Odalisca

En el autobús de las 8 de la mañana no cabe un alfiler. Todo el mundo quiere llegar a la hora ya sea al trabajo o a colegio. Eso en teoría, en lo personal siempre aprovechaba esos viajes para tocar y apretarme contra las mujeres que me parecían atractivas. Algunas ocasiones una chica de un colegio distinto al mio subía al mismo bus que yo, le llamaba la atención su rostro tenía unos ojos café que me hacían pensar en una odalisca y sus labios eran gruesos, excitantes. Nunca pude borrarme su rostro. Terminé la secundaria y cada cierto tiempo me la encontraba en la calle, naturalmente ella jamás se fijaba en mi. Sin el uniforme pude observar mejor su contorneado cuerpo, tenia unas tetas grandes no pude evitar imaginar el pezón que las corona. Lo imaginé grande y moreno; sus caderas eran amplias y sus nalgas se notaban algo adiposas cuestión que me encanta a la hora de evaluar un buen culo.
Hacía unos meses me había terminado la universidad, aun no encontraba trabajo y salí con unos amigos. La odalisca estaba allí, más madura, quizá con unos kilos más que la última vez que la había visto. pero su cuerpo seguía llamándome la atención, al igual que sus labios.
Tras unos vasos de cerveza comencé a mirarla, estaba con un grupo de amigos, se reía mucho de pronto una de sus miradas cayó sobre mi. No disimulé mi interés, de inmediato sentí una agradable cosquilla entre mis piernas.
A la salida del baño ella me habló, ambos estábamos algo ebrios, no sé de que hablamos, nos comenzamos a besar impetuosos. me quedan 5 mil pesos y traía algunos condones, podía pasar la noche.
- vamos a un hotel- le dije mirándola fijamente. ella recogió su chaqueta y su bolso y salimos. en una esquina nos sobajeamos por completo, un auto que pasaba nos tocó la bocina.
Apenas entramos al cuartucho clavé mis labios en sus tetas. ella respiraba agitada, con su mano buscaba mi pene, a ratos me cogía el culo. le quité la polera y lamí sus tetas, sus labios succionaban mi cuello.
su pezón apareció ante mi, grandioso erecto, lo apreté con mis dedos, pase la punta de mi lengua por la punta de su pezón apenas tocandolo la miré a los ojos mientras lo hacía. ella comenzaba a masturbarme.
la empuje y cayó sentada en la cama, rapidamente me acerqué a ella y bajando mi pantalón acerqué mi pene a ella, sin dudarlo lo metió en su boca, sus labios me hicieron temblar, cuando notó que estaba exageradamente excitado ella se detuvo y comenzó a quitarse el pantalón moviéndose lentamente al son de una música inexistente. me tiró de espaldas sobre la cama, se puso de rodillas sobre mi rostro clavando su vagina en mi boca, comencé a mover mis labios y mi lengua ella comenzó a agitarse sobre mi, mientras se la chupaba ella agarraba sus tetas. de pronto se volteó y dejó caer sus labios carnosos sobre mi verga, succionaba como si fuese la última vez en su vida, nuevamente se quitó de encima, me puso el condón y se dejó caer sobre mi pene salvajemente, sentí como su culo golpeaba contra mi, subía y bajaba frenéticamente, me sujetaba de sus nalgas y se las abría, de vez en cuando deslizaba un dedo hacia su ano. aferrado a su culo la apreté contra mi chupé de sus tetas hasta casi arrancarle el pezón, la odalisca gemía de un modo que me calentaba sobremanera, su abdomen y caderas eran una máquina de placer, de pronto dejó de respirar y sus movimientos se hicieron erráticos, cayó extasiada, mi pene salió de su vagina.
quedó boca abajo, comencé a morder su espalda, el costado de sus tetas, baje hasta su culo, mordí sus nalgas, de pronto intentó acomodarse, los entreabiertos labios de su húmeda vagina quedaron expuestos, la sujeto violentamente y la penetré nuevamente, dio un breve grito y comenzó a moverse de nuevo, su cintura se cimbreaba que parecía querer arrancármelo, yo la embestía con mayor fuerza, mis caderas se estrellaban contra sus nalgas. me agacho para apretar sus tetas cuando ella comienza a decir que tendrá un nuevo orgasmo, comienzo a darle más y más duro siento como la verga se me va tensando hasta un punto crítico, la odalisca cae de bruces sobre la cama al hacerlo me quita el condón, luego de mi orgasmo notó que semen está en su espalda, sobre sus nalgas y comienza a caer hacia su ano.

Luego de eso dormimos un poco y cada cual siguió con su vida.
A veces nos saludamos cuando nos encontramos en alguna calle.