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Por unos roces en la cocina, con mamá - 1

Relato enviado por : heavyhead el 23/02/2017. Lecturas: 13373

etiquetas relato Por unos roces en la cocina, con mamá - 1   Amor filial .
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Resumen
Esto no se trata de un complejo de edipo, ni algo parecido. El tema es que mi madre esta muy buena, y... ¿ a quien no le gustan las maduras con sus cosas bien puestas?


Relato
Esto no se trata de un complejo de edipo, ni algo parecido. El tema es que mi madre esta muy buena, y... ¿ a quien no le gustan las maduras con sus cosas bien puestas?
En ese tiempo era tipo normal, 20 años, estudio en la universidad y vivo con mis padres.
Mi padre tiene 52 años, reservado y trabajador. Tiene un empleo tranquilo en una administración de una empresa multinacional. Mi madre, 45, es ama de casa, tierna y preocupada por su familia (Mi padre y yo), es una mujer con un físico muy lindo, con sus curvas bien definidas, fanática de su bicicleta estática.
Paula, su nombre, mide alrededor de 1,65m, tez blanca, ojos pardos, su cabello mantenido castaño hasta los hombros, unas pecas en sus mejillas, nariz pequeña pero algo angulosa, le gusta tomar un poco de sol, por lo que siempre tiene algún tono en su piel. Lo que más llama a la vista, son sus proporciones; tiene unos grandes senos, ricos y suaves, su talla de sostén nunca la supe hasta después de un tiempo cuando le revise sus prendas botadas en la alfombra, 34DD. Ya algo caídos, es normal para su edad, pero que importa. Algo de barriga, un poco de cintura, debió haber tenido una cintura de avispa en su juventud. Y su culo, que buen culo, como fanática de su bicicleta estática, acostumbra a usarla de 30 a 40 minutos diarios, se mantené bien. No es una Miss Reef, pero da para mirarla caminar e imaginarsela desnuda, sus piernas definidas lo acompañan. Le quedan muy bien los pantalones apretados, a veces usa tacos, se le forma ese espacio triangular bajo su ingle... Que ganas de meter la mano en ese triángulo.
Vivíamos en un departamento central en la ciudad de Concepción en Chile. Cómodo con un buen estar. Lugar donde teníamos el televisor, un solo televisor, por lo que era costumbre sentarnos los 3 a ver películas, programas, noticias o lo que sea. Por lo general al final del día o los fines de semana.
Siempre me llamo a atención el físico de mi madre, sus buenas tetas y culo, se le marcaban muy bien en la ropa que usaba para andar en casa, poleras y vestidos escotados o tirantes, algunas calzas o jeans apretados, siempre ha sido coqueta. Pero nunca se me paso por la cabeza tener algo con ella. La miraba solo como una mujer muy atractiva y como mi madre. Cuando lleve amigos a casa, y a pesar de que nunca me comentaron algo al respecto, a varios los descubrí con los ojos clavados en su culo.
Desda ya hacia años, desde mi revolución hormonal, trataba siempre de rozarla. Con el tiempo me acostumbre, o nos acostombramos. La abrazaba y le rozaba las tetas con el dorso de mis manos, o trataba de tocarle el trasero por accidente, etc. Era mi pequeño secreto, una pequeña perversión oculta.
A pesar de lo anterior, no paso mas alla de un "juego oscurillo", de mi parte. Hasta un día sábado por la tarde. Teniamos la costumbre de ver peliculas los sabados en la tarde los 3 en el estar, mis padres sentados juntos en el sofá y yo en el sitial. Tambien era parte de esa costumbre, parar a mitad de la película y preparar unos bocadillos, cosas que comprábamos en el súper con ese objetivo. La película estaba entretenida pero nos dio hambre, así que paramos, y mi madre con su culo e hipnótico caminar ( llevaba unos jeans ajustadísimos) fue a la cocina a buscar unas papas fritas, salsas y bebidas. Sin pensar en algo en particular, recordé unas galletas y fui a la cocina también.
La cocina era estrecha, un gran defecto de los departamentos de hoy. Y ademas de eso, los muebles eran grandes, lo que la hizo aun mas estrecha para circular. Detalle que nunca había importado hasta ahora. Las galletas estaban en el mueble aéreo que estaba sobre el lugar donde mi madre preparaba las cosas.
Como soy un poco más alto me puse detrás de ella y al estirarme me cargue sobre sus nalgas con mi pene, como parte de mi juego perverso. Fue algo como una rayada de pintura, lo habia hecho antes, pero ahora fue distinto ya que perdi un poco el equilibrio y me cargue mas de la cuenta. Sentí un escalofrió que me recorrió el cuerpo. Fue solo una fracción de segundos, que me pareció eterna. Mi miembro reacciono inmediatamente. Le dije “disculpa” tome las galletas y me fui raudamente a sentar antes que se volteara.
Con mi semi erección sentado en el sitial y ya reanudada la película, no podía concentrarme, trataba de meterme en la trama, pero solo pensaba en cuerpo de Paula. Empecé a notar sus rasgos, sus curvas. Como la polera suelta que llevaba insinuaba sus tetas, que buen par se le notaba. Sentada de lado, apoyando la cabeza en el hombro de mi padre tenía la vista completa de su trasero. Que trasero!
El actuar mi mama fue normal, no noto nada, o si lo hizo, no le dio importancia.
Terminada la película, recogimos las cosas, ya era tarde y mi padre se fue al dormitorio. Ayudando con el orden tome algunas cosas y las lleve a la cocina. Ella lavaba los platos, mi intención era dejárselos cerca para que lo lavara, el tema es que desde la entrada a la parte donde los tenía que dejar, debía pasar por detrás de ella. Con las manos ocupadas paso lentamente, pero con la intención de rozarla, tenía que hacerlo no podía resistirme.
Y asi lo hice, lentamente paso por detrás de ella, totalmente fuera de toda racionalidad, paso muy ajustado, siento en mi paquete el contacto con su nalga derecha, no sé cuánto tiempo me tomo en llegar a su raja pero disfrute muchísimo ese instante. Cuando llego al medio sentí mi bulto, a esa altura ya erecto, ajustarse a su raja. Con la excusa de dejar las cosas en el fregadero junto a ella la embisto un poco y le digo: “te los dejo acá y vuelvo a buscar lo otro al estar”. Ella me miro extrañada y algo incomoda. Me dijo: “si apúrate para dejar todo limpio antes de ir a acostarme”.
Empecé a hacer el movimiento inverso, con la misma velocidad. Salí de ahí, tome los vasos que faltaban en el estar y los lleve a la cocina. E inicie la misma maniobra pero antes (como ya estaba con mi verga a mil, me la acomode para que quedara hacia arriba, no para el lado, de manera de hacer más cómodo el escarceo). Empiezo a rozarle el culo, no sé si más rápido o lento que la vez anterior, pero estaba gozando al máximo ese momento. Llego al centro, la empujo con mi pelvis para dejar los vasos, extasiado cuando siento ella empinar el culo. Quede petrificado; ella estaba cargando su culo, contra mi verga que estaba a punto de explotar. Pasó un par de segundos y ella movió sus caderas, un poco hacia arriba lentamente, un poco hace abajo, luego hacia arriba.
Aun con los vasos en mi mano, estaba que eyaculaba. Dejo lo vasos en el lavaplatos y tome con mi mano derecha su cadera. Ella sin decir nada, dio vuelta su cabeza, me miro a los ojos y me dijo:
“eso es todo?... queda algo más en el estar o el comedor?”. Con una sonrisa pícara sus labios.
Si mama – le respondí – no queda nada más.
Ok. – no dijo nada más.
Se dio vuelta, apoyo sus manos en los lados del fregadero y empino aún más su culo, recorrió mi pene a lo largo. Con toda la estimulacion que estaba sintiendo, una pequeña mancha de liquido preseminal aparecio en mi pantalon, no queria parar, la tome con fuerzas de las caderas y segui reatregando mi corneta en su raja aumentan un poco el ritmo, no tanto, pero si la fuerza. Era obvio lo que hacía y ella se dejaba, de la manera mas exquicita posible. Disfrutaba cada centimetro, y a través de las telas, sentia el calor de su raja calentar mi falo. Debimos haber estado unos 2 minutos en ese restregar intenso... Arriba... Y abajo.
Era un pantalón de buzo, y mi glande se asomó po sobre el elastico. Lo vi y entre en pánico, fue como una vuelta a la tierra. Salí rápidamente al baño, cerré a puerta, frente al lavamanos libere mi verga y empecé una paja frenética. Recordaba el mar de sensaciones sentidas en la cocina; flashes de recuerdos de mi madre, como se veía sentada en el sofá, como lucia con traje de baño la última vez que fuimos a la playa, la sensación de sus pechugas aprisionándose con mi pecho cuando me abraza, las veces que la abrazaba y rozaba, etc. Eyacule borbotones de semen en el lavamanos. No recuerdo haber disparado tanto alguna vez en una paja, como en esa oportunidad.
Al salir del baño mi madre ya no estaba en la cocina, se habia ido al dormitorio con mi padre. Una sensacion de alivio me invadio, me dirigi a mi dormitorio, prendí mi notebook y me acoste, empece a buscar informacion sobre incesto, busque relatos de madres con hijos, y termine viendo videos de mujeres maduras con tipos jovenes teniendo sexo. Buscaba tetonas, ojala naturales. Me hice otra paja y me dormi.
No tenía idea de como era la vida sexual de mis padres, no era un tema que me interesara hasta ese momento. Supongo que era normal para una pareja de sus caracteristicas.
Esa noche, como nunca, despierto a las 4 am y escucho ruidos, gemidos, venian de la pieza de mis padres, gemidos femeninos, fuertes y exagerados. Era mi madre, inquieto me levanto y salgo al pasillo. La puerta de mis padres estaba entre abierta, supongo que al propio. No recuerdo que eso hubiese sucedido antes. Me pregunte "¿mama estara jugando conmigo?".
Me acerque a la puerta y la vi, desnuda, solo su silueta tenue ilumidada por la poca luz de la luna filtrada por los bisillos. Estaba sobre mi padre, se veia de lado, estaba de frente a el apoyada con sus manos en el pecho de él.
Mi verga estaba parada en todo su esplendor. Asomada por la abertura frontal de mi pantalon de pijama. Con el show que estaba presenciando no era necesario tocarmela ya estaba sintiendo las contracciones de una pronta eyaculación en mi pene. Nunca habia visto algo tan caliente.
Ella alternaba movimientos; arriba, abajo, adelante y atras, una y obra vez, en un ritmo suave y continuo. Sus tetas la acompañaban, me encantan sus tetas grandes y naturales, con un bamboleo suave. Se juntaban y se separaban. Estaba inmerso, ya con mi mano recorriendo mi pene sin pensar en nada mas.
Mi padre, el afortunado. Disfrutaba de su cuerpo, la recorria con sus manos, tomaba sus pechos, lo magreaba, besaba, chupaba y mordia. Los celos me invadieron en ese momento, que ganas de estar en su lugar disfrutando de esas carnes ardientes y suaves.
Ella gemia y resoplaba, deciendo cosas como "siii" "me encanta" "profundo" "metemela toda" "me tienes caliente, siiii... que rico". Se acercaba, lo besaba, luego se levantaba su cabeza hacia atras. Tenia el cabello suelto.
Me estaba pajeando en la puerta de manera acalorada, no perdia detalle de la figura de mi exquisita progenitora contorneandose sobre mi padre. De un momento a otro, eyacule y alcance a poner mi mano para atajar el semen, no salio tanto por las pajas que me habia dado hacia un par de horas. Pero el orgasmo fue intenso.
Ella siguio hasta que gimio largamente, tenso su cuerpo y se dejo caer sobre mi padre, dejando solo la vista de ese culazo.
Aun en una especie de trance, caminando como zombie. Me retire a mi dormitorio a tratar de dormir.
Al otro dia, era domingo, desperté con una verguenza terrible, ademas del sentimiento de culpa, no sabia que hacer ni pensar. Sali a trotar muy temprano, antes que se levantaran mis padres, estuve dando vueltas por un parque cercano hasta que me arme de valor para volver a casa.
Era diciembre, ya hace calor en diciembre en esta ciudad. Por lo mismo, al llegar a casa vi a mi madre en la cocina con un short muy corto y una polera de tirantes, blanca (el calor era la excusa), a juzgar por sus pezones marcados, no llevaba brasiere. Que tetas. Grandotas y colgantes, se notaban deliciosas. Fue lo primero que mire al verla, no podia quitar la vista de sus tetas.
Estaba inmerso en ellas cuando la escucho:
- Hey! Aca arriba... ¿Tomaste desayuno?
- No - respondí - ahora quiero comer algo.
- Ok, hay pan y queso en el refri. Dijo, dándome la espalda oara seguir en lo que estaba.
Mirando su culo le dije "me ducho y como algo".
El dia transcurrio con normalidad, mas de algun cruce de miradas y sonrisas insinuantes, nada mas.
Mis padres salieron a almorzar afuera, yo por mi parte, sali con unos amigos a dar vueltas. Mirabamos mujeres en la calle, les colocabamos notas y nos reiamos. A pesar de todo, no podia sacarme las imagenes de mi madre de la cabeza. Ese domingo llegue tarde a casa, evitando en el fondo algun encuentro cercano. La verdad es que deseaba meterle mano a Paula, mi madre, pero otra parte de mi se reusaba a aceptarlo. En ese conflicto interno me lo oase toda la semana, y asi fue que transcurrio con total normalidad (o al menos eso parecia), el actuar de ella era normal, como siempre ha sido. A ratos trataba de acercarme buscando algun contacto, en el pasillo o en la cocina, pero ella me evitaba. Aun asi las cosas fueron tranquilas, descansar en la normalidad es bueno, luego de tanta intensidad.
Las cosas volvieron a calentarse el sabado siguiente. Como ya lo habia dicho, era una epoca calurosa, mi madre andaba con un vestido, holgado, comodo, le llegaba a medio muslo. Era de un color blanquillo de tela delgada. Tenía un gran escote, resaltaba sus melones, blancos y suaves. Se asomaban porque usaba de esos sostenes de mwdia copa que lavantan. Estaba claro que su intension era mostrarse.
Ese dia ella estaba indiferente en actitud, aunque andaba mostrando sus atributos. Yo me perdia en los pequeños instantes cuando podia ver su escote o sus lindas piernas cuando se sentaba. En el almuerzo ella trajo los platos a la mesa, pasandonos nuestros almuerzo inclinandose ofreciendome una hermosa vista de sus tetas desbordantes luchando por liberarse de prision. Solo con pensar en eso sentia mariposas en el estomago, piel de gallina y un hormigueo en los testiculos.
Almorzamos hablando de trivilialidas, temas de contingencia local, de mis examenes de fin de año, etc. Me era dificil entablar una conversación coherente en ese momento. Solo estaba pendiente del escote de mi madre. Estaba sentada frente a mi, por lo que tenia una perfecta vista de como se movian sus tetas cada vez que se acomodaba en su silla, debe ser una silla muy incomoda porque lo hacia a cada rato. Cada vez que se acomodaba sus senos daban pequeños y llamativos movimientos. "Que tetas!", pensaba. Mi mayor esfuerzo en ese momento era mirarla sin que mi padre notara a donde apuntaban mis ojos realmente. La television ayudaba un poco, las noticias llamaban su atención y me permitian un rato de gozo admirando esas deliciosas pechugas.
Una vez terminado el almuerzo mi padre se sento en el sofa y se centro en la tele. El siempre acostumbraba a sentarse en el sofa despues de almorzar. Lugar donde aguantaba un par de minutos antes de quedarse dormido, era su siesta post almuerzo.
Mi madre empezo a retirar los platos y sin pensarlo la ayude, "este es mi momento" pense. La escena se repitio del sabado pasado se repitio; ella en el lavamanos y yo rozandole el culo, ese dia yo usaba unos shorts delgados. Ya no me cuidaba me empecé a apoyar directamente en su culo, una embestida larga por vuelta. Sentia como presionaba sus nalgas con mi pelvis.
En la última vuelta, deje los platos y me quede restregandome, movimiento que ella correspondia de manera suave y continua. Arriba y abajo cargando su raja sobre mi miembro. Tome mas confianza y la tome con ambas manos desde la cadera. Segui restregandome pero ahora la atraia hacia mi con fuerza. Tratabamos de no hacer ruido ni decir nada, solo sonaba el agua del lavaplatos cayendo, hasta que escuchamos ronquidos desde el estar, mi padre se quedo dormido. Ella no dijo nada, solo me miro y sonriendo me dijo:
- Tu padre tiene el sueño tan pesado - con una sonrisa picara-
Volvio a mirar hacia el lavaplatos y levanto aun mas su trasero ro reaccione bajando mis manos por sus muslos hasta llegar al borde del vestido. Para luego empezar a subir deslizandome por su piel suave, sudada y caliente. Lo subi hasta un poco mas arriba de su culo. El espectaculo era de ensueño. Llevaba un diminuto calzon.
Yo saque mi verga de mi short y empece a presionar con mi glande su entrada, limitado solo con la tela de su calzon. De a poco empece a subir mis manos por debajo del vestido. Sentir su suave piel al recorrerla, ticando de a poco su bartiguita, que a pesar de tener un poco, su cuerpo suave es maravilloso al tacto. Mis manos siguieron recorriendo su abdomen mientras manteniamos un ritmo lento, cargado y continuo en nuestro escarceo.
Cuando llegue a sus tetas me encontré con su sosten, los recorri por encima sientiendo su tela gruesa y bordada, no era lo que intetesaba, asi que busque el espacio en el centro de sus senos, meti mis dedos por debajo los tire hacia adelante con fuerza (hasta me parecio escuchar sonar el tiron en las costuras de la prenda) y los subi por sobre sus mamas.
La sensacion al sentir caer en mis manos esas hermosas, suaves y calientes masas de carne fue un climax en si mismo. Las aprosione con manos, sinti sus pezones duros entre mis dedos. Los masajie como quice hasta llegar un momento en solo las tome fuerte mientras seguia con mis punteadas en su vagina por sobre el calzón ya con mas fuerza y frecuencia. Estabamos en eso cuando senti que ya no aguantaba mas y sin importarme nada eyacule en ella aconpañado de un gran orgasmo. Ella al sentirme libero un gemido suave y prolongado apegando su cuerpo al mio.
Después de todo lo vivido, y de estar un par de segundos quieto asimilando lo que habia pasado. Ella enderezo su postura, bajo su vestido y se dio vuelta. Mirandome a los ojos y con una tierna sonrisame, me dio un pequeño beso en la boca, y dijo "pon a hervir agua y preguntale a tu papa si quiere un cafe".
Guarde mi pichula, puse el hervidor y me fui al estar. Mi padre quizo cafe.
No comentamos nada, todo era normal. De alguna forma era lo mejor, era un acuerdo de silencio tácito, sin comentarlo no nos podiamos cuestionar lo ocurrido, al menos por ese momento.
Luego de eso me fui a mi pieza, una sensacion de relajo me invadio, me senti el hombre mas suertudo; y a pesar de que no la habia penetrado, esa habia sido la experiencia sexual mas intensa y placentera de mi vida hasta ese momento. Fui a dormir una siesta con una gran sonrisa en mis labios.
Estube en el pc toda la tarde. Hasta la hora de la acostumbrada pelicula, busque una pelicula larga 2:30 hrs aprox. Una que yo la habia visto, pero mis padres no, una pelicula que a ratos era lenta y supuse que mi padre podria quedarse dormido en algun momento, o mejor dicho, esperaba que lo hiciera.
A eso de la 20 hrs nos acomodanos a ver la pelicula. Esta ves los tres en el sofa, mi madre al medio. No iba a perder la oportunidad de tener su anatomia cerca de la mia. Transcurrido un rato, ella apoyo su cabeza en el hombro de papa, dejando su culo apegado a mi lado izquierdo. Llevaba el mismo vestido. Yo estaba neviosisimo con aquel caliente culazo cerca mio. Me arme de valor y empeze a tocarla con mi mano derecha empecé por su gluteo, solo puse mi mano, no reacciono, sigo recorriendola bajando hasta su muslo y viendo a subir. Luego de un par de minutos y sin ninguna gesto de parte de ella. Empiezo a apretarle el cachete y la pierna metiendole los dedos en raja, sigo con lo mio y meto mi mano bajo el vestido. En ese momento mi madre se da vuelta y yo saco raudamente mi mano. Me dijo:
- Cariño - rara vez me decia asi - trae la manta para taparme un poco, me dio frio.
- Si mamá - respondi, llendo a buscar una manta rapidamente y la puse sobre sus piernas mientras ella se acomodaba nuevamente en la posición que estaba.
Aprovechando la instancia, tambien me tape las piernas con la manta. Con esa maniobra nos permite cierta seguridad a un posible movimiento de mi padre.
Ya tapados, retome los menesteres incestuosos. Ya con la aprobación de mi madre volvi a meterle mano con confianza. El contacto de mi mano con su piel hizo que levantara un poco mas su poto, para facilitarme el trabajo. Voy recorriendola lentamente, disfrutando cada centimetro acercandome a su sexo me doy cuenta que no hay mas telas que lo cubran. Estaba sin calzones (claro, si los que llevaba hace un rato deben estar llenos de leche). En ese momento el mundo se me detuvo. Empiezo a recorrer sus labios vaginales suavemente, y a medida que lo hacia ella me mostraba mas y mas su raja. Otro de los atributos de mi madre es que es mas bien lampiña, tenía algo de pelos, pero nada que molestara realmente. Y todo esto mientras mi padre estaba absorto en la pelicula, sin duda era algo que condimentaba aun más la situación.
Sentia su humedad en mis dedos y de apoco los fui introduciendo. Era un recorrido suave, varias veces retire mis dedos para mojarlos con mi saliva y seguir, momento que aprovechaba para sentir su aroma de mujer. Hasta que dejo de ser necesario, sus liquidos ya habiam encharcado su vagina, tenia tres dedos en su concha, dos para abrirme paso y el del centro para jugar con su clitoris. Lo movia de un lado para otro, lo apretaba y lo rodeaba. Ella ligeramente empezo a moverse, separaba un poco sus piernas y meneaba sus caderas de manera muy suave para no llamar la atención de papá. Estaba totalmente concentrado en mi labor incestuosa cuando de la nada ella movio su mano derecha hacia mi.
Empezo a tocar mi paquete por sobre mi pantalon, lo recorria lentamente, empezo a apretarlo, todo con movimientos suaves. Cuando llego al cierre, lo bajo, luego.movio el calzoncillo y libero mi verga, a esa altura como fierro de dura. Empezo con un lento sube y baja, sabia como hacerlo, era un experta, apretaba y soltaba en los momentos justos.Los movimientos de ambos empezarom a hacerse mas profundos. Estuvimos asi por lo menos unos 5 minutos.
Que maravillosa paja me estaba haciendo Paula, mi hermosa madre. Estaba como en el cielo absolutamente desconectado del mundo.
Repentinamente se hicieron presentes los ronquidos de mi padre. Nos miramos mutuamente, riendonos como autorizandonos a aumentar con mas intensidad y confianza.
Para ese momento tenia mi oulgar estimulando su clitoria y mi dedo medio metido en su cavidad rozando sus paredes. Aguanto solo unos pocos segundos asta correrse, cerro y tenso sus piernas ademas de echar su cabeza para atras. Aguanto su gemido. Y quedo inmóvil unos segundos. Tenia mi pene muy agarrado, apretado. Hasta que en un momento retomo su labor, mi miembro ya estaba contrayendose para una inmimente eyaculación que seguramente iba a ser potente.
Ella de manera sigiloza como si fuera una ninja, se dio vuelta se agacho y metio mi pene en su boca. El pene de su hijo que ya era un hombre. Su mamada fue corta, no logre mantenerme ante tal sensación de placer. Me corri en su boca, un monton de veces, sentia como salia y salia semen de mi aparato y ella lo guarada todo en su boca. Estaba en un trance completo. Con los ojos cerrados y mi cabeza apoyada en el respaldo del sofa. Y a lo lejos seguian escuchandose los ronquidos su marido.
Se trago todo, libero mi pene solo mojado con su saliva y lo guardo en mi ropa. Yo estaba inmovil aun reponiendome.
Luego de eso se puso de pie, se limpio la comisura de sus labios que aun tenia restos de corrida, me miro a los ojos con una expresion agrado, con los ojos muy abiertos y con una amplia sonrisa, me dijo "voy a la cocina a buscar algo para comer".

Fin primera parte.



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Comentarios enviados para este relato
Jhon_hatcher (25 de February de 2017 a las 00:42) dice: cuando continua

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:26) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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