Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

La única salida

pobrecain Relato enviado por : pobrecain el 09/04/2014. Lecturas: 4079

etiquetas relato La única salida   No consentido .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen

Marta folló con todos aquellos que se lo ganaron hasta que apareció el hombre de su vida, pero una cana al aire tuvo consecuencias.

¿Qué nos impulsa a según qué comportamientos? Casi siempre la explicación es simple, pero en este caso nada hacia prever lo que sucedió.




Relato

Hacía unos meses que se habían trasladado a Almería y por el momento vivían en un pequeño apartamento a la espera que se terminara el chalet de sus sueños; sonó el timbre y cuando Marta abrió se quedó petrificada, frente a ella estaba Julián que rodeó la garganta con su enorme mano. — Pasa y no grites o tendré que hacer una barbaridad.

Llegaron al diminuto salón y él exigió. — Desnúdate, ya sabes lo que me gusta y como­.

Bien que lo sabía, y mientras como un autómata se desnudaba y lo hacía con él, por su mente pasó como una película la pesadilla vivida tiempo atrás.

Un año después de la boda, Andrés consiguió su primer puesto como director de sucursal aunque para ello tuvieran que trasladarse a Zaragoza pero es lo mejor que su cuñado le pudo proporcionar; a la espera de conseguir una plaza en Andalucía que es donde querían criar a sus hijos cuando decidieran tenerlos. Tomaron un apartamento amueblado que Marta se encargó de adornar y hasta que encontrara un empleo ocupaba su tiempo en ser ama de casa, acudir regularmente al gimnasio y tratar de hacer algunas amistades ya que desconocían el tiempo que pasaría antes de un nuevo cambio de ciudad que los acercase a su destino soñado.

En el rellano vivía una pareja muy amable, ella, Pilar alta y muy guapa que siempre vestía como de fiesta, incluso si coincidían en el supermercado, y él, Julián, lo que se dice un tío bueno, alto fuerte y con un peculiar atractivo y una forma de hablar que lo hacía fascinante.

Con frecuencia salían juntos a cenar y después a bailar pero en más de una ocasión Pilar debía ausentarse siempre con alguna escusa como que la llamaban para una suplencia; les contó que trabajaba en un hospital como retén de enfermería y tenía que acudir cuando la llamaran a cualquier hora para cubrir todo tipo de incidencia.

Un día a media mañana, fue a pedirle un exprimidor que le había prestado y Pilar salía de casa apresuradamente. — Pídesela a Julián, llego tarde y no me puedo entretener; Marta cruzó el umbral y de súbito la puerta se cerró violentamente tras de sí, trató de girarse pero los fuertes brazos de Julián la rodeaban y una mano cubría su boca para que no gritara. — Cállate y no te pasará nada, no te hagas la tonta porque los dos sabemos lo que quieres y lo vas a tener.

La empujó hacia el salón y allí apartando la mano de la boca le dio la vuelta, Marta estaba sorprendida y enfadada pero la mirada de Julián lo decía todo, era de deseo y lujuria; pensó en gritar pero esa mano que apartó de la boca rodeaba su garganta y oyó como dijo arrastrando las palabras. — Desnúdate, quiero ver si mereces mi atención o me he equivocado contigo.

 No lo dudó, a fin de cuentas siempre que podía tomaba el sol en bolas sin importarle quien pudiera mirar, y si bien no era ni de lejos como lo había imaginado; alguna vez había fantaseado con Julián pero no en esas circunstancias, aunque quizás él se había dado cuenta y ella era en parte la responsable de la situación, situación que debían aclarar “después” para evitar conflictos posteriores pero de momento jugaría la carta de la inocente forzada.

Desnudarse fue fácil, solo llevaba un vestido playero y el tanga; al ver la mirada de Julián supo que debía hacer a continuación, alargó la mano y comenzó a acariciarle la verga por encima del pantalón, él le soltó la garganta y comenzó a sobarle los pechos con poca delicadeza, algo que a ella le encantó; estaba acostumbrada a los mimos de Andrés pero ese punto de rudeza le gustaba.

Tirando de los pezones la arrastró hasta la habitación que conservaba las huellas de la pasada noche; ella solía arreglar su dormitorio antes de salir de casa pero en realidad no le importaba el donde; iba a experimentar la que sería su primera infidelidad de casada; mientras vivieron juntos había tenido algunos escarceos con antiguos “amigos” o incluso con dos compañeros de trabajo, pero desde la boda trató de ser fiel y hasta el momento lo había conseguido; en parte porque se alejaron de aquellos con los que habría sido fácil y agradable recaer.

Marta se dejó guiar y pronto estaba jadeando con los caderazos que Julián le dispensaba y que hacía que la cama golpeara contra la pared; después de venirse por primera vez ese sátiro no aflojó y en varias ocasiones ella le pidió que parase pero no lo hizo y si provocó que ella se viniera una y otra vez, hasta que mucho después él se vació en ella y al rato se apartó; esa era la forma en que solo uno de sus amantes anteriores la había tratado y le encantaba, pero como siempre lo bueno dura poco y al tipo marchó para montar una sala de fiestas en Tenerife.

Cuando a él le pareció la tomó por los hombros y la movió hasta ponerle la polla entre los labios. — Mámala como si te fuera la vida en ello. De hecho no era necesaria la amenaza, una de las cosas que más le han gustado desde siempre es hacer una buen mamada y saborear tanto el semen como la sensación de triunfo y poder que proporciona; decidir en qué momento ese hombre que se cree un súper macho sucumbirá ante el capricho de la que verdaderamente tiene el poder.

Con Julián no fue diferente, ella se esmeró y la alargó hasta que decidió hacerle acabar, tragó el semen y chupó todos los restos como si de un helado se tratara dejando claro que le agradaba.

Quedaron tendidos en la cama y Marta pensó que era el momento. — Bueno, esto ha sido excitante pero creo que tenemos que acordar algunas cosas, es delicado vernos aquí, tu mujer puede regresar en cualquier momento y sorprendernos y mi esposo es muy confiado pero no quiero que llegue a sospechar nada.

El hombre, se apoyó en un codo girándose hacia la mujer y cargó todo su peso en la mano que había puesto sobre el pecho de esta que respondió con un profundo alarido y es que el dolor fue insoportable. — ¿Por qué has hecho esto? Le increpó. — No estás en condiciones de proponer nada, ni se te ocurra pensar siquiera como será nuestro futuro, estas en mis manos como puedes ver y seré yo en todo momento quien decida qué y cuándo hacer contigo.

El temor se apoderó de ella aunque aún tubo animo de preguntar. — ¿Vas a hundir mi matrimonio? ¡Eso es muy cruel e innecesario! ¿Y el tuyo, que pasará si Pilar se entera? Julián con una sonrisa contestó. — No voy a hundir nada, solo quiero que seas mi puta y por Pilar no te apures, ella comenzó como tú y mira lo bien que nos va; te instruirá sobre cómo me gustan algunas cosas para que no cometas errores y tu formación sea la adecuada.

Quedaron en silencio y poco después él le tomo una mano que guió a su verga y ella la comenzó a pajear lentamente hasta que estuvo en condiciones, entonces le dio la vuelta y en silencio y sin contemplaciones la enculó de forma salvaje; el sexo anal nunca le había entusiasmado, en parte, porque ninguno de los afortunados a quienes se lo habían consentido lograron hacerla disfrutar, trató de resistirse e incluso culeó de lado para que saliera de ella, pero unas cuantas nalgadas nada cariñosas la hicieron desistir.

En este caso no solo no existía intención de darle placer, su comportamiento era del todo irracional y se comportó de forma brutal y eso fue lo que después de las primeras lágrimas de dolor dibujaron una sonrisa en su rostro; no le gustaba, pero sentirse husada le daba mucho morbo y eso la entusiasmó, comenzó a acariciarse el clítoris y culear para facilitar los embates de su verdugo hasta alcanzar un orgasmo antes de que él se vaciara en ella por segunda vez ese día.

El hombre quedó doblado sobre ella y no se retiró hasta que prácticamente desapareció la erección y con la misma brusquedad con que había comenzado ese episodio terminó. — Vístete y marcha a tu casa, cuando llegue Pilar te picara para darte algunas instrucciones y no se te ocurra contarle nada a tu maridito ni a nadie más o sufrirás las consecuencias.

Retornó momentáneamente de ese viaje para verse arrodillada frente al desnudo cuerpo de Julián que apoyaba la verga en sus labios entrecerrados; la agarró con ambas manos y de forma mecánica comenzó a lamer el capullo retirando el prepucio con los labios como tantas veces con anterioridad; lo alojaba en su boca para sacarlo poco después y seguir lamiendo entonces el tronco en toda su extensión hasta llegar otra vez a la punta para repetir la operación, oyendo la agitada respiración de ese monstruo que la había encontrado a pesar de las precauciones y la distancia.

En su mente, se formó la imagen que se devolvió el espejo cuando llegó a su casa ese día después de su encuentro con Julián; tenia marcas en las nalgas, el cuello y los pechos que disimuló con maquillaje después de darse un largo baño para relajarse al tiempo que rememoraba la experiencia valorándola en conjunto favorablemente y solo le escamó el comentario “te picara para darte algunas instrucciones” sentía curiosidad por el comportamiento de Pilar, pero supuso que él sabía muy bien lo que decía y como le aseguró que Andrés nunca se enteraría se sentía satisfecha y tranquila.

Poco antes de mediodía llamó Pilar y en cuanto abrió entro elegantemente vestida como siempre y de corrido le dijo. — Ya veo que Julián no pierde el tiempo, me ha dicho que ya estás en su lista y eso me apena, pareces una buena chica aunque también yo lo era, pero ahora soy una de sus putas igual que lo serás tu dentro de poco tiempo si no es que logras escapar de sus redes a tiempo; con esto que te cuento me puedo buscar un problema pero como digo pareces una buena chica.

— Lo que tengo que contarte es importante mientras estés en sus redes para evitarte problemas, le gusta follar en cualquier lugar por raro que pueda parecer, contra más riesgo de ser sorprendidos mejor para él pues le excita mucho, otra cosa; le gusta que no emplees ropa interior cuando estés cerca suyo independientemente que tu esposo este también cerca o lejos, cuando te mire y levante la cejas debes abrir la piernas y mostrarle tu desnudez estés donde estés y sin excusarte en la compañía, sabrás como hacerlo y si no quizás te levante la ropa en público para que todos te vean como me hizo una vez a mí que lo desobedecí porque estábamos en un bautizo.

Y si te preguntas si estamos casados, te diré que yo si lo estoy pero me trajo a esta ciudad y no he visto a mi esposo y familia nunca más ni tengo interés en volver a verlos y es que el sexo con él es tan intenso, que follar con otros para que no le falte dinero como hacen las otras tres mujeres que trabajan para él no me importa; esas son las guardias a las que acudo siempre que me llama un cliente sea la hora que sea; en la agencia de acompañantes soy una de las más deseadas precisamente por mi permanente disposición además de mi pericia.

Marta se quedó a cuadros y Pilar añadió. — ¡Vamos! Desde hoy comerás en nuestra casa todos los días y cuando llegue tu esposo cuéntale que lo harás porque no queremos que te sientas sola en esta ciudad, iremos juntas al gimnasio porque sé que sueles ir y Julián quiere que te acompañe, recuerda quitarte la ropa interior, ese es un asunto que no tiene discusión y si me quieres aceptar un consejo, convence a tu esposo que es una buena moda que piensas seguir y esfuérzate para que lo entienda y se sienta a gusto con ello. Y añadió muy seria.

— Imagino que tu esposo no será un putero que nos puede crear un problema, seguro que Julián no te ha preguntado al respecto

Después de comer se sentaron en una salita a tomar el café y una copa de licor, y en dos ocasiones Julián hizo ese gesto con las cejas y Marta reaccionó perfectamente mostrando su sexo, algo que gustó a todos pero principalmente a Marta que se dio cuenta que las sensaciones que le producían tales comportamientos la llenaban de satisfacción y cuando marcho a casa estaba convencida que Pilar exageraba y supuso que eso de hacer de puta era una forma de intentar asustarla para que se retirara y dejara de ser la posible competencia y es que Marta se consideraba no sin razón una mujer bella y deseable.

Poco antes de las siete, llegó Andrés que a pesar de que la agencia cerraba al público a las tres, tendría trabajo por la tarde al menos durante un par de meses más hasta que quedaran resueltos totalmente los cambios por la reciente absorción de la entidad por otra mayor; Marta lo recibió con más fogosidad que otras veces y es que estaba excitada por lo vivido ese día y después de hacer el amor le dijo alegremente.

 — Hoy, en el gimnasio me han estado hablando unas compañeras de la última moda aunque en realidad no es nueva; asistir a eventos fuera de casa sin ropa interior, ya sé que algunos y algunas lo consideran de mal gusto, pero la gracia esta en hacerlo y que no se note o que sea lo menos posible. ¿Te molestará? Me gustaría probarlo.

Andrés sonrió porque ella había puesto cara de niña traviesa y eso siempre lo desarmaba, aceptó y ese día tubo premio; le hizo una mamada pero ni con el 10% de intensidad que la empleada con Julián aunque fue suficiente para que se considerase el hombre más afortunado del universo, sin saber que para Marta era un gran sacrificio no hacerle dos cada día, pero su hermana le aconsejó cuando le hablo de Andrés como el hombre de su vida.

 — •No se te ocurra darle todo lo que eres capaz o saldrá huyendo•

El semen en el fondo de su garganta volvió a Marta al momento actual y entre brumas oyó la voz de Julián. — Que puta eres y como me gusta que lo seas. ¿Por qué te fuiste sin avisar? Te habría dejado venir sin problemas; también conozco a alguien que te dará trabajo en esta ciudad, eres una de las mejores putas que conozco y triunfaras ahora que vuelves a ser mi pupila de pleno derecho, y estás en condiciones de regresar al redil y seguir trabajando para mí.

Marta estaba asustada y por la mueca que puso cuando él tiró de sus pezones para que se pusiera en pie él supo, y como eso era bueno preguntó. — ¿Qué te preocupa, Andrés aún no sabe lo puta que eres? Ya veo que se trata de eso y si cumples tu parte seguirá siendo un cabestro pero desde la ignorancia, claro que si me obligas te llevaré donde me plazca y te pasará como a Julia, que jamás contactará con su familia porque le juré que si lo hacia los mataría uno a uno y después la vendería a algún proxeneta turco.

Marta lo miró tratando de que no se notara su desprecio y le dijo. — Falta media hora para que aparezca Andrés y seguro que se sorprenderá de verte y lo último que queremos es que me cree problemas, puede que lo mejor es que me digas donde encontrarnos y mañana te visitaré en cuanto el salga de casa para que dispongas de mí y me des instrucciones. Una perversa sonrisa adornó el rostro de Julián que escribió una nota diciéndole.

 — Te espero mañana en esta dirección; es un bungaló donde nadie nos molestará y recuerda como me gusta que me visites y no se te ocurra hacer ninguna jugarreta porque nos conocemos, además, como puedes ver también sé donde trabaja tu marido y donde viven tus padres y hermana, que por cierto si me obligas la meteré también en este mundillo pero como no es tan guapa como tú, tendría que trabajar mucho más para cumplir los objetivos.

Para apoyar ese comentario le mostro algunas fotos de su móvil donde se veían unos y otros en sus lugares habituales.

Salió sin despedirse y Marta se sentó en un sofá destrozada y quedó como en trance recordando la última parte de su estancia en Zaragoza, que lejos de ser lo apacible que prometía al llegar, se convirtió en algo totalmente diferente.

Después de ese primer día y de que ella acordara con Andrés que saldría sin ropa interior, las sucesivas salidas de la dos parejas incluían invariablemente una sesión de sexo en lugares del todo insospechados; incluso en una ocasión, mientras Pilar fileteaba con Andrés para entretenerlo; ella estaba a su lado apoyada en una barandilla y Julián le estaba dando de lo lindo y en un par de ocasiones en que trató de girarse Pilar le agarró el ciruelo jugando con él para distraerlo.

Una mañana la llamó Pilar para que cruzara el rellano desnuda y al entrar en la casa se encontró a Julián en la cama con una erección descomunal y Pilar le dijo que debía aprender algo; la abrazó y comenzó a morrearse con ella, eso la animó pues desde hacía tiempo ese tipo de relación la había excluido, ya que no conocía a nadie en esa ciudad que pareciera dispuesta, pero lo que le sorprendió fue que le pasara una píldora y apartándose un poco le advirtiera. — ¡No la tragues! Solo chúpala un poco y después de la pasas a Julián y comparte con él sus efectos.

Besarse no era algo habitual con Julián que siempre fue muy directo, pero era parte del trato seguir cualquier indicación que Pilar le diera y esa había sido muy directa. Se comenzó a besar con él y como si lo hubiera hecho toda la vida le introdujo la píldora en la boca y Julián le sonrió al apartarse masticando ese chicle con gusto a menta y entonces aclaró ante la mirada inquisitiva de Marta. — Algunos hombres necesitan ayuda pero les cuesta decidirse a tomar una píldora de las “azules” y además sirve para excitarte si por alguna razón no estas suficientemente motivada.

Nunca supo si era cierto o no, pero entre el morreo con Pilar y verlo dispuesto fue suficiente para que se ensartara en él y comenzara a follarse de forma exagerada, Pilar se colocó detrás suyo rodeándola con sus brazos para acariciarle los pechos con una mano mientras los suyos se clavaban en su espalda y con la otra jugaba con su clítoris y al poco le murmuró al oído. — ¡Haz el molinillo!

Desde hacía una semanas y por indicación de Pilar había comenzado a emplear bolas chinas y a notar sus beneficios, los músculos vaginales se fortalecieron y al atrapar el pene del hombre con ellos y mover las caderas de forma circular suele proporcionar mucho placer a ambos. Así lo hizo y poco después Julián le llenaba las entrañas con el viscoso semen, pero en lugar de aflojar como suele hacer y esperar unos minutos para reponerse lo suficiente y continuar, indicó a Pilar que se apartare, volteó a Marta y entonces fue él quien la follaba con rabia como suele hacer hasta que ella comenzó con ese recital de jadeos que culminaron en una sucesión de orgasmos encadenados que la dejaron exhausta.

Al rato él se vino por segunda vez y se tendió en medio de la cama con una de sus mujeres a cada lado, cuando parecía que se dormirían exclamó. — Ya estas lista y el mes próximo comenzaras a trabajar, Pilar te llevara para que te conozcan en la agencia pero no me hagas quedar mal; marcharé unos días pero será más adelante cuando estés funcionando correctamente y no te apures, de momento solo trabajaras en un horario que no comprometa tu matrimonio pero fállame una sola vez y sabrás como soy cuando me enfado.

Intervino Pilar. — Le falta aprender a colocar los condones con la boca, eso es importante porque nunca tenemos sexo con los clientes sin protección y es igual lo que ofrezcan, nunca es nunca y que no se te olvide jamás, porque nos pones en riesgo a los demás sin ninguna necesidad; sin esperar respuesta sacó del cajón de la mesita una caja de condones y entregándole uno a Marta se puso otro en la boca; sin emplear las manos más que para aguantar la polla de Julián lo colocó con unos pocos movimientos mostrándola con orgullo antes de retirarlo; Marta se puso el condón como ella y también lo colocó sin demasiadas dificultades ante la curiosa mirada de Pilar explicó.

Al principio, hacia mamadas en el instituto para aprender a hacerlas bien, pero no a todos les comía la polla de la misma forma; algunos eran unos guarros pero también me interesaba practicar con ellos por si alguna vez necesitaba no hacerle ascos a una polla que no estuviera limpia del todo; a esos les exigía que trajeran un condón que les ponía primero con la mano y después aprendí con la boca pues me parecía divertido.

Las primera de las salidas de Marta fue con Pilar y fue para estar con dos tipos en la misma habitación e intercambiarse después; la fiesta duró cerca de dos horas y Pilar le permitió que les cobrara los 600€ a cada uno de los que debían entregar 400 en la agencia, pero al regresar Julián tendió la mano y Pilar depositó los 800€ restantes en ella, dándoles él 50 a cada una para “sus gastos” como dijo con una amplia sonrisa, habían ganado para él 700€ en dos horas, follando con dos tipos que no eran agradables pero si esplendidos y con buena cartera.

En las siguientes semanas dos cosas sucedían de forma paralela, ella salía muchas mañanas a cumplir los encargos que llegaban a casa de Julián; cuando Andrés marchaba al trabajo ella pasaba a su casa y se metía en la cama con ambos y después de darse un buen homenaje le pasaban las citas y horarios que habían aceptado en su nombre, pero al mismo tiempo se estaba tramitando el traslado de Andrés a una agencia de Almería y Marta le pidió que no dijera nada aunque salieran juntos con sus vecinos; no quería que siguieran en contacto cuando se marcharan de Zaragoza.

Ante la curiosidad de Andrés, ella solo él dijo que se trataba de un capricho y para convencerlo de que era mejor no hurgar en el tema le hizo una de esas esporádicas mamadas que él tanto agradecía y pocos días después llegó la confirmación del traslado en el mejor momento; Julián había marchado en aquel viaje que anunció a Turquía para tratar algunos asuntos con sus socios de ambas partes, la europea y la asiática.

Abandonaron la casa un sábado, en que el fin de semana Pilar lo pasó con un industrial catalán que se escapaba al menos una vez al mes y que siempre lo combinaba para pasarlo con ella. Solo tenían que cargar la ropa de cama y poco más ya que el piso era amueblado; ese mismo día y en menos de ocho horas llegaron a Almería; tenían un piso dispuesto que la hermana de ella había alquilado y después de descansar esa primera noche la vida parecía de otro color al menos para Marta, que comenzó a respirar sin el temor que su relación con Julián le provocaba.

Era cierto que en los pocos días de separación lo añoraba, añoraba esa sensación de plenitud que le dejaba cada vez que la follaba, porque jamás le hizo el amor y aunque en el fondo se sintiera una puta y necesitara ese tipo de sexo el riesgo era mucho y estaba segura que con el tiempo encontraría la forma de suplir esas necesidades que se había creado y que tanto bien le hacían. Un ruido la sacó del sopor en que estaba sumida; se trataba de la puerta y es que Andrés había llegado a comer y esa tarde tenía que visitar a dos buenos clientes en sus industrias para orientarles en cuanto a inversiones para mejorar su balanza fiscal.

En cuanto él marcho, ella se preparó para salir también y fue directamente a una farmacia que conocía en el otro extremo de la ciudad para comprar condones aunque no solía emplearlos desde que dejó Zaragoza, le quedaban varias píldoras “azules” de 100 mg, estaba decidida y pensó que con cuatro tendría suficientes; cuando pidió gel espermicida y dos cajas de 12 condones cada una, la dependienta la miró extrañada y ella como algo natural le dijo. — Es que vamos a una despedida de soltera y la chica nunca ha sido traviesa y queremos darle una oportunidad.

A la mañana siguiente, cuando Andrés se marchó a trabajar ella se quedó despierta y después de una ducha se puso un vestido sobre la piel desnuda y en la pulsera que solía emplear para tal efecto puso las cuatro píldoras, metió en un bolso solamente los condones, otro vestido y algo de dinero para el autobús, en una bolsa de plástico del supermercado metió después de limpiarlas concienzudamente dos botellas de “Umbretum Brut Nature” y se dirigió tomando dos autobuses hasta las cercanías del apartotel donde se alojaba Julián, caminó unos diez minutos y cuando localizó el bungaló se quedó un rato observando para cerciorarse que podía entrar sin ser vista, entonces se colocó condones en los dedos índice y fue hasta la puerta con decisión.

Le abrió Julián al primer toque y se quedó frente a la puerta sin dejarla entrar hasta que ella comprendió, y levantándose el vestido le mostró que no llevaba ropa interior, le franqueó la entrada y después de cerrar la puerta y sin esperar que él lo insinuara siquiera, se arrodillo y comenzó a realizar su magia; agarró el tronco con ambas manos y engulló el capullo una y otra vez hasta que decidió tragar ese sable por completo y mantenerlo ahí hasta casi desfallecer, eso es algo que a ambos les encanta y en lo que Pilar trata de emularla.

Julián no permitió que lo hiciera terminar y la arrastro hasta la cama cerca de la cual se quedó quieto en pie y ella lo desnudó despacio besándole el cuerpo a medida que aparecía; en ese tiempo en que habían estado separados ella parecía haber aprendido cosa nuevas, cuando en realidad solo se trataba de aquello que siempre quiso hacer pero no encontraba con quien. Antes de continuar metió las dos botellas que seguían bastante frías en la nevera y acudió junto a la cama sin el vestido.

Él se dejó caer en la cama de espaldas y ella aprovecho para meterse una píldora en la boca. Se encaramó en él y después de ensartarse en ese vástago que tanto la había hecho disfrutar se abalanzó sobre su pecho y después de jugar un poco con su lengua se la pasó y el la masticó mirándola con esos profundos ojos que en algún momento la cautivaron. El dominio de Marta en el arte del “molinillo” era extraordinario, de modo que cuando comenzó a mover su cintura tuvo que cuidarse para evitar que se corriera a la primera de cambio aunque para lo que pretendía era necesario.

Con un rugido Julián se corrió antes de lo deseado y Marta comenzó a temblar fingiendo un orgasmo; con él nunca había sido necesario pero ese día era diferente, eso espoleó a Julián que cuando notó el sabor de otra píldora se afanó en rebuscar con su lengua en ella hasta arrebatársela a pesar de que ella trato de impedirlo, ambos sudaban pero Marta continuó con su campaña de desgaste y poco después se ensartó por el culo ofreciéndole una de las delicias que Julián más apreciaba, también le llenó las entrañas por ese conducto y poco después cuando ella marcho al baño para desocupar y de paso adecentarse un poco, también él salió de la cama y sacó de la nevera una de la botellas que descorchó con un fuerte taponazo.

Sirvió dos vasos a falta de copas y el suyo lo engulló de un trago, cuando apareció Marta le ofreció el suyo rellenando el propio y con la peor de las intenciones dijo. — Por el regreso de la “puta” prodiga, porque no se busque un problema y por mi sucursal en el sur. Dicho esto engulló el segundo vaso sin respirar y Marta no perdió la oportunidad para replicar después de rellenárselo con lo que quedaba. — Porque se terminen las desagradables sorpresas y los caminos nos lleven donde sea que merezcamos.

Chocaron los vasos y en esta ocasión ambos los apuraron; Julián al ver los condones en un dedo de cada mano preguntó y ella le dio una explicación muy simple. — Soy muy torpe y ayer me quemé en la cocina con una sartén y no quiero manchar con la pomada que llevo para que cicatrice.

Marta se tiró a degüello y volvió a besarle el cuerpo hasta llegar a esa verga que tanto le gusta mamar y comenzó otra vez a darle placer pero con un objetivo muy claro; poco después un reguero de esperma rebosaba por la comisura de los labios y caía sobre sus pechos, pero lejos de aflojar empujó a Julián sobre la cama y siguió chupando y rebañando hasta recoger completamente lo que le había sacado, entonces tomo otra pastilla más y le dijo en un susurró cargado de malicia como la mayoría de palabras que él le dispensaba.

 — ¿Pensaba que eras un hombre con una potencia sin fin? Veo con decepción que estas envejeciendo y eso me entristece, seguiré trabajando para ti pero no por ese sexo tan bueno que me dabas que fue lo que me sometió, ahora lo haré solo por temor a lo que puedas hacerme; sin esperar respuesta le mostró otra de esas píldoras que asomaba entre sus dientes y era la tercera, que él no dudó en arrebatarle a pesar de que se notaba el rubor en su rostro y pronto notó Marta como se aceleraban los pulsos en las venas que adornan tan bella verga.

Lo estuvo cabalgando hasta que tuvo un primer desvanecimiento y entonces destapó la otra botella y le sirvió un vaso que le ayudó a tomar diciéndole que eso lo despejaría, le sirvió un segundo que también le fue dando a sorbos hasta que un segundo desvanecimiento le indicaron que era el momento de marchar o de hacer lo que había planeado.

Apartó la botella y el vaso y se sentó sobre su pecho viendo como cada vez le costaba más respirar, notaba los pulsos irregulares y de súbito comenzaron unos extraños espasmos y ella simplemente recordó lo que le esperaba si no terminaba lo que había comenzado; con suerte seria su puta de forma clandestina un par de años más, pero antes de que pudiera reaccionar se lo haría saber a Andrés que tendría solo una alternativa, apartarse de ella para evitarse males mayores; la otra opción, si adivinaba lo que había intentado sin lograrlo la vendería a alguno de sus socios turcos, que de todos modos estaba segura que sería su destino final.

Cuando fijó sus ojos en los de él los vio apagados, sin ese brillo que los iluminaba y que no siempre gustaba ver ya que la crueldad también los embellecía y mucho, su piel estaba sudada pero fría como la de un lagarto y todo él le pareció grotesco en ese momento en que ya no asustaba, solo faltaba algo y como si lo hubiera echo mil veces lo hizo una más; con un vaso a modo de trompetilla auscultó el corazón para tratar de captar algún sonido, pero como quiera que no oyó nada comenzó a recorrer la estancia para ver si había algo que la comprometiera.

Recogió las botellas y enjuagó los vasos, después puso el vestido que había traído puesto en la misma bolsa y se aseguró de que la píldora que había sobrado seguía en su lugar, no trató de ponerlo mejor en la cama y por ultimo buscó el teléfono y después de sacarle la batería y las tarjetas, lo guardó en el bolso con la intención de tirarlo más tarde por separado, fue al baño y después de peinarse recogió los cabellos que quedaron en el cepillo y los guardó también en la bolsa junto con el vestido, comprobó por última vez que no respiraba y por último se puso el vestido de reserva y asegurándose que no había nadie cerca salió dirigiéndose a la parada del autobús que ya conocía.

Llegó casa a tiempo de poner en el horno un pollo relleno precocinado que había comprado semanas antes y cuando llegó Andrés estaba esperándolo radiante como siempre, esa tarde no tenía compromiso y después de comer ella le propuso hacer la siesta, por primera vez le pidió con cara de niña traviesa y chupándose un dedo. — Después de que te haga un regalito ¿Querrás complacerme en algo? Él nunca le negaba nada, pero cuando se ponía en ese plan sabía que lo mejor era aceptar porque siempre salía ganando y le aseguró que haría cuanto estuviera en su mano por complacerlo.

Se puso la píldora que quedaba en la boca, y después jugar un rato se la pasó a Andrés pidiéndole que la masticara; poco después le estaba haciendo sexo oral pero en esta ocasión no permitió que se corriera y cuando se dio la vuelta mostrándole la puerta trasera y apartando los cachetes con sus manos, Andrés se tiró a matar; hacía años que soñaba con algo semejante pero nunca lo insinuó siquiera por no ofenderla, pero ahora estaba muy ilusionado y entregado; logró que ella se corriera como una perra antes de llenarle las entrañas con su semilla.

A la mañana siguiente Marta oyó en la radio una noticia que la llenó de satisfacción. — Anoche, encontraron a un industrial que sufrió un infarto en el hotel Cambridge de nuestra ciudad; los servicios de emergencia lo trasladaron al hospital donde después de recibir los Santos oleos murió cristianamente.

Dos días después su hermana le comentó. — Fíjate el degenerado ese, viene a follar aquí, se harta de espumoso y pastillas azules para poder echar el polvo de su vida y bueno que debió ser porque el infeliz murió tieso como una estaca; cuenta mi amiga Loli, la que trabaja en el hospital que no había forma de doblarle el nabo, pero como murió en el hotel Cambridge no habrá investigación, además nadie ha reclamado el cuerpo, saben que es de Zaragoza pero a saber de qué parte. ¿Tú no lo conocerás verdad?

A lo que Marta respondió con sorna. — Si mujer, este era nuestro vecino de rellano. Y estalló en una carcajada a la que se unió la hermana y cambiaron de tema.

Esa tarde, Andrés comenzó a disfrutar de las mejores cosas que su puta particular le ofreció desde ese momento y Marta decidió que no le sería infiel; prefería educarlo para que fuera el mejor de los amantes, además de él buen marido que siempre había sido.

 

Agradecería todo tipo de comentarios tanto aquí como en mi correo pobrecain@gmail.com

 © PobreCain

 

 


Otros relatos eroticos No consentido

viole ha mis dos hijas

Categoria: No consentido
-aproveche que mis hijas de 20 y 16 estaban mareadas para abusar de ellas
Relato erótico enviado por Anonymous el 12 de September de 2006 a las 09:38:02 - Relato porno leído 472811 veces

niña violada

Categoria: No consentido
Hecho real. Cuenta como un muchacho abusa de una niña.
Relato erótico enviado por necromancer_666 el 02 de August de 2005 a las 14:40:24 - Relato porno leído 370867 veces

follando a mama borracha

Categoria: No consentido
Ya me había cogido a mí mamá años atrás, y ahora viéndola borracha me la cogí otra vez...
Relato erótico enviado por Anonymous el 04 de January de 2010 a las 01:05:30 - Relato porno leído 303362 veces

me violo el taxista

Categoria: No consentido
logrando que mi falda se subiera y se viera el principio de mi culo, y mis manos quedaron una sobre el respaldo del sillón
Relato erótico enviado por culona69 el 04 de July de 2012 a las 00:41:56 - Relato porno leído 263402 veces

como viole a mi hermana

Categoria: No consentido
...Hermanito, ya no sigas. No sabes lo que haces”.-Me decía llorando Astrid.
Yo, cegado me dije a mí mismo que si ya había llegado hasta ahí, no podía irme sin meterle el polvo...
Relato erótico enviado por charly_bo el 11 de June de 2012 a las 00:00:02 - Relato porno leído 242080 veces
Si te ha gustado La única salida vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar La única salida. pobrecain te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:17) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato La única salida.
Vota el relato el relato "La única salida" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado