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Mónica 25

Relato enviado por : ivloguer el 17/06/2013. Lecturas: 7664

etiquetas relato Mónica 25   Jovenes .
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Resumen
Arrodillado en el suelo al lado de la cama, le chupaba el culito con fruición en preparación del enema.


Relato
Mónica 25

Me encontraba en la casa de Mónica, la cual se había retirado al empleo dejándome al cuidado de su sobrina Mary.

Arrodillado en el suelo al lado de la cama, le chupaba el culito con fruición en preparación del enema. Debería meterle la cánula por el anito para que le entrase el líquido y mi lengua emulaba el frío intruso distendiendo el infantil esfínter.
Al final le separé bien las nalguitas apuntando el tubito rígido a su culito, fué entrando lentamente y al par de centímetros decidí abrir la válvula para que pasase el líquido. Mi muñequita anunciaba con voz quejosa como le estaba penetrando el tibio enema y que la sensación no era tan horrenda como lo imaginaba. Yo quería chuparle la conchita mientras pero decidí dedicarme a sus tentadores labiecitos besándola con extrema ternura mientras con una mano sostenía la cánula para que no se le salga del culito.

Aún faltaba que pasase algo de líquido y ella ya se quejaba que tenía que ir al baño, la tuve que convencer que se aguantase todo lo posible para que el enema hiciese efecto y me comía su boquita para distraerla del ingrato momento. Al final le retiré la cánula del anito prometiéndole que la llevaría alzada al baño en pocos minutos, la pobre se quejaba de no poder aguantarse más y pude observar que escapaban unas gotitas del enema rodando por sus nalguitas.
No tuve más remedio que aplicar un tapón improvisado con un dedo, al meterle el dedo en el culito ya se le hacía más fácil apretar el esfínter y la alcé en brazos sin sacarle el dedo del anito, casi era erótica la situación de llevarla mientras la besaba y le metía el dedo un poco más profundamente dentro del culito.

Al sentarla sobre el inodoro largó el líquido entre peditos y ruidos varios, la pobre estaba ruborizada por la vergüenza y nuevamente sellé su boquita con mis labios. Tenía una erección descomunal cuando riendo me sugirió que podría chupar el tapón de carne gigante para que luego le aplicase un enema tibio. En esa posición quedaba su carita justo a la altura de mi macana procediendo a abrirme el pantalón delante de la boquita de Mary que se relamía anticipando el sabor de ese chupetín palpitante, sin muchas reflexiones tomó el miembro y se metió el glande en la boquita.
Tuve que hacer un gran esfuerzo de voluntad para no largarle la leche en la garganta y alzándola la senté en el bidet para lavarla bien, no tenía casi nada de caquita, el recién ultrajado anito lucía limpito y tentador, pidiéndole que levantase las piernitas la tomé de las pantorrillas apuntando la bestia salvaje a su agujerito oscuro.
Supongo que por la reciente lubricación, su esfínter anal no ofreció demasiada resistencia al glande que iba entrando despacito, cerraba los ojitos sintiendo como su culito estaba siendo penetrado lentamente, creo que entraron unos centímetros de pene cuando detuve el avance para iniciar un lento bombeo.

Estar enculando a Mary era demasiado delicioso para aguantarme un segundo más y le apliqué el enema lechoso penetrándola un poco más profundamente en el culito. Luego de secarla y llevarla nuevamente en brazos a su cama, no podía parar de besarla mientras su carita ya no demostraba signos del problema intestinal.

Era cerca del mediodía y me tuve que retirar para llevarle material a mi alumna cieguita.
Angie me recibió alborozada comunicando que estaba solita en la casa y preparando el almuerzo, ayudándola en la cocina trataba de rozar sus manitas con cualquier pretexto notando ahora que era bastante mayor que Mary.
Al sentarnos a la mesa le pedí que me usase de asiento para estar más juntitos, su dulce sonrisita me hicieron soltar los cubiertos para tomarle la cara entre la manos y llenarla de besitos, obvio que el destino final eran sus labiecitos donde pude alimentar mi atormentada alma comiéndole la boquita desesperadamente.

La barra de carne se despertaba peligrosamente debajo de Angie y con carita avergonzada me pidió tocarla un poco para conocer eso, tuve dudas pero reconociendo que esta nenita no podría verme el miembro siendo un inocente acto de docencia. La dejé paradita a mi lado mientras liberaba al erguido bicho y tomando su curiosa manita la dejé apoyada allí, Angie abría la boquita asombrada del tamaño y dureza por lo que le metí una cucharada de comida que la hizo atragantar.
Tomándola de la cinturita le dije al oído que era injusto que me reconociese las intimidades masculinas y yo aún no conocía las suyas, se sonreía ampliamente cuando bajé las manos por sus piernitas y subí debajo de su vestidito.
Esta vez pude mirarle descaradamente la bombachita y apreciar como se le marcaba el tajito, pasando el dedo suavemente por el bultito con hachazo le susurré que deseaba darle besitos allí abajo. No respondió pero los temblores en su manita que aprisionaba el gusano me dieron a entender que le agradaría procediendo a llevarla al sofá.

Antes de sentarnos era extraño masajearme el miembro frente a su carita sabiendo que ella no percibía esa acción, al arrodillarme en el suelo frente a ella le pedí que suba las piernitas a mis hombros zambullendo mi cabeza entre ellas. Aún no quería quitarle la bombachita besándole la puchita por sobre la tela mientras con las manos sobre sus nalguitas jugaba a enterrarle la prendita una y otra vez. Al final solamente corrí de costado la bombachita para dejar el tajito a la vista, iniciando con suaves besitos y lengüeteos hasta chuparle bien la conchita, mi alumnita se retorcía entre gemidos demostrando que ya conocía las sensaciones excitantes. Estaba con el dedo probando su culito pero no logré metérselo y Angie se estaba desarmando bajo mi boca en un delicioso orgasmo, la pobre estaba recuperando su agitada respiración y no ayudé demasiado al sellarle los labiecitos en un desesperado beso, esta chiquita me hacía castañear los dientes de calentura y me la quería comer cruda.

Escuchamos la cerradura en la puerta de entrada y salimos disparados sigilosamente por la escalerita rumbo a su cuarto, en los últimos escalones no resistí levantarle la pollerita por detrás para verle las nalguitas. En dos segundos estuvimos sentados ante la máquina estudiando el manejo del Jaws, al entrar la madre le tuve que pedir silencio para no interferir con las órdenes que estaba recibiendo el micrófono y salió calladita.
Aún estaba algo asustado al comprobar que tenía la bragueta abierta por el descuido y la prisa, abrazando por la cintura a Angie que estaba sentadita en mis piernas le mordía la oreja y acariciaba sus planos pechitos retorciéndole los pezoncitos. La pobre seguía hablando al micrófono por si la madre estaba escuchando mientras mis afiebradas manos le recorrían todo el cuerpito, me encontraba desesperado y se la hubiese metido hasta por la oreja de ser posible.

Al ratito dijo sonriente que en la escalera notó como le subía el vestidito por detrás debiendo confesarle que su colita era irresistible, que me conformé con mirarla pero tenía ganas de morderle las nalguitas y otro día lengüetearía su culito como hoy le chupé la conchita. La pobre quería decir algo pero me bebí sus palabras sin dejarla hablar, creo ni le permitía respirar al cubrir sus labios y nariz con mi boca.
Debía volver a casa de Moni para cuidar a su sobrinita y al despedirme junto a su madre apenas pude depositar un casto besito en su mejilla.

Pensaba hacerle cositas a mi muñequita antes que regresase la tía pero ella había pedido medio día franco para esa tarea, Mary vino corriendo a mis brazos saludando con un beso en la boca. Me puse verde por estar a la vista de Mónica que sonreía satisfecha, parece que no le incomodaban esos cariñitos mientras comentaba socarronamente que ahora tenía a dos mujercitas para mí sólo.
Para hablar en clave dijo que flameaba la bandera roja dando a entender que eran sus días de período menstrual, creo que advirtió mi rostro decepcionado al llevarnos de la mano para que durmamos una siesta diciendo que hay soluciones para todo.

Esta vez me acosté al medio de las dos mientras palmeaba la espaldita de Mary para que se durmiese, en un susurro Moni sugirió que podría levantarle el camisolín para palmearle la colita y arrullarla mejor. Yo no sabía bien que pensar al respecto pero mi mano estaba cumpliendo la orden, algo tembloroso por estar tocando indebidamente a su sobrinita o tal vez por palpar su bombachita y desenterrarla de entre sus deliciosas carnecitas traseras.

Moni pasaba una mano para desabrochar el pantalón liberándome el gusano y acariciando la barra carnosa con mucho cariño, aconsejaba que arreglase la prendita de su sobrina por metérsele en la colita. No estaba seguro que se hubiese dormido pero pasé de palmear a acariciar esas tibias nalguitas mientras Moni se acomodaba para chuparme el miembro, en esa posición no veía el manipular a su dormida sobrinita y no soporté la felación acabándole en la boca mientras enterraba un dedo en el culito de Mary que se aguantaba calladita.
Esta vez nos dormimos los tres felices por ser una familia tan unida.

Desperté con unos toquecitos mientras abrazaba fuertemente a Moni, al entre abrir los ojos me llevé una sorpresa mayúscula, mis brazos rodeaban a Mary mientras Mónica se despedía para ir al empleo susurrándome que la hacía muy feliz ver a su sobrinita en buenas manos. Quedé algo temblando por haber sido pescado infraganti en una actitud poco normal deshaciendo el abrazo para acariciarla todita a mi muñequita durmiente.
Ella se desperezaba mientras le comentaba que su tía había salido y estábamos solitos para jugar a lo que sea, me encantaba robarle besitos dormidita y le pedí que finja ese estado sin abrir los ojos.

Muy lentamente le quité la prenda de dormir dejándola en bombachita solamente, no me alcanzaban los dedos para acariciarla todita y besarle el cuellito bajando a su plano pecho, esas futuras tetitas fueron devoradas con pasión mientras la erección ya era dolorosa, parecía que el gusano fuese a explotar por la hermosa sensación de tener a Mary dormidita para hacerle de todo.

(continuará)

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:11) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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