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Siempre te espere Capitulo Tercero “Los Padres de Clara”.

Relato enviado por : Anonymous el 18/11/2021. Lecturas: 1274

etiquetas relato Siempre te espere  Capitulo Tercero “Los Padres de Clara”.   Amor filial .
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Resumen

1-
Recuerdas el curso de re-acondicionamiento, que me habías empezado a contar, ese que duraba tres semanas para las esposas descarriadas…
Jajaja.
¡Ah! Sí. Allí conocí mujeres con los mismos problemas que yo, y por qué no decirlo también con los mis gustos, por las cosas prohibidas, las cuales ni por asombro, deberíamos ni pensar las buenas cristianas.
¿Me podrías seguir contándome, habíamos que dado por la mitad de tu experiencia?



Relato

Siempre te espere
Capitulo Tercero “Los Padres de Clara”.

1-
Recuerdas el curso de re-acondicionamiento, que me habías empezado a contar, ese que duraba tres semanas para las esposas descarriadas…
Jajaja.
¡Ah! Sí. Allí conocí mujeres con los mismos problemas que yo, y por qué no decirlo también con los mis gustos, por las cosas prohibidas, las cuales ni por asombro, deberíamos ni pensar las buenas cristianas.
¿Me podrías seguir contándome, habíamos que dado por la mitad de tu experiencia?
Como ya sabes desde muy chica, y por mi educación, me soñaba casada y en mis mas oscuras delicias sexuales, las cuales me llevaban a masturbarme frenéticamente. También soñaba como buena esposa que debía ser, sacándole la leche a mi esposo todos los días y eso ya veras por qué.
Todo esto me lo contaba mientras viajábamos sentados, en el tren que nos llevaba a nuestra ciudad. Bajo una luz tenue, y algunos reflejos de las luces pasantes que entraban por la ventanilla. Con una manta cubriendo nuestras piernas por el frio. Ella pasaba su mano por debajo de la manta, apoyada en mi hombro, hablándome en un susurro al oído.
Aprovechaba para masturbarme muy lento… y todo esto, delante de sus hijas, sin que ellas lo supieran o por lo menos era lo que yo creía, por ese tiempo.

Me imaginaba, buscando situaciones… Sensaciones tan fuertes, de lo más morbosas, para mi placer y su placer… Me soñaba disfrutando de esos momentos inolvidables para una mujer… Que es tener una pija en sus manos… y ver saltar la leche es un placer hipnótico y profundo como tenerla en la boca, inundando de sensaciones mi vulva. Me soñaba realizando un buen trabajo y orgullosa de ello y mis bragas tratando de contener mis flujos, a mas no poder.
Esther: Mama, yo no encuentro los guantes, y tengo las manos frías. Búscalos bien en el bolso.
Con repentina urgencia me dijo:
Dime rápido. Que fue lo que te dio mas morbo, y mas gustito te dio, cuando te conté de mi re-acondicionamiento… Si me dices lo que estoy pensando. Te doy una pequeña alegría. Así que piénsatelo bien…
Me habías dicho que, en esas reuniones, algunas eran madres y llevaron a sus bebes y estaban amamantando… Pero una noche una reunión termino muy diferente a todas… entre preguntas y confesiones de lo que era amamantar por primera vez y para que todas sintieran en carne propia la misma sensación de placer al dar el pecho, se intercambiaban los nenes…
Y las madres en un gesto de total depravación se los cedían una a otras incluso a las que no tenían leche, para que también participen, aunque ellas no tuvieran leche en sus pechos…
Si, mi degenerado, asqueroso… lo sabia… Tenia la sospecha, que era esa parte la que mas te calentó degenerado…
Si todas terminamos todas llenas de baba y las que tenían leche, comenzaron a producir leche como jamas lo habían experimentado. Les corría desde sus tetas hasta llegar a manchar sus faldas, fue increíble ver como todas disfrutaban de sus cuerpos. Los pechos de las que tenían leche, por la degeneración reinante, no paraban de producir más leche, podías ver a simple vista cómo mojaban sus asientos. Era el dominio de la piel y la sin razón. Seria por el sentimiento imperante, de total morbo. Y los pechos se los expriman con desesperación… De alguna forma, habíamos sobrepasando todo tabú.
El ambiente fue ganado por el morbo y generando más… Era un ámbito de libertad inusual, sin ningún tipo de control ni ataduras…solo disfrutar. En un momento dado, ninguna tenia ningún reparo al demostrar sus mas ocultos instintos, pues eran ellos los que ya gobernaban todo el cuarto. Era tal la desesperación, que algunas se metían las manos bajo sus faldas corriendo sus calzones por la calentura sabes…Ver madres amamantado a sus hijos propios y/o de extraños, mientras se pajeaban furiosamente… fue lo mas…
Se metían mano como adolescentes, o como tu lo haces con mis hijas, cuando estamos ocultos de las miradas indiscretas…
Esther: Mamá, te digo que no están…
Bueno mi amor. Ven pone las manos, bajo la manta para calentarte las manos, mi amor…
Clara al oído:
-Como me encanta, pajearte… ¿y que te parece?, seria mejor si agregamos un aditivo mas… Las manitos frías de mi niña… saber qe te estoy pajeando con la ayuda de mi hija… guau… es algo que nunca me imagine, tengo un rio entre mis piernas.
Sabes, yo creo que esto se relaciona con un recuerdo que llevo desde mi niñez.
¿Y el curso de re-acondicionamiento?
-Otro día, te lo cuento, con todos los detalles.
Sabes me vino a la mente así de repente, imágenes de mi casa…

2-

Cuando era chica le ayudaba a mi madre a ordenar toda la casa, y estando en su habitación había un almohadón que ella cuidaba mucho y le pregunte para que lo usaba… ella lo miro… Sonrió y me volvió a mírame, cuando seas mas grande y estés por casarte… mama te lo explicara, te lo prometo mi amor… Y rápido cambio de tema, dejándolo con mucho cuidado en su lugar, como un objeto de lo mas preciado.
Hasta que una vez por fin, descubrí para que lo usaba. Ella con mi padre tenían como un ritual, el cual llevaban a cabo casi todos los días o día por medio. Cuando el regresaba de trabajar o después de cenar antes de dormir. Al llegar el me saludaba, me preguntaba qué estuve haciendo, la escuela etc… Y momentos mas tarde le decía a mi madre, que iba a cambiarse a su habitación. Unos minutos mas tarde lo seguía, mi madre me decía: Que ella en un momento lo acompañaría por si necesitaba algo. Eso era lo que ella me decía. No si antes, ponerme a hacer los deberes o estar segura de que estuviera entretenida mirando algo en la televisión.
Un día la curiosidad me desbordo, salí al patio y rodeando la casa fui a espiar por la ventana de la habitación de mis padres.
Mi padre estaba ya sentado en la cama sin pantalones y mi madre se encontraba entre sus piernas, el almohadón tan preciado de mi madre se encontraba debajo de sus rodillas…
Ambos comenzaban a hablar, y mientras ella con una sonrisa en sus labios, sacaba su pija del su calzoncillo y con su boca la iba mojándola de saliva y además ella se frotaba sus manos con crema Hinds. Suave y adquiriendo un ritmo, allí comenzaba la masturbación. Mi madre, sabia bien como hacerlo, entre susurros comenzaba a dialogar preguntarle si la había extrañado y cosas del trabajo.
Así, cada tanto se lo introducía en la boca o le daba pequeñas lamidas a la cabeza, para luego continuar con todo el tronco de mi padre. Mi padre casi inmediatamente adquiría una hermosa rigidez, bajo la habilidad de los dedos y lengua de mi madre. Ella era toda una experta, no solo usaba sus manos y boca, sino que también envolvía todo en miembro, sin olvidar sus testículos, con su pelo para masturbarlo.
3-

Padre: Sabias, mi amor… que a las putas les gusta mucho chupar pijas.
Madre: Sí, mi amor, por eso estoy haciendo un esfuerzo por imitarlas. Para que cuando tus bajos instintos afloren ya se vean satisfechos por tu esposa. Piensa libremente en tus deseos más oscuros, que aquí estoy yo para apaciguarlos. Dime qué harías con esas putas que ves por la calle. Deja salir a tus demonios para liberarte de esa presión que día a día, se va acrecentado por el pecado de la carne, que nos tiene atados.
Así, espero que con mi cuerpo, mis besos y con mi lengua pueda satisfacerlos… Así recorriendo tu pija, saldrá tu lechita caliente purificándonos a ambos.
No creas que no sé, lo tengo bien asumido, sé que ellas tratan de corromper a gente decente como nosotros. Yo misma te he contado como me resisto a las tentaciones y como cristiana también sucumbí a ellas, tu siempre estuviste allí para ayudarme a encaminar mi deseo.
Padre: Ah, mi amor no se que haría, si no te tuviera a ti. En qué caeríamos.
Madre: Ambos nos apuntalamos mutuamente para poder sobrepasar estos tiempos sin moral. En realidad, ambos nos complementamos, para apartar los malos pensamientos. Esas ateas tratan inculcar sus vicios, corrompiendo nuestras mentes. Provocando con su falta de convicciones a personas como nosotros.
Mi padre, iba acariciando su rostro y su larga cabellera, con mucha ternura. Cuando ella se introducía todo su miembro, yo podía ver su saliva, caer por las comisuras de sus labios y por los huevos de mi padre. Ella parecía amar ese instante, pues no hacia ningún esfuerzo por limpiarse, es mas disfrutaba viendo correr su baba por los huevos de mi padre.
Ella comenzaba a preguntarle como había viajado… el decía que mal como se viajaba siempre en los trenes…
Padre: Como ya te imaginas todos apretados, con mucho olor a muchedumbre cansadas y transpiradas, viajamos soportando empujones, como siempre uno que otro degenerado, aprovechan tal situación.
Madre: ¡¡Si!!… Y hoy has tenido que viajar, viendo a esos asquerosos, que se abusan de esas mujeres fáciles que no dicen nada, mientras las tocan y se dejan hacer de todo……
Mi padre, contestaba con su vos entre cortada, por la masturbación… sintiendo las delicadas manos de mi madre, apenas podía contestar…
Padre: Si algunos y algunas…
Ella aceleraba el ritmo de la paja y lo incitaba a que le cuente cómo había sido el viaje.
Madre: Por favor, mi amor… no seas malito cuéntame. Por favor contarle a tu esposa que viste hoy, sabes que tu recordando yo puedo hacerte sentir mucho mejor…
Por que cuando me cuentas, esas porquerías que tuviste que soportar a tu pesar, yo me pongo mas cariñosa. Tú lo sabes.
Padre: ¿Hay como sos… y la nena donde esta?
Madre: Clara, esta entretenida viendo la tele. No te preocupes, ella no vendrá a interrumpirnos… Pero por favor contame todo, pero no te olvides de los pequeños detalles… Quiero saber todo lo que hacen esas lascivas viciosas…Contame, tu sabes como me gusta que me cuentes todas esas cosas sucias…
Padre: Tu ya sabes, no son como nosotros…
Madre: Si lo sé mi vida. No hay punto de comparación con las familias, que componen nuestra iglesia…
Bueno… Aunque no todas, después tengo mucho que contarte. Sabes semana a semana me voy enterando de cada historia. Creo que dimos un buen paso al cambiarnos a esta pequeña ciudad.
Padre: Así, dime…
Madre: Primero sigue tu, por favor estoy que no doy mas… Por que no son como nosotros te pido que me cuentes, como se dejan manosear esas laicas. A mi me contaron las chicas de la iglesia, que se dejan manosear por cualquiera y algunas hasta les gusta ser manoseadas por algunos adolescentes también.
Padre: Y por chicos también…
Madre: Puedo corroborar eso, mi amor. Yo misma las he visto en la escuela de Clara. Todo esto muy disimulado sabes, pero he visto a maestras que se dejan manosear cuando nadie las ve, por algunos de sus alumnos, cuando se agachan para hablarles separan mas de lo debido, sus piernas para mostrarse mientras les explican algo.
Padre: Si es verdad, no son nada decentes, les gusta sentir las pequeñas, tiernas e inexpertas manos por debajo de sus faldas…
Madre: Y tu llegaste a verlo, en tus viajes también…
Padre: Una vez vi, una madre llevaba su niño a su lado, y otro en sus brazos, al que parecía estar dando el pecho y mientras conversaba, con otra que parecía ser su amiga… Una conversación de lo mas normal de cómo había cambiado su vida con la venida del nuevo bebe…
Pero mientras esto sucedía, el niño que estaba a su lado tenia la mano bajo la falda de la amiga de su madre y ella no decía nada, mientras continuaba hablando con la madre, disimulando mientras disfrutaba del manoseo que le proporcionaba el chico…
Llego a preguntarle con toda picardía: Si el mas grande no estaba un poco celoso… y la madre se le acerco al oído y le digo: Esto no lo sabe nadie y menos mi esposo, por las noches cuando lo voy a arropar a su cama antes de dormir, le dejo mamar de mis pechos….
Ósea que el mas grande también bebe de tu leche… Esto al parecer, le disparo la libido a la amiga y abrazo al chico contra su cuerpo… diciéndole a la madre. ¿Mira el carboncillo también esta disfrutando de tus pechos y no esta grande para esto? Todo esto llevaba al parecer a calentarla más, disimulando con una supuesta ingenuidad frente a la madre. Mientras que el chico la magreaba a su gusto… Y cuál de los dos se dedica mejor a la tarea, amiga mía. Dijo sonriendo.
No seas indiscreta…
-Lo lamento…
– La madre (acercándose un poco mas). La diferencia, son los dientes…
Pero a pesar de los dientes, dime la verdad con el mas grande…
Tiene un morbo, que ni te cuento Amiga.
Si es verdad, pero no es lugar, para contarte los detalles…
Mientras tanto el chico, amparado por la pasividad de la amiga de su madre, cada vez le metía mas mano, tanto que su falda se había subido más de lo debido, que yo estando tan cerca podía verle sus panties.
Madre: ¡¡¡Verdad de qué color eran!!! … Seguro que ya estaban llenas de flujo!!! ¡¡¡Viciosas!!!… Que asquerosas que son esas mujeres, por eso no las respetan… Pero si yo misma las he visto que al subir a los trenes, los hombres las ayudan a subir, pasando sus sucias manos por sus nalgas, y ellas como si nada, pero incluso hay algunas, que hasta les sonríen disimuladamente, como agradeciendo las caricias, incluso estando con sus maridos a su lado.
Padre: Tenia unos pantis rosa pálido…
¡¡Uno de tus colores favoritos, mi vida!! A que tentaciones, te enfrentas mi amor. Décime con todas las letras lo que son… esas asquerosas. Por favor no tengas tanto respeto al hablar de ellas…
Mi madre ya había llevado su otra mano bajo su falda y bajaba con desesperación sus calzones hasta las rodillas y comenzaba a tocarse también.
Padre: Son unas asquerosas y por sobre todo muy putas…
Madre: Eso es. Mi amor, son muy putas… putas, asquerosas que no respetan ni a sus maridos, ni a Dios.
Padre: Si son muy putitas, no son nada decentes como nosotros…
Madre: Putitas solteras, putas casadas… Y seguro algunas ya tendrán hijos, pero lo putas lo llevan en la sangre. Son y lo seguirán siendo. Y hoy, contame como te fue… por favor…mi amor… Como cristiana, tengo que saberlo todo, pues tengo que estar enterada del mundo que nos rodea… Yo se que esta cambiando y cada día que pasa la calle y el mundo, se esta degenerando mas y mas.

4-

Padre: Y para que veas a dónde hemos llegado. Hoy por la cantidad de gente, no le fue muy fácil a una madre llegar a la mitad del tren. Donde yo me encontraba, se me acerco muy despacio, quedando ella de espalda a mí. Yo la tuve frente, comenzó a moverse con disimulo, invitándome a que proceda a manosearla.
Madre: Si mi amor, seguro quería que la manosearas… la muy guarra, ¡¡¡y qué hiciste!!!
Padre: La señora cada ves se acercaba mas y mas a mi…
Madre: Le habrás metido toda la mano, por qué, si no lo haces son capaces de decirte maricon, las muy degeneradas.
Padre: Si, así lo hice.
Madre: Bien echo mi amor…
Padre: Tomando el borde de su falda, se la fui subiendo, poco a poco …
Madre: ¡Si!… Así se hace, a esas puercas no hay que respetarlas, se lo tienen merecido por calentonas y sobretodo por aparentar ser mujeres decentes, como yo o las de nuestra congregación. Hay que dejarlas al descubierto a esa sucias, cochinas.
Padre: Pero sabes, hoy tuve miedo…
Madre: ¿Pero por qué mi amor?. Si ya sabes cómo me gusta que me cuentes, así confesándome tus oscuros deseos, también descubro los míos mas ocultos. Pues yo se que te gusta que te demuestre mis deseos impuros… tu sabes que yo siempre seré tu pura y santa esposa. Y esto es solo para limpiamos, saciando nuestros sexos. Como esas putas viciosas.
Mírame ya me bajé la bombacha y ya tengo dos dedos en mi conchita. Además, desgastando nuestros sexos, sin que nadie nos vea y en la privacidad muestra casa, nadie nos condenara… Y una vez limpios, nos estaremos alejándonos de esas vidas sin valores y dedicadas a lo único que conocen el sexo, para poder llenar el vacio espiritual que tienen…
Padre: Pero tu también decímelo con todas las letras… que hacemos juntos para limpiarnos, decilo que me encanta sentirlo de tus labios tan puros, que sabes que me encanta…Y además tu sabes que cuando estamos en misa, como me pongo, cuando te veo con tu carita de angel diciendo tus oraciones. Sin que nadie sepa, que yo estoy recordando estos momentos…
Madre: De verdad, mi amor… Como me calientan tus palabras… esta bien te lo diré como te gusta, mi amor. Desde que nos conocimos, nos vivimos, pajeandonos juntos mi amor… Nos pajeamos… Porque es real nos gusta muchísimo mi amor… Somos unos verdaderos adictos a las pajas… ¡Pajeros!… ‼!Muy pero muy Pajeros!!! Y lo disfrutamos a mas no poder. Por que nos encanta, desde siempre…desde antes de casarnos y lo seguiremos haciendo por siempre, manoseando nuestros sexos de las maneras mas sucias, así limpiamos nuestras mentes y almas…
Te recuerdas cuando éramos novios, lo hacíamos en cualquier parte, cuando íbamos al cine, sin interesarnos que película daban y estando allí nos contábamos cosas sucias y pasábamos horas pajeandomos y no éramos los únicos… Pues veíamos a otras parejas como nosotros masturbándose todas las tardes. Vos sabes que soy muy pajera, eso me viene desde muy chica. Mi madre me descubrió una mañana y en vez de censurarme… y ahora que lo pienso, ella también habría gozado también, pues fue ella mi madre… la que termino enseñándome como hacerme una “buena paja” como ella me decía, a escondidas de mi padre. La excusa era que lo hacia por mi seguridad para que no dañarse mis partes… ¡Vamos! , estaba claro que ella me alentaba a pajearme todas las noches...
Padre: Como no voy a recordar… como te gustaban estas tardes de cines y cuánto aprendimos en las penumbras de esas salas de cines.

5-

Ya no recuerdo cuantas veces, me pedias que te cuente como me pajeaba con las prendas de mi madre y te lo conté hasta el cansancio cuando ella me descubrió…
Madre: Y nunca me voy a cansar de esa historia, que ya son parte de nuestro repertorio privado. Y el solo echo de nombrar a tu madre, hace que se me mojen las bragas… Y yo me siento identificada, con ella y espero ser un día como ella para ti y para mi hijita… Recuerdo que al final, ella misma termino proveyéndotelas a espaldas de tu padre.
Padre: Si después de pensarlo varios días, ella misma me las daba. Pero a los pocos días cambio su proceder, de como entregármelas por miedo que se enterase mi padre. Entonces ella misma por las noches me las dejaba después de haberlas llevado todo el día, debajo de mi almohada. Al venir de noche y darme un beso sonriendo de decía para que te diviertas antes de dormir “pajerito mío”.
Madre: No te digo, ella era genial, una adelantada a su época.
Padre: Como tú ya recordaras. Ambos también llegamos a disfrutar de sus bragas sucias.
Madre: Yo era muy chica en ese entonces y me quedaban bastante grandes, te acuerdas como te gustaba acabar en mi culito, con las bragas puestas de tu madre. Después con el tiempo no solo te dejaba las bragas, ¿no?
Padre: Había noches que se quedaba un rato mas, conmigo conversando o leyendo una revista juntos…
Madre: ¿Si, pero la revista era solo una excusa no?
Padre: Si en verdad era una excusa que ella le daba a mi padre, para ausentarse de la habitación mientras él se iba quedando dormido viendo televisión. Con el correr de las noches, ella me fue introduciendo a su juego. Ella imponía las reglas, era muy sutil, pero cada día daba un poco más.
Mientras ella comenzaba a leerme supuestamente para que me durmiera. Me decía que mientras ella me esté leyendo, le gustaría ver como me pajeaba con sus bragas…
Noche tras noche, se fue haciendo una costumbre, también la lectura había cambiado, mirábamos o comentábamos alguna revista erótica, que ella ocultaba entre las hojas del libro o supuesta revista qué me estaba leyendo.
Mientras ella me leía cosas eróticas, con el propósito de calentarme y cuando no encontraba la adecuada, ella misma las inventaba. Al notar que yo ya estaba a punto de llegar, ella me decía con mucha autoridad. Mírame a los ojos, quiero que me este mirando a los ojos cuando te salte la leche, entonces yo veía que sus ojos que se tornaban vidriosos en el momento que mi leche saltaba manchando las bragas que ella me traía y ya había puesto con mucha delicadeza sobre mi estomago. Con el tiempo fue perfeccionando su técnica, ella se presentaba con una bata y también traía algunas toallas húmedas, para limpiarme después de haberme derramado sobre sus bragas. Ella decía con ironía. Así mi amor… Así‼! Ni una gotitas en las sabanas, todita en mis bragas, las bragas de mamita… Así… Mi amorcito.
Poco después otra variante, cuando venia con su salto de cama. Atenta siempre mirando hacia la puerta por si mi padre se presentaba sin avisar, ella me hablaba de sus amigas, si me gustaría tener sus panties o tocar sus pechos o si yo las espiaba bajo sus faldas, mientras ella con delicadeza iba aflojando el lazo de la bata…y poco a poco me permitía ver sus pechos.
Madre: Seremos nosotros tan puercos, con nuestros hijos…
Padre: Como. Dices esas cosas mi amor…
Madre: Perdóname… me sobrepase… demasiado.
Padre: No mi amor. no quise dar a entender eso, sino todo lo contrario… Me gustaría que seas como mi madre con nuestros hijos…
Madre: Pues yo te prometo que seré, siempre bajo tu consentimiento mas puerca que tu madre…y bajo mi consentimiento que ya lo tienes, para serlo desde hoy con tu pequeña princesita.

6-

Madre: Pero, lo que mas… o sea lo mas que me hacia calentar… Fue cuando, me contaste que cuando tu primita te visitaba y se quedaba por las noches en tu casa, tu madre le hacia dormir en tu cuarto y lo increíble en tu propia cama…
¡¡Qué bárbaro!! Tu también tuviste una madre, de lo mejor…
Padre: En esa edad, yo no me daba cuenta, pero tuve mucha suerte, y aparte de la complicidad de mi madre, resulto ser que mi prima era muy dócil y sumisa…
Madre: Si se, lo de tu madre. Antes de salir juntos, ¿era con ella que descargabas tus vicios no? Recuerdo con que pasión me describías, su conchita sin pelitos… Y yo como siempre te complacía, y nunca deje ni dejare de hacerlo…me depilaba y te decía a los gritos, mientras me cojias…Si mi amor cojete otra vez a la putita tu primita, como cuando eran chicos, y tu me llenabas el culo de leche, pastosa, caliente e incestuosa…Yo era un rio entre mis piernas, mientras me contabas todos los detalles, sobre todo cuando tu tía se dio cuenta de lo que hacían y ella misma termino alentándolos, diciéndoles que esta bien que comiencen a experimentar en familia, mientras que nadie se enterara… ¡¡¡Por demás de puerca la hermana de tu madre!!!
Padre: Si lo recordare siempre, como disfrutábamos no solo con mis relatos si no con los tuyos, y los que contabas de tus amigas y como buscaban nuevas cosas de sus casa para masturbase, deseando tener nuevas sensaciones… Recuerdo como casi todos los viejos trataban de manosearte, cuando entraban en el bus o algún tren. De allí, creo que aprendiste a ser precavida, y siempre llevabas un pañuelo para limpiarnos, por que nuestros encuentros eran en cualquier lado, no importara dónde fuere.
Madre: Sabes, que para cuidar mi virginidad hasta cuando nos casásemos, el pañuelo me lo daba mi madre y después que vos te ibas de casa, ella aparecía reclamándome el pañuelo, para corroborar que te había echo acabar el, y no en mi conchita. Ella lo examinaba y lo guardaba entre sus ropas…Y me decía, para que no lo vea tu padre. Pero siempre después de despedirnos y antes de todo sé lo tenia que mostrar a ella, y si no estaba lleno de leche, ponía cara de enojada. Ella siempre me pedía explicaciones y que le contara todos los detalles donde y como te había echo acabar y hasta me daba consejos.
Padre: No sabia eso. Así que tu madre, sabia lo que hacíamos.
Madre: Si mi amor, ella a su manera quería que nos casemos, y no quería que te perdiera, pero a su vez también deseaba que yo llegara virgen al matrimonio. Bueno no del todo, por que ella me dijo que ningún hombre se aguanta mucho tiempo y tendría que dejarte usar mi culito… bueno eso es otra historia y tú la conoces muy bien.
Padre: ¿Cuántas historias no?
7-

Madre: Bueno, dale continua. Por que, tuviste miedo el día de hoy…
Padre: Es que estaba con su hija.
Madre: Pero, si ya te dije mi amor, que algunas mujeres se dejar tocar, hasta por los muchachitos e incluso por niños de la primaria. En la escuela sabemos que hay dos o tres maestras que les permiten a sus alumnos, cosas no santas, entre juegos y juegos. Cuando ya se aseguran que nadie las puedan ver, con mucha cautela y disimulo, les dejan a los chicos que les toquen sus pechos o sus partes mas intimas. Después, te voy a contar, lo que hacen, cuando los llevan a los baños. Hay un grupo de madres, al cual pertenezco estamos pensando hacer algo, con ese problema. Y ya nos hemos dispuestos a hablar con estas maestras.
Padre: Si me lo dijiste, pero no se… me dio algo de vergüenza sabes…
Madre: No mi amor, nunca tengas vergüenza al estar frente a mí, y menos estando frente a esas puercas…Seguí contándome todo, que ya estoy manchando todo el almohadón con mis flujos, mírame ya lo he mojado casi todo.
Padre: Si ya siento, tu olor a concha caliente que tanto me fascina, inundando toda la habitación, esa fragancia que tanto me gusta y me transporta…
Madre: Mi amor, puedo sentí en mis dedos, como lo tienes de duro y a tus huevos desbordantes de leche… Yo te los he vuelto a cargar, ¿recordándote nuestras aventuras… las manoseaste a las dos…no?
Padre: Si a la madre y a su pequeña hijita…
Madre: Siii seguí contándome, por favor… Tenia la edad de la nuestra.
Padre: era un poco mas chica.
Madre: ¡No! ¡Más chica que la nuestra… Guau!¡Guau!, cada día son más chicas y más asquerosas. Te la habrás tocado todita a la nena, seguro recordando, ¡el culito durito de tu primita… Ah! mi amor… Mírame por favor … mi concha como late. La próxima vez te prometo que me depilo enterita para que, cuando me cuentes, al mirarme recuerdes todos los detalles de una bella conchita sin pelos. Hacia mucho tiempo que no hacemos eso, a mi me encanta resucitar el pasado…
Como me gusta estar despertando antiguas perversiones, no te parece… No lo puedo creer, lo caliente que estoy…
Padre: Salen a la calle a provocar, tanto la madre como la hija…. Aunque no me extraña, estas cochinas visten a sus hijas con unas falditas, que apenas se sientan o se agachan se les ven sus calzoncillos.
Madre: Yo lo veo en los cumpleaños cuando la llevo a Clarita o cuando voy de compras y hasta en la iglesia… Después te cuento la nueva modalidad, en la catequesis de los domingo para los chicos no lo podrás creer…
8-
La conclusión es simple, las visten así poder calentar a los hombres, con polleritas fáciles de levantar y telas livianas que hacen volver loco a cualquier hombre al tocarlas. Para luego gozar como perras, por partida doble… La primera y fundamental, es que es un excelente condimento, para después matarse a pajas recordando los momentos vividos, tal vez mientras su esposo esta mirando el futbol, como un enajenado. El segundo, es un goce un poco mas recatado, pues tienen que velar, por su moral y la de su hijita, alejando a descarados y a la vez estar listas para los hombres con mas tacto y no por ello menos pervertidos. Mirando y disfrutando de dejar a sus hijas, que sean admiradas y acariciadas con tocamientos no santos, siempre y cuando sean discretos, sin levantar sospechas de las personas a su alrededor. Y bajo las miradas pendientes de sus madres, para no perderse ningún detalle. Yo he visto esas madres sin poder apartar sus ojos de sus niñas, permitiendo que las toquen, que las gocen… apoyándolas y magreándolas, he incluso ayudando al extraño, cubriéndolo de la posible mirada de los demás, para que sea mas fácil su accionar…
Sabes… Yo misma he oído a madres, hablar con sus hijas, en los cuartos de los baños…
Padre: ¿como fue eso?
Madre: la primera vez, fue de casualidad… Pero después cuando sospecho algo inusual, las sigo y casi nunca me equivoco.
Padre: Y que decían…
Madre: Ya dentro del cuartito del baño, con mucho cuidado van revisando los calzoncillos de sus niñas, mientras las interrogan de como se han ensuciado… seguro bombachitas llenas de leche y ellas las limpian pues temen que sus maridos se den cuenta de talles maniobras, que ellas mismas permiten en sus hijas.
• Mi amor, no aguantaba mas… Déjale ver a la mamita, si tienes toda la bombachita manchada.
• Yo creo que sí, mami. Aunque tuve mucho cuidado al sentarme, pero en la sala había mucha gente.
• Lo se mi amor, hoy había demasiada gente, y todos estábamos apretados, sabes que algunos, sin dase cuenta te pueden ensuciar.
• Si lo se.
• Por mí no debes preocuparte, entre madre e hijas, podemos hablar de estas cosas. Pero ya te he dicho. Que tu papi no debe saber nada de esto entiendes, nunca debes hablar de esto. Pues él se enojaría mucho y no le gustaría saber que a su nena le manchan la bombachita otros hombres sabes. Esto es un juego entre madres e hijas buenas.
• Si mami, lo se… es un secreto.
• Bien mi amor, es nuestro secreto y ambas disfrutamos al ver como esos extraños al sentir nuestras colitas manoseadas y nos hacen mojar, y después nos dejan la leche en nuestra ropa intima…
• Por eso te digo siempre… que si sientes que te tocan y después te manchan la bombachita. Solo me lo tienes que decir a mi que yo siempre llevo braguitas limpias para las dos así poder cambiarnos. Por qué a la mama también, le gusta que la toquen bajo la falda los hombres sabes, eres la única nena que le gusta esto. Pero todas guardan muy bien el secreto.
• Y tu ya sabes, las dos después podemos jugar y divertirnos mientras nos cambiemos juntas.
• Sabes este es un secreto que no todas las madres tienen con sus hijas. Así que tampoco se lo puedes contar a tus amiguitas.
• Algunas madres, que tienen este secreto con sus hijas. ¿Ellas nunca se enojarían, con sus hijas pues ambas juegan como nosotras cuando se cambian sabes?
• Quienes juegan como nosotras mama.
• Tengo una amiga que tiene una chica como tú, y yo sé que ellas también juegan, te gustaría que un día juguemos las cuatro juntas.
• Si, cuando…
• Bueno lo tengo que hablar con ella primero sabes…La conocí en la feria te acuerdas.
• La ves que aquel señor, que mientras estamos en la feria escuchando música, te acariciaba la colita… y tuviste miedo de decirme…
• Yo no sabia.
• Ahora ya lo sabes, yo siempre te estaré mirando como, ellos se calientan tocándote, ya te lo dije. Tu cuando te tocan debajo de tu faldeta, te tienes que quedar quieta, por que así se comportan las buenas niñas, no debemos hacer escándalos y nunca decir nada… Pero después me tienes que contármelo todo… solo a mama sabes… Tienes que contarme que paso y si te gusto, mientras yo te cambio.
• Me las mancharon, otra vez de leche…
• A ver mi vida… hoy a mami también me las mancharon, apúrate mi amor sácate la bombachita, antes que termine el sermón y déjame la verla, que yo te muestro la mía, que esta empapada de leche.
• A ver mi amor…Oh, si y cuanta… mira esta calentita todavía… Como habrá disfrutado de tu colita, cuanta leche mi amor…
• Y la tuya mami…
• Espera que ya me la saco mi amor. ¿Mira, me la tiro por toda la cola…que atrevido no?
• La podemos probar como la otra vez mami…
• Toma, yo me chupo la tuya y tu la de mami…
• Mientras nos tocamos nuestras conchitas.
En ese momento yo ya me estaba pajeando con violencia mi sexo, que sin darme cuenta se me cayo el bolso… y creo que por el ruido notaron mi presencia… Y ambas callaron… Yo tuve que salir rápidamente del baño, sin saber el final de la conversación entre madre e hija.
Padre: vas a tener que ir mas seguido a esos baños.
Madre: Lo estoy haciendo, pero no te creas que solo las madres, si no también las abuelas con los nietos, los llevan a deslecharlos a los baños.

9-

Madre: Ya te digo: Se que ellas también reciben lo suyo mientras tienen a sus hijas mas pequeñas de sus manos, reciben de buenas ganas las manos de los extraños.
Padre: Estuve mas de veinte minutos, metiendo mano a la madre, mientras la hija me miraba.
Madre: Qué putas… una gozando y otra aprendiendo. Dame tu mano, todavía debes tener su olor de esa putita, entre tus dedos todavía, déjame ver… humm, voy a chupártelos y quiero que me mires como te los chupos, pues tus dedos están llenos del fluyo de una extraña. Seguro que todavía debes tener sabor a ellas. Y yo debo limpiarte los dedos mi amor, con lengua, con mi boca y sacarte ese olor a concha sucia.
Padre: Yo sé que, eso te gusta esto linda…. chúpamelos mi amor. Pero como un buen esposo, extraño los flujos de una mujer pura y fiel a su marido, como tu.
Mi madre, saco su mano de entre sus piernas, y la llevo a la boca de mi padre. Mientras ella seguía chupando los dedos de mi padre… mientras decía… tienes los dedos con el olor muy fuerte, seguro la hiciste acabar en tu mano, como buenas perras putas que son… como habrá gozado esa perra y su vástago… putas, asquerosas e infieles amorales.
Padre: Creo que me estoy viniendo, mi amor.
Madre: Espera un poquito mas. Por favor… Por favor décime… Contame algo mas de la nena, que mi imaginación no da mas… Mas chica que Clara… que precoz, me imagino la situación, sorprendida viendo a su madre magreada por un desconocido, mientras que tus manos también estaban explorando su pequeña colita… veo sus pantaletas estar recibiendo sus primeros flujos de calentura.
Padre: Yo detrás de ella, ya la tenia afuera del pantalón, súper parada.
Madre: ¡¡Y ella te la miraba!!… la nena te la miraba… wow!!! mi amor mira el almohadón como lo moje hoy… me siento como una de esas…putitas sintiendo tu pija lechosa, pegajosa sobre sus culitos hambrientos de vergas.
Padre: Si la tenia en su raja…
Madre: De la madre!!
Padre: Si, pues con mi otra mano manoseaba a su hija, en eso creo que se dio cuenta que estaba a punto de acabar… y paso su mano detrás y me la agarro. Me llevo hacia en costado donde se encontraba su hija y frotándola contra su pollera y comenzó a pajearme… imagínate.
Madre: Si si…me imagino seguí por favor así Siii…
Padre: Mi pija había quedado entre la carita de la niña y la cadera de su madre… mientras ella seguía masturbándome mas rápidez… cuando estaba por acabar me soltó y con su mano acerco la cabeza de su niña, como acariciándola, la arrimo a su cadera. Quedando mi pija entre su cadera y la carita de su hija.
Madre: Que hija de puta… asquerosa… es demasiado… que asquerosa, seguro acabaste…
Padre: Si mis tres lechazos, ensuciaron la falda de la madre y dos en la cara y el pelo de la niña…
Madre: ¡¡guah!! Mi amor no las ensuciaste… Mi amor ellas ya son sucias, por su sucio vicio. Así mi amor mírame como ya tengo los cinco dedos en mi concha del gusto. Me encanta que le hallas dado una lección y una buena ración de leche.
Padre: Sabes que ella se agacho, para con un pañuelo limpiar la carita de su hija. Fue todo tan rápido, que yo no me la había guardado y aun media parada… la tenia babeando gotas de leche… se la metió en su boca delante de la hija, termino de limpiarla, pasando su lengua y después le dio un beso en la boca a su nena… Yo las miraba, y vi como la madre de reojo me sonrió…
Madre: No puedo mas…
Padre: Espera. Espera… que te tengo un regalo…
Madre: Un regalo…
Padre: Era tanto, el degeneramiento que nos rodeaba, que le dije al oído a la madre. Me podrías dar los calzoncillos de tu nena. Ella me miro, como incrédula y excitada por mi demanda. Y me dijo, Te gustaría quitárselos tu o se los saco yo. Me gustaría que se los quite la madre, y me muestres si los ha mojado…
Seguro que sí… es chica, pero tan caliente como la madre. Y allí mismo, mientras yo la tapaba por si hubiera una mirada indiscreta, le dijo algo al oído de su hija, luego levanto apenas la pollerita y le saco su bombachita, con una destreza, que solo una madre puede tener… La dio vuelta mostrándome su paño todo húmedo. Y me dijo: Imagínate cómo tengo las mías, tómela guárdela de recuerdo.
Madre: Muéstramelas por favor…
Padre: Mira que olorosas y sucias están.
Los ojos vidriosos de mi madre, no lo podían creer. Toda su cara se había transformado, en algo que solo reflejaba lujuria incontrolable…
Madre: A ver… esto no es el panty que una madre decente compraría para su hijita…Joder como las mojo la pendeja. No te dije, las madres se las compran y las arreglan para hacerlas mas sexy a sus hijas para con ello calentar a los hombres… pero que putas que son…
Padre: No te gustan, mi amor.
Madre: Si mi vida, solo que me sorprende, que sean tan degeneradas…
Padre: Pero estando aquí solos, a puertas cerradas en nuestra casa, tu podrías ser tan degenerada o mas que ellas, si lo deseas…
Madre: Si yo siempre seré devota a nuestras creencias y deberes. Maritales y dominicales. Así como también a nuestros vicios privados, mi amor… tú lo sabes… Mira en cuanto, Clarita comience a interesarse en el sexo. Serás tú, su propio padre, quien verificara como moja sus braguitas, llevadas durante todo el día. Y en las noches ambos disfrutemos de ellas, y solo después de nuestros disfrutes las llevare a lavarlas, para eliminar nuestros fluidos. Mil veces me imagine sacándoselas para después guardártelas para ti… Y ofrecerte lo mejor que una esposa puede dar a su marido. Vos tendrás su bombachitas todas las noches y vas a ser el primero en supervisarlas… te lo prometo.
Padre: Gracias, mi amor…
Madre: Sabes… Además, ya la estoy preparando, como hizo mi madre conmigo acostumbrándome a lavativas semanales. Pues como ya ella me lo dijo al casarnos. Esa fue la manera tu pudiste disfrutar de mi culito cuando estábamos de novios. Así pude llegar virgen al matrimonio. Y como buena madre que soy, no voy a poder darte todo… Pues nuestra hija eligirá, a su tiempo con quien perder su virginidad. Para posteriormente pasar a satisfacer a su pareja y crear los lazos de vida junto a su esposo… Pero ya te prometo, que tendrás su primera virginidad, sin que nuestra hija se de cuenta, podrás usar su culito.
Padre: De donde, sacas esas ideas…
Madre: Bueno como ya te dije, de mi madre y su comportamiento para conmigo… Pero así también de una madre que conocí en la iglesia y me dio varias ideas, para que podamos gozar de ciertos placeres prohibidos…
Padre: Que también tiene una hija…
Madre: Tiene dos y las tiene bien entrenadas, y ambos las gozan.
Padre: No esperes mas… métela… métetela en la concha, mientras te terminas de pajear… así hermosa pajeate con la bombachita de la nena dentro de tu babosa y hermosa conchita, mójala, inúndala con tus flujos…
Madre: Si… si mírame… mírame por favor… cómo me la meto, así despacio para que vos disfrutes.
Como desde la primera vez que me metiste la bombacha de mi vecina. Te acuerdas, yo misma le robe para poder pajearte con ella y que después de llenarla de leche, me la metiste en la chocha, mientras me rompías el culo, que recuerdos de nuestros primeros tiempos.
Mira en lo puta que puede ser tu mujercita, como se mete cualquier cosa que desees en su concha… Mira yo la mas asquerosa de las pajeras, tengo ya los labios rojos y mis dedos dentro de mi concha…
Gritaba, mi madre mientras acababa, cayendo de espalda y sus dos manos furiosas entre sus piernas.
Antes de terminar de decir las ultimas palabras, mi padre ya había descargado toda su leche sobre mi madre, estando ella enajenada pajeandose a dos manos, y tratando de recibir en su boca la leche de mi padre, mientras el fregaba sus huevos en sus tetas, para seguirla llenándola de semen.
Madre: Me gusta que me cuentes, como limpias con tu leche sagrada a las putas de la calle.
Padre: No hay mas sucia y puta que tu.
Madre; ¡Ah! Mi amor.

¿Continuara?





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Si te ha gustado Siempre te espere Capitulo Tercero “Los Padres de Clara”. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 19:50) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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