Categorias

Relatos Eróticos

Ultimas fotos

Photo
Enviada por narrador

Photo
Enviada por ELCASUAL

Photo
Enviada por rodolfosalinas


 

Mis fantasias con mi masajista las hace realidad Pablo

Relato enviado por : Anonymous el 20/07/2008. Lecturas: 2601

etiquetas relato Mis fantasias con mi masajista las hace realidad Pablo .
Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Ya habia enviado a este foro mis relatos imaginarios de mis sesiones con mi masajista. La imaginación desbocada, la lectura de las experiencias de otros y la oportunidad justa me llevaron a hacer realidad mi condición bisexual.


Relato
Ahora fue realidad, no imaginacion
Muchos habran leido mis anteriores relatos, producto de la fantasia, sobre mis relaciones con mi masajista. El Ricky ideal, era una imagen que se superponia a cualquier consolador o instrumento que yo usara para masturbarme. Pero era excitante pensar todas esas cosas, volcarlas en una historia y compartirlas con gente que quizás deseaba lo mismo que yo. A mi también me excitaban y como relataba alli, probablemente fuese un problema de decisión o de falta de ella. Los relatos me hicieron tomar mas valor y a mantenerme en un estado constante de deseo. Por otra parte, comencé a mirar en sitios de contactos, buscando en lo posible una linda travesti, que tuviera todo lo necesario pero no me pusiera frente a frente con la imagen de un hombre poseyéndome. Una muy hermosa vivia demasiado lejos y me alento a hacerlo, contandome su historia. En el mismo lugar vi un aviso de Pablo, que proximo en edad, se encontraba en una búsqueda igual a la mia, con iguales condiciones, casado, sin sentirse ni gay ni amanerado. Simplemente y como yo, aunque un tiempo antes, el había abierto su mente y decidido no resistirse a gozar de una parte de su sexo que le pedia otras sensaciones. Casi timidamente le mandé un corto mensaje e inmediatamente me contesto. Creo que hubo buena onda desde el principio porque el supo interpretar muy bien mis temores, pocos mas o pocos menos que los mismos que habia tenido el en su primera vez. Pero fundamentalmente me infundia tranquilidad. Lo llene de preguntas, más que nada para calmar mi ansiedad y mis cientos de tabues. Me conto su primera vez y era parecida a la que yo imaginaba como real y posible. No me animaba ni siquiera a chatear, queria mantener algo de distancia para poder pensar y decidir si contestaba o no. Pero por dentro ya se me habia desencadenado el terremoto que se ocuparia de derrumbar tabues y verguenzas. En un momento le mande un mail pidiéndole que me contara sus experiencias y le dije de mi, de mis fantasias y le mande el enlace a eliterelatos para que viera, leyendo mis escritos, mi real sentir. Sin quererlo, demoro un poco su respuesta provocando mi ansiedad, por lo que al verlo conectado en el chat, sin pensarlo y con una tremenda excitacion, lo llamé. La conversación fue corta, con muchas definiciones de él que un poco desarmaban mi imagen ideal de un encuentro, pero a la vez, me hacian crecer la presión de mi bajo vientre y comenzaba a imaginar el encuentro con él. Asi arrreglamos para ir a tomar algo. En verdad me puse como condición no hacerlo la primera vez, sino tener tiempo de pensar antes de tomar una decision tan trascendente, pasar de hetero a bi. Para eso debia tener tiempo. Tiempo que verdaderamente no necesitaba sino para tomar valor, porque el deseo era tal que no dudaba de ninguna manera que lo haría. Cuando por fin nos encontramos, por supuesto no era como yo lo habia imaginado, pero para cuando el lo lea, voy a admitir que fue distinto a la imagen que yo me habia hecho, y mejor, definitivamente mejor. Siendo dos adultos, experimentados en familia y con las mismas necesidades de cautela, nos alejamos en el auto un poco y despues de algunas dudas mias estacioné cerca de un bar. Pablo me preguntó si queria que bajaramos o conversar en el auto como yo habia propuesto. Le dije mejor quedémonos aca. La calle era poco transitada. El, viendo mi inocultable nerviosismo y tratando tambien de dominar el suyo, me propuso ir a un hotel, donde podríamos tomar el mismo café o lo que quisieramos, pero hablar tranquilos. Y si yo queria más, lo haríamos. Si no me animaba a saltar, no habria problemas. Deje las llaves del auto en el tablero y puse mi cerebro a diez mil por hora a pensar. Me decia a mi mismo que ahora si que estaba en el instante decisivo. Podia retroceder o podia por fin liberar ese fuego interior. Mire a Pablo y le dije: Antes debo tirar abajo algunas barreras. El me tomo de la mano y me tranquilizo. Su mano era como me la habia descrito, fuerte, gruesa. La bese sin conciencia de como me sentiria haciendolo. Y en una arremetida contra todas las barreras, le pedi primero que me dejara tocarle el pene. Separo sus piernas y me lo ofrecio, atrapado como estaba. Por primera vez en mi vida sentia el calor de una verga que no fuera la mía en mi mano. Le pedi que él me tocara a mi. Necesitaba saber si mi mente rechazaba ese contacto. Me senti bien. Ambos acariciandonos las pijas en el auto. Por ultimo, casi una prueba de fuego, un tabú construido con hierro y cemento, volo por los aires cuando le pedi: Besame. No sabia, ahi sí, que sentiria. Suponia que me repugnaria. Pero el me tomo la cara y me tomo los labios con su boca y me introdujo la lengua sin excesos, lo necesario para hacerme saber que le gustaba besarme. Me quede mirándolo, empezando a sentirme contento porque sin haber agregado nada a mi exitacion, como los toques, me habia resultado agradable. Ahi nomás arranque el auto y sali para un hotel al que suelo ir en condicion de hetero pero que sabia que no se fijaban en el sexo de las parejas. En el camino le pregunté a Pablo si tenia su pene lubricado y me dijo que si. Le pedi entonces que me hiciera probar su sabor. Metio su mano en el pantalon y untándose bien un dedo en su lubricante, me lo dio a probar. Le chupé el dedo con placer. Ya habia caido otra barrera. Le pedi que repitiera su beso, y esta vez me hizo sentir como su lengua penetraba mi boca con otra intencion, que pude responder abriendole la mia y cruzando mi lengua con la de él. Me fue tranquilizando durante el trayecto y sin ningun temor ya, encaramos la entrada del hotel y subimos a la habitación. Ya estaba tomada la decisión, ahora correspondia disfrutar la experiencia al máximo. Apenas entramos, me abrazó, me dio calma, me beso nuevamente dandome confianza en el beso en sí, por lo cual pude empezar a responderle mejor. Me apoyo sus caderas contra las mias y senti el bulto contra mi vientre. Quizás en ese instante comprendi que no me habia equivocado en la decisión. Nos sacamos la ropa, quedando en calzoncillos y me invitó a la cama. Yo le pedi ir a un silloncito muy comodo. Nos abrazamos y simultáneamente nos acariciamos los penes aunque al instante nuestras manos volaron al interior de los calzoncillos para tomar verdaderamente esa deseada pija en mis manos. La sensación fue grata, no me causo ningun rechazo, antes bien, la senti cálida y desee comenzar a acariciarla, desde lo mas profundo donde la sentia crecer endurecida, cerca del ano de Pablo hasta su cabeza gordita y suave. Otro instante mas y me saco mis boxers y se quito su slip. Ahora eramos dos hombres desnudos, solos en la habitacion de un hotel alojamiento. La excitación era tremenda. Nos fuimos a la cama y nos abrazamos con pasion, nos besamos con intensidad, buscando el interior de nuestras bocas con lenguas ansiosas. Las manos acariciaban el cuerpo del otro y tocaban, para irse conociendo, todas las partes sensibles, los anos, las nalgas, los huevos, y con creciente lujuria, los penes. Pero era mi debut y Pablo fue gentil en ello, procurando satisfacerme pero dandome los tiempos que necesitaba y cediendo a sus urgencias en beneficio de las mías. Me recosté sobre su vientre, sin dejar de acariciar su cada vez más deseado pene, y lo miré, quizás anunciándole que sería el primero en entrar en mi boca. Con suavidad apoye mis labios en su cabeza, más grande que el tronco, y bebi las gotas de liquido que la humedecian, sintiendo ese exquisito y hasta ahora desconocido sabor. Luego bajé con mi lengua por su tronco, besándolo y lamiéndolo, como habia imaginado hacerlo. Bese sus huevos aspirando el aroma a sexo y nuevamente subi hasta la cabeza pero ahora con el fin de ir tragándomela toda. Sin dejar de juguetear con mi lengua, fui enterrando esa deliciosa pija en mi boca y sintiendo, con gran alegria, que su largo no iria a producirme inconvenientes, la meti hasta el fondo, tocando con mis labios el velludo pubis y los huevos de Pablo y haciendo fuerza para que entrara bien hasta la raiz. Las gotas de su pene iban dejandome un sabor agridulce en el fondo de mi garganta. Pablo gemía quedamente y movia sus caderas. Le pregunte si asi le gustaba y me respondio con un si entusiasta. Asi quedé un rato gozando de mi primer pene, jugando con el en mi boca. Como no sabía si Pablo iba a desear dos orgasmos, o si ibamos a tener tiempo libre para seguir, decidí que la hora de mi culito habia llegado. No tenia temores porque el tamaño de los dos participantes aseguraba que no hubiese grandes inconvenientes. Mi colita ya estaba abierta por años de práctica y su pene era un gordito juguetón, un poco cabezón, pero sin proporciones atemorizantes. Ya Pablo habia acariciado mi ano y habia jugeteado con algun dedo dentro de él, causandome enorme placer y haciéndome gemir. Por momentos le pedia más suavidad porque me causaba cierto dolor. Pero inmediatamente bajaba el ritmo y volvia el gozo. Decidido a sentir su cabezón dentro de mi para terminar de una vez de desvirgarme, le dije que me iba a poner un forro y que el hiciera lo mismo, mientras me lubricaba el ano abundantemente, tanto para sus manos como para su pene. Deliberadamente me puse primero el gel y luego me agache para tomar del necessaire los forros. Me demore apenas y en unos instantes estaba Pablo detrás de mí rozando la cabeza en mi entradita. Confieso que me abandone por un instante y sabiendo que aun no se habia puesto el forro dejé que me metiera la cabecita un poquito. Un segundo antes de empujar con todas mis fuerzas para que me ensartara, pensé y retirándome apenas le pedi que se pusiera el profiláctico. Lo ayudé a correrlo hasta bien abajo, disfrutando de hacerlo y me acoste de nuevo con él. Seguimos besandonos y me dijo: Vení, quiero tu culito. Sentate encima mio. Yo solo le pedi que me dejara disfrutar de esta primera vez comola habia soñado, penetrándome lentamente, sintiendo cada milímetro a medida que rozaba las ardientes paredes de mi ojetito. Asi lo hizo hasta que sentí completamente ensartada su verga dentro mio. Que alegría me invadió. Habia logrado llegar hasta cumplir la fantasia y el deseo de años. Entonces me senté bien sobre su pubis y el comenzo a moverse y yo a buscar la mayor penetracion. Senti intensamente el roce de esa pija contra mis intestinos y gemí y gocé la sensación como pocas cosas he gozado en la vida. Le pedi perrito y me coloque en posición, y mientras me penetraba ya con un mete y saca mas intenso, me tomaba mi pija y me masturbaba. Me volví loco de placer. En un instante de menor intensidad pense si queria que tuviera su orgasmo en mi culo o en mi boca y pensando en el forro, decidí que en el culo era inutil, no lo sentiría. Entonces saque mi culo de su alcance y le dije que queria que me acabara en la boca. Nos pusimos en ello y a los pocos minutos, los gruñidos de Pablo y sus contorsiones, tratando de metérmela hasta mi esofago, me dieron el indicio que llegaba mi ansiada primera cálida lechita. Asi fue, y senti claramente como pasaba por su conducto y llenaba mi boca de su sabor agridulce. Esperé sin hacer muchos movimientos, ya que se cuan sensible queda el glande luego del orgasmo, y cuando se bajo de tamaño, con la lengua le cubri el capullo con su propia piel y ahora si, jugando con su pene blandito y móvil dentro de mi boca, me fui tragando su leche de a poco, experimentando un gran placer, un tremendo placer. Lo sequé bien, haciendo correr mis dedos desde cerca de su ano, por el conducto, hasta la cabeza, para beber hasta la ultima gota. Y se lo bese una vez más para dejarlo reposar. Yo estaba excitado porque mis orgasmos son difíciles de alcanzar pero queria que Pablo se sintiese bien. En verdad, ambos queriamos hacer gozar al otro, algo que me resulto maravilloso para esta primera experiencia. Nos quedamos un rato abrazados, con caricias y besos, hablando poco pero disfrutando del cuerpo del otro sin interrumpir ese reposo. Para no ser demasiado extenso, hicimos algunas cosas más. Volví a acariciar suavemente el tronco de su pija para excitarlo nuevamente y me respondió con gallardia, me lamio el ano y devoro mi pija mientras con sus dedos me penetraba. Llego a poner cuatro de sus dedos dentro de mí pero me dio temor el grueso del resto de su mano y quizás le dediquemos una sesion especial de dilatacion y penetracion manual si lo deseamos los dos. No me gustaria desgarrarme. Por fin le volvi a poner un forro y me puse a su pedido boca arriba, levantando mis piernas, y poniéndolas sobre sus hombros me volvio a penetrar y pajear hasta que tuve que pedir basta, tantos fueron sus embates. Le quite el forro y fui por mi segunda ración de lechita caliente. Cuando estaba llegando a lo mas interesante, sono su celular y me pidio que siguiera. Supe que ya debiamos empezar a irnos por su trabajo. Entonces me hinqué con ardor y sepulte mi cara repetidamente entre sus piernas, haciendo llegar su pija hasta lo más hondo de mi garganta y cuando me aviso y comenzo a empujar con sus caderas, volví a mamarla con frenesí y nuevamente su deliciosa cremita me llegó a la boca. Repeti el mismo proceso y me deleite con su sabor. Ya habia comenzado a sonar su telefono, y pese a que no nos queriamos ir aun, entendía que dos orgasmos eran posiblemente lo que yo debía aspirar en esta oportunidad y que el natural bajon en la excitacion, que yo no sufria por no haber acabado, harían que Pablo necesitara ya descansar para partir. El telefono, en lugar de ser una molestia, termino siendo un aliado pues mientras el hablaba, parado al lado de la cama, o bien le besaba suavemente el pene, corriendole la piel del capullo y lamiéndoselo con cariño o si no, me arrodillaba en la cama y le ofrecia mi culo para que él hablara mientras con sus dedos me penetraba y jugueteaba con mi ojete. Ya sin mas excusas, nos bañamos juntos y senti la necesidad de abrazar fuertemente su cuerpo peludo, más que el mío, y agradecerle por los maravillosos momentos vividos, la calida y afectuosa guia en este primer paso y el enorme e intenso placer de haber sido mi compañero en la realización de mi más preciada fantasia sexual. Un último beso a mi desvirgador en su capullo y nos vestimos. Nos fuimos y conversamos en el camino acordando preservar nuestras intimidades y proteger a nuestro entorno pero manteniendonos en contacto.
Es muy probable, pero no tengo la certeza, que volvamos a desear estar juntos. No me parecio que fuera de esas veces que uno quiere mantener única e irrepetible aunque bien que lo fue. Quisiera volver a gozarlo con menos tensiones previas que esta vez. Yo tengo un camino por recorrer con mi bisexualidad, al igual que Pablo, y nos llevamos muy bien como para negar que el encuentro fue muy agradable. Eso es algo interesante a tener en cuenta cuando nuestro lado femenino de la bi se ponga ansioso y necesitado de sexo. Y siendo que a ambos nos encantan las mujeres, por que no ensayar un trío? Después de esa mañana con Pablo, mis ojos y mis sentidos se han abierto como jamás lo hubiera pensado.

Otros relatos eroticos Primera vez

A mis 12 años, con unas chavas de 12 13 y 14, algo nuevo para mi, mi iniciacion hacia el sexo, practicamente una orgia con ellas y con mis amigos, simplemente algo que recordare por el resto de mis dias.
Relato erótico enviado por Anonymous el 08 de June de 2004 a las 09:55:40 - Relato porno leído 453448 veces

el amigo de mi papa me desvirgo

Categoria: Primera vez
Cuando senti que el me puso su verga en mi entrada lista para metermela me estremci de placer.
Relato erótico enviado por Anonymous el 23 de April de 2010 a las 18:09:14 - Relato porno leído 321067 veces
En mi fiesta de 15 años en un vochito de mi misma edad me hicieron mujer y fue el comienzo de una relación intensa.
Relato erótico enviado por Anonymous el 09 de July de 2004 a las 00:33:10 - Relato porno leído 232371 veces
La lleve a su recamara dentro los aposentos de la iglesia, ella repetía que era una locura pero también ya estaba caliente, lo note por su humedad que tenía ya en su vagina, ella me dijo que nunca había estado con un hombre y que no sabía ni como se hacía el sexo más yo le dije, “No te preocupes mamacita yo te guio” le subí totalmente su vestido y le abrí sus sexys piernas.
Relato erótico enviado por reycolegial el 07 de September de 2009 a las 16:44:00 - Relato porno leído 195096 veces
Soy jardinero en una mansión hace muchos años, los chicos crecieron con migo pero llego el día que Lucrecia la mayor se convirtió en mujer..-
Relato erótico enviado por felipepan el 15 de June de 2012 a las 00:27:20 - Relato porno leído 181410 veces
Si te ha gustado Mis fantasias con mi masajista las hace realidad Pablo vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Mis fantasias con mi masajista las hace realidad Pablo. te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:24) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


Registrate y se el primero en realizar un comentario sobre el relato Mis fantasias con mi masajista las hace realidad Pablo.
Vota el relato el relato "Mis fantasias con mi masajista las hace realidad Pablo" o agrégalo a tus favoritos
Votos del Relato

Puntuación Promedio: 0
votos: 0

No puedes votar porque no estás registrado