Mi vida sexual - Un viaje a Córdoba muy caliente Relato de una amiga 8

Ese regalo de Reyes fue muy llorado – a escondidas de mis padres – y que me dejó, no mal, pero si muy pensativa y conflictuada. Releyendo lo que yo recordé y mi amigo escribió, vi que parecía el relato de una mujer grande, quizás 20 o 30 años. Pero yo era una chiquilina de casi 14… ¿Cómo podía ser que hubiera pegado un “salto” de maduración tan grande? Así de golpe. ¿Por qué pasó todo lo que me pasó, sin buscarlo? Cogí como una loca, como si lo hubiera hecho desde hacía años. ¿Qué buscaba yo, dejándome llevar por sensaciones, ganas de coger y aprovechando lo que se me presentaba? ¿Había nacido, jajaja, puta, re puta? Yo me río y mi amigo también. Mi amigo… ¿nos amamos? ¿Nunca me di cuenta, como una estúpida? Bueno… Aquí la tenemos muy clara, somos amigos íntimos, quizás ni amantes, es importante para nosotros la amistad, aunque a él además le gusta reventarme, castigarme, jajaja. Después de beber unas cervezas, en esa soledad mía de enero, llegué a una idea, quizás no descabellada, de que si bien la violación fue terrible, si se quiere, lo que me marcó, desarrolló, quizás madurar de golpe despertando en mi muchas o todas mis zonas erógenas, fue la relación con mi macho mayor que me hizo de todo, hasta el culo, con ganas y haciéndome gozar como una loca. Fue mucho y de golpe, para mí, de casi 14 años. Maduré de golpe. El, claro, gozó como loco del cuerpo de una piba tan joven, pero a mí me marcó sexualmente, llevándome, quizás, a pensar, sentir como una mujer mayor. Bueno… ¿Ahora qué hago? ¿Seguir cogiendo a lo loco, perdón loca? No creo que sea lo mejor. Tengo a mi AMIGO… Puedo controlarme, seleccionar la situación, el macho, que se yo… Cuidarme, no hacer más que lo que podría hacer una chiquilina de 14 años. JAJAJA Con las ganas que tengo de coger, me va a resultar difícil, pero hay que hacer el esfuerzo.
Pasaron unos días, llegó el 10 de enero. Pongo fechas para ordenar mis recuerdos, vino a casa de visita una familia – paraban en un hotel -, invitados por mi padre, ya que tenían relaciones comerciales con el hombre. Eran el tipo, la mujer y un hijo de 16 casi 17 años. Buen físico el pibe, agradable, pero tonto, si, otra cosa no podría decir. Asustadizo, parecía que ver a una mujer o a otra gente fuera terrible para él. Haciendo “vida social” intenté hablar con él, pero… Un desastre, temblaba, casi tartamudeaba. ¿Qué le pasaba? Hablé con mi madre y se lo dije, ella me respondió que vivían, los padres, en una ciudad chica, el no tenía mucho roce, vida social, quizás… No me quedé contenta y me decidí atropellarlo, sin miramientos.
Pero mejor un poco de suspenso y en otra subida les cuento. JAJAJA.
Me olvidé decirles que mi email es: sepa.2012.boletin@gmail.com Les agradecería me escriban con sus comentarios y si quieren les mando una copia del libro sobre autoerotismo (sin pagar nada y sin virus) Muchas gracias.