MASAGE SEXUAL

Recuerdo que llegaste esa tarde, me decías que te sentías desesperada, yo te pedí que te descubrieras la espalda, te recostaras en la mesa de masajes boca abajo volteaste a verme, con una voz picara y a la vez ingenua me dijiste, que si solo la espalda. yo te dije que si querías te quitaras toda la ropa y te cubrieras con la sabana, te desnudaste dejando caer ese vestido que cubría tu cuerpo, retirando el sostén el cual desabrochaste del frente saltando ante mi ese par de hermosos senos al aire, saliendo de su prisión como dos firmes soldados listos para la batalla, estaban tu tanguita era de listones los cuales desataste con gran maestría y cayó al piso la diminuta tanga dejando al descubierto tu monte de Venus completamente depilado, dejando ver esa hendidura ante mi desnuda, el cuerpo de una Venus del Nilo esa visión puso firme mi instrumento, algo me decía que no sería simplemente un masaje, que recibiría algo más que un pago por mi servicio.
Subiste a la cama te acostaste boca abajo, te pregunte que si estabas cómoda y respondiste que te sentías un poco presionada de tus senos a lo que con mis manos libere una trampa para dejarlos sin presión, te dije que si te cubría me respondiste que no que entre amigos no había secretos, yo comencé a darte el masaje por tus hombros dando ligeros apretones escuchando ligeros quejidos, te pregunte que si te dolía respondiste con voz entre cortada que no, continúe con tu espalda blanca y breve con mis manos presionando en movimientos circulares, con las yemas de los dedos abriendo y cerrándolos, ligeros quejidos dejabas escapar y un ligero aroma despedía tu cuerpo más bien tu pichita, savia que te estabas excitando por el masaje continúe por tu talle breve pero a la vez generoso, en esa cintura coloque un poco mas de presión pues con cada movimiento de mis manos tu cuerpo se electrizaba y dejabas escapar quejidos, no de dolor sino como aquel que espera algo mas, aquel que ansia y espera un premio o castigo por su comportamiento después continúe por tus bellos y redondas nalgas, ay fue donde sin decir nada vertí aceite en medio de ellas, eso provoco en ti un choque electico al sentir que deslizaba el aceite y a la vez esperando ser utilizada, para ese momento mi verga estaba ya que reventaba, a lo que pude controlar tu lo notaste ya que no sé si por accidente o intencional mente tu mano choco con mi pantalón, sintiendo aquel instrumento de placer lo apretaste, dándome un electrizante placer, mas te comente que no que te esperaras un momento lo liberaste de esa presión que avías puesto en el con las manos empecé en tus nalgas a dar el masaje y con los pulgares deslizándolos entre ellas tocando intencional mente tu cueva negra, ese ano rosadito cada que lo tocaba tú te semi arqueabas murmurabas algo que no entendía, pero después, sabría que decías.
Al terminar con tus nalgas, alcance a ver qué destilaba de tu panochita un ligero liquido y el aroma era aun más perceptible sabía que avías tenido un ligero orgasmo mientras masajeaba tus nalgas y tu ano.
Separe tus piernas para poder dar masaje en las mismas comencé con la derecha pero cada que podía, rosaba tu panochita con mis dedos eso provocaba, en todo tu cuerpo descargas electrizantes y ligeros quejidos eso me estaba excitando aun mas, seguía yo en lo mío dando masaje seguí con la pierna izquierda me preguntaste que si no te daba un masaje en tus pies, ya que nunca te avían dado uno te comente que esperaras que sería hasta el ultimo.
Yo sabía por qué ya que la planta de los pies tiene toda las terminales nerviosas y seria con lo que coronaria mi masaje.
Te cubrí tu cuerpo dejando descansar por un momento y que te recuperaras por lo que avías pasado momentos antes.