Mi primita Luisa

Mi nombre es Daniel tengo 21 años y esta es mi historia

Hace dos años empecé a notar que mi prima Luisa está muy hermosa, aunque es mayor, tiene una carita dulce y cuerpo de niña por ser tan delgada, mide como 1.60, es morena, tiene trasero parado, senos pequeños pero llamativos y una actitud dulce y pícara que me pone a mil, siempre nos hemos llevado muy bien y desde que eramos niños ella me ha atraído demasiado.

Era una tarde de verano, hacía mucho calor y debía ir a casa de mi tía a dejar unas medicinas que por alguna razón estaban en mi casa, me puse una pantaloneta y una camisa delgada debido al calor y me fuí a casa de mi tía, al llegar toqué la puerta y salió mi prima Luisa con dos colitas en el pelo, una blusa cortita de esas que dejan ver el ombligo y una faldita muy corta que deja ver esas piernas largas y hermosas.

Me saludó y me invitó a pasar al entrar me comentó que mi tía estaba en casa de una vecina conversando algo sobre la escuela de la localidad, donde se encuentra la hermana menor de Luisa, yo entré y me senté en el sillón, Luisa se sentó a mi lado y cruzó la pierna, me costaba no mirarle esas piernas, comenzamos a conversar sobre temas de estudio y de repente se acostó en mis piernas y subió las suyas en el reposabrazos del sillón haciendo que su faldita subiera aún más, yo me estaba empezando a calentar, tenía su cabeza en mi pelvis y se movía mientras me contaba como le iba en el estudio.

Me encontraba un poco incómodo ya que no sabía donde poner mi mano derecha, así que me arriesgué y la puse en su abdomen, mi pene empezó a crecer y ella lo notó logicamente, estaba debajo de su cabeza, se quedó mirandome y con una sonrisa muy pícara me dijo: -mmm te gusto cierto?

No aguanté más y le di un beso en la boca y ella me lo contestó sus labios carnosos sabían a gloria y nuestras lenguas jugaban en nuestras bocas, estaba tan exitado que no aguanté más y empecé a acariciarle las piernas mientras nos besábamos, de pronto ella me dijo: -espera siempre he querido hacer algo...

Yo la miré mientras se daba vuelta y quedaba boca abajo con su cara en dirección a mi pene, me bajó la pantaloneta y mi pene salió como disparado y totalmente duro, ella lo tomó entre sus manos y me empezó a masturbar lentamente pero de una forma deliciosa,sus suaves manitas me dieron mucho placer y en esa posición aproveché para acariciarle sus nalgas paraditas y metí mi mano entre ellas y le acaricié su vagina sobre su calzoncito, mi tía podía llegar en cualquier momento pero estábamos muy exitados para pensar en eso...

De pronto ella hizo lo mejor del díam abrió su boca y se tragó entero mi pene, me empezó a dar es placer oral de una forma descontrolada, casi me dolía por la fuerza con la que succionaba mi pene mientras me lo chupaba con su lengüita, me estaba haciendo experimentar un placer enorme, mientras ella subía y bajaba como hipnotizada chupando mi pene con una fuerza extrema, sentí venir mi orgasmo pero no le dije nada, deseaba sentir como mi semen inundaba su boca, aaaaahhhhhh no aguenté más, con mis manos sostuve su cabeza y descargué todo mi semen en su boca, ella hizo fuerza para levantarse pero no pudo, soy mucho más fuerte, así que se lo tuvo que tragar, justo en ese momento se oyeron unas llaves abriendo el portón que da a la calle, mi tía había vuelto...

Apenas me dió tiempo de esconder mi pene subiendo mi pantaloneta... Luisa salió corriendo para el baño... y cuando mi tía entró la saludé le mostré los medicamentos y me fuí...