Policía violado por inmigrante ilegal

Eran las siete y aún era de día, es lo que más me gusta del verano, además áquel día era un día estupendo, por fin había entrado en las fuerzas antidisturbios, al principio me costó pasar los psicotécnicos omnibus, pero con fuerza de voluntad todo se consigue,después de hacer miles de test, Siempre quise ser antidistrubio, para entrar como un torero en el ruedo de la la calle y cargar a la carrera contra los alborotadores manifestantes, llevar esa porra larga y negra y repartir estopa sin ton ni son, a diestra y siniestra, la gorra con visera .Áquel día había tenido el primer servicio como antidisturbio, la gente nos insultaba en la calle; hijos de puta nos decían, nosotros pagamos vuestrso sueldos; perros de los ricos, me hervía la sangre y me subía la adrenalina, un sabor amargo me llenaba la boca de rabia, de repente un grupo de jóvenes creciditos, empezaron a quemar un contenedor, era la señal, los nuestros que se había infiltrado entre los manifestantes ya la estaban liando, había que esperar a que se apartaran un poco y ya podíamos empezar a cargar, ¡por fin!,salí a la carrera y empecé a golpear a todo el que se cruzaba delante mío, manifestantes, viandantes, hasta a un camarero que estaba retirando el servicio de una mesa, le metí dos porrazos en la cara y lo dejé tirado en la acera sangrando.
Después de la mani estaba pletórico, pero antes de volver a casa tenía que pasar por el bar del Antonio y tomar algo con los amigos, luego vovlería a casa y está noche, al burdel de la Patricia, me encanta sodomizar a esas muchachas, qué culazos tienen. Yo quiero mucho a mi mujer, pero hay cosas que no puedo hacer con la madre de mis hijos, no le va a dar a mi hijo un beso una mujer que me ha comido la polla, por eso me gusta irme de putas, alguna guantá se me escapa en casa, pero tampoco maltrato a mi mujer, un cachete a tiempo puede evitar un divorcio, al salir del bar vi que la puerta de la fábrica de colchones estaba abierta. La fábrica de colchones es una fábrica abandonada que hay en mi barrio, hace diez años que no funciona y ahora está llena de gatos y drogadictos,alguna noche he ido con un militar de aviación a pegarle tiros a los gatos, me acerqué a la puerta para ver si había alguien y vi a dos individuos que se metían corriendo en uno de los edificios, entré y cerré la puerta, saqué la pistola más por precaución que por otra cosa y le quité el seguro, avance despacio pegado a la fachada, hasta que llegué a la puerta del edificio, ni rastro de los individuos que había visto entrar corriendo. Entré en el edificio, había unas bragas colgadas de una cadena, y en la pared había un grafiti, power woman, y una gran vagina dibujada, seguí andando un poco hasta que llegué a la puerta de una oficina, me pareció oír un ruido dentro, abrí la puerta, y justo cuando entré se me quedó la pierna atrapada en una trampa, era un cepo como los que se utilizan para cazar zorros, pero mucho más grande,el cepo estaba fijado al suelo, me dolía mucho la pierna y no podía sacármelo estuve a punto de pedir ayuda, cuando me golpearon por la espada, al recobrar el conocimento estaba atado a una silla libre del cepo, pero sin mi arma reglametaría, habían dos chicas con pantalones anchos,perroflautas de esas, las dos llevaban los pelos teñidos de colores, parecían dos de esas guarrillas antisitema que había apaleado no hacía más de tres horas en la plaza Cataluña, una de ellas me miró y sacándose un porro de hachís de la boca dijo; ya ha despertado el madero durmiente, yo respondí, será mejor para vosotras si me soltáis, esto es un secuestro, atentado a la autoridad y varios delitos más, os van a empapelar, os haréis viejas en la cárcel, las dos chicas se reían cada vez más, eres patético me dijeron, estás atado, indefenso en una silla, tenemos tu pistola, te podemos matar en cualquier momento, y se te ocurre amenazarnos, ya verás como se te bajan esos humos gallito, una de ellas me apagó la colilla del porro en la mano, ni pestañeé soy un hombre y aguanto el dolor, ¡vaya que tenemos aquí! Dijo una mientras ojeaba mi agenda, eso es mío; les dije con voz autoritaria, dirás es nuestro, puntualizó una de ellas, en esta agenda hay cantidades de dinero anotadas, nombres y fechas, vaya, eres un poli corrupto, de eso nada, dije yo, además si lo fuera a vosotras no os importa, ¿no sois antisistema? Por eso mismo, contestó una, nos gusta joder a la pasma, esta agenda se la vamos a pasar a un colega periodista que tiene amigos maderos como tú, seguro que con algo de pasta nos dicen de quién son estas direcciones y estos nombres y te montamos un buen pollo, tu hijito me parece que no podrá seguir en la universidad, yo pensé, ¿cómo coño saben que tengo un hijo y que va a la universidad? Casi como si me leyeran el pensamiento una me dijo, vamos a la misma clase que tu hijo, y por si no lo sabías sale con una gitana vieja, bueno al grano, maderote, tenemos esta agenda y medios para saber quién son los camellos que figuran en ella, o haces todo lo que te digamos o lo haremos público, eso es chantaje, tu mismo.
Se me hizo un nudo en la garganta, haré lo que digáis, pero os estáis metiendo en un lío, cierra los ojos y saca la lengua, una de las chicas se puso encima de mis rodillas y me empezó a besar en la boca, vaya lengua que tiene el madero, me decía, la otra se empezó a desnudar, tenía el coño teñido de azul, ¡qué asquerosidad!, la chica que estaba sobre mis rodillas se levantó y la otra se subió sobre mis muslos y se puso de pie sobre mis piernas, me estaba clavando sus tacones de aguja en los muslos, entonces me dijo chupámela, he estado con miles de mujeres, pero nunca le he chupado a ninguna el coño, empieza ya machote, me metió el clítoris en la boca y empecé a chupárselo, cómeme la polla me decía la otra, se bajo las bragas, cuando la primera se corrió, se subió la segunda, venga chúpame el cipote maderote, me decía, me caía por la barbilla todo lo que salía de aquellos dos coñor peludos de niñatas inadaptadas, mi bigote estaba lleno de pelos de coño y de sus corridas. Entonces entro ella en la oficina, era un mujer enorme, debía medir dos metros o más, llevaba unos pantalones cortos de cuero y tenía más músculos que yo, las dos niñatas se apartaron, esa mujer irradiaba seguridad, cogió a una del cuello y la estampó contra el suelo, la otra estaba de rodillas suplicando, entonces me vio a mí y se río, dijo algo de el policía, la verdad es que hablaba mal español, parecía de Europa del Este, quizá rusa, se acercó a mí, y me desató, por fin se acababa aquella locura, ahora sólo faltaba que me devolvieran el arma, entonces ella me dijo, pelear, quería pelear conmigo, una mujer contra un hombre, por muy alta que fuera, pensé que le daría una buena paliza, me puse en guardia, me agarró un brazo y me lo partió, esta mujer tenía una fuerza sobrenatural, me puse de rodillas me había ganado, ella empezó a quitarse el pantalón corto, era increíble, tenía un clítoris enorme, nunca había visto nada igual, me fui acercando poco a poco, hasta que lo tuve en la boca, cerré los ojos y se lo empecé a chupar, era delicioso, nunca había saboreado nada igual, no tenía nada que ver con esos coños de niñatas estaa si que era una mujer de verdad, mi mano estaba en su ombligo mientras con la otra le acariciaba las piernas, ella me sujetaba del pelo con fuerza, entonces se empezó a correr en mi boca, era como una eyaculación lo que salía de áquel clítoris parecía semen, yo me tumbé en el suelo de la fábrica y ella se puso de cuclillas, tenía una vagina preciosa, dura y sin pelos, al meterle la lengua apretó sus labios y me hizo daño, pero yo no dije ni pío, después se corrió y se orinó en mi boca.
Cuando la rusa se quedó satisfecha me dijo que me levantara y nos fuimos los dos a mí casa, se la presenté a mi mujer, a mí mujer nada mas verla le cayó muy bien, aquella nohce la rusa se folló a mi mujer delante mío, le metió el clítoris en la vagina, desde ese día cada noche les tengo que comer el coño a las dos para que se pongan calientes y luego me dejan ver como follan en mi cama, luego les preparo la cena.