Novia cachonda

Un día en un camión estábamos de viaje de fin de semana, eramos solo amigos, pero ella en la madrugada se acerco y me beso muy rico y ahy comenzó todo, a la semana de novios ella siempre me besaba apasionadamente, le gustaba que la abrazara por la espalda y yo me di cuenta que era por que le gustaba sentir mi ereccion, no olvido la primera vez que me dejo chupar su pezoncito, cuando no había nadie en la calle nos frotabamos el cuerpo, luego en las madrugadas hiba a su casa y le tocaba su ventana, ella me habría la puerta y me comía sus pecho y agasajabamos bien rico pero de hay no pasaba no me dejaba tocar sus nalguitas ricas, en aquel tiempo buscábamos lugares solos para yo lamer sus senos, eso le exitaba mucho, pero solo me dejaba bajar su pantalón para frotar mi miembro en su cosita belleza, hibamos a la alberca solo para sentirnos, me hacia venirme de esa manera, y ella quedaba mojada, después de algunos años de novios y siguiendo así de cachonda, estábamos en la parte de atrás del carro ella se veía preciosa, sus nalguitas bien ricas y ahy fue donde me dejo quitarle la ropa, intentamos hacer el amor pero le dolía mucho y no fue posible, pero tiempo después un día estaba sola en su casa y me paso a su cuarto, comenzamos a besarnos y la fui desvistiendo de a poco, y por fin estuve dentro de ella, fue lo mejor que pudo pasar lo hicimos dos veces muy rico, de perrito y misionero, eramos primerizos, apartir de entonces era casi diario qué la llevaba a mi cuarto y hacíamos el amor le bajaba su calzoncillo y la cogia, pero lo mejor fue un día que yo venía manejando de noche con ella, ella me venía tocando y de repente me bajo el cierre y comenzó a morder mi pene, desde entonces le encanta comérselo, lo hacíamos donde fuera, nos casamos y todo fue aun mejor, ella se compra ropa para que yo la vea, le gusta que vea sus nalgas y se la apriete, la otra estábamos cogiendo y comenzó a estimular su chiquito, y sin decirle nada solo se lo metí y ella gemia de placer, nos gusta hacerlo donde sea, y como sea, ella sigue siendo cachondisima, y ami me gusta complacerla, le gusta que le rose mi miembro en todo su cuerpo, le gusta que le chupe su clitoris y su culito, le gusta gemir fuerte, no importa que nos escuchen los vecinos, y me encanta su cuerpo, hemos aprendido a disfrutar de nuestro sexo, espero les guste mi relato.