Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

MI INICIO MI MEJOR AMIGO

Relato enviado por : Anonymous el 24/11/2008. Lecturas: 24421

etiquetas relato MI INICIO MI MEJOR AMIGO .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Yo siempre me había considerado una persona heteroxual, hasta que un día mi mejor amigo, me enseñó una manera diferente de disfrutar del sexo.


Relato
Yo solía quedarme en la casa de un compañero del secundario que era mi mejor amigo. Siempre que nos juntábamos escuchábamos música y tomábamos algo hasta que finalmente nos tirábamos a dormir vestidos en una cama de dos plazas que él tenía en su habitación. Un día la madre comenzó a decirnos que nos acostáramos bien, y así fue como comenzamos a dormir juntos en slip. Una noche en la cama hablando de minas y de coger nos calentamos tanto, que corrimos la sábana para masturbarnos. Ahí descubrí que mi amigo tenía una poronga enorme que era casi el doble de grande que la mía, y aunque en slip tenía un bulto prominente, nunca me imaginé que la podía tener tan grande. Hasta ese momento, si bien había fantaseado algunas veces tener sexo con él por el hecho de dormir juntos, yo me consideraba una persona heterosexual, pero viendo como se masturbaba lubricándose con saliva realmente me dieron muchas ganas de chupársela. Al rato no aguante más, y a riesgo de lo que él pudiera pensar, desplacé su mano para continuar masturbándolo con la mía, y apoyando mi cabeza sobre su pecho cuando le pregunté si no le molestaba que se la humedeciera yo, me dijo que no.

Comencé a recorrer tímidamente la cabeza de su grueso pene con mi lengua, para luego introducirlo suavemente en mi boca, la cuál tuve que abrir bastante por cierto. Al ver que le gustaba mucho (y a mi también) me arrodillé en la cama para mamársela mejor, lamiéndole incluso los testículos que también los tenía muy grandes. Cuando empezaba a morirme de ganas de que me la pusiera, como si nuestra calentura se hubiese fundido en un mismo pensamiento, él me introdujo un dedo en el culo para comenzar a dilatármelo. Entonces comprendí que mi deseo estaba a punto de cumplirse, hasta que efectivamente unos minutos mas tarde, mi amigo me propone penetrarme. En ese momento traté de convencerlo (contra mi voluntad) de que no iba a poder hacerlo porque la tenía muy grande... que me iba a doler mucho... etc., pero haciendo caso omiso a mis palabras, cuando él me preguntó si yo quería que se pusiera crema, indefectiblemente le dije que si.

Cuando regresó del baño con un pomito de crema, al verlo parado junto a la cama tomé conciencia del pedazo de verga que estaba a punto de cogerme. Instintivamente tomé el lubricante y comencé a embadurnarle delicadamente el pene hasta la base del tronco. Acto seguido me di vuelta y me abrí bien de piernas. Una mezcla de ansiedad y deseo me hizo estremecer cuando él colocó un poco de crema en el orificio de mi cola aún virgen, para seguidamente comenzar a sentir un dolor indescriptible que me obligaba a preguntarle a cada instante si ya había entrado lo suficiente, mientras él me decía que solo la punta. Fue entonces que apoyando mi mano sobre uno de sus muslos traté de impedir lo inevitable, pero ya era demasiado tarde. Estaba a punto de renunciar cuando de repente su poronga, venciendo la estreches de mi esfínter, se abrió paso bruscamente para penetrarme definitivamente.

Comenzó a cogerme lentamente pero sin tomarse pausa. Yo sentía que me estaba partiendo al medio y pensé que no lo iba a soportar. Pero ya no había vuelta atrás. Mi amigo estaba demasiado excitado como para detenerse. Cada movimiento suyo era un tramo de su poronga entrando gradualmente hasta que definitivamente pude sentir el golpeteo de sus testículos, entonces comencé a llorar. Hoy no recuerdo si fue por causa del dolor, la excitación, o el desahogo de un deseo encubierto largamente postergado, pero lo cierto es que esto pareció motivarlo más aún. De a poco el dolor se iría convirtiendo en placer, por lo que pude comenzar a gozar propiamente del desflore que mi amigo me estaba efectuando, mientras él me consolaba consintiendo cada uno de mis quejidos, a la vez que me iba transformando la cola en una conchita. Finalmente me rompió bien el orto. Tomándome fuertemente de las caderas me cogió de tal forma, que me hizo acabar sin tocarme siquiera (algo que luego descubrí que podía pasarme ocasionalmente) aunque lo ideal hubiese sido acabar juntos, porque él siguió cogiéndome con todas sus ganas hasta llenarme el culo de leche.

A la mañana siguiente, me fui a mi casa pensando que todo había sido una locura del momento, producto de la calentura y del alcohol que habíamos tomado, y la próxima vez que fui a su casa tuvimos una charla con respecto a lo que había sucedido aquella noche. Ambos coincidíamos en que el sexo debía disfrutarse sin remordimientos ni culpas. Pero a pesar de la confianza y madurez con la que estábamos encarando el asunto, yo no podía evitar sentirme avergonzado ante el hecho de que él, siendo mi amigo de tanto tiempo, había logrado con creces poner en manifiesto lo mucho que me había gustado ser su putita en la cama. Realmente yo no sabía como esto podía influir en nuestra amistad, pero lo cierto es que la experiencia me había dejado con ganas de seguir explorando ese lado femenino que él mismo había hecho florecer en mí. Tenía la confianza suficiente para contarle lo que me estaba sucediendo, así que cuando le confesé mis deseos de que él me ayudara a definirme sexualmente, supo comprenderme y me alentó a que me asumiera sin culpas, ofreciéndose incluso a realizarme nena en la cama si eso era lo que yo anhelaba, propuesta que acepté asintiendo con un tímido gesto. Luego tomamos algo y escuchamos música como siempre. Pero a partir de momento hubo un acuerdo implícito entre nosotros, en el cual él me acostumbraría a sentirme una mujer en la cama para asumirme en confianza y sin restricciones.

Esa misma noche cuando su madre se fue a dormir, nos encerramos en su habitación y nos desvestimos en silenciosa complicidad, quitándonos incluso el slip para meternos en la cama. El encendió el velador y se acostó con sus manos detrás de la nuca como esperando lo predecible, por lo que directamente comencé a chuparle la pija con toda la confianza que me había otorgado su consentimiento de efectuarme nena en la intimidad. Mientras mamaba su pene, yo podía sentir como éste iba creciendo en mi boca hasta alcanzar su colosal tamaño, obligándome casi a recorrerlo solo con mi lengua. Después de indicarme como le gustaba que se la chupara, me hizo poner en cuatro bajándome el torso hasta apoyar mi cara sobre la almohada. Sacó la crema que estaba en el cajón de la mesita de luz y luego de lubricarse, comenzó a penetrarme suave y profundamente mientras yo ahogaba mis súplicas abrazado a la almohada. El rigor con el me hacía sentir el tamaño de su miembro, obligaba a mi pene que goteaba su lubricación mojando la sábana a mantenerse flácido, enfatizando la abismal diferencia de tamaño que había entre uno y otro. Yo tenía tanta ansiedad de que me hiciera sentir su mujer en la cama, que él al percibirlo me propinó una cogida memorable que concluyó dejándome el culo abierto como una flor lleno de leche, la cual fue determinante para definirme sexualmente. Esa misma noche, con mi cola ya dispuesta como una vagina, volvió a cogerme haciéndome ir arriba suyo para enseñarme a moverme como una hembra. Tomándome firmemente de la cintura me enseñaba a efectuar movimientos femeninos suaves y lentos, verticales y circulares, para combinarlos con los suyos que eran bien de hombre. Esto me provocó un placer tan grande que casi no pude contener un grito. Entonces él me dijo que no me contuviera, que me sintiera libre de expresar lo que sentía, por cuanto comencé a gemir desahogadamente permitiéndome disfrutar de su pene casi a voluntad, confesándole entre lloriqueos lo mucho que me gustaba ser su putita en la cama, cogiéndomelo de esa manera con todas mis ganas hasta hacerlo acabar.

A partir de ese entonces, él me hizo su novia frecuentándome en su cama estableciéndome solo como pasivo, y ese fue nuestro secreto en el colegio (y aún hasta el día de hoy). Lo malo fue que al poco tiempo se puso de novio con una chica y se cortó la onda. Pero hoy le agradezco por esos momentos que pasamos juntos, porque todo lo hicimos con ánimo de pasarla bien y con mucho respeto. El me inició y me enseñó a disfrutar del sexo de una manera diferente. Lamento que hayamos tenido sexo pocas veces, porque hoy siento haberme quedado en camino de desarrollarme plenamente, quedándome en el tintero cosas como hacerlo con una bombachita puesta, etc. Razón por la que me gustaría encontrar un amigo sexual que sea varonil, 100% activo y bien dotado, que me brinde la posibilidad de afeminarme con él dentro de un marco de total respeto, discreción y confianza, para consumar aquello que mi amigo originó hace ya bastante tiempo: mis deseos de ser una nena en la cama.

Angel. Buenos Aires. Argentina
lopezangel2@hotmail.com

Otros relatos eroticos Gay

mi padre borracho

Categoria: Gay
Abuse de mi padre borracho … ese día estábamos solos y no pude resistir ver ese cuerpo desnudo que solo pedía ser poseído .
Relato erótico enviado por super8 el 30 de June de 2010 a las 23:10:32 - Relato porno leído 297295 veces

me desvirgo mi primo

Categoria: Gay
Me desvirgó mi primo y amigo del alma
Relato erótico enviado por jorgegu el 01 de February de 2009 a las 19:00:00 - Relato porno leído 251020 veces
CON LA EXCUSA DE RODAR UNA PELICULA PORNO, ME ABRIERON EL ANO EN CANAL, AUNQUE ....... .
Relato erótico enviado por Anonymous el 04 de June de 2008 a las 00:00:00 - Relato porno leído 166077 veces

una desvirgada gay

Categoria: Gay
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 137566 veces

violaciones iii

Categoria: Gay
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 112021 veces
Si te ha gustado MI INICIO MI MEJOR AMIGO vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar MI INICIO MI MEJOR AMIGO. te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:31) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:05) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato MI INICIO MI MEJOR AMIGO.
Vota el relato el relato "MI INICIO MI MEJOR AMIGO" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 4.4117647058824
votos: 17

No puedes votar porque no estás registrado