Se cojió a su amiga, después a mi.

Soy pasivo, de 23 años de edad, soy delgado, mido 1.69, contextura simpática, buen porte, pelo negro y de piel blanca con una pizca de moreno.

En mi trabajo, había un joven, Alex, el cual quizás no era el más guapo en mi área laboral, pero había algo en él que atraía. Tenía un sex appeal de rude boy o chico malo, que llamaba mucho la atención. Siempre en las reuniones, me gustaba observarlo sin que él lo notara.
Era un muchacho quizás de sus 25 años, era de piel blanca pero un poco amarilla, alto como de sus 1.75m, cuerpo atlético, y su vestimenta era muy casual. Tenía una sonrisa muy torcida y muy sarcástica, que me volvía loco. Como no usábamos uniforme, el llegaba vestido a su manera, un estilo indefinido, no combinaba en nada y a veces, hasta llegaba de resaca, por lo que su rostro se veía muy cansado, desvelado. Era muy fiestero, muy probable metido en drogas.
Cruzábamos unas cuantas palabras, ya sea por trabajo o por temas externos, el quería aparentar timidez, pero no lo era en lo absoluto.

Una noche, luego de terminar la jornada laboral, mis compañeras, Alex y yo decidimos reunirnos en la casa de una de las compañeras, para pasar un rato agradable entre copas y charlas.
En el transcurso de la noche, las copas se hicieron botellas y la mayoría de los que quedamos luego de medianoche, 5 personas, estábamos muy tomados y era obligatorio que por el estado en el que estábamos, nos quedáramos a dormir en la casa de nuestra compañera.
Al asegurar esa hospitalidad, todos seguimos tomando, con el fin de caer borrachos. Entre risas y platicas, comenzaron a salir confesiones entre todos nosotros. Cabe destacar, que todos mis compañeros sabían de mi tendencia sexual, la mayoria eran mujeres y solo habíamos dos varones al final, Alex y yo.
Alex ya tomado, confesó que era bisexual, algo que nos impresionó a todos puesto que no lo sospechábamos por su aspecto rudo.
Mis compañeras comenzaron a molestarlo intencionalmente con preguntas atrevidas. El se limitaba en contestar. Yo ya le había echado el ojo y estaba planeando como iba a hacer para que esa noche tuviéramos sexo.
Notaba que una de mis compañeras, la que estaba a la par de él, mucho lo acariciaba y le tocaba sus piernas, ella igual estaba cachonda, pero mientras ella hacía eso, Alex me echaba unas miradas de re ojo y al parecer se encontraba en una encrucijada, no sabía si cojerse a ella o a mi.

Seguimos tomando hasta que llegó la madrugada y por la bulla que no dejábamos dormir a la mamá de nuestra compañera, ya era justo y necesario que todos fuéramos a dormir.
Con intenciones bajo la manga y, también por suerte mía, la dueña de la casa nos acomodó a los dos varones y a las mujeres en habitaciones separadas.
La compañera que le andaba ganas a Alex, no se le apartaba de encima, ella quería que se la cojiera hasta el punto que hizo show pidiendo que yo durmiera con las mujeres, y ella durmiera sola con Alex en la otra habitación.
Al escuchar su drama y su brama, y Alex que iba poco a poco cediendo, fui perdiendo la esperanza.
Mi compañera, sin embargo, se molestó y para acabar con el drama de nuestra compañera borracha, le permitió ir a dormir a esa habitación, pero con nosotros dos, osea Alex y yo. A ella no le importaba las cosas que sucedieran en el cuarto, ella simplemente quiso establecer normas para que no siguiéramos haciendo relajo.

Así fue. Los tres entramos a la habitación y yo inmediatamente me acosté en una de las 2 camas que habían, ya con toda la desesperanza y las ganas de dormir. Era de suponerse que ellos dos iban a cojer aun en mi presencia.
En el ajetreo que ellos se tenían,mientras yo ya estaba acostado, boca abajo tapando mis oídos con la almohada, yo escuché que Alex le dijo en voz baja a ella, refiriéndose a mi:
- ¿Si me lo cojo? Me lo quiero cojer.
No escuché la respuesta de ella pero fue como un gemido de negación.
A mi, inmediatamente se me van las ganas de dormir, y mi instinto me dice que me quedara despierto, por lo menos para ver si sucedia algo.
Apagaron las luces, la habitacion quedó completamente oscura, comencé a escuchar que se quitaban la ropa y se besaban. Luego ya en cuestion de minutos, me di cuenta que estaban cojiendo en el piso, como a medio metro mio de distancia.
No lograba ver nada y yo me hacía el dormido, solo medio lograba ver las nalgas de Alex, que al parecer se la estaba cojiendo en posicion de misionero.
Yo, interesado y curioso, intentaba ver pero no lograba escuchar más que gemidos leves y el latigazo de una hebilla de faja golpear contra el piso.

Eso no duró pero ni 10min. Cuando dejo de escuchar el ruido, supuse que habían terminado y ya se habían quedado dormidos.
De pronto, voy sintiendo que alguien se va acostando en mi cama suavemente. Fue una emoción indescriptible y un placer de antemano que nunca había sentido, ya sabía que era Alex. Me ocasionó un poco de asco saber que luego de cojerse a la mujer, me iba a cojer a mi, pero no podía perder esa oportunidad.
Apenas se subió a la cama, comenzó a tocarme el culo por encima del pantalón. Yo sin decir nada, me dejé llevar. Me dijo al oído:
- Ahora te toca a ti, dejé la lechita para ti.
Me comencé a quitar la ropa, el aun la andaba puesta, lo que seguramente a ella se la cojió nada mas con la verga de fuera.
Olía a una mezcla de licor con cigarro y hombre, era un olor excitante. Me comenzó a besar en la boca de una manera muy apasionada y yo igual, como si era algo que queríamos hacer desde hace rato.

No sé si la joven nos llegó a ver o escuchar, realmente no me importaba y lo mas probable es que ella ya estaba dormida, pues estaba bien borracha.
Alex, fue al grano, debo decir que siempre cuando me cojen, son cojidas con calentamiento previo, pero esta fue la más directa y la mas rapida, pero una de las mejores.
Comenzó a ensalivarme el culo y ponerme en posicion de perrito, al estilo Brokeback Mountain, y me comenzó a penetrar bruscamente.
Estaba haciendo mucho calor, sobre todo con el alcohol dentro, el sudor se sentia de ambos. Su verga estaba muy lubricada, era un verga, que no alcancé a ver pero mi culo la sentía algo destructora, como de sus 18cm, quizas, el se encargaba de meter todo el tronco y era algo gruesa. Sentia que era un poco curva porque en algunas veces se salía accidentalmente, pero la volvía a meter cada vez mas duro.
Yo solo cerraba los ojos y sentía el momento, el gemía muy suave y decia:
- Si, si, si...
Me metía la verga bruscamente y se escuchaba el movimiento de la cama, a veces hasta sentia que me desmayaba por tanto calor y agitación pero igual manera estaba super extasiado y excitado.
En cuestión de menos de 15min, sacó su verga y me pidió que abriera mi boca, yo accedí y el se dejo venir su leche en mi boca y yo felizmente me tragué su leche.
Y asi fue, despues de terminar, fue muy tierno, se quedó dormido conmigo, dejando a la joven dormida en el piso.
Fue un momento corto pero muy intenso. Lamentablemente no se volvio a dar, el volvió a tomar la misma actitud de "tímido" y "serio" en el trabajo y pocos meses despues, lo despidieron por muchas ausencias.. Me lo encontraba a veces en algunas fiestas, discos, pero de la noche a la mañana, se perdió del mapa. Me encantaría volver a encontrarmelo y darle mi culito de nuevo.

Espero les haya gustado!