La vida familiar

LA VIDA FAMILIAR




Hasta mi recamara oía los gritos de los dos.
-¡Me largo para siempre!
-¡Pues te habías tardado!
-¡Estoy harto de ti y tus pendejadas!
-¡Pues la puta con la que estas a ver si aguanta las tuyas!
Éramos una familia feliz hasta hace tres años, entonces mi padre empezó a portarse mal. El clásico triunfador que siente que debe vivir su vida y su familia le estorba. A mis 19 años era lo bastante maduro para darme cuenta de las cosas y no me engañaba, sabia que ahora era el final. Mi madre a sus 38 años estaba lo suficientemente decepcionada para no sufrir mucho con la separación y mi padre ya no quería saber nada de nosotros. De pronto oigo un grito.
-¡Rafael!
Era mi padre que me hablaba, posiblemente para regañarme como hacia desde hace tres años.
-Dime padre.
-Me voy a largar de esta casa, a partir de ahora tú cuidaras de tu madre.
Me quedo callado por unos instantes, no se que decir.
-¡No oíste lo que te digo!
-Si padre, ya te oí.
-Pues cuando quieras hablarme búscame en la oficina.
Salio dando un portazo y balbuciendo palabrotas, seguramente iría con su amante a darle la nueva buena de que ya había dejado a mi madre. La verdad no sentí nada. Ni odio, coraje o tristeza. Hacia mucho tiempo que se había convertido en un extraño para mí y en el fondo sentí como un descanso espiritual. Se acabarían los alegatos, los gritos y los regaños. Yo sabia que esto tarde o temprano pasaría, eran muchos años de estarse odiando y era notorio que mi madre ya no lo quería. Salí de mi recamara y de pronto la vi.
Sentada en la sala con los ojos llorosos <> me acerque a ella y le dije.
-No llores madre, no vale la pena.
Levanto la mirada y me vio con esos hermosos ojos verdes y esbozo una sonrisa.
-No lloro por el hijo mió, pero la humillación es mucha; es lo que me duele.
-No lo necesitamos mamá, tu tienes la tienda de regalos, yo pronto trabajare y aparte deberá pasarte pensión por ley.
-Eso no me preocupa mijito, lo que pasa es que me siento muy humillada.
-Pero tu y el ya no…….digo…..ya nada.
-Teníamos casi cuatro años sin nada mi amor…….el no me buscaba y yo no lo deseaba, siempre peleándonos y vejándonos.
Me siento junto a ella y le paso el brazo por los hombros, la atraigo hacia mi y le digo al oído.
-Yo siempre estaré contigo, nunca te abandonare.
-Mientras no te cases mi amor.
-Pues con estas cosas no creas que me dan muchas ganas.
Me levanto y me dirijo a la cocina, me sirvo un refresco y le traigo uno a ella.
-¿Cómo nos organizaremos?
-Igual mi amor, tu en tus estudios, yo con la tienda y la vida sigue.
-Quizás debamos estar más juntos, al menos por un tiempo.
Gracias mi amor, pero creo que me repondré pronto.
Durante toda la tarde la veo trastear, no sonríe y trae los ojos llorosos. El concepto que yo tengo de mi madre es que es la mujer más hermosa del mundo y a la vez la más tierna. Siempre pendiente de mi, de mis estudios, de mi ropa, de mis estados de animo, en fin, lo que es una verdadera madre. Durante la cena trato de entretenerla y le arranco alguna sonrisa, así hasta la hora de irnos a acostar. De pronto me armo de valor y le digo.
-¿No quieres que duerma esta noche contigo?
Ella voltea a verme como sorprendida por mi pregunta, se queda unos segundos pensándolo y termina diciendo.
-Bueno, porque no. Creo que me hará bien tu compañía.
Me voy a mi recamara y me cambio, me pongo mi mejor pijama, me lavo la boca y me voy a su cuarto a esperarla. Prendo el aire acondicionado y lo graduó. De pronto ella sale del baño <> en una bata ligera de la cual se despoja quedando en un salto de cama que apenas tapaba sus calzones, me acuesto en la cama y ella hace lo mismo y apagamos la luz.
-Hace tanto tiempo que duermo sola, que no ciento a alguien junto a mí que si vez que te abrazo no te espantes.
-No te preocupes madre, es mas me voy a colocar en posición para que recargues tu cabeza en mi hombro.
Ella apoya su cabeza en mí y siento la dureza de sus tetas que hacen contacto con mi pecho, le acaricio el pelo y le digo.
-Si tu quieres me puedo venir a dormir contigo todas las noches, no me gusta que estés sola y menos en estos momentos.
Ella me aprieta con sus brazos y me da las gracias, entonces me propone.
-Me parece muy bien, pero con una condición.
-La que tú quieras mami.
-Que no volvamos a mencionar a tu padre.
-Por mi encantado.
Y de pronto sucedió, sin buscarlo ni intentarlo nuestras bocas se unieron en un beso. Ya muchas veces nos habíamos besado en la boca pues en muchas familias es costumbre, pero siempre como madre e hijo, ahora nuestro beso era diferente, nos recorrió una descarga eléctrica a los dos durante el tiempo que duro. Nos quedamos callados por unos momentos pero sin romper el contacto de nuestros cuerpos, durante 15 o 20 segundos nuestros labios se separaron y después ella volvió a buscar el contacto, yo recibí la caricia y abrí un poco la boca y de pronto ella introdujo su lengua en mi boca a lo que conteste yo con la mía en la de ella. De pronto la temperatura de la recamara subió y los dos sentimos calor.
-¿No tienes calor mi vida?
-Si, un poco.
-Si quieres quítate la camisa del pijama.
-Ummmmm…….con una condición, que te quites el salto de cama.
-Pero entonces me quedaría en calzones.
-Pues me quito la pijama completa.
-Juega.
Yo me quite la pijama quedando en puro bóxer donde ya se notaba mi erección, ella quedo en pantaleta con las tetas al aire. Se me quedo viendo a los ojos con gesto de sorpresa pero yo de inmediato la invite a acostarse a mi lado, el chiste era que no pensara, que no meditara lo que hacíamos. Nos abrazamos nuevamente y como la cosa más natural nuestras bocas se unieron en un nuevo beso, nuestras lenguas se acariciaron por unos segundos y sus pezones se pusieron erectos. De pronto ella se separo un poco y me pregunto.
-¿Crees que este bien lo que hacemos?
-¿Y a quien le importa mami? ¿Tu crees que al vecino o cualquiera de nuestros conocidos le importe con quien nos acostamos? Pues no, ellos solo piensan en si mismos. Lo único que se que si esto te hace feliz a mi también.
-Tengo miedo hijo.
-Pues no deberías, si alguien en la vida nunca te hará daño ese soy yo.
Volvimos a besarnos pero ahora con más pasión, como si hubiéramos tomado una decisión, al separar nuestras bocas llevé la mía a su cuello y le bese los hombros, de inmediato sentí como se relajaba y alcance a oír como me decía.
-No te detengas mi amor, continua por favor.
Eso lo entendí como una invitación a todo y en consecuencia actué. Mi mano acaricio sus tetas y ella no se opuso, después mis labios fueron a sus pezones y mi mano a la entrepierna y ella solo dijo.
-Ufff….mi amor, que delicia, como lo disfruto.
Esa era la señal para llegar hasta el fin y a eso me decidí; lamí sus pezones y sus tetas, acaricie su botoncito y baje mi cara hasta su entrepierna. Ella solo abrió sus piernas facilitándome la maniobra y yo lleve mi boca a su raja que ya húmeda esperaba la caricia.
-¡Ugggg…..affff…..que placer me das mijito….como lo gozo.
-Yo también mamita, lo disfruto mucho.
-.....Estoy toda mojada…..me vuelves loca de placer……¡Oh Dios mío. Que placer!
-¿Te gusta mamita….te gusta que tu hijo te mame la raja?
-¡Lo haces divino mi amor! Tu padre no sabia hacerlo, el solo pensaba en su placer y se olvidaba de mi.
-Conmigo no pasara eso mamita, siempre serás primero tu.
-Méteme la verga por favor mi vida, la necesito dentro de mí.
Yo también recitaba metérsela, así que no me hice del rogar, me incorpore sobre mis piernas colocándome entre la suyas y apunte mi verga directo a su vagina, empuje suavemente y su raja cedió ante el empuje….ufff…que delicia de vaina para mi pene. Me había tirado varias amigas a esa edad, tal vez 15 o 20 pero ninguna me hizo sentir lo que sentía con mi madre, era como un guante de terciopelo que acariciara mi verga y la apretaba deliciosamente.
-¡Me voy a venir mi vida, me voy a venir!.......Uggg….que placer…..que delicia….y pensar que es mi bebito el que me hace feliz.
-¡Yo también me vengo madre! Te voy a dar toda mi leche en tu vagina tan sabrosa….Ufff que rico me aprietas.
Entonces vino algo nuevo para mí, la vagina de mi madre comenzó a exprimir mi verga hasta dejarla seca. ¡Tenia “perrito” la muy cachonda! Quedamos agotados pero felices, nos besamos como novios y nos reíamos como chiquillos.
-Bueno, a partir de ahora no mas madre dentro de la casa, ahora soy Carmen (así se llama) para ti.
-nada de eso mamita, yo quiero seguir teniendo la madre dulce y tierna que siempre he tenido, quiero que me chiquees como siempre lo has hecho, la diferencia que en lugar de besitos en la mejillas y pequeñas cachetaditas tendremos sexo como locos, ahora no te besare en la frente sino que te mamare las tetas como muestras de mi amor.
-Será como tú quieras mi vida, a partir de hoy soy tu madre y tu amante. Tú mandaras en esta casa y yo te daré todo el placer sexual que quieras.
-Bueno, pues lo primero que quiero es que me la mames ahorita.
Ni tarda ni perezosa mi madre se coloco entre mis piernas e inicio una deliciosa mamada, mientras la disfrutaba lleve mis manos atrás de la cabeza mientras pensaba lo delicioso que seria de ahí en adelante LA VIDA FAMILIAR.
pacosuarez