Mamada en el baño de una disco

Era una noche común para una persona extremadamente fiestera. Yo me encontraba con mis amigos, el alcohol recorría mi garganta al igual que la música y la cocaína recorrían mis venas. Era el climax, pasada la medianoche, cuando sientes que vas perdiendo control de lo que haces y esa sensación de sentirte sexy, vil, coqueto y la buena música del DJ está en éxtasis.
Lo divertido del caso es que era un domingo. La disco gay no estaba muy llena y éramos unos cuantos los que estábamos en el lugar.
Como yo ya era cliente frecuente, me conocían los bartenders. La mayoría eran de esos hombres heterosexuales que trabajan en discos gays por el hecho de trabajar pero que de vez en cuando se cojen a los clientes, o se dejan pegar una mamada con tal de conseguir dinero o coca.

En una de mis idas al baño, un lugar oscuro, con luces tenuas rojas y verdes, que permitía cualquier acto rápido ilícito, fui a darme mi respectivo perico. Pero no me di cuenta que uno de los bartenders, un joven como de sus 25 años, blanco, delgado y atlético, buen mozo, cara fina, quizás media 1.70m, me seguía. Al verlo, creí que me llamaría la atencion por hacer lo que iría pronto a hacer, pero todo lo contrario, me pidio que le regalara coca.
Nos metimos en uno de los baños individuales para aspirar dicha sustancia y al terminar luego de unos 2 o 3 jalones, poco antes de intentar salir me dice en tono morboso restregando su mano en su pantalón:
- Mámamela rapidito.
Yo encantado con su petición, accedí.
Me arrodillé y el fue sacando su verga, estaba un poco flácida. Era una polla de tamaño mediana, era blanca, muy cabezona, la cabeza rosada, estaba bien afeitada, los huevos eran pequeños.
Comencé a chuparle la verga con una fuerza de succión indescriptible. El me empujaba contra una de las paredes del baño y aunque no veia su rostro, sabia que estaba totalmente extasiado.
Yo seguía chupando como puta, me restregaba toda su verga en mi cara, lamia cada parte de su virilidad, y a la vez le tocaba con mis manos su abdomen, rígido, duro. Le acariciaba el ombligo mientras le chupaba su verga. Mi saliva iba enredándose con su liquido pre seminal y cada gota de esa mezcla, me la tragaba sedientamente.
No le conocía muy bien la cara, pero yo estaba seguro que se la estaba mamando a un muchacho guapo, rostro distinguido. El me daba golpes en mi cara con su verga y la metía y sacaba de mi boca bruscamente, mientras decía cosas como: Sigue mamando, que rico mamas, que rica esa boquita.
Me pidió que le chupara los huevos. - Chúpame los huevos. Me decía constantemente cuando yo estaba afanado con su trozo de carne. Rápidamente obedecí. Los huevos eran pequeños pero eran tiernos y suaves, me encantaba chuparlos mientras le masturbaba. Le chupaba cada rincon de los huevos, me metía todo su paquete en mi boca.
Ahi nomas luego de unos 5-8min, ambos reaccionamos y salimos.

Al salir del baño, me sentí tan puta, como esas películas de drogradicción y de sexo, nunca creí que esos escenarios fuesen tan excitantes.
Así pasamos toda la noche fueron como 3 giras, a periquearnos y a la vez a mamársela. En niguna de las veces logró venirse pero el escenario fue muy excitante.
Las noches posteriores yo ya quería que me cojiera, le ofrecí llevarlo a algun motel, pero al parecer el nunca se atrevió a cojerme. Eso fue hace 2 semanas, tengo la idea de ofrecerle dinero para que me reviente el culo en algun motel.. So, esperen mi próximo relato que lo mas probable será el climax de esta pelicula porno :D