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La Mucama Aborigen

Relato enviado por : ecologista el 18/02/2017. Lecturas: 2935

etiquetas relato La Mucama Aborigen   General .
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Resumen
El chico de la casa en su nueva relación con la empleada doméstica.


Relato
Era el verano, y mi familia decidió que fuéramos unos días a una ciudad en la playa.
Como en esa época mis hermanitas eran muy chicas y yo acababa de cumplir 18 años, mi mamá decidió llevar a nuestra sirvienta, Vilma.

Descendiente de aborígenes, es una mujer de alrededor de treinta y dos años, y tiene un físico curioso: es morena y grandota: mide cerca de 1,80 m, manos grandes, piernas largas y fuertes al igual que sus brazos, pies grandes, un tremendo culo, y unas grandes tetas paradas y ricas.

Pero, vaya detalle, su físico es muy proporcionado: pese a ser enorme como mujer, si se la ve en fotos parece una mujer común y corriente, bella, sí, pero no excesivamente agresiva de carnes.

Su cara no es muy bonita pero a mí me excitaba, y me sigue excitando muchísimo.

Además tiene buena carne y la piel lisa y de color canela, pero por su habla y forma de actuar se nota que viene del interior del país.

En casa acostumbraba hacer las cosas con un top de algodón blanco que le llegaba a tapar las tetas dejando su cintura al aire, un jean de calce ajustado que le llegaba hasta algo más arriba de los tobillos o un bermuda desflecado que le quedaba algo corto, ambos de calce tan profundo que se le marcaba su bombacha, y como detalle suplementario se soltaba el cabello y andaba descalza, con una cadenita dorada en el tobillo derecho.

Esa vestimenta me excitaba, pues para mí así estaba muy sexy, y a veces yo le tocaba el culo y la acariciaba, pero ella siempre me quitaba la mano y se ponía muy rabiosa.

En ese viaje, mis papás reservaron tres cuartos en un hotel frente a la playa: en una dormiría mi papá y mamá, en otra mis hermanas y Vilma, y en el otro cuarto mi abuela y yo: pero hete aquí que el bueno de mi padre se las ingenió para que mi abuela fuese con mis hermanas y a mí me tocase dormir con Vilma.

La primera noche que estuvimos ahí, ella se durmió primero que yo, a eso de la medianoche.

Yo me levanté para ir al baño a orinar y la vi: estaba tapada desde sus rodillas hasta algo antes de sus hombros, tenía puesta una prenda de dormir oscura que era como una bata de raso, media manga y por la media pierna o algo menos, cruzada, sin botones y atada por un cinturón, como los de los trajes de karate, por lo cual no podía ver nada.

Como ella estaba dormida de lado vi ese tremendo culo, que como ya es sabido me tenía loco.

No aguanté más las ganas y me le acerqué y le empecé a tocar el culo... Ufff! Mi pija estaba que se reventaba! Qué delicioso tenía el culo! Con esa sensación, me fui para el baño y empecé a masturbarme, ya cuando estaba a punto de venirme, escuché ruidos, abrí un poco la puerta y Vilma estaba sentada en la cama, despierta, y me dijo: .

- ¿Que estás haciendo? .

Me quedé asustado por un momento: no sabía cómo iría a reaccionar, si le iba a decir a mis padres o iba a gritar, tampoco sabía qué actitud tomar al haber sido descubierto en semejante trance... pero mis largamente contenidos deseos de tener sexo con ella me llevaron a largarle: .

- ¡Me estoy masturbando pensando en vos, preciosa! ¡Hace muchísimo tiempo que te deseo y ya no me aguanto! .

Entonces ella guardó silencio por algunos segundos, como sorprendida, y al ver que mi mano estaba agarrando mi gruesa y paradísima pija, alzó su mirada y sonriendo pícaramente me dijo: .

- Entonces dejá de pajearte y vení... ¡Que yo también estoy calentita! .

Ay, qué alegría me dio escuchar eso! Enseguida me acerqué y ella, ya sentada en la cama, con esa bata de dormir entreabierta de un modo tan provocador, descalza como le gustaba estar, con sus pies apoyados en punta y sus piernas abiertas, y esa excitante cadenita tobillera, me hizo parar frente a ella, tomó mi verga y empezó a chupármela.

Como estaba muy excitado me vine enseguida, llenándole la boca con mi semen caliente.

Ella, al sentirlo en su boca, lo paladeó con gran placer y lo tragó deliciosamente complacida.

Acto seguido fue al baño a limpiarse el semen que no había podido tragarse; yo fui tras de ella, y cuando se estaba lavando la cara, empecé tocarle el culo y ella me dijo: .

- ¡CHUPAMELO! .

Y eso hice: empecé a lamerle todo el culo, hasta llegar a su linda, peluda, lubricada y caliente raja, hasta que ella se sentó en el inodoro y separó sus piernas, y yo le seguía chupando.

Vilma ya tenía su motor en marcha, caliente y listo para correr el gran premio, y yo también: entonces cambiamos, fui yo a sentarme en el inodoro y ella tomó mi pija, la apuntó hacia su concha, se sentó con delicadeza metiéndosela y empezó a moverse.

Yo estaba en la gloria: haber soñado muchísimas veces con semejante potra percherona y de repente tenerla así... tener esa concha tragándose mi pija y ese soberano cuerpazo abrazado al mío, ya que se había abierto la bata y nuestros cuerpos estaban en contacto... hasta que a fuerza de esos sabios movimientos arriba, abajo, en círculos... me hizo echarme tal polvo que sentí el calor de mi propia leche comenzar a subir debajo de mi pija, subir por dentro de ella, comenzar a llenar su vagina, sentir cómo mi glande se bañaba en mi semen caliente, cómo este semen luego se escurría hacia abajo y pegoteaba nuestros pubis... tanto así que ella terminó junto conmigo.

Luego ella suspiró y me dijo: .

- Excelente. Ahora vamos a la cama. .

Se incorporó y, llevándome de la mano, caminó muy sensualmente hasta su cama, donde se quitó la bata, la tiró lejos y se acostó, invitándome a hacerlo junto a ella.

Como ya me había excitado de nuevo me le puse encima y sin más trámite empecé a metérsela.

Se la metía duro, y ella gritaba: .

- ¡Ahhhh! ¡Metémela, guachito! ¡Mmmm! .

Mi miembro tiene un largo razonable, pero es bien grueso, y a ella le gustaba.

Y yo no le dejaba de decir: .

- Preciosa... me lo hiciste desear tanto... puta... adorable puta... Ahhh... .

Mientras, yo se la estaba metiendo; y seguía... y le chupaba sus tetas... y la besaba en la boca... y le metía mi lengua en su boca... y nuestras lenguas se lamían mutuamente... entonces cambiamos de posición; la puse de rodillas sobre la cama y penetré esa vagina por detrás: se la empujaba con todas mis ganas, hasta arrancarle otro orgasmo... luego a la posición normal, la llamada "del misionero", hasta que ella me abrazó con sus piernas por detrás de mis rodillas, jugueteando con sus pies, y haciéndome sentir sus plantas endurecidas por su costumbre de estar descalza: el sentir eso sumado a que en esa postura estábamos más juntos que nunca, esa tremenda concha como queriendo tragarse mi pija y llegar con sus labios a tragarse también mis huevos y besarme la base de mi aparato... y ella abrazándome por mi cintura y acariciando mi espalda... me hizo terminar otra vez, en un polvo tan intenso que hasta ese momento no sabía que fuese capaz de echarme, y que se lo chorreé en su vagina.

Después, ya relajados, y deliciosamente transpirados y sucios como estábamos, nos sentamos en la cama, a besarnos y tocarnos; yo estaba un poco cansado, pero llegué a excitarme de nuevo, le empecé a chupar sus tetas, que estaban bien paraditas: ella gemía de placer... Ahhh... Ehhh... Shhh... luego ella se me subió encima y me siguió besando, mientras le apretaba su enorme culo; así estuvimos como 15 minutos y volvimos a hacerlo, pero esta vez lo hicimos sobre el suelo, que estaba alfombrado: mientras le metía mi pija, con mi mano le metía mi dedo en su culo, y ahí gritaba más y más la muy puta... Había resultado ser una puta de primera, con un deseo sexual suficiente para varias chicas, y yo no lo sabía.

Llevaba casi un año tratando de acostarme a esa puta de pueblo... hasta que ella había conseguido acostarme a mí, como se ve.

Esa inolvidable noche lo hicimos un montón de veces, para luego acostarnos juntos y dormir abrazados.

En la mañana nos duchamos juntos, y yo desarmé mi cama y desdoblé mi pijama para que nadie sospechase nada.

Y todas las demás noches seguimos haciéndolo.

Mi historia con ella aún continúa, ya que, además de una muy activa y muy bella vida sexual, creemos que ha nacido cierto tipo de afecto entre nosotros, que hasta nos ha llevado a pensar en "blanquear" nuestra relación e irnos a vivir juntos.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:28) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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