Nueva empresa III Ramona

Leo hoy de 24 años sigue a cargo de la central energética, a su lado, siendo su amante, está Virginia con un abultado vientre en donde se gesta un feto de casi ocho meses, ella no sabe quien la fecundo, sus dos machos arremeten con grandes bríos contra su cuerpo cuando la tienen en la cama dominada a sus placeres y ella entregada con gran emoción al apareamiento del macho de turno, sus maridos como ella dice son potentes sementales y la inundan con sus semen. aún más cuenta que el macho que la tiene empotrada ardiente de pasión por ella la sobreexcita trastornándola sin darse cuenta, ella le acaricia este pene solicitando a su el macho que descontrolado la recuesta en la cama poséeme… quiero ser tuya…, el cual ante la presión se trasmuta transformándose y convierte esa cama en cama de una puta donde ella da sus fervientes servicios al macho de turno y no se detiene hasta haber entregado sus orgasmos a este macho y ser regada por sus fluidos testiculares. Cuando nazca el bebé sabrá cual de sus dos machos la fecundó.

Ahora ella desea que su ingeniero reciba en la empresa a su joven cuñada una chica de 22 años, recién titulada de secretaria y desde cuatro meses casada con su hermano menor, ambos sin trabajo.

Los tiene en su casa y logra que ella ingrese por unos meses a la oficina de su amado y amante ingeniero, cuando debe definirse su puesto de trabajo Renata su cuñada le solicita ayuda y le dice tu tienes experiencia que debo hacer para ser seleccionada entre las dos secretarias y no quedarme sin trabajo. El seleccionador será el jefe don Leo, le dice.

Virginia conoce los defectos de Leo y su atracción por mujeres casadas para satisfacerse en ellas, pero es su cuñada la mujer de su hermano menor no puede solicitarle que se entregue a este y asegure su puesto, pero se decide y aconseja a Renata entregarse tierna y dulcemente a su Leo, acércate a él cuando este sentado apoya tu cabeza en su hombro y jadéale en su cuello diciéndole que tiene un exquisito aroma…, y después asume las consecuencias de ser apareada carnalmente con gran furia y placer de tu parte al ser taladrada por un poderoso, abultado, largo y exquisito pene, que te hará llorar y gemir de pasión en tu entrega. Pero lograras el puesto de trabajo, le dice.

Renata con sus ojos exorbitados le dice soy tu cuñada, la esposa de tu hermano… y… ¿en verdad…, quieres que me entregue a él?

Quieres el puesto de secretaria, le contesta, su cuñada confundida le dice que sí… entonces aconseja Virginia… entrégate.

Me mira con unos ojos, me levanto y muestro a esta mi panza, este vientre dilatado por un hijo en formación en su interior y digo…, tengo un empleo sin problemas y seguro, como tengo en mi interior un bebé que no sé cual de mis dos sementales me fecundo por que ambos desarrollan plenamente el placer de inundar mis entrañas, pero te digo el ingeniero es mas original, es mas apasionado y su herramienta es mas dura, mas gruesa y mas larga en la cama hasta hacerte gemir y suplicar en la cama que te llene con sus fluidos reconfortándote del placer de haberte infielmente entregado a él…
Al día siguiente Leo debe decidir por una de sus secretarias, conversa con una y luego con la otra que es Renata, después del diálogo Leo el ingeniero, pregunta si algo ella desea decir, Renata recordando mis consejos se para se acerca al sillón donde descansa el entrevistador y suavemente se monta en sus falda arremangándose sus polleras y ubicando su cabeza en sus cuello jadea en este besándole y murmura quiero ser tuya.

Siente el estremecimiento del macho, pronto sus nalgas están siendo acariciadas por unos intrusos dedos, metiéndose entre sus bragas y su piel, siente como estos se acercan a sus entrepiernas e importunas entran a su vagina en busca de su clítoris, este salta a sus encuentros estaba duro y firme como un clavo de lo duro y tieso que estaba por sentirse acariciado y pellizcado por estos, como se revuelca Ramona gozosa al trato que ejercen en ella, es la primera vez en su vida que la acarician en esa zona con esta elegancia y refinamiento…no se incomoda cuando este baja sus calzones y ella se levanta para que estos sean despojados de su culo quedando apretados juntándole sus piernas y sintiéndose mas apretada en su vagina con esos dedos intrusos en ella, el macho se mueve tratando de despojarse de sus pantalones, Ramona servicial y comedida le ayuda a despojarse de ellos y cuando vuelve a sentarse en sus piernas siente ese monstruo que desea clavarse en su vientre punzando su vulva.

Mi boca se abrió para quejarme y su lengua entra en esta y mis brazos rodearon su espalda, mientras el se afanaba en explorar mis pechos, mi trasero, mi sexo... De repente pasando sus manos por detrás de mis rodillas, me cogió en el aire, mis piernas alrededor de su cintura., pero al instante me depositó sentada sobre la planicie del escritorio. En un segundo se apartó un metro y de manera hábil colocó mi falda doblada sobre la cadera y separó mis piernas. Dio otro paso atrás y se regodeó en el espectáculo. Allí me tenía, abierta de piernas, mi sexo palpitante y húmedo, solo tenia que entrar su trofeo. Dentro de mí lo odiaba, pero ya no podía detenerlo. Sin apartar la mirada de mi entrepierna se desabrochó el resto de su ropa interior y salio moviéndose libre su pene erecto, tremendo, triunfante, desafiante y enorme. Estaba sorprendida, no quería alimentar su ego haciendo alabanzas de su enorme pene ¿sabes lo que va a ocurrir no? me dijo mientras se meneaba el pene de manera rítmica, te vas a volver loca, seguro que nunca has tenido un juguete así para ti solita, seguía masturbándose mientras me contemplaba…, se nota que hace tiempo que no te echan un buen polvo Inmediatamente da un paso al frente y apoyó su glande a la altura de mi vagina, un respingo dio mi cuerpo cuando sentí su tacto. Pensé que no me cabría, pero no me encogí, yo misma la agarré, era duro y cálido, me asombré de su peso y recolocándome en mi vulva poco a poco engullí ese miembro... , no fue fácil, todavía no estaba suficientemente lubricada para la tarea, pero poco a poco me encontré completa, llena... me sentía totalmente estimulada eróticamente con esa inmensa masa de carne en mis entrañas, mi vagina casi se rasgaba por lo abierta que estaba. Comenzó a moverse. En esa posición yo era una mera espectadora, pero disfrutaba de su ritmo arrítmico, a veces deprisa, a veces despacio, a veces ligero, a veces profundo... Yo contemplaba absorta donde nuestros cuerpos se fusionaban... recuerdo que me llamaba la atención la manera en que mis labios vaginales acompañaban cada salida del miembro, estiradas al máximo por su grosor, como si se abultasen y acompañado de un sonido casi ridículo de ventosa, de chapoteo.... nunca había experimentado este hecho, supongo que se debería a la postura y sobre todo al tamaño del pene que era del tamaño de una botella gaseosa individual. Mi jefe Leo continuaba con sus embestidas y se sujetaba sobre mis caderas para ganar impulso. Mis piernas colgaban sobre los laterales de su cuerpo. De vez en cuando las elevaba, pero de esa manera la penetración era profundísima y los abdominales me mataban. No habrían transcurrido 5 minutos de sexo salvaje, cuando, de repente, devolviéndome a la realidad, sonó el teléfono situado a mi lado sobre el escritorio… atiéndelo me dice, era mi marido, yo penetrada sobre el escritorio, totalmente entregada a mi jefe, era una situación embarazosa de mi vida…. ¡PARA! Solicité, Ni hablar bonita, haz lo que te de la gana, yo pienso terminar, contesta al cornudo de tu marido y dile que te están aparejada como te mereces y con un buen pene entre tus piernas, y siguió con el vaivén sin compasión, el muy cabrón, como si no fuera a mi a quien penetraba. Tome una decisión, era preferible responder. - Si - dije descolgando intentando controlar la voz, claramente jadeante - Hola cariño - contestó Luis al otro lado del teléfono - ¿has tenido respuesta?, Siiii dije conteniendo un gemido estoy en eso…, te noto rara, es el nerviosismo me excusé. Mi jefe había aumentando la potencia de la penetración e intentando ponerme en un aprieto…, pobrecilla contestó Luis, no pude decir nada, en ese momento mordiéndome el labio mientras Leo me penetraba duramente, casi grité porque en ese segundo había mi cuerpo llegado s u clímax y los orgasmos llegaban lubricando en mis flujos, a ese pene que diestramente me poseía... después te… llamo dije y corté.

Y dicho esto comenzó a bajar el ritmo, me penetraba despacio y a la vez con una mano me acariciaba el clítoris... eran interminables segundos hacía mi profundidad e interminables hacía el exterior... lo notaba en todo su ser... era capaz de dibujarlo con mi vagina.... era un artista, sabía sacarse todo el partido a ese prodigio de la naturaleza y a ese ritmo me empujaba poco a poco al abismo del placer - me corro - dijo de repente, era la primera vez que veía su cara descomponerse, perder la compostura - córrete dentro de mi - me salió del alma y el hablar así me puso a cien - que zorra eres, te voy a dejar bien sembrada - hazlo, córrete en mi... - claro que lo voy a hacer, no lo dudes - y se tensó como una vara, estirando el cuello y gruñendo como un animal - dámelo ya...pero no pares ahora o te mato - y me desboqué y empecé a gemir y gritar con sus últimos vaivenes... ahora era yo la que empujaba la cadera como una poseída intentado engullir más allá su pene y apretaba mis piernas sobre el para sentirlo más a dentro..... y comencé a satisfacerme, de manera terrible, espectacular, mientras notaba su espeso líquido rebosándome, regándome toda, mojándome como nadie jamás lo había hecho..... Yo me entregaba a este semental con alegría y satisfecha como ningún otro macho me había satisfecho.

Me bajé del escritorio en el que llevaba un cuarto de hora encaramada en el placer y como pude recompuse mi vestido y mi peinado.... Había sido un verdadero placer, pero yo era una mujer casada, totalmente serena, regodeándome, no olvidaré la manera en la que el semen de Leo resbalaba por el interior de mis muslos, desde la profundidad de mi sexo desnudo, mientras todo eso ocurría... De nuevo la campana del teléfono lo miro y me dice contesta estas contratada dile eso a tu marido.

Levanto y era él le doy la noticia y este es feliz de saberla… aunque ya no es el único semental que regara a su mujer, Deberá compartirme con mi jefe Leo quien me riega satisfaciéndome espectacularmente, duramente, pero de manera elegante y con refinamiento llenándome de placer y enloqueciéndome de goce.

El lunes siguiente solo ella es la secretaria la otra no aparece y ella se estremece
comprimiéndote y deleitándote de placer de ser la secretaria…, y después asume las consecuencias que debe posesionarse de ser apareada carnalmente con gran furia y placer de parte de su jefe de ser taladrada por un poderoso, abultado, largo y exquisito pene, que te hará llorar y gemir de pasión en tu entrega.

A la llegada de este no espera y es ella la que se despoja de su falda y calzones colgándose de sus hombros y demostrándole abiertamente que era su macho y que ella necesitaba ser apareada, esta la coge en sus brazos la traslada a su oficina en la alfombra de esta totalmente entregada a su jefe, desbocada ardiente de pasión se entrega y empezó a gemir y gritar con sus vaivenes... ahora era ella la que empujaba la cadera como una poseída intentado engullir más allá ese pene y apretaba sus piernas sobre el miembro para sentirlo más a dentro..... Comenzando a satisfacerme, de manera terrible, espectacular, mientras notaba que su matriz era rellenada de ese espeso líquido regándola toda, mojándola como nadie jamás lo había hecho..... Se había entregaba a este semental con alegría y satisfecha como a ningún otro macho que la había satisfecho pertenecía a este ingeniero jefe y este semental la fecundaría algún día. Necesitaba un hijo y este se lo haría.