Por tener las tetas grandes

Resulta que por poseer una tetas naturales muy grandes, tengo que irme a vivir a otro lado porque hace unos días nos secuestraron a dos amigas y a mí para extorsionarnos. Mis amigas también son muy tetonas.
Estábamos en un bar dos amigas y yo y de repente llegaron unos tipos y cerraron el lugar y a punta de pistola sacaron a la demás gente que estaba y a nosotras nos retuvieron, nos pusieron cinta en la boca y nos vendaron los ojos, luego nos esposaron y nos sacaron por otra puerta para subirnos a unos autos para llevarnos a una casa, que supongo estaba lejos pues tardamos en llegar.
Nos metieron a una habitación y nos dijeron que querían fuéramos mujeres de compañía de unos tipos muy poderosos. Después nos quitaron la ropa, la venda y comenzaron a acariciarnos y a chuparnos las tetas y el trasero. Eran muchos tipos y se turnaban para hacerlo. Todo el tiempo yo tenía a un tipo en cada teta mamando mientras otro me acariciaba, estrujaba y succionaba mis nalgas. A una de mis amigas, que tiene un gran trasero y las tetas más grandes que las mías, la amarraron a una cama y le pegaban en las tetas con la mano, luego la manoseaban y le mamaban las tetas dos hombres al mismo tiempo.
Después llegó un hombre que parecía era el jefe y luego de pellizcarnos nuestras tetas, nos dijo que aceptáramos irnos con ellos y que nos darían todo lo que quisiéramos pero que debíamos hacer todo lo que ellos dijeran, que nos habían escogido por estar tan buenas porque a sus jefes les encantaban las mujeres tetonas y nalgonas pero que no fueran gordas. Nos quitaron la cinta de la boca y dijimos que no y él contestó que nos iban a convencer. El hombre salió de la habitación y entraron unas mujeres con muy buen cuerpo en ropa interior y empezaron a mamar nuestras tetas y nos dijeron que aceptáramos porque nos iría muy bien, que sus jefes eran hombres muy poderosos y les gustaban mucho las tetonas y si eran naturales, mejor. Que los jefes ya nos habían visto y que teníamos unas tetas y unas nalgas muy apetecibles. Luego se quitaron el sostén y nos obligaron a chuparles las tetas, mientras los tipos que estaban ahí sacaban sus miembros y empezaron a masturbarse y a venirse. Así nos tuvieron por muchas horas. Nos daban agua para beber y luego volvían a manosearnos, mamaban nuestras tetas y nos nalgueaban para luego estrujarnos, morder y succionar tetas y nalgas.
Al principio pensé que nos violarían pero nunca lo hicieron. Una de las mujeres les dijo que recordaran que no nos podían “coger” porque eso sería de la exclusividad del jefe, que solo se divirtieran manoseándonos, exprimiéndonos las tetas y nalgueándonos. Luego un tipo se paró atrás de mi con su miembro de fuera y me lo puso en las nalgas sosteniendo mis tetas con las manos y les dijo a otros dos que aprovecharan antes de que llegara “la jefa” y comenzaron a mamarme una y otra vez uno de cada lado mientras el tipo que sostenía mis tetas me dijo que eso nos pasaba por estar tan “chichonas y nalgonas” y se restregaba contra mis nalgas. A mis amigas les comenzaron a hacer lo mismo.
Después llegó una mujer vestida con una tanga y con unas tetas enormes al aire y traía una botella de jarabe de chocolate en la mano. Tengo que confesar que esas mega tetas me excitaron, igual que las mías tenía grandes las areolas y los pezones, pero tuve que fingir para que nadie se diera cuenta. Les dijo que pusieran a la más tetona en la cama para que se dieran un festín. Pusieron a mi amiga en la cama, la amarraron y la tipa le cubrió las tetas con el chocolate y comenzó a chuparlas y a restregar sus tetas con las de mi amiga, luego le puso más y le dijo a los tipos que podían tomarse una malteada de chocolate que les daría la “súper tetona”, ocho tipos se acercaron y se turnaban de dos en dos para lamerla y chuparla. Después se me acercó la tipa y me ordenó que le lamiera las tetas y se las mamara. Le dije que no y como estaba amarrada me empezó a cachetear la cara y mis tetas, me jalaba los pezones y me los pellizcaba, luego le pasaron una pistola y me la puso en la sien. Tuve que empezar a chuparle las tetas lo cual me encantó, lo confieso. Se dio cuenta de que me habían gustado sus tetas y al oído me dijo que si me iba con ellos, ella se encargaría de que me trataran bien, me dieran todo lo que quisiera y además me dejaría comerme tus tetas cuando yo quisiera.
Luego le dijeron que ya habían terminado de “ordeñar” a mi amiga y la tipa les ordenó que la voltearan y la volvieran a amarrar. Comenzó a darle nalgadas y le embarró el trasero de chocolate. Dijo que ella primero y empezó a lamer a mi amiga y a darle mordidas en las nalgas. Luego untó más chocolate y les dijo a los hombres que les tocaba a ellos, que aprovecharan esas nalgas tan grandes y deliciosas. A mi otra amiga la seguía sujetando un tipo de las tetas para que otros dos mamaran.
De nuevo la mujer se me acercó, le pidió a un tipo que le untara chocolate en las nalgas y me ordenó que se las lamiera. No tuve más remedio que hacerlo y como yo estaba sentada, tenía a otro tipo manoseándome por todos lados y estrujándome las tetas. Después llegaron las mujeres que nos habían querido convencer y dijo una que ya nos íbamos pero que nos iban a bañar. Nos metieron a un baño muy grande y de una en una pasamos a la regadera, como seguíamos esposadas, ellas nos bañaron pero en el proceso seguían mordiéndonos y mamándonos las tetas además de manosearnos por todos lados. Salimos del baño y nos pusieron nuestra ropa. Nos volvieron a vendar los ojos, a ponernos la cinta en la boca y nos sacaron de la casa para meternos de nuevo a unos vehículos. Nos dijeron que nos iban a dejar ir para que pensáramos si aceptábamos trabajar con ellos, pero que era mejor que dijéramos que sí porque tenían muchas formas de convencernos, que esta había sido la manera más leve, que lo pensáramos.
En el trayecto nos seguían manoseando. Teníamos las manos esposadas hacia atrás. Me levantaban la blusa, bajaban mi sostén y volvían a pellizcarme, jalarme los pezones y a chuparme las tetas, un tipo de cada lado. Cuando oí que entramos a la ciudad, dejaron de hacerlo. Ya sólo de repente me estrujaban las tetas y me pellizcaban los pezones por encima de la ropa. Me decían que éramos las “chichonas más buenas que habían manoseado y mamado”, que no les alcanzaban las manos para apretar mamas tan grandes, ni la boca para comer semejantes tetas. El que iba manejando me dijo que era la tetuda más rica que le había tocado porque mis tetones no están colgado ni aguados. Y el otro tipo que iba adelante me preguntó que cómo podía vivir con “semejantes chichotas”, que seguro que todos los hombres que me veían se masturbaban pensando en mamármelas o haciéndoles una rusa.
Atravesaron toda la ciudad y cuando volvimos a salir a carretera, se detuvieron los autos y nos bajaron. El tipo que nos pidió que nos fuéramos con ellos, estaba ahí y nos dijo que volverían a buscarnos para que nos fuéramos con ellos, que nos dejaban ir para que arregláramos nuestras cosas y nos despidiéramos de nuestras familias, que pronto irían por nosotras pues sabían en dónde vivíamos, a qué nos dedicábamos, etc. Luego nos quitaron la venda de los ojos. Era de noche y no pasaban coches por ese lugar. No había nada.
El jefe se nos acercó y nos dijo que teníamos las tetas “más grandes y turgentes” que había visto en vivo, que no se podía ir sin probar “tetas y nalgas tan suculentas”, y de una en una nos levantó la blusa, bajó el sostén y comenzó a mamarnos las tetas, y nos estrujaba muy fuerte las nalgas con sus manos. Los demás tipos sólo veían sin decir nada pero se notaba que estaban muy excitados.
Cuando por fin terminó, le dijo a los tipos que se despidieran porque la próxima vez ya no nos podrían disfrutar porque ya seríamos de los jefes. Eran como 15 hombres y después de volvernos a manosear, todos, nos quitaron las esposas, la cinta de la boca y nos dieron nuestras bolsas. Se subieron a los autos y se fueron.
Como pudimos, conseguimos trasladarnos a nuestras casas.
Después de esta experiencia, decidimos emigrar a otro lado, para evitar que nos encuentren porque seguro nos obligarían a irnos con ellos.
A mis amigas y a mí nos gusta estar con varios hombres y mujeres y que disfruten de nuestras tetas y nalgas pero no a la fuerza ni con gente que no conocemos.