteste que había sido por mi culpa pues en lugar de ducharme me metí en la bañera y tarde mas.

Terminados de vestir nos fuimos a la visita museistica y luego a comer. Por la tarde nos encontramos con Miguel y Maria y fuimos a tomar unas copas. Mi mujer no hacia otra cosa que ir provocando a Jordi y este solo le correspondía cuando nuestros amigos no miraban.

Decidimos que iríamos a cenar al restaurante del hotel en el que nos alojábamos y así después no perderíamos tiempo en subir a la habitación para hacer de las nuestras ya que Montse estaba que no podía aguantar mas sin ser follada por Jordi y por mi a la vez, ya hacia días que esperaba ese momento. Cuando terminamos de cenar, Maria dijo que a ella le había venido la regla y que no se iban a quedar cosa que a mi mujer no le gusto mucho y le suplico que aun así se quedaran y que se heria lo que se pudiera pero Maria dijo que no, que ella no se quedaba y dándole un beso a su marido le dijo que el si quería que se quedara y que luego ya le contaría. Miguel se quedo porque nosotros y Jordi se lo pedimos y después de despedir a Maria nos fuimos a la habitación.

Mientras subíamos en el ascensor Jordi ya le estaba quito las bragas a Montse y le estaba sobando las tetas. Entramos en la habitación, nos desnudamos del todo, Jordi se puso en la cama boca arriba y cogiendo a mi mujer por la cintura hizo que le hiciera una buena mamada para terminar de ponerle la polla bien tiesa, Miguel y yo mientras tanto mirábamos y nos poníamos de acuerdo en como íbamos a follar los tres con una sola mujer.

Mi mujer empezó follando con Jordi mientras nos chupaba la polla a Miguel y a mi, pidiéndonos por favor que quería follar hasta que le doliera todo el cuerpo de tanto correrse, osea que ninguno de los tres podía correrse hasta que ella nos lo dijera.

Después de tener unos cuantos orgasmos con cada uno de nosotros nos dijo que quería la leche de los tres dentro de su coño pero que primero teníamos que volver a follarla, pero esta vez de dos en dos. Miguel se tumbo en la cama, Montse se sentó encima de su polla y empezó a follarlo; mientras yo le metía dos dedos por el culo para abrírselo bien ya tubo dos orgasmos y fue entonces cuando le puse la polla en el culo y se la metí de un solo empujón hasta el fondo y Jordi para acallar sus quejidos le puso la polla en la boca para que la chupara bien. Nos fuimos turnando hasta que los tres nos la follamos por el coño y el culo. Descansamos un poco mientras nos lavábamos las pollas para follarla por el coño y volvimos a empezar a follarla hasta corrernos cada uno dentro de su coño, yo fui el ultimo en follarla y cuando me corrí ella me dio un beso y un abrazo dándome las gracias por la noche de sexo tan bueno que había tenido.

Después de tomarnos unos cubatas Miguel y Jordi pidieron un taxi y se fueron cada uno a su casa. Nosotros, al día siguiente por la mañana regresábamos a Barcelona.

Luis Miguel