Haciendome pasar por vendedora, solo para dejarme cojer.

Hola, soy nueva en esta pagina, y despues de pensar mucho, me he atrevido a publicar poco a poco las aventuras que he tenido.

Me presentare, me llamo Monica, hace un par de años salí de la universidad, tengo 26 años, soy morena clara, mido 1.60, delgada, y me encanta el sexo, tengo novio y cada que podemos, lo disfruto, de la forma normal, pero siempre he sentido que le hace falta algo, a cada sesión, siento que le falta una historia, es decir, no se trata de llegar a la cama, desnudarse, tocamientos, penetración, sexo oral, y todo eso, lo que a mi me hace falta, es lo prohibido, la historia, la casualidad, la seducción, lo inesperado, por esta razón, he tenido muchas aventuras con desconocidos, me gusta, me encanta darme a desear, me gusta excitar a los hombres, me fascina ver la cara que ponen cada que me exhibo delante de ellos, en esos momentos, pierdo la cabeza y me entrego toda, disfruto cada minutos, cada centímetro de carne desconocida penetrandome, y para esto, yo trato de hacer que las cosas salgan como si fuera casualidad, creo un plan y lo llevó a cabo, para terminar cojiendo con desconocidos.

La primer aventura que les platicare, fue cuando me hice pasar por una vendedora de camisas, era la excusa que me permitiera entrar a las casas de algunos hombres y ver si se me antojaban, seducirlos y terminaran follandome.
Compre 5 camisas y 5 camisetas de distintos tamaños, que le quedaran a hombres que sean de mi antojo, y mi plan era pasarme por vendedora, para que me dejaran entrar a su casa, ver como vivían y si eran de mi agrado, comenzar a seducir y hacerlos creer que era su dia de suerte, me puse como ropa interior una tanga blanca, y un sostén normal, no quise ir demasiado obvia, me coloque unos jeans desgastados y una camisa tipo polo de color rojo, use una mochila donde metí las camisas y camisetas, maneje hasta un centro comercial, donde deje mi carro, me coloque una gorra del mismo color de mi camisa y me dispuse ir caminando por una colonia, viendo cada casa, buscando algún señor, algo que me llamara la atencion, despues de caminar unas cuadras, encontré un señor que iba llegando a su casa, me sonrió y le devolví la sonrisa, era alto, delgado, y le inventé que era promotora de una tienda nueva del centro, que mi trabajo era llevar una pequeña muestra de los productos, y se los podía mostrar, me dijo que estaba bien, en ese momento salió su esposa porque escuchó nuestra conversación, me miró de forma intimidante, voltee a ver al señor y le pregunte su talla, y le invente que no llevaba nada de esa medida, le agradecí y me despedí, me puse a buscar más opciones, mas adelante, habia una pareja estaba en la puerta de su casa, al parecer se estaban despidiendo, pues la señora estaba arreglada, como si fuera a su trabajo, los salude y les ofrecí las camisas, la señora me sonrió y me dijo, precisamente le estaba diciendo que debía de comprarse una par de camisas, se despidió de su esposo con un beso rápido, se subió a su coche y salió con mucha prisa, el señor me sonrió, y me ofreció a pasar a su casa, note que su sonrisa era sincera, y pase al interior, su casa era de chica, sencilla, pero limpia, no se veía rastros de niños, asi que pense, que esa era la oportunidad que esperaba, al escuchar cómo se cerraba la puerta detrás de mí, comencé a sentirme excitada, al pensar que estaba solo con un desconocido, primero se presento, se llama pedro, y me comento que acaban de llegar a la ciudad hace un par de semanas, y necesitaba camisas para una entrevista de empleo, nos pusimos a platicar un poco de como llegaron ahi, su casa, el trabajo de su esposa, en fin, en ese tiempo yo me mostré con mucho calor, incomoda, usaba mis manos para echarme aire, cuando el lo noto, le dije que fue porque estaba ya muy cansada, con mucho calor, que daría lo que fuera por bañarme y ponerme ropa limpia, se sonrió y me dijo -si quieres, puedes bañarte aquí, ahorita-, le sonreí y le dije, que no estaría mal, pero que tal si su esposa volvia, y lo que mas queria era lavar mi ropa, pues la traia puesta desde las 8 am que había salido de casa y aun me faltaba reportarme al trabajo a las 20 hrs, me volvió ofrecer bañarme y lavar mi ropa, usar la secadora, que eso tomaba una media hora, y en ese tiempo el podría probarse las camisas, no pude evitar carcajearme, al saber que él tenía las mismas intenciones que yo, después de asegurarme que su esposa no iba a volver a casa en un par de horas, y actuar como si no quisiera, le acepte la oferta, podía ver la cara de felicidad que puso, le pregunte que me podía poner mientras mi ropa se secaba, me dijo que no sería bueno que me prestara ropa de su esposa, pues podría darse cuenta por el olor, así que sin pensarlo, saqué una camiseta nueva, le dije, me pongo esto, le cerre el ojo y sonreí, pude ver como le gusto la idea, saque la talla mas chica que llevaba, me meti al baño, me desnude completamente y salí solo con la camiseta puesta, se podían ver mis aureolas, la camiseta me llegaba justo donde comienzan mis nalgas, estaba completamente desnuda frente a un desconocido, cubierta solo con una delgada tela, me tape, actúe tímida, él estaba en la puerta y abrió los ojos muy grandes cuando me vio, casi me avente a sus brazos y le cerré sus ojos, actuando de forma infantil y traviesa, me pregunto -Porque no quieres que te vea? si tienes un cuerpo muy bonito- le sonreí, como una niña traviesa, me di una vuelta de forma lenta, levantando mi nalgas lo mas que pude y le susurre al oído, eso es por dejarme bañar y lavar mi ropa, metí la ropa a su lavadora, me ayudó a programarla, y cada rato no dejaba de mirarme los pechos, que en ese momento, tenía los pezones duros y parados, en ese momenta ya deseaba ser penetrada por ese desconocido, pero quería seducirlo aun mas, me meti al baño, solo me moje el cuerpo, y salí en menos de 5 minutos, al salir, él se había puesto un short, como si se prepara para el momento; saqué una de las camisas y le pedí que se quitara su playera, para que se midiera la camisa, estaba parada frente a el, era mas alto que yo, yo le llegaba a la altura de su boca, supe que si quería besarlo, debía de pararme de puntas, al tener el torso desnudo, le ayude a poner la camisa nueva, aproveche para tocar su pecho, al acercarme a él, pude escuchar su respiración acelerada por el grado de exitacion que tenia, el short que tenia permitia ver lo erecto que tenia el pene, me acerque aun mas para ver de cerca el cuello de la camisa como si estuviera defectuosa y debia de examinar más cerca, en ese momento, su pene toco mi vagina y los dos emitimos un ligero sonido, nos miramos a los ojos, le sonreí, y le pedí que calmara a su amigo, que yo solo lo toque por accidente, en ningún momento me aparte, puso sus manos en mi cintura y me jalo, me pego mas a su cuerpo, mis pechos tocaron su pecho y eran presionados con fuerza, él estaba disfrutando el momento, bajo poco a poco sus manos, de modo que toco mi piel, yo me aparte un poco, no actuando molesta, si no, siguiendo con el papel de vendedora, le abotone la camisa y le dije que debia de meterla en el short, me pidio que lo ayude, asi que meti la camisa, y cuando fue la zona del frente, metí hasta topar su pene, se lo toque sin querer, en ese momento, me reí, le dije que ya estaba listo para la acción, veia en sus ojos la necesidad de descargar su excitación, se atrevió a jalarme y me dio un beso, mientras sus manos buscaron mis pechos, en ese momento, ya no pude soportar más, los jugos de mi vagina ya había mojado mis piernas, me quita la camiseta, y se lanzó a tocarme mis pechos desnudos, los beso, los presionaba, notaba que estaba demasiado excitado, me trataba con fuerza, yo le baje el short y toque su pene, le dije que necesitaba, que ansiaba que me penetrara, le tome el pene y lo jale a su recamara, le pedí que se acostara boca arriba, me subí arriba de él, me acomode y me senté en ese pedazo de carne, entró con muchísima facilidad, me dijo -estas urgida de verga, estas muy mojada- le di un beso en la boca para callarlo, le pedí me penetrara, que me haga lo que él quisiera, puse mis pechos a la altura de su boca, cerré mis ojos y me dispuse a disfrutar el momento, solo se escuchaba el sonido de mis jugos, me detenía y me sentaba con más fuerza, buscaba el ángulo perfecto de modo que me penetrara lo más profundo posible, después, me coloque de rodillas, baje la cabeza y levanté mis nalgas para que me penetrara, lo hacía muy bien, me daba con mucha fuerza, profundo, hacia pequeñas pausas de forma lenta, sabía perfectamente cómo usar ese delicioso pedazo de carne, me acosté boca abajo, él se puso sobre mi, me penetraba mientras me besaba el cuello, me besaba detrás de mis orejas, con una mano me tocaba los pechos, se puso de pie, se sentó en un silla sin descansabrazos, me pidió que me sentara de frente a él, con mis piernas hacia el respaldo de la silla, de modo que me mientras estaba ensartada en ese pedazo de carne, nos besamos de forma casi desesperada, siendo cómplices de ese momento de excitación, me puse de pie y me acosté en la cama, abrí mis piernas, indicando que me penetrada en la pose del misionero, cerré los ojos esperando ese momento tan esperado, el comenzó a aumentar la velocidad, le pedí que terminara dentro de mi, lo tome como pude jalandolo hacia mi, sentí cuando su pene comenzó a dilatarse y termino dentro de mi vagina, espere unos segundos en reponerme, lo jale del cuello, y lo bese, no deje que sacara su pene, quería tenerlo aun dentro de mi, nos pusimos de pie, le sonreí y nos fuimos a la regadera, le heche jabon a su cuerpo, le toque el pecho, le lave el pene, el de la misma forma, no perdía la oportunidad de seguirme tocando, y yo lo dejaba, abría mis piernas, al salir, se sentó en la cama, yo me senté en sus piernas a esperar que mi ropa esté seca, el seguia tocandome toda, no pasó mucho tiempo, mi ropa estaba lista, me cambié y me dispuse a retirarme, me pidio mi numero de telefono, aunque se los doy, pero no vuelvo a verlos, porque ya se que es lo que quieren, y como les dije al principio, sin la emoción de la casualidad, no es lo mismo, para eso tengo a mi novio, salí de casa con una venta hecha y un poco más.