Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Lo que descubrí de mi madre…

Relato enviado por : narrador el 04/02/2014. Lecturas: 12637

etiquetas relato Lo que descubrí de mi madre…   Amor filial .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen

Desde pequeño, y durante muchos años, yo pensaba que mi madre era una especie de Santa en la tierra, ya que desde que tuve uso de razón, no había día en que ella no fuera a la iglesia, que en ocasiones se confesara, participase de la misa, y desde luego que tomase la comunión. Por lo que yo fui aprendiendo y haciendo lo mismo, con la diferencia que llegué a ser monaguillo, y estuve a punto de entrar al seminario. De no ser porque descubrí que mi madre, tiene también su lado carnal.




Relato

Yo a medida que fui creciendo, como hijo único me acostumbre a bañarme junto a mi madre, verla desnuda, sin que eso para mí fuera ningún problema, hasta que un día mientras ella me enjabonaba mi pajarito, así es como le decía a mi pequeño miembro en esos momentos, se me puso duro, y parado cosa que a mí, y a ella nos causo mucha gracia.

Pero después de eso, me tuve que acostumbrar a bañarme solo, sin tener la menor idea del por qué de ese cambio, aunque en ocasionalmente, mientras ella se vestía, la podía ver completamente desnuda, sin que nada raro pasara. Pero a medida que fui creciendo, ella me fue sacando de su cuarto.

Ya a los dieciocho, yo tenía una clara idea del porque mi madre había actuado de esa manera, por pudor, porque una mujer debe ser recatada, en fin por todas esas cosas que dicen. Pero hasta esos momentos, no me había fijado en algunas raras particularidades de mi madre. Como la de bañarse, con agua fría, en ocasiones de madrugada. O los extraños sonidos que salían de su habitación, cuando ella se encontraba a solas. Y la extraña manera en que cuando yo salía del baño, ella se me quedaba viendo.

Cierto día llegué a casa, más temprano que de lo de costumbre, y al pasar frente a la habitación de mi madre, menuda sorpresa me he llevado. Como cosa extraña la puerta de su cuarto se encontraba entreabierta, y de su habitación salían esos raros y extraños sonidos, en ocasiones me sonaban como fuertes resoplidos, en otros como profundos suspiros, y en ocasiones me daba la impresión de que hasta lloraba. Lo cierto es que más pudo mi curiosidad que cualquier otra cosa, y de la manera más discreta que pude, comencé asomarme por la entreabierta puerta.

Con asombro vi que mi madre se encontraba completamente desnuda con las piernas bien abiertas, sus ojos cerrados, y como una loca introduciendo y sacando, una y otra vez, una enorme cosa negra de goma parecida a una bate, dentro de su coño. El aroma que emanaba de su cuerpo, nunca antes lo había percibido, pero me dejó impactado. Yo me quedé boquiabierto, pero lo que más me asustó fue el ver que mi miembro se puso duro como una roca, y aunque ya había comenzado un proceso de abstinencia sexual, no me quedo más remedio, que salir corriendo a mi propia habitación a masturbarme como un loco, sin poder borrar de mi mente la imagen de mi madre, tendida sobre su cama introduciéndose una y otra vez aquella cosa negra dentro de su peludo y negro coño.

Yo desde luego, después de que terminé en mi habitación, acabando entre mis dedos, traté de racionalizar todo lo sucedido diciéndome a mí mismo. Tú madre es una mujer joven aun, sin marido, con mucha energía, y algo debe hacer la pobre para calmar, ese fuego que debe sentir y la debe estar quemando por dentro. Desde ese día, por más que intentaba no seguir pensando, en mi madre desnuda enterrándose esa cosa negra, entre sus piernas, y como el aroma que emanaba de su coño me había puesto, paradójicamente, más pensaba en lo que había visto.

A partir de ese momento, yo también tuve que recurrir inútilmente, en innumerables ocasiones a darme una ducha fría. No dejaba de ver el hermoso cuerpo de mi madre, con sus piernas bien abiertas, sus tetas moviéndose para arriba y para abajo, mientras se metía esa cosa dentro de su peludo coño. Yo estaba a punto de volverme loco, y otro día en que volví a llegar muy temprano, volví a escuchar en su habitación, esos fuertes gemidos de mi madre.

No pude aguantar más, y ya en el mismo medio del pasillo, yo me quité toda mi ropa, y completamente desnudo entré de golpe a su dormitorio. Mi mamá se encontraba de la misma manera que yo la había visto hacía unos cuantos meses, completamente desnuda, tirada en su cama con sus piernas bien abiertas, enterrándose esa negra cosa de goma dentro de su coño. Jadeando, y sudando como un animal, con sus ojos casi en blanco.

Al escucharme cerrar la puerta de su cuarto, se paralizó, se me quedó viendo de pies a cabeza, fijando su mirada en mi parada verga. Y sin decirme ni una sola palabra, se sacó esa cosa de su coño, dejándola caer al piso de la habitación. Luego estiró una de sus manos hacía mí, y yo como hipnotizado me dirigí a ella. Acurrucándome entre sus brazos, chupando y lamiendo sus parados senos, hasta que sentí que una de sus manos, agarró mi verga, y sin mucho esfuerzo la dirigió a su caliente coño.

Esa fue la primera, de muchas ocasiones en que mi madre, y yo mantuvimos relaciones. Solo que al principio cuando terminábamos, ni  yo no ella decíamos nada, nos quedábamos en completo silencio. Luego poco a poco, a pedido de ella, comencé acariciar su cuerpo, a ir besándola por todas partes, hasta que en una ocasión mientras le besaba su vientre, ella con sus manos dirigió mi rostro directamente sobre su peludo coño, al que de inmediato yo comencé a lamer, besar, y chupar de manera insistente, hasta que a ella, restregando mi cara contra su coño, y después de un sinfín de espasmos, le hice disfrutar de un tremendo y mojado orgasmo, que me chorreó todo mi rostro. Posteriormente, cuando no mantenemos sexo de manera regular, en más de una ocasión mientras yo le mamo su coño, ella a su vez también me mama la verga. Cuando no es que entre nuestros íntimos juegos, me la cojo sabrosamente por el culo. 

Como comprenderán no entré al seminario, en lugar de eso incursione en la política, y con los sabios consejos de mi madre, rápidamente he alcanzado un buen puesto dentro de la juventud del partido. 

 Cabalgada cachonda madura amateur

 Cabalgada cachonda madura amateur

Cabalgada cachonda madura amateurCabalgada cachonda madura amateur

 


Otros relatos eroticos Amor filial

me folle a mi hijo de 17 años

Categoria: Amor filial
Me folle a mi hijo de 17 años
Relato erótico enviado por Anonymous el 09 de April de 2007 a las 18:39:16 - Relato porno leído 1343852 veces

minetras me hacia la dormida

Categoria: Amor filial
Lo que pasa mientras aparento estar dormida... es un secreto de hermanos, ahora tambien lo sabeis vosotros...
Relato erótico enviado por bichitita7 el 07 de December de 2004 a las 17:07:30 - Relato porno leído 1102115 veces
ESTE ES EL RELATO 100% REAL Y 1000% CALIENTE DE COMO MI PEQUEÑA PRIMA Y YO HEMOS PASADO GRANDES MOMENTOS DE AMOR INCESTUOSO CALIENTE Y PROHIBIDO
Relato erótico enviado por elgoloso el 21 de May de 2008 a las 22:00:00 - Relato porno leído 1016308 veces

traumatico incesto

Categoria: Amor filial
Cogí a mi hijo, aún no podemos superarlo.
Relato erótico enviado por martita el 02 de July de 2004 a las 14:39:38 - Relato porno leído 963545 veces

una historia de incesto

Categoria: Amor filial
una historia de incesto
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 759643 veces
Si te ha gustado Lo que descubrí de mi madre… vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Lo que descubrí de mi madre…. narrador te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:32) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Lo que descubrí de mi madre….
Vota el relato el relato "Lo que descubrí de mi madre…" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado