Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

mis ausencias volvieron un zorra a mi mujer ( CON fotos)

bareta Relato enviado por : bareta el 12/02/2016. Lecturas: 10915

etiquetas relato mis ausencias volvieron un zorra a mi mujer ( CON fotos)   Infidelidades .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
en mis viajes, mi mujer abría las miernas con mis amigos


Relato
Tenía veinte días de haber salido de viaje y dos de no comunicarme con mi mujer, sintiéndome caliente, la llamé por teléfono, y al notarla sofocada, le pregunté:
-¿Qué estás haciendo?
-¡Acabo de llegar del super!, ¿Qué piensas que estoy haciendo?
-¡Pensé que estabas acostada y oprimida por un cuerpo masculino!
-¿Y eso?, ¿Con quién?
-¡Pues con tus 25 años, estando tan buena, siendo tan caliente y cachonda, y viendo cómo te gusta abrir las piernas, luego pienso que lo haces con otros!
-¿Y cómo piensa que lo haría?
-¡No sé, tú dime?
Bueno, déjame ver, para que de verdad te excites y te den celos, primero, seria…, seria…, sería con uno de tus amigotes,
-¿Con cuál?
-¡El que quieras, todos me ven lujuriosamente y con ganas de cogerme!
-¿Está bien!, ¿Luego?
Sabiendo que no estás, le hablaría y le diría que mi bizcochito está ganoso y necesitado de un buen palo, lógicamente por tu ausencia, llegaría rápidamente a casa, donde lo espero, sin brasier, con una diminuta tanga que escasamente cubra adelante, mi mullido y recortado triangulito, por atrás que se entierre y que revele mis redondas nalgas, eso sí, encima el sensual y traslúcido negligé con el que tanto te gusto y excito, porque deja ver mis enormes chiches con el pezón erecto.
-¿Y?
Al llegar, lo recibiría junto a la puerta con un vehemente beso y dejaría que sus manos recorrieran todo mi cuerpo sobre la sutil tela, hasta que abriendo mis piernas me agarre suavemente la papaya, notando su humedad por mis excesivas ganas de coger, luego, ahí mismo, me arrodillaba sumisamente ante él y bajando su bragueta le sacaría la verga, que observaría gustosa lo dura, prieta, venosa y cabezona que la tiene.
-¿Larga o corta?
-¡Ni muy muy ni tan tan!, ¡Eso sí, gorda, deliciosamente gorda!
-¿Luego?
Después de besarla y mamarla tranquilamente, le quitaba su ropa, él, desnudo y en un ardiente arrebato, me ponía de espaldas en la puerta, se hincaba frente a mí y lentamente me bajaba la tanga, descubriendo mi hinchado y palpitante tamal, separando mis pies y alzando levemente la batita, se abocaba a chupar y lengüetear mi cálida rajada, haciéndome ansiosamente sollozar, hasta que con mi hoyito dilatado y con un pequeño orgasmo, me deje dispuesta y ávida de tener su camote entre mis carnosos labios vaginales, al erguirse, toscamente hala de mi cintura, dejándome recargada solamente con la nuca y la cabeza en la madera, aunque no es necesario por mi fogosa humedad, frota su garrote en mi zanja para lubricarlo, con lo que me provoca emitir pequeños gemidos de -aaaaay, aaaaaay, aaaaay-, viendo que ya no aguanto más, con un brazo ciñendo mi talle, con las caderas al aire y con las patas bien abiertas, la otra mano desata las cintas del negligé con lo que se manifiestan mis senos en todo su esplendor, luego, me sujeta de mis largos cabellos, y ladeando mi cara, se inclina para morder y chupar mis pezones, mientras por abajo, ya acomodado su chorizo, lo empieza a deslizar paulatinamente, hasta que su greña raspa en mis delicados vellos, en ese momento, caliente y ganosa, lo abrazo por el cuello, musitando a su oído -aaay papito, me encaaaanta tu verga, me fasciiiiiina que me la vuelvas a darr-.
-¿O sea que ya te ha cogido?
-¡Sí, en otras dos ocasiones!
Ante la puerta, mi cuerpo es izado y zarandeado por los enérgicos empellones, hasta que sin soportar más, gimoteo plácidamente -huuuy, huuuy, paaapi, papacitooo, que riiiiico, me…, me…, uuuuuuuuuuuuuuuuuuuum-, por el potente y sublime orgasmo, que por la cantidad de néctar expulsado, salpica hasta el piso, al notar mi dulce corrida, con mis brazos flácidos y mí cuerpo debilitado, sin sacar su fierro de mi yoyo me carga ágilmente, yo, torpemente pongo mis piernas en sus pantorrillas y me cuelgo de su cuello, hasta que me deposita en la cama y termina de desnudarme…
-¿En la de nuestro cuarto?
-¡Sí!
Ya boca arriba en la cama, abro mis piernas y le extiendo mis brazos esperando a que me monte briosamente, que sin tardanza lo hace maravillosamente, a pesar del exasperante rechinido de la cama, provocándome de nueva cuenta, entre ruegos de -sí, sí, asiii, no lo saques, asiiii, asiiiii, sigue, sigue, dámelo todo, lo quiero todo, mételo hasta aden…, aden…., trooooooooooooo-, al tener otra impetuosa corrida.
Sin zafarse, me deja reposar de mis convulsiones y de mi agitada respiración, al percibir que ya estoy nuevamente preparada, reinicia sus tallones, hasta que se estremece, llenándome la verija con potentes borbollones de suculenta y cálida leche.
Agotado y sudoroso, se deja caer pesadamente a mi lado, lo que yo aprovecho, para degustar la mescolanza que tiene embarrada en su decadente chile, y estimulando a que se vuelva a endurecer, que al verlo nuevamente rígido, me siento sobre él y acomodándome el plátano en mi galleta, con ligeros brincos yo misma cabalgo encimada sin que él haga el menor esfuerzo, hasta dejarle su melena empapada de mis cuantiosos jugos por una corrida más.
Como él ya está descansado, simplemente me pone de a perito, posicionándose atrás de mí, me ensaliva el culo, separa mis nalgas y…, y…
-¿Y qué?
-¡Pues en ese momento llamaste!, ¿Quieres que siga?
Tartamudeando dije:
-¿Están a punto de…,?
-¡Sí…, haaaaay, haaaaaay!
Atónito por el crujir de la cama, balbuceando exclamé:
-¡De verdad estas…, te están dando por…!
Aparte del traqueteo de la cama, no se escuchaba nada, hasta que oí:
-¡Aaaaaaaaaaaaah, aaaaaaaaaaaaaah, que rica leeeeeeche corazón, que sabrooooooso coges!
Por lo que irracionalmente grité:
-¡Oye, oye!, ¿Estás ahí?
Aún aguardé unos segundos hasta que escuché su agitada voz diciendo:
-¡Aquí estoy!, ¡te calenté, se te puso dura, atascaste los calzones?
-¡Sí, pensé que realmente estabas parchando!
-¡Menso, solamente brinque sobre la cama!
En mi retorno a casa, precipitadamente la llevé a la cama, indicando:
-¡Si también te gusta por atrás, ya es hora de que lo estrene!
-¡No, por ahí no dejo que me bombees!, respondió molesta
Resignado a follarla como siempre, le embutí mis mocos, y continuó nuestras vidas, hasta que en una borrachera entre cuates, a Javier se le soltó decir:
-Conozco a alguien, a quien su mujer le dijo como se la habían cogido en la puerta y que estaban a punto de darle por el culo, algo que a él, nunca le han permitido usar.

No regresé a casa ni he vuelto a ver a mis amigos, después de la pelea con Javier, varios me comentaron de las entretenidas que se daban con mi esposa en mis prolongadas ausencias.



Otros relatos eroticos Infidelidades

mi compadre me dejo embarazada

Categoria: Infidelidades
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 499461 veces

todo por mi hijo

Categoria: Infidelidades
Una madre es capaz de todo por sus hijos, aunque eso conlleve serle infiel a su marido.
Relato erótico enviado por Anonymous el 12 de July de 2009 a las 22:03:27 - Relato porno leído 427769 veces

como me cogi a mi suegra 6

Categoria: Infidelidades
Después de cogermela en secreto, mi mujer me propuso a mi suegra:
Relato erótico enviado por Investigador el 14 de February de 2006 a las 09:24:31 - Relato porno leído 304733 veces
Me coji a Sol la mujer de mi primo, ella tiene 33 años y yo 22, por fin hice realidad mi sueño de follarla en mi propia casa.
Relato erótico enviado por Anonymous el 20 de September de 2012 a las 00:19:51 - Relato porno leído 292699 veces

putas casadas

Categoria: Infidelidades
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 290085 veces
Si te ha gustado mis ausencias volvieron un zorra a mi mujer ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar mis ausencias volvieron un zorra a mi mujer ( CON fotos). bareta te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 22:26) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

katebrown (18 de October de 2022 a las 19:54) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato mis ausencias volvieron un zorra a mi mujer ( CON fotos).
Vota el relato el relato "mis ausencias volvieron un zorra a mi mujer ( CON fotos)" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado